En la actual DC hay una variopinta cantidad de comics publicados cada mes. Entre la ingente cantidad de publicaciones, las hay de todo tipo, destaca una que aúna el género superheroico y el de ciencia ficción a la perfección. Y con el permiso de la inexistente colección de la Legión, nos estamos refiriendo a la serie de Hal Jordan y los Green Lantern Corps. Una cabecera que reúne bajo su epígrafe a los cuatro Lantern humanos sobre los que recae la gestión, cada uno a su manera, de los actuales corps. John, Hal, Kyle y Guy, cuatro portadores de anillos, cuatro personalidades bien distintas y cuatro formas de ver las cosas, todas ellas gestionadas por un Robert Venditti que demuestra cada vez más su valía, al ser capaz de crear una serie en la que la acción, los superhéroes y la ciencia ficción se mezclan con maestría y buen hacer.
Aunque en los números que se reseñan aquí hay varios arcos argumentales, la verdad es que forman un todo que hace del conjunto su gran valor. Estas historias se trenzan entre ellas para consolidar una historia de amistad, duelo, aventuras, conflicto, traición y relaciones interpersonales, capaces de macerar lo suficiente como para ofrecernos una serie cargada de interés.
Hablar de esta serie es hablar de la habilidad de Venditti a la hora de gestionar la ingente cantidad de personajes con los que ha de lidiar. No se trata de saber asignar protagonismo a uno o dos miembros de un grupo, sino de ser capaz de transmitir al lector que está leyendo una serie en la que hay más de 6000 personajes y donde todo puede pasar.
El cuerpo de portadores de anillos amarillos, liderados por Sonarik, se une al de los portadores de los anillos verdes, capitaneados por John Stewart, para proteger juntos al universo. Una alianza explosiva que logra consolidarse gracias a la fuerte personalidad de sus dos líderes que, de manera ejemplar, hacen suya la frase de que la actitud del grupo es un efecto directo del liderazgo de ambos con sus Corps. Este nuevo estatus no está exento de conflicto y tiranteces, algo que Venditti sabe explotar con talento, apoyándose en Guy, Arkillo, Kyle y Sonarik, a la hora de añadirle profundidad al conjunto. Es curioso como el menos relevante de esta unión de equipos sea Hal Jordan, el que pone nombre a la cabecera, cuyo papel queda relegado al de ser el lugarteniente de John.
Venditti, plantea esta situación y entre medio desarrolla subtramas que van complementando a la central, como la recuperación de un personaje, en su día eliminado por su aparente poca relevancia (aunque tal vez el problema era más que Venditti no acaba de saber qué hacer con él). Traer de vuelta a Saint Walker de nuevo, siendo el propio Venditti el que lo relegó al olvido, demuestra que el guionista está a gusto con lo que está construyendo y ha visto el valor de tener a un miembro de los Blue Lantern en la colección. Con toda esta amalgama de personajes y situaciones Green Lantern sigue su lento, pero inexorable despertar de una zona de confort anodina y continúa alejándose de una etapa final en los Nuevos 52 en los que la serie perdió por completo su identidad.
Venditti juega con las alianzas entre varios miembros, demostrando un profundo conocimiento de cada uno de ellos. El nuevo compañero de Guy, el interés de Kyle por Sonarik, o el propio nuevo estatus del que hace años fuera el único Green Lantern, unido a un error en una misión y un férreo liderazgo de John, son las herramientas de Venditti a la hora de mantener en todo momento el interés y la tensión que, en algunos momentos, se puede incluso masticar. Una montaña de elevado interés que va perfilando a los protagonistas de forma que vemos una continua evolución dentro de las líneas que los define a cada uno de ellos. Venditti está en sintonía con la serie y trata a todos los personajes con respeto, siendo fiel a la esencia, pero sin caer en el conformismo o más bien en el inmovilismo, del que la serie adolecía en su periplo por los Nuevos 52 y los primeros números de Renacimiento.
Sin embargo, hay un punto negro, un diálogo en el que John Stewart habla de la alianza entre anillos verdes y amarillos, comparándola con la segunda Guerra Mundial, donde dice que Alemania y Japón querían barrer a Estados Unidos del mapa, siendo ahora dos firmes aliados. Y citando textualmente a John: “Esto no hubiera sido posible sin una oferta de buena voluntad y sin que ningún bando diera un primer paso”. Es interesante analizar esta frase por ser una frase que maquilla, o disfraza la historia, sin que quede muy claro si Vendetti ha cometido un desliz involuntario o de verdad considera lo expresado como la verdad. ¿Qué opináis al respecto?
Otro factor que eleva la calidad de la serie es su apartado gráfico. Por un lado, tenemos al ya conocido Ethan Van Sciver, que continúa intercalando su trabajo con un mayúsculo y espectacular Rafa Sandoval que, número a número, hace más suya esta colección. Sciver es fiel a su estilo en el que aúna espectacularidad con detalle, mientras que Sandoval luce una narrativa sobresaliente y un estilo limpio, ligero y eficaz que engrandece cada número. Sciver va a tener que esforzarse mucho si no quiere verse del todo desplazado por el excelente trabajo de Sandoval, que logra imprimir mucha más personalidad a sus entregas que el dibujante norteamericano.
Puede que esta serie no esté entre las más mediáticas del Universo DC de Renacimiento, pero sin duda alguna ha virado lo suficiente como para despertar un más que necesario y merecido interés. Hal Jordan y los Green Lantern Corps ofrece un cóctel interesante, cargado de caracterización y épica, capaz de satisfacer a los aficionados lo cósmico y lo superheroico.
Guion - 7.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.2
Progresando más.
Venditti continua mejorando y cohesiona más su trabajo alrededor de los personajes. Los Corps ganan coherencia, sentido y majestuosidad.
Bueno, considerando de donde se viene, considero una mejor importante el enfoque actual respecto a todo lo anterior. De todas formas también entiendo que no se puede dejar de lado una de las aportaciones más importantes a la franquicia y que como toda herramienta si se usa bien, puede dar muy buenos resultados.
Para mi la serie esta mejorando y en tratamiento de los personajes esta en un nivel muy alto.
Gracias por tu aportación. 🙂