Manfred Sommer fue uno de los autores de cómic referentes durante los años del primer boom de la historieta en España, allá por los años ochenta.
Respetado por todos y admirado por una mayoría, la aportación más destacada de este autor vasco de padres alemanes ha sido la creación del reportero Frank Cappa.
Para el que esto escribe, a pesar de la evidente calidad de su trabajo y de su estupendo uso del color, había algo en el grafismo de Sommer que distanciaba. Quizás fuera el excesivo estatismo de sus figuras. Pero entonces, un buen día, tuve a bien leer la historia sobre Frank Cappa que él había decidido serializar en los relatos Wellcome y Goodbye. Allí descubríamos los orígenes del personaje y nos percatábamos de cuán complejo es volver sobre los propios pasos. Aquella aventura de Cappa se manifestaba tan perfecta y entrañablemente humana que, a partir de aquel momento, tuve muy claro que Manfred Sommer era un «grande». Alguien que merecía ser escuchado y a quien valía la pena seguir. Alguien que había vivido lo suficiente como para podernos explicar un poco de lo que supone pasar por este mundo.
Es por esto que hoy, si siempre es una gran pérdida despedir a cualquier persona de forma definitiva, siento doblemente la muerte de este autor ejemplar. Os dejo con unas palabras del mismo Sommer, en una entrevista que le hizo Salvador Corberó para la revista Cimoc, que tal vez puedan ilustrarnos un tanto sobre la persona que fue Manfred Sommer y conjurarlo así para mejor rendirle homenaje.
«Nuestro hombre confiesa que hubo un momento de su vida que perdió todos los alicientes.
Nos ocurre a todos, porque recibimos de nuestros padres una herencia acumulada de esa enorme masa de porquería que es la sociedad. Cuando nacemos recibimos además un afán de protagonismo, que muy pocas veces se ve satisfecho. Entre una cosa y otra, el ser humano va acumulando frustraciones, de las que quiere huir. Algunos lo hacen con el alcohol, otros con las drogas. Y un porcentaje de jóvenes, buscando la muerte. Yo fui de éstos, cuando ya no era tan joven, y hace unos veinte años empecé a coquetear con la idea de morir.
Su formula de suicidio consistía en apostar consigo mismo que cada noche subiría de Barcelona a su puesto de veraneo, en Begas, en menos tiempo. Una mala carretera de montaña, llena de curvas, de noche, y cada día mayor velocidad.
Un día la muerte se asomó en una curva, en forma de camión. Entonces me dí cuenta de que era una solución absurda e inútil, y pude salvarme en el último momento. Ese instante cambió toda mi vida, y desde entonces acumulo una sensación de cariño y hasta de comprensión hacia el ser humano. Así como una absoluta necesidad de sorber en cada momento lo que me ofrece la vida.»
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Página de MurciaCómic donde se daba la noticia del fallecimiento
Estupenda entrevista al autor en Space Rock Heaters.
Agradecemos a Juan Antonio Rodríguez Armas que nos avisara de esta triste noticia.
Gran post.
A mi me enganchó en la historia «El último africano». Me atrapó también Frank Cappa en Brasil y por supuesto el que comentas «Welcome/goodbye». La historia ambientada en Nicaragua durante la revolución sandinista publicada K.O.COMICS es otro de sus momentos álgidos.
Su texone titulado «Mercati di schiavi» es un gran trabajo.
DEP
Gracias por tus comentarios y por todos los datos que aportas, Tristán.
Sin duda la de Sommer es una gran pérdida.
En la wikipedia he encontrado el título de la historia de Nicaragua: Somoza y Gomorra. Un gran título para un buen cómic.
Cuando tenia siete años pude leer algo del trabajo de este autor; para los que vivimos en el lado sur del continente americano, nos era difícil que llegaran historietas, salvo el material de Totuain. Me gustaba mucho cuando salia algo de él por aquí, y la verdad es que no encuentro tan rígidos sus personajes. Bueno, gracias por su trabajo mi estimado, y esperemos que se reuna con los grandes en donde vaya.
Puede ser inadecuado pero ¿a qué se debe su fallecimiento (enfermedad, infarto..), y a qué edad? y si hay alguna reedición de sus obras en marcha.
Que noticia tan triste.
Siempre he sido un admirador de la obra de Sommer, desde sus comienzos en cimoc con ese «el último africano» hasta sus ocasionales ilustraciones en alguna revista de Toutain, pasando por la magnífica “Welcome/goodbye” que es una verdadera obra maestra(cada una de sus viñetas son dignas de dedicarle algunos minutos). Es una lástima que su último trabajo para la historieta, de la que llevaba muchos años apartado, haya tenido que ser fuera de España. LLevo un tiempo tratando de encontrar su texone como sea. Al menos en Italia supieron apreciarlo mejor.
Por cierto, poca gente parace recordarle. Una pena tratándose de uno de los grandes de la historieta española. Al menos para algunos, Frank Cappa permanecerá siempre con nosotros.
Gracias por tus palabras, Guillermo. Derviche, en la noticia fuente decían que se trata de una enfermedad de evolución un tanto dilatada. Por lo que respecta a la reedición de alguna de sus obras, este tipo de material suele ser del interés de Glénat. Ya les preguntaremos a ellos por el tema, a ver si nos pueden decir algo.
Descanse en paz, maestro.
manfred sommer fue un dibujante irrepetible,yb un guionista fuera de serie,fank cappaestaba lleno de humanidad y sus historias te llegaban al corazon.Su dibujo realista y detallista es el de los grandes ,lo echomucho de menos