«La empatía es una energía, y la energía no desaparece, pero puede cambiar de dirección»
No es fácil encontrar una historia, y especialmente una etapa mala de Hellblazer. Pero mala de verdad, de estas que prácticamente da vergüenza ajena leer, como precisamente algunas de las aventuras que ha protagonizado John Constantine en los últimos años. Pero Hellblazer como tal, la colección de Vertigo, mantuvo un buen nivel general a lo largo de sus 300 números, o al menos si lo comparamos con lo que vino después. Pero, aún con todo, evidentemente hay picos de calidad, como en cualquier colección que se precie de tal longevidad. Las historias de Denise Mina no suelen estar muy bien consideradas dentro del universo Hellblazer, o al menos en comparación con los demás autores, y se la suele considerar una de las peores etapas junto a Peter Milligan, Andy Diggle y la polémica etapa de Brian Azzarello. Nada más lejos de la realidad, en mi opinión, y voy a aprovechar la publicación de ECC Ediciones del tomo recopilatorio de la etapa de la escritora escocesa para intentar justificarlo en esta reseña.
La etapa de Denise Mina consta de tres historias repartidas en trece números: La empatía es el enemigo, que abarca del número 216 al 222, La estación del fanático que es número único, y La mano derecha roja, del número 224 al 228. En la primera de ellas, la escritora ya nos deja claras sus intenciones, que es hacer como Azzarello, es decir, traerse a John Constantine a su tierra, Escocia, ubicándose en Glasgow gran parte de la trama principal. En un viaje que nos muestra a un Constantine que ha renegado de la magia tras los eventos en la etapa de Carey, y que tras ayudar a un desconocido que le estaba buscando, veremos al mago de Liverpool empezar a sentir una empatía enfermiza con los demás, hasta el punto de sentirse torturado, y dándole una visión diferente, incluso optimista a veces de su relación con los demás. De fondo está una oscura trama religiosa de la Edad Media con algunos elementos mágicos, pero en el que la autora demuestra especialmente su maestría con el género negro.
La historia de número único que está ubicada en Londres es quizás más una transición que otra cosa, para tomarnos un descanso entre la primera y La mano derecha roja, que abarca los cinco últimos números y en donde continua la trama de la empatía de la primera historia pero con un caso diferente con elementos apocalípticos, de algo menor calidad, pero aun así muy disfrutable, como en general toda esta etapa de Mina. La autora escocesa hurga en un concepto muy complejo como es la empatía para dejar su sello de género negro, pero sin perder los clásicos elementos de Hellblazer como son la magia, la idiosincrasia del cínico mago de Liverpool, elementos de su pasado, demonios terribles, apocalipsis, etcétera. No es lo mejor de lo mejor de Hellblazer, es decir, a la altura de Garth Ennis o Jamie Delano, pero desde luego las historias de Denise Mina me han sorprendido gratamente, y muy especialmente La empatía es el enemigo, que entra desde ahora en mi top 10 particular de historias del personaje, por lo que es una lástima que su etapa en la colección no fuese más extensa.
El apartado artístico de estos números es una verdadera joya, ya que estamos hablando de artistazos como Leonardo Manco o Cristiano Cucina al dibujo, Lee Loughridge al color, y Greg Lauren y Lee Bermejo, así como el propio Manco al cargo de las portadas. Cucina se encarga solamente del número transitorio #223, La estación del fanático, mientras que Manco se encarga del dibujo del resto de números. Cucina, a pesar de estar un poco a la sombra de Manco en este tomo, demuestra también su maestría en un número diferente al resto, destacando especialmente en los fondos y efectos, así como en el uso de las sombras y el diseño de los personajes, aunque un escalón por debajo de su compañero. Manco se encarga por lo tanto de ilustrar las dos historias principales de Denise Mina, en un trabajo asombroso que destaca en el uso de las sombras para acentuar terroríficamente la narración gráfica más aún de lo que el guion de Mina ya hace. Y aunque a veces se le acusa de ser demasiado sucio y confuso, lo cierto es que ese es precisamente el fuerte del dibujo de Manco, puesto que ese estilo le sienta como anillo al dedo a las historias protagonizadas por el mago inglés, infundiéndole el tono sombrío y turbio que deberían tener. El argentino es sin duda parte fundamental de esta obra, y de esta colección, como ya demostró también en la etapa de Mike Carey y posteriormente de Andy Diggle. Por algo es el artista que más números ha ilustrado de Hellblazer, en concreto 43, después del italiano Giuseppe Camuncoli, con 47.
Caso aparte son las portadas, que a nivel artístico no se quedan atrás, y solo con deciros los nombres de Greg Lauren y Lee Bermejo es algo que queda patente en seguida. Greg Lauren se encarga de tres portadas y Manco de una, cada uno de ellos con un estilo diferente y genial, pero quien brilla sobre el resto en este apartado es sin duda alguna Lee Bermejo, con ese sucio estilo realista y underground que tan bien le sienta a John Constantine. Es quizás, junto con Glenn Fabry y Tim Bradstreet, uno de los mejores portadistas de la colección en toda su historia. Y para muestra, un botón, aquí os dejo con las trece portadas de cada uno de los números recopilados en este tomo.
