Un viaje en Harley
«No, es Harley sin más. Cómo debe ser.»
El estreno de la película “seria” en la que aparece Harley Quinn (Joker: Folie à Deux) supone el consabido pico de publicaciones relacionadas con el personaje. Os recomendamos que deis una ojeada a nuestra guia de lectura.
Una de los más llamativas es la publicación de la antología Harley Quinn: Black + White + Redder. La segunda vinculada al personaje.
Se trata de una compilación al estilo Batman: Black and White. El éxito de este tipo de publicaciones ha dado lugar a iniciativas parecidas con Superman, Wonder Woman, Harley Quinn y en otras editoriales.
Suponen una serie de historias con autores de primer nivel dando su versión del personaje, profundizando aspectos característicos, desubicándolo o dejando que forme parte de un contexto que podría estar protagonizado por cualquier otro.
Uno de los aspectos interesantes es ver autores alejados del género aplicando sus habilidades y su punto de vista, lo que supone siempre un aliciente, aunque a veces las expectativas se vean frustradas. También supone un banco de pruebas, la posibilidad de dar las riendas completas a dibujantes con inquietudes que no suelen tomar los mandos del guion.
En el caso que nos ocupa tenemos una dispersión de autores interesante desde el veterano Kevin Maguire, hasta la joven indie Zoe Thorogood, pasando por Kelly Thompson, Tini Howard o Bruno Redondo. El elenco es más que interesante.
Si bien los colores de la antología de Batman (blanco y negro) suponen un reto relativo para autores y lectores, los de Harley Quinn son algo más exigentes e intensos. El rojo sangre del traje de la arlequina le da un aspecto punzante y en algún momento algo cansino a las páginas, aunque en otras ocasiones la belleza de las ilustraciones es innegable (ojo a la portada alternativa de Cliff Chiang).
Pero, venga, entremos en materia y comentemos las historias que componen esta recopilación:
¡El robo de acero! de Chip Zdasrky y Kevin Maguire. Zdarsky ha dejado de ser el nombre apabullante con el que nos hacían chip-ribitas los ojos cuando vimos que iba a escribir Batman. Su decepcionante etapa del murciélago ha dejado a los fans algo moscas. Según el propio guionista, en DC no le imponen ni le cortan ideas, pues igual iba siendo hora. Sin embargo, esta microhistoria de Harley es un ejercicio de guion profesional, detallado y preciso. Harley y Hiedra asaltan la Fortaleza de la Soledad para poder revender algunos de los objetos que colecciona Superman. La idea que parece sacada de Batman: La Lego película, es divertida, ocurrente, buenrollista y permite al rey de la función lucirse en todo su esplendor. Hablamos, como no, de Kevin Maguire (aquí las chiribitas están justificadas). Siempre es un placer ver al dibujante de la JLI ilustrar a superhéroes. El guion le va a su estilo como anillo al dedo de Guy Gardner. Muecas, caraotas, expresiones divertidas, un trazo elegante, una puesta en escena clara y bella. No falla.
Supera el dolor de Leah Williams y Natacha Bustos. Aquí nos centramos en una historia de venganza en la que una Harley Quinn adolescente y gimnasta aplica toda su crueldad a una profesora hiperexigente que cruza todas las líneas para potenciar el rendimiento de sus atletas. Crítica a la hipercompetitividad, a la crueldad de las figuras autoritarias que justifican cualquier acto que permita conseguir el objetivo final y al abuso de poder. Sin embargo, la historia es tan precipitada por breve que no logra emocionar lo suficiente. Ni empatizamos con HQ ni la odiosa entrenadora nos parece tan repugnante, aunque lo sea.
¡Agaggate fuerte! de Paul Scheer y Nick Giovanetti. Esta historia con un dibujo descaradamente cartoon con elementos de amerimanga nos trae una historia humorístico-criminal en la que HQ comparte protagonismo con Catwoman e Ivy. Vemos ya aquí, en la tercera historia, la Harley verborreica y excesiva que tantos y tantos autores creen que queremos leer o que no saben cómo evitar. Destaca el dibujo de Giovanetti también excesivo e hiperdinámico.
