Harley Quinn 7

 

Edición original: Harley Quinn núms. 20 a 24 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Amanda Conner, Jimmy Palmiotti
Dibujo: Chad Hardin, John Timms
Entintado: Chad Hardin, John Timms
Color: Alex Sinclair, Paul Mounts
Formato: Rústica, 128 páginas
Precio: 12,50 €

 

Una semana más continuamos con la que es hoy en día la serie más divertida de DC Comics, e incluso me atrevería a decir del panorama del cómic actual. Aunque en EEUU es una colección muy popular, alabada por crítica y público y que vende razonablemente bien, lo cierto es que en España no es una serie demasiado popular. Una de las razones de este motivo es que quizá este un poco a la sombra de Masacre/Deadpool, que ha ocupado históricamente ese puesto de tebeo irreverente y macarra en la memoria del “fandom” comiquero español, y puede que a Harley le cueste ahora arrebatarle ese puesto al mercenario bocazas. Es por ello que, no me voy a cansar jamás de recomendar esta colección, tanto a los fans de Masacre como a los que no lo sean, y de seguir reseñándola a lo largo de mi travesía en ZN, al menos si los guionistas continúan manteniendo un nivel tan alto.

Tras la miniserie de seis números protagonizada por Harley y Power Girl que tuvimos editada en el tomo anterior (y que reseñamos aquí en ZN a principios de este mes), aunque cronológicamente se situaba más o menos al final del tercer tomo, volvemos a la cotidianeidad habitual de Harley y sus nuevas y flamantes “harleys”, es decir, su banda, con la que pretende ganar mucho dinero y hacer el bien a su particular manera. En los números anteriores, Mason, el nuevo amigo e interés romántico de Harley, fue detenido por la policía mientras ambos disfrutaban de la tan soñada y deseada cita por Harley, que no pudo hacer nada esta vez por ayudar a Mason a escapar. Para colmo, es el hijo de la señora Macabre, una de sus inquilinas y amigas más cercanas, que obviamente se encontraba tremendamente afectada por la noticia, debido a una posible pena de muerte que puede recaer sobre su hijo. Mientras esta trama quedaba un poco atrás, Harley y su banda se enfrentó al Capitán Strong, adorable trasunto clásico de Popeye el marino, magníficamente recuperado por Palmiotti y Conner, que no hacía aparición por el universo de DC desde sus añejas aventuras y enfrentamientos con Superman. Unos números deliciosos e hilarantes que finalizaban con la apertura de una nueva trama, en la que Harley es contratada por una mujer para recuperar a su hijo, secuestrado por una extraña secta de Hollywood. La vida de Harley es desde luego muy estresante, pero muy divertida para nosotros.

En este tomo que hoy reseñamos, editado por ECC Ediciones este mes de Julio, y que abarca del número 20 al 24, recuperamos la trama dejada en el quinto tomo, tanto la del secuestro del niño como la de la detención y encarcelación de Mason Macabre. Con respecto a la primera, corresponde a los dos primeros números, en los que Harley tendrá que llevar a cabo la misión de rescate mientras se reencuentra con un viejo amigo, rival y compañero: Deadshot. Después, en los tres últimos números recopilados en este tomo, retomaremos la trama de Mason, en la que Harley y su banda intentará rescatarle cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Entre medias tendremos algunas sorpresitas argumentales más, que lógicamente abrirán nuevas tramas. Y todo ello aderezado por supuesto por el humor negro y macarra típico de la colección, así como grandes dosis de violencia, hasta tal punto que sorprende que no esté censurada, y muchos personajes secundarios que acompañan a Harley y que cada vez son más carismáticos e inolvidables.

En el apartado artístico tenemos a John Timms y a Chad Hardin en el dibujo y entintado, y a Alex Sinclair y Paul Mounts en el color. Mientras que el primero de los dibujantes se encarga de los números 20 y 21, es decir, los que corresponden a la «mini aventura» de Harley con Deadshot, el gran Chad Hardin se encarga del resto de números integrados en este tomo, y que tienen una línea argumental evidentemente distinta. Es un acierto que cada dibujante se encargue de diferentes números, puesto que corresponden a, digámoslo así, aventuras diferentes de Harley. Sin embargo, he de confesar que no soy muy fan de John Timms, que para mi desgracia, se está convirtiendo en un habitual de la colección. Sencillamente no me gustan sus diseños de los personajes, y pienso que su estilo, más allá de ser mejor o peor objetivamente, no cuadra demasiado con el tono de las historias de Harley Quinn, aunque he de reconocer que su diseño de Deadshot me ha parecido muy atractivo. Chad Hardin es el caso contrario, quizá porque su estilo es más similar al de Amanda Conner, y nos vuelve a brindar una vez más tres números brillantes a nivel artístico. Conner por cierto, se encarga de las portadas como habitualmente ha hecho, así como algunas alternativas recopiladas al final del tomo, junto a las de otros artistas como el propio Chad Hardin, Ryan Sook, Dan Panosian o el mismísimo y grandioso Bruce Timm, uno de los padres de la criatura.

En resumen, todo sigue viento en popa en esta serie. Risas y diversión aseguradas, a un buen nivel, ofreciendo un tebeo muy original y único actualmente en la editorial, que sin duda alguna merece cada tiempo y dinero que inviertes en él. Hemos entrado ya en la recta final de la colección, y solo quedan seis números que ECC editará probablemente en como mucho dos tomos más. Ahora solo falta esperar a ver cómo cierran la colección y cómo queda el personaje para Rebirth en la nueva etapa, cuyo primer número por cierto sale en EEUU la primera semana de Agosto, aprovechando así el tirón cinematográfico de “Suicide Squad”. Estoy convencido de que Palmiotti y Conner nos seguirán brindando locas y descacharrantes historias en esta colección por mucho tiempo más. Y aquí en ZN os seguiremos informando sobre las aventuras de nuestra chiflada favorita.