Harbinger Renegade nº1

Reseñamos el primer número en castellano de la edición en grapa de Medusa Cómics de Harbinger Renegade, la serie de Valiant con dibujos de Darick Robertson

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Edición original: Harbinger Renegade #1 USA, Valiant Entertainment.
Edición nacional/ España: Medusa Comics.
Guión: Rafer Roberts.
Dibujo: Darick Robertson, Juan José Ryp, Raúl Allén y Patricia Martín.
Color: Diego Rodriguez, Frankie D’Armata.
Formato: Grapa, 36 páginas.
Precio: 1 €.
 

Un psiot es una persona que tiene la capacidad latente de desarrollar algún superpoder de naturaleza mental: telepatía, control mental, telekinesia, mente sobre el cuerpo, materialización de imágenes, pirokinesia y un larguísimo etcétera. Para despertar este talento a las personas que lo poseen, ciudadanos normales que viven entre nosotros sin conocer esta peculiaridad de su propia naturaleza, es necesario que pasen por un complicado, caro y peligroso proceso quirúrgico que en un alto porcentaje de las ocasiones acaba con la muerte del paciente. Los psiots han sido utilizados desde mediados del siglo XX como carne de cañón de conspiraciones gubernamentales y empresariales que han librado una guerra oculta ente ellos, usando los talentos de estos atormentados seres para acaparar posiciones de poder. Un ejemplo ha sido la contienda clandestina del Proyecto Espíritu Renacido del gobierno estadounidense (una iniciativa controlada en realidad por contratistas armamentísticos privados) con el conglomerado de empresas dirigido por el japonés Toyo Harada. Éste en realidad se trataba del psiot más poderoso sobre nuestro planeta, que quedó activado de manera accidental de niño, con la radiación del bombardeo atómico de Hiroshima en el que tuvo la desgracia de estar presente. Harada construyó de manera poco escrupulosa un imperio financiero con la noble intención de evitar que horrores como el de la guerra nuclear se repitiesen. Su sueño era el de un mundo unido en paz y armonía bajo su mano, con el resto de los psiots vigilando esa utopía como sus lugartenientes. Lamentablemente, esa benévola sociedad soñada poco tenía que ver con los métodos de construirla de Harada, con las manos tan sucias de sangre con las del Proyecto Espíritu Renacido a pesar de sus aparentes buenas formas. El poderosísimo superhumano japonés reclutaba a potenciales psiots a través de su Fundación Harbinger, y una vez desarrollados los poderes de estos (asumiendo que sobreviviesen al proceso, claro está) eran adoctrinados en el culto a la persona de Harada, como si de una secta se tratase.

Hace pocos años, la atención del psiot nipón se volvió hacia un tal Peter Stanchek, un joven sin hogar con historial de problemas mentales y de abuso de drogas. Éste era un psiot tan poderoso como Harada, pero con la capacidad además de activar a voluntad los talentos de personas con potencial para desarrollar poderes. Por supuesto, esto le convertía en una auténtica mina de oro: Harada trató de reclutarle a través de la fundación Harbinger, pero una vez que Peter fue consciente de que los nobles objetivos del industrial estaban manchados de sangre y condicionados por una visión megalomaníaca de cómo gestionar una utopía, se rebeló contra él. Junto a unos compañeros psiot formaron los Renegados de Harbinger y combatieron desde la clandestinidad como pudieron a Harada y al Proyecto Espíritu Renacido. Finalmente, con la ayuda de un experto hacker llamado @x, consiguieron filtrar en internet, un poco en plan wikileaks, miles documentos que expusieron a la luz pública a Harada, tanto su naturaleza de psiot como su verdaderas intenciones y los crímenes que llevaba décadas cometiendo para alcanzarlas. El imperio del villano japonés cayó, y éste se retiró a África a tratar de reconstruirlo, esta vez de manera abierta y sin tapujos. Pero en el transcurso de todo esto, una de los Renegados murió, y las cicatrices y tensiones internas del grupo fueron demasiadas, llevando a que se disolviese y cada uno tirase por su lado a pesar de haber conseguido su gran victoria.

