Harbinger Renegade #5 al 8 + 0

Harbinger Renegade es la segunda serie en grapa de Medusa Cómics en acabar este mes, en este caso con un especial número cero que se publicó en su país de origen un mes después de que finalizase la colección. Aunque en España haya coincidido en el tiempo con el final de Generation Zero y la serie de Faith aun se siga publicando, esta colección es posterior a todas, cuando terminó el pasado mes de noviembre en Estados Unidos las otras ya habían cerrado meses antes y todo ello tiene un motivo: las Harbinger Wars 2. Valiant ha cuidado mucho el inicio de este evento que promete un antes y un después en el mundo de los psiots, como ya pasará con su primera parte. Por desgracia esto significa que nos quedamos durante un tiempo sin serie del principal grupo de héroes de la editorial, esperemos que por un bien mayor, y el cortar Harbinger Renegade de forma tan prematura ha hecho que la colección quedase un poco… extraña, por decir algo. El primer arco (que podéis leer aquí) parecía una buena introducción al reunir al desbandado grupo con algún personaje nuevo, traer de vuelta a Peter Stanchek y presentar a un villano que prometía estar a la altura de Toyo Harada, algo muy complicado pero que los autores conseguían llevar bastante bien. ¿Y el segundo arco? Pues el segundo arco no existe. O no exactamente como cabría esperar.

Los números de los que aquí vamos a hablar no hacen más que certificar que, para bien o para mal, Harbinger Renegade es una serie que nos ha traído de vuelta a los Renegados para luego contarnos una serie de números especiales que se leen mejor como una precuela de las segundas guerras Harbinger, en estos cinco últimos números el equipo formado por Rafer Roberts al guión, Juan José Ryp y Darick Robertson al dibujo nos ofrecen cuatro historias diferentes que forman parte de la gran historia de los psiots, lo cual las hace muy relevantes pero distintas entre si. En cierta medida sí que recuerda a la anterior serie de Harbinger en tanto que no se dedicaba a contar de forma lineal la historia de un solo personaje sino que iba cambiando para narrar mucho sobre el mundo de los psiots, centrándose en el conflicto entre Toyo y Peter pero parándose en muchos personajes, solo que aquí los especiales están más cerrados y distantes de una idea central, o eso parece, ya veremos en el evento.

El primero de estos números, el cinco, es el mejor, el más brutal y el que más repercusiones tiene para el universo Valiant. También es el que mejor dibuja Darick Robertson, quizás por su gran dosis de violencia. Su historia se debería leer después de la serie Generation Zero ya que se sitúa cronológicamente tras esta y en ella asistimos al asesinato de muchos así como al fin de lo que los Zeros habían logrado en “la ciudad libre de Rook”. Es un número que se puede comprar por si solo y que está realmente bien escrito, equilibrando la cantidad de acción y el dramatismo que conlleva el asesinato de niños, todo ello desde el punto de vista de unos conocidos villanos: los H.A.R.D. Corps, que ya no están bajo el mando del P.E.R. (con los que acabó Bloodshot junto a Unity en el recién publicado Bloodshot U.S.A.) pero trabajan con una nueva facción del mismo llamado Proyecto Profecía (a los que conocimos en el epílogo del mismo tomo de Bloodshot) que son contratados (y felicitados) por Donald J. Trump para liberar Rook de terroristas (o asesinar niños, todo según se mire)

Tras esta “Masacre”, Rafer Roberts trae otro número autoconclusivo, esta vez con Juan José Ryp con un dibujo excelente como suele ser habitual, que pinta más interesante por lo que conlleva para el futuro que por el número en sí. Conocemos a Gerard de Cataluña, un guerrero santo del siglo XI que junto a sus hombres asedia un castillo en el que hay una bestia llamada Stormbringer, un ser capaz de dominar ejércitos con la mente, es decir, lo que parece un psiot muy antiguo. La historia rompe con todo lo visto hasta ahora en las series de Harbinger para darnos un nuevo villano del que alguna vez se había dicho algo pero más como una leyenda. Si Harada y Stanchek son los Omegas este sería el Alfa. Es otro buen número que merece la pena leer y que se debería tener en cuenta para las Harbinger Wars II donde el villano, aquí derrotado y encerrado por Gerard, volverá con fuerza.

Seguramente todo lo narrado en estos dos números será resumido para informar a los lectores antes del próximo evento, como tiende a hacer Valiant para que los nuevos u ocasionales puedan engancharse cada vez que vean un número 1, pero lo cierto es que son dos números realmente buenos, mejores que lo anterior y que los dos que vienen, 7 y 8, que ya se vuelven a centrar en el grupo pero que son números de transición, dos cómics, de nuevo con Robertson al dibujo, que se dedican a narrar las reacciones ante lo ocurrido, la forma en que Animalia consigue escapar para ir con Stanchek y como los chavales se empiezan a entrenar para lo que viene, pues saben que los H.A.R.D. Corps no los van a dejar en paz y ellos mismos quieren venganza por lo ocurrido a los Zeros. En ellos Kris se afianza como líder y se marcan diferencias entre lo que ella llama “tres potencias mundiales”: Solomon, Profecía y los Renegados, los cuales acabarán por chocar, y viendo los pocos problemas que tienen en matar a personajes, seguro que el choque va a ser fuerte y eso que no saben lo que les viene encima con el Alfa. Tienen buenas escenas y recuerdan un poco más a la primera serie de Harbinger pero el siguiente número, el cero, mejora.

Para acabar Rafer Roberts vuelve a estar acompañado de un Juan José Ryp que parece mejorar a cada cómic que hace, en un cómic que ya es un preludio directo a las Harbinger Wars 2 donde no sale ni un Renegado y la trama se vuelve a centrar en los villanos, todo lo que se venía gestando llega al punto que debe llegar pero con planes detrás de planes y una historia de acción que engancha hasta la última página.

Hacer una valoración global de la serie es complicado al tratarse de nueve números que contienen historias tan diversas, sin embargo, aunque el primer arco era más lineal, estos últimos números mejoran y tienen momentos para el recuerdo como la matanza o el alzamiento del Alfa, en especial los números dedicados a los villanos. Rafer Roberts le consigue pillar el ritmo a los personajes, Robertson está mejor, sobretodo en el número quinto, pero que Juan José Ryp tenga más páginas es lo que le aumenta la calidad del dibujo realmente. Ahora solo nos queda ver en qué queda ese gran choque que supone el nuevo evento y qué series surgirán de todo eso.