Hellblazer 1

Reseñamos el comienzo de la obra maestra del sello Vertigo, Hellblazer.

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Hellblazer 1

Edición original: Hellblazer núms. 1-9, Swamp Thing núms. 76 y 77 USA(DC Comics, 1988)
Edición nacional/España: Hellblazer 1 de 26. ECC Ediciones, 2022
Guion: Jamie Delano, Rick Veitch.
Dibujo: John Ridgway, Rick Veitch, Tom Mandrake.
Entintado: Alfredo Alcalá, Brett Ewins, Jim McCarthy.
Color: Lovern Kindzierski, Tatjana Wood
Traducción: Guillermo Ruiz Carreras
Formato: Cartoné, 312 págs. A color 33,00€

La primera calada del bastardo

John Constantine es un personaje único, con una psicología muy particular que le distingue de muchos otros protagonistas de la época. Es la antítesis de la Inglaterra que Margaret Thatcher pretendía proyectar o construir; desgarbado, desarrapado, con un punto salvaje y enfermizo, y un rostro que, a pesar de ser en origen el de Sting, exuda punk, rabia y dolor.

El año pasado dedicamos dos especiales (I y II) en Zona Negativa para examinar la figura del bastardo scouse, su creación y primeras etapas guionizadas por Jamie Delano y Garth Ennis, con dibujantes de la entidad de Richard Piers Rayner o Steve Dillon. A ellos nos remitimos para estudiar sus orígenes de modo pormenorizado, centrándonos ahora en los primeros números, la génesis, de la colección más larga del sello Vértigo.

La nueva edición de ECC reproduce la estadounidense. No contiene extra de introducción, como tampoco hacía la correspondiente de DC Comics. La principal virtud, con respecto a la colección por autores está en la posibilidad de apreciar el paso del tiempo en la cabecera y la evolución lógica del personaje.

Hellblazer 1

Decía Jamie Delano en la entrevista que le hicimos que hubiera sido estúpido rechazar la oferta de Karen Berger para construir una nueva serie centrada en Constantine. El genio de Northampton, en compañía de John Totleben y Stephen Bissette, había creado un personaje a partir de una broma personal de estos dos últimos.

No una brillante o particularmente elaborada de entre las mil que solían introducir en sus historias, para desgracia de la vieja guardia de editores (pobre Len Wein), más serios y con menos paciencia para este tipo de asuntos. Quiso, no obstante, el destino que fuera Rick Veitch el que lo dibujara por primera vez oficial para La Cosa del Pantano. Este está presente en este primer tomo recopilatorio, como veremos con posterioridad.

El personaje había funcionado a la perfección como secundario, permitiendo a Moore reflejar muchas de sus inquietudes como la magia o los personajes de origen extraño y moralidad difusa. Ahora el objetivo era distinto, hacerle funcionar como protagonista, sin la comodidad que tiene este tipo de personaje cuando no ha de ser el objeto central de una historia.

La caracterización en estos primeros números es continuista con lo que venía siendo tratado en La Cosa del Pantano. En ese sentido, la elección de Jamie Delano resulta perfecta y estimulante a la hora de sacar partido a los temas a tratar. La formación como creador de Delano está ampliamente influenciada por Alan Moore, su mentor, compartiendo muchas de los contenidos que antes hemos mencionado del primero.

Y eso se traslada en argumentos que recuerdan a los de Moore, sobre todo durante el primer año de colección, para con posterioridad irse apartando de modo progresivo hasta alcanzar una voz más personal.

El monologo interno con el que comienza el primer número de Hellblazer es una lección de estilo. Define las intenciones, misión y personalidad del personaje, intercalando su trayecto con escenas que presentan el conflicto mágico.

El guion se apoya en el potencial inagotable del arte de John Ridgway, turbador y desasosegante, atacando a las tripas del lector. Se crean imágenes desagradables relacionadas con la comida, yendo desde visiones originales hasta otras viñetas de contenido de terror más evidente y convencional como es esa primera visión de Gary Lester.

Recuerda a las historias clásicas de Tales from the crypt en cuanto a estas primeras aportaciones al horror, pero sobre todo a Totleben y Bissette. Como ocurre con el guion, el estilo de página es continuista con lo tratado en La Cosa del Pantano, con diseños inventivos, muy próximos a las pesadillas y la estructura anárquica de estas.

