Recuperando hábitos peligrosos
«Mira esos ojos. Es como si ya empezara con ventaja»
El primer aspecto a destacar se encuentra en el equipo responsable de la obra. Tanto por inquietudes artísticas como por estilo, Tom Taylor y Darick Robertson resultan la perfecta combinación para abordar una nueva historia de John Constantine. No es sencillo, desde luego, habida cuenta de la falta de identidad, personalidad y dirección en la que lleva el personaje desde hace más de una década. Por la propia idea de Black Label, se apela a una mayor violencia y tramas alejadas del núcleo básico de aficionados, con una pretendida libertad creativa que utilizar para satisfacer las inquietudes de sus autores. Se divide, por tanto, la historia en tres libros de unas cincuenta páginas. ¿Habrá cumplido este primero con las expectativas puestas en ella?
Las historias de infancia y adolescencia de John han sido siempre un apartado importante de la trayectoria editorial del personaje, desde la primigenia etapa al frente de Hellblazer por parte de Jamie Delano que, en compañía de Sean Phillips, dejó una aventura para el recuerdo en el número 35. La definición de John como inadaptado, su personalidad magnética y las primeras experiencias con lo desconocido, son elementos que Tom Taylor recoge como influencia para crear su propia historia, remontándose no solo a los primeros años en Londres como aquella de Delano, sino a Liverpool.
Aquí se encuentra el elemento positivo fundamental de la miniserie, el dibujo y color de Darick Robertson y Diego Rodríguez . respectivamente. Con un aspecto lúgubre, desangelado y oscuro, la ciudad de Liverpool actúa como un personaje más, siendo un elemento definitorio del carácter de los personajes. Los tonos apagados que utiliza el colorista argentino, combinado con la fuerza de las imágenes del dibujante de The Boys, consiguen crear la sensación de terror que impera en el guion de Taylor, con una gran lección de narrativa y sin la cual la historia perdería toda su fuerza.
En cuanto a este apartado, tenemos una primera escena cautivadora, relativa al nacimiento del propio John. No por haber sido tratada con anterioridad en la serie regular de Hellblazer pierde un ápice de interés, recurriéndose de nuevo a influencias muy concretas de la historia del personaje, con esa tumba terrible, de epitafio imperdonable, que el citado Phillips dibujó para la primera etapa y que con posterioridad retomarían Garth Ennis y Will Simpson en su arco Hábitos peligrosos (Hellblazer 41-46), quizás la mejor historia del personaje. El escritor de Nightwing se recrea en este tipo de detalles, como fan declarado de sus historias, presentando un sentido homenaje a aquellos tebeos explosivos, violentos y descarnados que le acompañaron en su juventud.
Junto a ello, se esfuerza por aplicar su propio estilo en el mensaje de la obra, para que no quede en mera celebración a otros autores, con diálogos muy poderosos y silencios escogidos para dar información al lector. También aprovecha para homenajear a su equipo de fútbol, el Liverpool FC, sin que los mismos supongan en ningún momento un problema para la línea principal.
La caracterización del Constantine adolescente resulta muy adecuada por ambos motivos, tanto por el propio buen hacer de Taylor como por utilizar a su favor historias precedentes muy reconocibles. Son estas escenas, con un componente salvaje, las más recordables del número, pues dan buena cuenta de una máxima que ha tenido siempre presente John en su vida: lo dañino y tóxico que es para el resto de personas que le rodean.
Entre medias, la historia sufre y se resiente a la hora de dar una transición aceptable entre las citadas en el párrafo anterior y el momento actual, sobre todo a la hora de presentar a John ya adulto y relacionarlo con el misterio principal. Un ángel que aparece de la nada, sin que nadie sepa bien a lo que atenerse o su procedencia, principalmente. Son las imágenes de Darick Robertson las que funcionan mejor, en este sentido, de nuevo con un componente terrorífico en una utilización de la violencia que recuerda a muchos de sus trabajos anteriores. Esta puede ser seca, cruda o terrorífica, pero nunca carente de sentido. El color, como se destacaba en los primeros apartados, resulta un hallazgo total, funcionando con el tono de la historia en todo momento. Incluso se permite un homenaje a un maestro, del que Robertson bebe mucho como es el desaparecido Steve Dillon, que dibujó algunos de los mejores números de la serie original y cuya personalidad, específicamente en lo que respecta a la violencia, recuerda a la propia del dibujante.
Para el último tramo, el escritor de Injustice utiliza algunos de sus mejores recursos como artista, como es el modo personal que tiene de juntar a varios personajes y crear camaradería entre ellos. De nuevo, potenciado por el vigor del diálogo, vemos al personaje deslenguado y macarra, con un punto tierno, en compañía de varios personajes de los que destaca Aisha. Sobre esta, Taylor pretende desligarla del cliché fácil de mujer secundaria de Hellblazer, dándole su propia inquietud y trayectoria personal, así como su importancia para el devenir de la miniserie.
El cliffhanger, marca de la casa, nos plantea un nuevo escenario interesante de cara a la historia principal, dejando una buena primera impresión. Tanto por historia como por dibujo, tenemos un cómic muy acertado, honesto con sus influencias y centrado en el entretenimiento, con una exploración de las fuerzas ocultas con humor negro y violencia.
Lo mejor
• El dibujo de Darick Robertson que aporta personalidad a la historia.
• La caracterización de John Constantine por parte de Tom Taylor.
• El color de Diego Rodríguez, sobre todo a la hora de captar el escenario, la ciudad de Liverpool.
Lo peor
• La dificultad por unir ambas líneas temporales y presentar al John adulto.
DESCARADA
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8
7.8
Un gran comienzo para la miniserie, con referencias acertadas y un planteamiento que, sin ser radical, resulta honesto e interesante. Recomendable.
Me apetecia mucho, pero cuando me pase por la tienda y vi que solo eran 48 pags y a ese precio… esperare a que la saquen entera en un tomo.
Claro esto de los tres tomitos es un timo, o en integral o no compro.