Edición original: L’uomo di Harlem (Bonelli, 1978).
Edición nacional/ España: Harlem Blues (Nueva Frontera, 1981).
Guión: Guido Crepax.
Dibujo: Guido Crepax.
Color: Guido Crepax.
Formato: Tomo rústica 54 págs.
Precio: 275 ptas.
El milanés Guido Crepax (1933-2003) quedará asociado para siempre a una de las grandes creaciones de historieta del siglo XX, Valentina, con su fragante mezcla de erotismo, fantasía y aventura pulp y su sagaz montaje que atiende igual a las virguerías rítmicas y a la introspección psicológica; las mismas cualidades que empleó para sus adaptaciones de clásicos grandes y pequeños de la literatura como Drácula (Bram Stoker), Doctor Jekyll y Mister Hyde (Robert Louis Stevenson), Justine (Marqués de Sade) o Historia de O (Pauline Réage, pseudónimo de Dominique Aury), entre muchas otras. Pero ahí no acaban las inquietudes de este genio que, además de variaciones sobre el tema principal (Belinda, Anita, Bianca, etc.), se atrevió con la ciencia ficción (La astronave pirata), el relato histórico (Rusia en llamas, las biografías de Charles Darwin o Francis Drake para Larousse) o el género negro, como en el caso de Harlem Blues, publicada en 1978 en su versión original italiana, L’uomo di Harlem, por la editorial Bonelli, casa de los popularísimos Tex, Martin Mystere o Dylan Dog.
Harlem Blues retrata -con una visión distanciada, desde un 1978 muy consciente de mirar al pasado- los temas definitorios de la época en que transcurre (1946): la posguerra, el racismo, los bajos fondos, los entretenimientos de moda (el cine, el boxeo), etc. mezclados con una historia de amor sin esperanza y, por supuesto, la música. Crepax, un aficionado al jazz (entre sus primeros trabajos se cuentan ilustraciones para discos de jazz en los ’50 y ’60), dispone todos los elementos alrededor de la banda sonora de míticos standars tocados por Charlie Parker, apodado «Bird»: Night in Tunisia, Laura, Loverman, etc. Este hilo musical proporciona la innovación más regocijante del álbum, su seña de identidad. Crepax dibuja al mismo Parker con su banda atacando los temas en viñetas que intercala en el curso de la acción. Para más realce, las intervenciones del mítico saxofonista prescinden del color (este álbum es uno de los escasísimos ensayos de Crepax con el color) capturando en un vívido blanco y negro el fragor de la interpretación y la densa atmósfera de los clubes nocturnos de mediados del siglo pasado.
Intriga policial inmersa en los puntos de vista del contrabajista Johnny Lincoln, apodado «Little John», y de Polly, femme fatale testigo de un asesinato y perseguida por un gánster, Harlem Blues brilla por su técnica historietística (amén de la mencionada, el montaje sincopado marca de la casa -las originalísimas elipsis de los rounds 1 a 5 en pág.07-, la atención al detalle -las manos que se crispan y relajan en pág.25, el pomo que se abre en pág.26-, su staccato de repeticiones -la cámara fotográfica durante la velada pugilística en págs.08-09, truco ya probado en Valentina-, etc.) pero flaquea en el terreno argumental. El arranque, poderoso y cautivador, muy en consonancia con las reglas del cine negro cinematográfico, a las diez o doce páginas aparca el drama gansteril para saborear momentos más íntimos, como de amor fou, que se resuelven, tal vez, demasiado pronto (entre las págs.30-34). Este anticlímax descompensa la resolución (págs.48-52) y obliga a una coda lastrada por el tópico de «el show debe continuar». Es probable que Crepax abarque demasiado, en particular con la inclusión de las planchas sobre el infame Ku Klux Klan (pag.45-46), descuidando otros aspectos como la novia de Little John, Bessie Calhoun, que aparece… ¡en una sola página!
Contrariamente a lo que podría intuirse por la trayectoria de su autor, en Harlem Blues no hay pasiones ardientes, como no sea por el jazz, ni representaciones sexuales explícitas, aunque algunas veces sobrevuela el irresistible fetichismo sobre lo femenino (labios entreabiertos, miradas lánguidas, lencería seductora, etc.). El álbum es, pues, una rara avis en el universo temático del italiano, que nos permite conocerlo en facetas distintas al tronco principal de su bibliografía. Por desgracia, hace ya 35 años de su publicación en España en el nº 13 de la colección Super-Totem, sello que también dedicó entregas a otros egregios compatriotas suyos como Hugo Pratt, Dino Battaglia, Milo Manara, Attilio Micheluzzi o Segio Toppi.
Edición original: L'uomo di Harlem (Bonelli, 1978). Edición nacional/ España: Harlem Blues (Nueva Frontera, 1981). Guión: Guido Crepax. Dibujo: Guido Crepax. Color: Guido Crepax. Formato: Tomo rústica 54 págs. Precio: 275 ptas. El milanés Guido Crepax (1933-2003) quedará asociado para siempre a una de las grandes creaciones de…
Harlem Blues
Harlem Blues
2016-02-18
Javier Agrafojo
Guion - 6
Dibujo - 9
Interés - 8
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