Los dos primeros números sirven para reflejar algo que siempre ha sido asociado a Constantine: lo tóxico que es para los suyos y lo villanesco que puede terminar por ser cuando las condiciones se dan para ello. Jamie Delano trae a Gary Lester para, por encima de todo, componer la personalidad de John. Y el resultado es espeluznante, preparando al lector para lo que vendrá a continuación.

Hellblazer 1

La referencia a Thatcher en el primer párrafo no es baladí. Delano odia la Inglaterra de la
Dama de Hierro, como joven sin futuro, primero, y como artista que se abre camino, después. Londres y Liverpool son para él ciudades demoniacas, que arrancan toda esperanza posible y rompen la vida de las personas. La magia le sirve como conducto para tratar temas de crítica social.

John Ridgway entiende perfectamente esto, ampliando el foco y centrando su objetivo en los detalles de la mendicidad, suciedad y amoralidad urbana de las calles en las que se mueve el personaje. Resulta magistral desde la configuración de los rasgos físicos de los secundarios, casi siempre enfermizos y con expresiones y miradas cargadas de locura y soledad.

Por ello, van a confirmar un componente mucho más político que el que le había dado Moore a partir del cuarto número. El encuentro con los nazis es toda una declaración de intenciones, bajando a Constantine al mundo real. A su vez, introduce el personaje de Gemma, que tendrá una importancia capital en el futuro de la colección.

Para el quinto, se separa de Londres para hacer una crítica brutal a la guerra de Vietnam. En apenas un capítulo, exhibe una honestidad brutal como creador y una capacidad demoledora para jugar con los dobles sentidos y las apariencias. Esto permite, a su vez, a Ridgway alejarse del entorno de ciudad y aportar nuevas ideas para la colección.

Hellblazer 1

En toda esta atmosfera de dolor y muerte, resulta fundamental el trabajo de Lovern Kindzierski, uno de los principales coloristas de la historia de Hellblazer. Teniendo en cuenta las técnicas de la época y las posibilidades con las que se contaba, trasmite a la perfección los aspectos centrales de la obra, dejando su impronta para servir como guía de los autores que le sucedieron.

De igual manera, las portadas de Dave McKean consiguen llegar a lugares muy particulares del género, con un estilo diferente al del interior, pero de igual manera extraordinario. Gran parte del imaginario de la colección y lo que ha perdurado en el tiempo y la memoria del lector tiene que ver con este trabajo en particular.

A continuación se nos presenta a uno de los grandes antagonistas de Constantine, Nergal. Con un chiste futbolero que sigue siendo gracioso a día de hoy y que, a su vez, permite relacionar esto con la política y el estado de la nación.

Hellblazer 1

Delano pone la atención en este mundo de demonios para continuar con su exploración de la magia. Se multiplican las referencias a Newcastle, cuyo contenido exacto no conoceremos hasta varios números más tarde. Alan Moore había ya hecho referencias a tales acontecimientos en La Cosa del Pantano, pero es Jamie Delano el que da profundidad y contenido autentico.

Una de sus más brillantes ideas en estos números finales se encuentra en la Newcastle Crew que, como veíamos ya desde el comienzo de la colección, fundamenta la personalidad homicida de John y su relación con la muerte de muchos de sus amigos y parejas.

Finaliza el tomo con dos números de La Cosa del Pantano. La primera de Rick Veitch, con tintas de Alfredo Alcalá y color de Tatjana Wood, resulta macarra y gamberra, siendo un contrapunto interesante con lo visto previamente en el tomo.

Permite, junto a la segunda, de Jamie Delano y dibujo de Tom Mandrake, dar oxigeno al conjunto, rebajando la tensión con lo visto con anterioridad. Tiene, eso sí, un final inefable, que marcaría la relación para siempre entre Swampy y Abby con John.

En conclusión, tenemos un primer recopilatorio sobresaliente, con un sentido del terror y la crítica social magistral.

Lo mejor

• La caracterización de John Constantine y su relación con el entorno.
• La construcción de la historia desde el terror, llevando el género a lugares difíciles de definir.
• El extraordinario dibujo, que sería tremendamente influyente en el resto de dibujantes posteriores de la etapa de Jamie Delano como guionista.

