Aventuras en plena Revolución Cubana.
«Solo ha hecho falta una isla llena de sol, un puñado de pobres rebeldes y algunas injusticias que corregir para encontrarme en medio de una revolución… Ridículo, ¿verdad?’»
Aunque en España ya se habían publicado algunas de sus colaboraciones con Bonelli en las series de Nathan Never y Dampyr y Moonlight blues, no ha sido hasta que Cartem Cómics nos trajo Mimbreños y La espada y la cruz cuando el italiano Stefano Casini (Livorno, 1958) se ha convertido en un autor conocido para nosotros. Una popularidad que ha provocado que la editorial le dedique un sello propio en el que ha aparecido el integral de ¡Hasta la victoria!, la serie de cuatro álbumes (Cuba 1957, Mambo Cubano, Último verano en la Habana y ¡Venceremos!) que publicó con la editorial francesa Mosquito editions entre 2006 y 2009. Una historia que surge cuando durante unas vacaciones el italiano se topó con libro llamado Palmeras de sangre de Reynaldo Lugo, que fue la inspiración para realizar una obra que transcurriera durante la revolución cubana. Como es habitual en todos los cómics de la editorial, la edición es de una alta calidad con gran tamaño y una enorme cantidad de extras entre los que destacan una enorme cantidad de dibujos y una entrevista a Stephen Wilkinson, profesor de universidad de Buckingham especialista en todo lo referente a Cuba en la que analiza la figura de El Che Guevara.
En ¡Hasta la victoria! vemos como el marinero de origen corso Nero Maccanti llega a Cuba en el año 1957, poco tiempo antes de que la revolución liderada por Fidel Castro deponga al dictador Fulgencio Batista, un peón de las partes más oscuras gobierno estadounidense y también de la mafia que quieren convertir la isla en una Las Vegas caribeña. Por una serie de encuentros casuales, Nero se ve mezclan con algunas personas afines a los revolucionarios y termina por unirse a su lucha, chocando de frente con el coronel Castaneda, uno de los miembros del brutal cuerpo represivo de régimen. Poco a poco el marinero se va metiendo más en los problemas de la isla dando a luz una historia en la que se van mezclando elementos de obra de género negro, historias de espías y bélicas.
Un marinero carismático un tanto descreído, una revolución, un italiano ejerciendo como autor completo… con esos ingredientes resulta imposible no pensar en el Corto Maltés de Hugo Pratt y es más que evidente que es la principal influencia de esta obra, pero Casini sabe hacer que no se convierta en un mero pastiche del clásico del cómic italiano otorgándole tanto a su protagonista como a la serie una personalidad propia.
Una de las principales virtudes de la serie la mezcla de personajes reales como Che Guevara, Fidel Castro, Fulgencio Batista, Meyer Lansky, Juan Manuel Fangio, Santo Trafficante con otros de creación propia que le permiten hacer una precisa radiografía de lo que sucedió en esos tensos días que cambiaron la historia de Cuba para siempre. Como va integrado su tramas y personajes inventados con los sucesos reales son un perfecto ejemplo del gran trabajo de documentación que ha realizado el italiano en esta obra, donde todo está construido con enorme precisión. A diferencia de sus dos trabajos anteriores publicados por Cartem en esta obra podemos apreciar que ha tenido el tiempo suficiente para desarrollar todos los personajes, sobre todo los creados para la obra que son los que llevan el peso de la historia, y tramas de forma que no tenemos esa sensación de premura hacia el final. Sin duda, estamos ante el guion mejor construido por Casini hasta la fecha, manejando con soltura un amplio elenco de personajes, pero también construyendo una trama llena de giros de guion, acción y sorpresas que hacen que por momentos estemos ante una obra que nos sorprende algo muy poco habitual en la BD histórica más comercial. Aunque hay elementos muy interesantes que están muy poco desarrollados como la trama de la mafia en Cuba, pero para eso ya tenemos la extraordinaria segunda parte de El padrino. Una película con la que la obra tiene una conexión tangencial por el cameo que vemos de Marlon Brando. No es el único actor que pasa por los lápices de Casini, pero sí el que mejor retratado está.
Aunque no es el principal objetivo de la obra en sus páginas también vemos un critica al régimen dictatorial de Batista y al apoyo que le ofrecía Estados Unidos creado un país de brutales contrastes donde unos pocos tienen el poder político y económico, mientras que el resto malvive como puede. El perfecto caldo de cultivo para una revolución que buscaba convertir el país en un lugar más justo.
Gráficamente se nota que es una obra creada con anterioridad a Mimbreños y a La espada y la cruz ya que no nos encontramos ni con esas deliciosas acuarelas ni con unas figuras tan estilizadas. Su trazo es algo más crudo, con un entintado de líneas finas y angulosas, pero que casa a la perfección con unos colores planos muy llamativos que sabe captar la luz y la atmósfera de escenarios tan diferentes como los casinos de La Habana o las selvas de Sierra Maestra.
Narrativamente el dibujo se ajusta al guion acelerándose y pausando cuando lo requiere el ritmo de la historia resultando igual de eficaz en las escenas de acción como en las más pausadas.
¡Hasta la victoria! es el cómic más sólido y mejor resuelto de todos los que hemos podido leer en España de Stefano Casini. Una obra que nos transporta a los momentos previos al triunfo de la revolución cubana para ofrecernos una obra trepidante en la que la ficción se entremezcla con la realidad en una aventura llena de matices.
Lo mejor
• Lo bien que integra la trama de los personajes con los sucesos históricos.
• Los giros de guion hacen que la obra no transite por los terrenos previstos.
• El color.
Lo peor
• Gráficamente está por debajo de los otros dos trabajos que ha publicado Cartem de Casini que son posteriores.