Orígenes para tontos de Kelly Thompson y Annie Wu. Harley e Ivy secuestran a Zatanna para que esta cambie los orígenes de HQ y así desvincularse de la larga y tóxica sombra del Joker. Veremos versiones de la arlequina mezclada con los principales héores de DC como Superman, Creen Lantern, Aquaman, etcétera. Historia humorística con enjundia crítica. No solo por el vínculo del principal personaje femenino de DC con un personaje masculino, si no de lo que implica que cualquier fémina que destace sea vista como “la novia de… “ o la “mujer de…”. Thompson escribe una pequeña joya casi sin querer (o al menos lo parece).
Grandes esperranzas de Brandt y Stein. Aquí el dibujo ya no es que sea cartoon es que parece Disneyiano. Robin y Harley compiten como entrenadores de dos equipos de supermascotas. Versiones muy divertidas de los animales de los principales villanos de DC. Ganan los buenos. Los protagonistas de la fiesta son las mascotas, por intensas, extremas y cómicas. Harley está aquí ya en un nivel de histrionismo que no logra más que cansancio a no ser que seas un auténtico creyente de la causa. Sin embargo, es casi un elemento secundario de la historia.
Café y tartazos de Ryan Parrot y Luana Vecchio. James Gordon y Harley se toman un café después de lo que parece (y no es) un atraco cometido por la payasa. El dibujo de Vecchio destaca con una belleza delicada por encima de un guion algo procedimental cuyo valor está en ahondar en la complejidad (obligada por la fama y el cambio constante de medio) de Quinn.
Mis Strange Adventures de Gail Simone y David Baldeón. Aquí nuestra protagonista se mezcla en una aventura de Adam Strange, llegando a suplantar al personaje. Baldeón hace una demostración algo intensa de su enorme capacidad de dibujo. Esa es una de las ventajas de Harley, la falta de sutileza en sus expresiones. Algo nos hace pensar que Baldéon ha intervenido en el guion, no en vano la trama se inicia en Barcelona desde donde vemos el centro comercial donde ECC abrió su primera tienda en la ciudad. Una historia curiosa que juega a las confusiones, a la ambigüedad afectiva de Harley y que la mezcla con un personaje y contexto ciertamente lejano a ella. Destaca el aspecto gráfico de un Baldeón que dibuja lo que quiere y como quiere… para muestra, el diseño de la Harley Strange.
Cartas marcadas de Chris Condon y Jacob Phillips rememoran los inicios de Harley, cómo pasó de ser la psicóloga del Joker a una criminal. Interesante ver como el personaje se rebela contra la dependencia que la subyuga al payaso y por la toxicidad de esa relación. Uno de los aspectos que hacen que HQ sea mucho más interesantes que su “novio”. La historia refleja la extrema crueldad del Joker en unas páginas que estremecen por el dibujo realista de Phillips. El giro final está bien llevado, pero es un poco “facilón”. Excelente uso del rojo.
Despechada de Aditya Bidikar y Juni Ba. Ya que los títulos están llenos de juegos de palabras ECC perdió una oportunidad de homenajear a Rosalía en el título. Harley tiene un nuevo novio. Un gato al que literalmente vemos lamerse el ojete (¿hay antecedentes en continuidad?). La historia parece algo tonta con un dibujo muy cartoon, extremadamente expresivo, dinámico y cómico. Sin embargo, ahonda en el drama de HQ, su dependencia, su fragilidad que le hizo caer en las redes del Joker. La trama pone el dedo en la llaga en la complejidad psicológica de un personaje mucho más rico de lo que vemos a causa de su histrionismo.
