Una emoción es un proceso psicológico que nos preparar para adaptarnos a un entorno, ejerciendo de guía para poder elaborar las acciones necesarias a cada momento, lo que hace que la creencia en nosotros mismos se asiente y fortalezca en tanto somos capaces de diferenciar claramente lo que sentimos por encima de lo que pensamos, nos cuentan o lo que dicte la norma cultural de la sociedad en la que vivimos. El ser humano es complejo, pero manifiesta abiertamente, según Eckman, siete emociones básicas, ira, alegría, miedo, desprecio, tristeza, disgusto y sorpresa. Un conjunto de emociones que dista mucho de formar parte del conocido Espectro Emocional que existen el Universo DC desde que Johns lo integrara de forma clara y contundente durante su trabajo en la serie Green Lantern. Para Johns la avaricia, la compasión, la esperanza, el amor y la voluntad son también emociones, sin serlo en la realidad psicológica de las personas, por lo que, tal vez, no sea adecuado hablar de emociones y si de actitudes, como la que en cada número y arco argumental se encarga de ir perfilando Robert Venditti en la colección dedicada a Hal Jordan y los Green Lantern Corps.
El escritor, que ya se siente liberado de la eterna, larga y pesada, sombra de Johns, se mueve con soltura entre los arcos argumentales para ir aportando situaciones que a la larga acaben teniendo consecuencias. Para ello centra su atención en una de esas mal llamadas emociones, la voluntad, que usa no solo para que los anillos de los protagonistas sean las armas más poderosas del universo, sino para perfilar las diferentes personalidades del equipo central capitaneado por John Stewart.
Por un lado, tenemos a los Guardianes siendo secuestrados por los Controladores, sus hermanos antaño, obsesionados por alcanzar el poder definitivo. Por otro, una misión de rescate a fin de evitar la muerte de los Guardianes ante los que en el pasado lideraron y crearon el cuerpo de los Darkstar (del que formó parte Donna Troy y el propio Stewart, en el cada vez más lejano año 1992).
El guionista no brilla por mostrar una imaginación desbordante, pero si por saber utilizar bien sus propias historias y dar pasos nuevos que desencadenen nuevas situaciones. Si algo define a esta colección es que se mueve como si de un efecto domino se tratara, donde cada número se deja sentir en el siguiente y así indefinidamente.
Venditti, cuando trabaja con diversos personajes no desarrolla bien sus personalidades, centrándose en un solo aspecto de su forma de ser. Reduce a los protagonistas a una expresión y los mantiene fieles a un solo estado de ánimo. Esta reducción, que puede verse como algo negativo, funciona bien en manos del escritor al potenciar las citadas actitudes sobre las que construye sus historias. Historias que no son revolucionarias, pero son capaces de mostrarse sólidas e interesantes. Anillos y voluntad son un todo en manos de Venditti.
Todo el trabajo del escritor pivota sobre la necesidad de buscar excusas que sirvan para que cada uno de los protagonistas tengo su momento, su minuto de gloria, con el que satisfacer a todos los fans y que su personaje favorito brille. Todo suena bien, los diálogos son contundentes, la acción es trepidante, la serie se mueve con energía entre la ciencia ficción y los superhéroes, todo parece afinado, salvo que Venditti recicla ideas y su etapa, sin desmerecer ni poder ser tildada de fallida, es muy recomendable sin ser capaz de levantar pasiones generalizadas, salvo en contadas ocasiones y momentos muy concretos.
Esta colección no es lo que su título promete, pues hay mucho Hal, pero poco Corps, o al menos no lo lo suficiente, pues apenas se nos muestra del entramado que hay detrás de los Green Lanterns. Es la guinda que añadiría un toque especial al trabajo del escritor y que tal vez si permitiría ver a sus historias como algo más elaborado.
Venditti tiene la fortuna de verse perfectamente arropado en el aspecto gráfico, destacando por encima de todos Rafa Sandoval, que disfruta en con cada trazo que dibuja. Su narrativa es rápida, intensa, clara, concisa, sin florituras que puedan despistar la atención de lo que de verdad importa en la escena, con un estilo pulcro, de línea muy fina, donde se puede ver a la perfección el enorme talente de Sandoval y su control anatómico.