Este podría ser el resumen de la ya finalizada serie Harbinger, de la cual esta de la que vamos a hablar hoy viene a ser como si dijésemos su segundo volumen. En las tres primeras páginas de la entrega en grapa objeto de esta reseña, los dibujantes vallisoletanos Raúl Allén y Patricia Martín hacen un resumen muy bien esquematizado de todo esto que les acabamos de contar. En las seis siguientes, otro artista español, Juan José Ryp, nos ofrece un prólogo en el que se nos descubre que hace años Harada tenía una mano derecha, un hombre de su plena confianza llamado Alexander Solomon que sin embargo acabó traicionándole. Harada intentó matarle, pero Solomon consiguió huir con vida y pasó a ocultarse y desaparecer para conservarla. Y ya tras estos muy necesarios preambulos, pasamos al grueso de la entrega, en la que los lápices son cedidos a Darick Robertson, superestrella a la que debemos el apartado gráfico de Transmetropolitan o The Boys.

Una secta juvenil dirigida por un psiot pirokinético llamado Enfuego está usando los documentos filtrados por los Renegados Harbinger para intentar activar psiots: entre lo que se hizo público estaban los planos y especificaciones técnicas de la maquinaria y procesos necesarios para ello. Pero desgraciadamente, una cosa es tener disponible la teoría y otra bien distinta que el instrumental que es posible conseguir esté a la altura de las carísimas equipaciones de Industrias Harada. Y así cada vez que se intenta activar a un psiot para que éste “alcance su verdadero potencial” como Enfuego les dice, si ya el proceso en condiciones óptimas tenía altas probabilidades de terminar en tragedia, ahora un cien por cien de las veces el desafortunado en cuestión acaba muriendo de manera explosiva y escabrosa. Pero eso no va a detener a Enfuego en su empeño, y pretende afinar con nuevos intentos hasta conseguir la activación psiot de los potenciales candidatos. Y es que con el resto de documentación, también se filtró al dominio público la lista de personas con potencial para acabar desarrollando habilidades psiot, poniéndolas, claro, en cierto peligro que tarde o temprano iba a terminar materializándose. Jay Tucker es una de esas personas, un adolescente que tanto el gobierno como la secta de Enfuego están tanteando para reclutar, y que tiene como protección solo a su padre.

@x ha detectado el peligro que Jay está viviendo, y trata de contactar con el resto de su antiguo equipo de los Renegados para protegerle. Pero Torque es ahora una celebridad de medio pelo que pasa del tema y prefiere estar firmando autógrafos en convenciones. Kris quiere apartarse de toda aquella etapa que arruinó su vida y de hecho tampoco puede permitírselo al estar en libertad condicional. Peter, el más poderoso de todo ellos, ha desaparecido, quizás ni esté en La Tierra. Charlene está muerta. Solo Faith, que de hecho tiene en marcha una carrera superheroica por su cuenta (como nos cuenta su propia serie, reseñada esta misma mañana aquí), está dispuesta a afrontar su responsabilidad, escuchar a @x y proteger a Jay y al resto de personas que ellos mismos pusieron en peligro al filtrar los documentos de Harada. Pero sabe que la amenaza de Enfuego es grave, y que ella sola no puede hacerle frente.