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Edición original: Hellblazer núms. 216 a 228 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Denise Mina. Dibujo: Cristiano Cucina, Leonardo Manco. Entintado: Cristiano Cucina, Leonardo Manco. Color: Lee Loughridge. Formato: Cartoné, 320 páginas. Precio: 30,50 € "La empatía es una energía, y la energía no desaparece, pero puede…
Hellblazer: Denise Mina
Hellblazer: Denise Mina
2017-04-30
Cristian Miguel Sepulveda
Guión - 8
Dibujo - 9.3
Interés - 8
84
8.4
Excelente
Una buena etapa a reivindicar de Hellblazer, con un apartado artístico absolutamente espectacular y un guión dividido principalmente en dos historias a la altura del personaje y de la colección. Muy recomendable.
Hola Periko, no sé si te refieres a la etapa de Denise Mina o a la actual de Rebirth, en la que sí podría coincidir en que es bastante floja. Con Denise Mina sin embargo, considero que se le ha tratado excesivamente mal, ya que mediante un concepto a priori simple como la empatía, lo utiliza como hilo conductor para construir una trama bastante interesante, transformando un concepto tan luminoso como es la empatía en algo retorcido, perverso y muy oscuro, lo cual resulta un ejercicio muy interesante.
De hecho, opino que estas dos historias de Denise Mina no son mala opción para empezar en el universo Hellblazer, porque son bastante accesibles, el dibujo es de lo mejorcito de toda la colección, sino lo mejor directamente, y el tomo es fino en comparación con los tochos de otros autores, así como la etapa es mucho más corta. Yo recomendaría empezar por aquí o por Carey, ya que Delano es demasiado confuso y onírico para nuevos lectores, y de Ennis puede echar para atrás de primeras el dibujo de Dillon, que no le gusta a todo el mundo, y la longitud de su etapa también, por supuesto.
Tengo la edición de Planeta y me gustó mucho, de hecho le he dado una relectura la semana pasada y sigue pareciéndome una gran historia de Constantine.
Para empezar con Hellblazer la mejor opción es Todas sus máquinas de Carey y Manco. Es una historia cerrada e independiente de la serie regular, con un dibujo muy bueno.
Weicher76
Lector
12 septiembre, 2017 18:55
A mí me parece, de largo, la etapa más floja de Hellblazer. Está muy lejos de cualquiera de las restantes etapas, incluyendo las posteriores. El dibujo de Manco es espléndido, como siempre, pero es un mal ejemplo de «narración descomprimida» y la historia detectivesca me parece banal e inverosímil…
Muy buen análisis y fantástico el trabajo de ECC que está haciendo con esta colección. Ahora ya solo queda que nos llegue el Rebirth a ver cómo es 🙂
Esta etapa es de largo la peor del personaje. Muy floja.
Hola Periko, no sé si te refieres a la etapa de Denise Mina o a la actual de Rebirth, en la que sí podría coincidir en que es bastante floja. Con Denise Mina sin embargo, considero que se le ha tratado excesivamente mal, ya que mediante un concepto a priori simple como la empatía, lo utiliza como hilo conductor para construir una trama bastante interesante, transformando un concepto tan luminoso como es la empatía en algo retorcido, perverso y muy oscuro, lo cual resulta un ejercicio muy interesante.
De hecho, opino que estas dos historias de Denise Mina no son mala opción para empezar en el universo Hellblazer, porque son bastante accesibles, el dibujo es de lo mejorcito de toda la colección, sino lo mejor directamente, y el tomo es fino en comparación con los tochos de otros autores, así como la etapa es mucho más corta. Yo recomendaría empezar por aquí o por Carey, ya que Delano es demasiado confuso y onírico para nuevos lectores, y de Ennis puede echar para atrás de primeras el dibujo de Dillon, que no le gusta a todo el mundo, y la longitud de su etapa también, por supuesto.
Tengo la edición de Planeta y me gustó mucho, de hecho le he dado una relectura la semana pasada y sigue pareciéndome una gran historia de Constantine.
Para empezar con Hellblazer la mejor opción es Todas sus máquinas de Carey y Manco. Es una historia cerrada e independiente de la serie regular, con un dibujo muy bueno.
A mí me parece, de largo, la etapa más floja de Hellblazer. Está muy lejos de cualquiera de las restantes etapas, incluyendo las posteriores. El dibujo de Manco es espléndido, como siempre, pero es un mal ejemplo de «narración descomprimida» y la historia detectivesca me parece banal e inverosímil…
Aunque en descargo de Mina debo decir que se nota que conoce al personaje y que el resto de las etapas tienen un nivel, en general, muy alto.