Lo peor

• Por su propio contenido y los temas que trata, puede ser una lectura que no sea para todos los gustos.

Edición original: Hellblazer núms. 1-9, Swamp Thing núms. 76 y 77 USA(DC Comics, 1988) Edición nacional/España: Hellblazer 1 de 26. ECC Ediciones, 2022 Guion: Jamie Delano, Rick Veitch. Dibujo: John Ridgway, Rick Veitch, Tom Mandrake. Entintado: Alfredo Alcalá, Brett Ewins, Jim McCarthy. Color: Lovern Kindzierski, Tatjana Wood Traducción: Guillermo Ruiz…

SOBRESALIENTE

Guion - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10

9.7

Un comienzo arrebatador, con una fuerza muy particular. Partiendo de una obra maestra, con el estilo de Alan Moore todavía presente y su caracterización del personaje, sabe dar contenido a una historia de terror magistral y legendaria.

Vosotros puntuáis: 9.68 ( 13 votos)
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Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
29 enero, 2022 14:34

Un comic cojonudo. No hay adjetivo mejor para definirlo.

Nippur
Nippur
Lector
29 enero, 2022 16:39

Para mí, uno de los personajes más interesantes de Vertigo (a pesar de surgir dentro de DC). Aunque no todos sus guionistas supieron interpretarlo, Jamie Delano fue uno de los grandes narradores que consolidó y dio entidad a Constantine. Otra obra gloriosa para agradecer a la maravillosa Karen Berger.

Marfil
Marfil
Lector
29 enero, 2022 18:20

Siempre he querido entrar al personaje pero me da miedo la cantidad de tomos y money que va a ser. Recomendaríaais la colección?

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Marfil
29 enero, 2022 18:48

No tienes porque empezar por el 1 y acabar en el 300. Cada autor hace su etapa que puede ser leida con independencia de las demas. Puedes elegir el que mejor vibracion te de (Ennis, Azarello, Ellis o este Delano) y empezar.

O elegir alguna limitada fuera de la serie para ver si es tu rollo. En estas recomendaria «Todas sus maquinas»

Poco a poco.

AlbierZot
AlbierZot
Lector
En respuesta a  Marfil
29 enero, 2022 19:04

Empieza por la Cosa del Pantano de Alan Moore, si no lo leíste. Si es así Hellblazer se recomienda solo, en mi opinión. Solo así sabrás qué pasó en Newcastle

Last edited 2 años atrás by AlbierZot
Marfil
Marfil
Lector
En respuesta a  Marfil
30 enero, 2022 10:01

Gracias por la recomendación a todos. Me hare con este primero a ver qué tal. Miedo me da que me guste y tenga que hipotecario para hacerme con todo, pero vamos esto de los comics y se sabe que es un hobbie caro al final

mespinpe
mespinpe
Lector
30 enero, 2022 10:06

La de Delano es una etapa bastante irregular, tiene cosas magníficas como los primeros episodios, el Annual o lo de El familiar y turras soporíferas como La máquina del miedo, que parece que nunca se acaba. Por otro lado los fill-ins los hacen Morrison y Gaiman y son incluso mejores que lo de Delano.

Por cierto, teniendo las portadas de McKean que son auténticas obras de arte, ¿a quién se le ha ocurrido poner esa para el tomo???

Last edited 2 años atrás by mespinpe
Mick Lor Van
Mick Lor Van
Lector
En respuesta a  mespinpe
16 febrero, 2022 15:50

Muy feotas las portadas. La del primero parece que es de un tpb Usa aunque era un poco más oscura y esta de ecc me parece filtrada. Me da la impresión de que es simplemente un pin up (realizado por Jim Lee) y que en algún momento alguien debió pensar que era buena idea usarlo como portada. Y la del segundo me parece aun más fea y sosa. He preguntado a ecc sobre esto en consultas, veremos si tienen el detalle de contestar.

Johnny99
Johnny99
Lector
30 enero, 2022 16:27

No creo que haya habido jamás una serie con un nivel medio tan alto durante 300 números. Hay etapas mejores que otras, lógicamente, pero siempre ha sido interesante.
Mi favorita, la de Mike Carey.