Harley Quinn y sus siete ayudantes de Zoe Thorogood. La autora inglesa que nos emocionó con su Se está muy sola en el centro de la Tierra parece nacida para escribir a Harley Quinn, para llevarla más allá y escribir su Año Uno, su obra definitiva. La capacidad de Thorogood para realizar la autopsia emocional de sus personajes la convierte en la autora perfecta. Aquí se dedica a trastear en la mente de Harley redundando en un tópico del género, el ayudante del héroe. Gracias a este casting, Thorogood despliega la complejidad del personaje y sus multiples facetas, muchas por culpa de las modas y del cambio de medio. No en vano, muchos autores lo reflejan a lo largo del tomo. Una historia interesante que a los que nos gusta la autora nos deja con ganas de que le den un cheque y una oferta para escribir una miniserie en Black Label. No en vano, usa algunos de sus recursos característicos como la mezcla de medios, referencias populares (Blancanieves) y su incapacidad de hacer títulos cortos.
La voz viajera. Kyle Starks y Chris Schweizer meten a HQ en una trama en la que se enfrenta como antiheroína a una banda mafiosa. Una historia gráfica espectacular y curiosa con un tratamiento casi de línea clara. La trama tiene un toque humorístico que la hace suficientemente apreciable y entretenida.
Jubilada de Sean Lewis y Hayden Sherman. Por bromear diríamos que tenemos el Regreso del Caballero Oscuro de HQ, ya que la historia nos muestra a una Harley anciana en un mundo que la supera y la quiere dejar atrás. Tiene su gracia los elementos de ciencia ficción inmediata, las referencias a Alien y la versión adorable de una abuela vestida de arlequina. El detalle del dibujo se mezcla raro con otros mucho más nítidos del tomo, pero se puede apreciar la capacidad de Sherman.
El espíritu de Harley de Matheus Lopes y Bilquis Evely. La pareja de artistas brasileños nos trae una historia ambientada en una época medieval idealizada e indeterminada para lucimiento espectacular de la dibujante. La trama hará las delicias de los fans de este tipo de fantasías ya que no hay ningún ángulo de ninguna viñeta que no sea bello. La historia es dramática y al personaje se lo come un poco el contexto y todo lo demás, pero también sirve como demostración de la capacidad de HQ de adaptarse a diferentes géneros.
Vuelo de Justin Halpern y Kath Lobo. Estamos en un avión de convictos repleto de villanos de Batman. Trama humorística para lucir y ridiculizar con cariño algunos de los personajes más malvados jamás escritos. Historia entretenida para pasar el rato y hacer las delicias de los fans del universo DC, subsección Gotham. El dibujo es divertido y bello.
#problemadoble de Speremint. Esta es una historia rara y agridulce. Vemos una Harley divertida, cómica, excesiva… un poco en lo que se ha transformado la faceta más superficial del personaje. Lo interesante de este capítulo es la feroz critica a las redes sociales. Harley es suplantada por una impostora que se dedica a hacer directos en internet. La chica es ejecutada por HQ en vivo mientras podemos leer las desapasionadas y frívolas reacciones de los usuarios. Historia turbia e incómoda a pesar de su tono alegre y juvenil. Crítica a las RRSS y lo que generan.
Un montón de Harleys de Bruno Redondo. Tenemos al flamante premio Eisner como autor completo de este capítulo que ha traído polémica por la queja en redes del autor sobre la traducción. Luego hubo cierto revuelo sobre si ECC usa IA para traducir los cómics. La editorial desmintió este hecho. Pero bueno, yendo a la historia, Redondo profundiza en los cambios que Harley ha sufrido en los últimos años, muchos causados por las modas y el impacto global de HQ gracias a la interpretación de Margot Robbie. El autor lo hace rompiendo la cuarta pared y con una narrativa alocada, pero eso no tapa lo interesante que es el tema. La evolución de Harley a bandazos ha hecho que muchos autores traten de dar una coherencia al personaje que le ha otorgado una profundidad mucho más humana que a su eterno novio o exnovio, el Joker. Un personaje que por ser casi un Deus Ex Machina con patas no tiene ningún tipo de sentido, y no digamos profundidad. Redondo no deja de mostrar a Harley en toda su intensidad expresiva pero no dejemos que eso no nos deje intuir su interesante reflexión. Por otro lado, el artista se luce en la parte gráfica como no podía ser de otra manera con su elegancia y belleza característica.