Harbinger Renegade (originalmente iba ser llamada Harbinger Renegades, en plural) es una de las series que abandera esta nueva etapa de la editorial Valiant Entertainment. Recupera a algunos de los personajes centrales de su universo ficticio y los lanza en una carrera a través de esta colección que nos llevará a Harbinger Wars 2, el evento de Valiant que promete que el año que viene sacudirá los cimientos de ese cosmos compartido. La premisa que el guionista Rafer Roberts ha urdido para resucitar la serie volviendo a unir los caminos de sus protagonistas —una vez se alcanzó su final natural en el finalizado volumen de Harbinger a secas— parece bien pensada, usando las ramificaciones y consecuencias de la solución que tomaron para derrotar a su nipón enemigo. Las reacciones de cada uno de eso personajes a los acontecimientos son muy consecuentes, con la responsabilidad de Faith y de @x, el pasotismo egoísta de Torque y la necesidad de Kris de llevar por fin una vida normal. Resulta intrigante ese personaje de Alexander Solomon, del que ni siquiera sabemos todavía siquiera si es un psiot ni si está directamente relacionado con la trama que hemos visto en el grueso del primer número, aunque sea fácil sospechar que la respuesta a estas cuestiones vaya a ser afirmativa, claro. Roberts, muy correcto en su labor, tiene espacio en estas 36 páginas para plantear todas estas premisas y ofrecernos algo de acción, cosa que es bastante de agradecer.

Respecto al apartado gráfico hay poco que resaltar: con esos nombres, claro, solo puede resultar estupendo; tanto los dos prólogos que les comentábamos al cargo de Allén, Martín y Ryp, como el meollo del número, de un Robertson que a uno cada vez más le parece una suerte de George Perez macabro. El coloreado, como es habitual en Valiant, también es excelente, y se cuida de adaptarse al tono de relato y estilo de dibujo de cada parte.

Dado que se trata del debut de Medusa como editora de los cómics Valiant en castellano tras Panini y Aleta, es conveniente hacer alguna consideración sobre la presente edición: se trata de una apuesta arriesgada, en formato grapa de altísima calidad (el gramaje de papel y calidad de impresión son superiores a los de las de ECC o Panini) a un precio de lanzamiento de un euro, con unos personajes que no gozan hasta ahora de una afición fiel como los de Marvel y DC. Y lo cierto es que lo que se nos ofrece ha estado a la altura de las expectativas, e incluso las ha rebasado. Lo único que nos inquieta es cuál va a ser el precio de las siguientes entregas de esta línea, dado como decíamos su calidad y su probablemente alto coste de producción asociado.

Si esto no termina siendo un problema, nuestro veredicto es que ya no habría excusa para el lector en castellano para apoyar los cómics de Valiant esta vez: ediciones excelentes, con muy poca diferencia de publicación con las de Estados Unidos; anuncios de publicación de tomos recopilatorios que servirán de puente entre este material y el inédito desde que Aleta dejase colgada la línea; y un momento de calidad dulce para Valiant como nunca antes, con comics que realmente merecen la pena ser leídos y que sería una pena, casi una vergüenza, que se dejasen pasar. Crucemos los dedos.

  Edición original: Harbinger Renegade #1 USA, Valiant Entertainment. Edición nacional/ España: Medusa Comics. Guión: Rafer Roberts. Dibujo: Darick Robertson, Juan José Ryp, Raúl Allén y Patricia Martín. Color: Diego Rodriguez, Frankie D’Armata. Formato: Grapa, 36 páginas. Precio: 1 €.   Un psiot es una persona que tiene la capacidad…
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 7

7.3

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Stan Lee 2099
Stan Lee 2099
Lector
3 mayo, 2017 13:11

Lo he leído hoy mismo y me ha gustado bastante, con que esté al nivel del
volumen anterior que cuenten conmigo.
Leí por ahí que el precio de las grapas va a ser de 2,95 euros por 32 paginas, algo caro (aunque la calidad es indudable).
Para Mayo han anunciado Ivar Timewalker, Bloodshot Reborn, The Delinquents…pero nada de las series iniciadas en Panini/Aleta. Se ha dicho de reeditar X-O Manowar en tapa dura, pero nada de si el material inédito se publicará en el formato actual. Archer & Armstrong, Quantum & Woody y Unity…¿tendrán continuidad o las dejarán colgadas?
De hecho, han anunciado Imperium, pero nada de Harbinger:Omegas.
Espero que sean paranoias mías, hayan dado prioridad a las novedades para enganchar a los nuevos lectores y no dejen tirados a los que leemos Valiant desde que llegó a España.
Con todo, les deseo a Medusa la mejor de las suertes y tengamos Valiant para rato.