Auténtica etiqueta negra
«Soy patológicamente incapaz de aceptar órdenes.»
ECC recupera un especial de Hellblazer de 2010 ya publicado por Planeta ese mismo año. Se trata de el reencuentro entre Jamie Delano y John Constantine, con la colaboración del dibujante británico Jock.
Contantine fue creado en las páginas de La Cosa del Pantano por Alan Moore. Deslenguado, fumador, maquiavélico e impenitentemente gabardinero, el mago no tardó en tener colección propia (1988). El primer guionista fue Jamie Delano, amigo y recomendado del propio Moore.
Escritor de la primera etapa del personaje durante una cuarentena de números, con la excepción de un fill-in por parte de Morrison (Newcastle). Delano marcó el tono de la serie y el personaje, muy en la línea de lo que ya hizo Moore, no en vano el Barbas lo escribió con detalle y precisión.
La tarea del Jamie fue más allá de cristalizar las ideas de Moore sobre Constantine. Tuvo que establecer el tono de la colección. Las apariciones del personaje hasta el momento fueron como mero secundario.
Delano convirtió a Hellblazer en una colección del género de terror (y de culto). Fantasmas, espíritus, vampiros, monstruos, demonios, asesinos… se mezclaron en esa ocasión con una ácida y punzante crítica social. Le tocó recibir al thatcherismo, al capitalismo y a la desigualdad social (como si no fueran sinónimos). El tono gris, húmedo y cínicamente británico de la colección junto con la prosa cortante y cruda de Delano le dieron a Hellblazer un tono único.
El guionista, agotado y vacío de ideas dejó serie para dar paso a un guionista que manteniendo alguna de las bases de la colección mostró un tono muy diferente: Garth Ennis. Por lo que la etapa de Delano quedó como algo aislado y único., con un estilo muy conectado con su época, finales de los ochenta.
Dos décadas después y dentro del agonizante sello Vertigo, DC ofrece la posibilidad al escritor de volver a escribir a John Constantine. Son otros tiempos, otra época. El personaje ya tiene su recorrido. Por una parte, tenemos el hype, la maquinaria propagandística y por otra el escepticismo del fan veterano que desconfía de estos “felices reencuentros”.
En Hellblazer: Pandemónium tenemos una continuación dignísima y perfectamente alienada con la etapa anterior el guionista. En este caso toda la mala leche, todo el humor negro y toda la capacidad crítica despiadada de Delano se dirige hacia la actuación “aliada” en Irak.
Un espíritu se alimenta de las almas de los soldados caídos en el campo de batalla. Los aliados piden a Constantine que se encargue de la criatura. El mago asumirá el encargo acompañado de la iraquí Aseera.
Este punto de partida sencillo llevará a Constantine a Irak y permitirá que Delano muestre su capacidad como guionista. Crítica social y política, una prosa afilada, diálogos diamantinos y un Constantine más realista y menos caricaturesco. El autor no ha perdido (en 2010) frescura, aunque se le nota mucho más maduro y hecho que en su primera etapa. Si bien es cierto que en un especial de 120 páginas es mucho más fácil condensar toda su habilidad.
Le acompaña como dibujante un Jock (Green Arrow: Año Uno) primerizo y por lo que parece más esforzado o al menos más detallado que en otras ocasiones, trabajando más los fondos y no dejándose llevar por sus trucos de “eficiencia narrativa”. El dibujo es un vehículo sobre el que cabalga la poderosa prosa de Delano que, como solía ocurrir en la vieja Vertigo, suele “comerse” el protagonismo de los dibujantes.
Jock no es un dibujante preciso y detallado, su fuerte son los tonos y las atmosferas. Si bien aquí, apenas hay un ejercicio de color que nos permite cambiar los ambientes de Irak a Londres, con poco logra transmitir lo suficiente. Posiblemente se trata de uno de sus mejores trabajos.
Este cómic es un reencuentro que merece la pena, que no solo va dirigido a los fans del personaje. Se trata de un muy buen cómic, oscuro, profundo crítico, detallado, con muchas historias dentro, que no ha envejecido un ápice en estos años, aunque hay que tener en cuenta el contexto geopolítico del momento en el que fue publicado y la rabia implícita.
Lo mejor
• Volver a leer como algo nuevo el Hellbalzer de Jamie Delano.
Lo peor
• El precio de la edición.