La terapia para parejas dela Dra Quinzel de Deniz Camp y Fabio Veras. Una de las historietas más bellamente dibujadas, con un estilo a lo Bastien Vives en la que Harley es una mera excusa para profundizar en la una relación de pareja y en como la explosión emocional que supone ponerse en peligro hace que emerjan sentimientos de empatía y cariño.
La ascensión de las musas de Tini Howard, Wook-Jin Clark y Babs Tarr. Hiedra, Catwoman y HQ forman equipo para realizar un robo en el que se interpone el Joker. El villano se les ha adelantado por culpa de la debilidad de Harley que le sopló el golpe. Este capítulo ahonda en la dependencia de HQ con el Joker. Supone una analogía y un interesante análisis sobre la toxicidad y peligro al que se puede llegar en las relaciones de pareja, en los roles (sin paternalismos) de la victima y el verdugo. También en como las personas del entorno pueden ayudar a salir a la víctima de una relación problemática. En este caso (y no es casual), dos mujeres (como si fueran amigas, familiares) son la salvación de Harley. Una historia aparentemente superficial con una carga de profundidad interesante. Gran momento de Tini Howard. De lo mejor del tomo.
Se trata, en definitiva, de un conjunto de historias que profundizan en muchos temas, mucho más interesantes y mejor tratados de lo que parece en un inicio. Lo malos tratos, la complejidad de las relaciones de pareja, la madurez, la bisexualidad, la empatía, la ambigüedad moral de una persona capaz de hacer el bien y el mal sin entender ni siquiera el porqué, la amistad, la búsqueda del amor, la dependencia, el no encajar… estas historias nos hablan de todos estos temas por dos motivos: por la habilidad de los autores de esta antología de ir más allá y porqué Harley Quinn es un personaje mucho más complejo de lo que parece. Y es que la verborrea de HQ tapa sus debilidades, dudas y miedos. Todos hemos conocido a alguien así en alguna ocasión, gente que pone una barrera de humor, dureza, prepotencia o coquetería para tapar su fragilidad, sus vergüenzas.
Otra reflexión a la que nos lleva este tomo es que el denostadísimo género de los superhéroes, muchas veces atacado (con razón) por su orientación claramente comercial y palomitera, ofrece también la posibilidad de tratar y “colarnos” reflexiones profundas, dilemas y debates adoptando un punto de vista diferente, en contextos mil veces conocidos y con personajes que sentimos como de la familia. Y quizás… ese sea uno de sus puntos fuertes, poder llegar a un tipo de lector que de por si no se acercaría a obras de ficción que traten temas sociales, complejos, incómodos que nos increpan como el feminismo, los malos tratos o la xenofobia.
El género tiene sus tropos, sus clichés y sus “trucos”… pero estos pueden ser útiles para reflexionar sobre determinados cuestiones más allá de si tal o cual personajes es más poderoso. Pero claro… ahí depende de la intención del lector, de su capacidad de ir más allá, de no quedarse en el pim pam pum o de pensar que “siempre es lo mismo”. Como dijo el filósofo “Hay gente que lee Guerra y Paz y solo ve una novela de aventuras. Otros en cambio leen la receta de un medicamento y entienden los secretos del universo.”
No estamos diciendo que no haya cómic malo, porqué los hay y muchos. Pero hay muchos temas mucho más interesantes y profundos si sabemos ir más allá de los colorines y pijamas. Esta superficialidad a la hora de valorar un género tan irregular y asimétrico va para sus fans más intensos que solo ven conexiones de continuidad, luchas mas grandes que el universo y hostias como panes (que tampoco pasa nada por aproximarse a los cómics para evadirse y pasar un buen rato), y para los detractores… que ven lo mismo.
Para acabar y en conclusión, se trata de una antología que como en la mayoría de casos anteriores peca de cierta irregularidad. Historias interesantes y divertidas, otras que son probaturas curiosas y algunas que parecen un trabajo camarero (el que te pone un plato en la mesa). Pero que tiene, en algunos capítulos, una carga de profundidad considerable.
Lo mejor
• Contemplar las complejidad y las posibilidades de un personaje como HQ.
Lo peor
• Quedarse en una lectura superficial.