No estamos ante el mejor cómic de DC, pero si estamos ante un cómic realizado con esmero, bien estructurado, interesante, cargado de intensidad, al que le faltan ideas propias, más desarrollo y frescura en su propuesta para acabar de destacar. En el día más brillante…
Intergalactica.
Guion - 6
Dibujo - 8
Interés - 7
7
Venditti no revoluciona, ni innova, sino que se mantiene en su zona de confort, muy estable, pero sin perder el objetivo que se ha marcado, escribir una serie fiel a si misma y a sus personajes.
Una serie que no pasa de correcto, a pesar del enorme potencial que tienen los lanterns, y el universo cósmico de dc. Deseando ya que llegue Morrison, que al menos va a ser un cambio importante después de lo que hizo Johns.
Lo que me resulta curioso es lo plano y regulero que es Venditti aquí, y lo inteligente y emocionante que es guionizando en Valiant su etapa en XO Manowar. Es uno de los ejemplos que me hacen pensar que muchas malas etapas de buenos guionistas en las dos grandes se deben más a exigencias y presiones editoriales que a torpeza de los mismos. Es más que probable que a Venditti le dijeran que tenía que continuar lo hecho por Johns sin apartarse demasiado de ello. Si no, me resulta inexplicable.
Otro ejemplo es la horrible etapa de Lemire con los mutantes cuando es un guionista excelente. Ahora que tiene un status por sus series independientes y le dan más manga ancha en las grandes porque su simple nombre ya se ha convertido en sinónimo de ventas, que casualidad que está haciendo obras magníficas tanto en Marvel como en DC. Es algo digno de estudio, las injerencias en las majors en sus series y las grandes historias que se han podido ver lastradas por ello.
No he seguido la serie, pero veía las portadas cada semana en el repaso de DC en Twitter y es que parece que no hay respiro… Grandes conflictos todo el rato. A veces gusta más ver algo más «Star Trek» que «Star Wars» por así compararlo, donde leas una historia con buenos diálogos, se expanda el lore cosmico de DC, etc. A ver qué tal Grant Morrison, y a ver qué tal la JL Odisea con Jessica Cruz y Starfire al frente.
El caso es que no es una serie mala, por decirlo de alguna manera, es entretenida, pero tiene un aura de conformismo y desgana que hace que se lea como una ocasión desperdiciada. Como digo, Venditti sin ser un Morrison o un Lemire es un guionista hábil que da para más que esto. Sigo pensando que la editorial le corta las alas porque no quiere que la serie se aleje de lo que funcionó con Johns.
Y en lo que dices, es cierto, parece que no hay descanso y los lanterns siempre tienen una nueva amenaza a la vuelta de la esquina que afecta al equilibrio del universo. El potencial que tiene el elemento galáctico es tremendo. Se vio por ejemplo en los extraordinarios Omega Men de King. No le pido tanto a Venditti (King es tremendamente superior) pero si que no caiga en lo mismo una y otra vez. Te recomiendo si no lo has hecho que eches un vistazo a su XO manowar en Valiant (precisamente este mes se reedita en integral). Sigue siendo más Star Wars que Trek (siguiendo tu analogía), pero es pura aventura e interés, un relato que es totalmente pulp en el mejor sentido del término. Quizá algo así, desenfadado y aventurero al máximo también le vendría de lujo. En fin. Muchas ganas y esperanza en Morrison. Creo que va a hacer algo muy interesante.
No está muy claro qué va a hacer Morrison. En principio parecía algo no tan space opera, algo mas policía del espacio pero en los avances parece que volverá al tema del Multiverso….
Coincido completamente con la valoracion de la serie, en virtudes y defectos. La verdad que no dejar mal a ningun lantern y que todos tengan su momentito , minimo te asegura gusto por leerte, es listo este Venditti, que coincido con vansalth , su xo -manowar lo parte.