Hércules cancelado

Hace varios miles de años, los pueblos dorios se vieron movilizados desde el corazón de la península balcánica consumando una invasión en toda regla sobre los territorios del mar Egeo y la costa de Asia Menor. Forjados en el arte del combate, no tardarían en sustituir a las culturas de la zona con su conocimiento de los secretos del acero y su culto al dios carnero bajo el que sometería a los pueblos y divinidades locales. Con la clava en mano y la piel de león por montera, la leyenda de Hércules y sus descendientes se extendería junto a ellos, convirtiéndose con el paso de los años en el símbolo de una cultura beligerante y hedonista cuya tradición ha llegado hata nuestros días. Desde Tebas al Peloponeso y desde Roma a la Gran Manzana, el principe del poder se convertido en uno de los más universales y reconocibles mitos de nuestra civilización. Pasando de la tradición oral y las representaciones visuales, a tomar forma de idiogramas con la proliferación de la palabra escrita, ni la llegada del celuloide se libraría de su marca convirtiéndose en uno de los personajes más veces adaptado del arte en todos sus medios.

Incorporado por Stan Lee y Jack Kirby en su macrouniverso de ficción, desde su debut en Marvel Comics desde páginas del primer anual de Journey Into Mystery se ha convertido en uno de esos personajes que, sin llegar a la popularidad del Capitán América o Spider-Man, reconocen lectores de comics de todo el mundo. Creado como contraste con el dios nórdico del trueno, sus similitudes con este y que durante años siguiera una trayectoria bastante similar (con incorporación a los Vengadores primero y traspaso a ese sucedáneo de la costa oeste que fueron los Campeones después) deribarían que durante años se le colgase la etiqueta de Thor de segunda.

Así, mientras el hijo de Odín se llevaba toda la fama con una cabecera que durante 50 años se ha mantenido casi sin interrupciones, el león del Olimpo se veía relegado a un segundo plano ostentando a penas un puñado de miniseries propias (la mayoría ambientadas en el futuro para más inri). Esto sería hasta que, a raíz de World War Hulk, Greg Pak uniera fuerzas con Fred Van Lente y entre ambos situaran al personaje en el lugar donde merecía otorgándole la primera serie regular que ha tenido en toda su historia. Consiguiendo un notable éxito de crítica y ventas en su primer año de vida, por sus páginas pasaron artistas como Khoi Pham, Rafa Sandoval, Clayton Henry o Reilly Brown convirtiéndose en una referencia para los lectores que buscaban entretenimiento superheroico de la vieja escuela con grandes dosis de ingenio.

Combinando de una forma envidiable la épica con el humor, la continuidad marvelita con el legado mitológico del personaje y una caracterización tan fiel como acertada junto a una irreverencia patana deliciosamente creativa, el título perduraría durante más de 30 números dejando como secuelas dos miniseries y un evento (la Guerra del Caos) que pondría fin a los argumentos planteados por los guionistas durante el transcurso de la colección. Con el siempre polémico Amadeus Cho como compañero de aventuras, Hércules viajaría desde desde los más recónditos parajes de nuestro mundo hasta las profundidades del espacio en una epopeya de dimensiones tronchantemente épicas en las que los autores revitalizaron la práctica totalidad de la herencia mitológica griega de la que disponía la editorial. Con versiones especialmente lúcidas de Atenea, Hera, Afrodita, Hefesto y un Ares que ya venía brillando desde que lo reinventase Michael Avon Oeming, en sus historias introducirían elementos como el God Squad o alambicados conceptos que mezclaban el rol y la mecánica cuántica como fue The Continuum.

A pesar de que progresivamente las ventas de la serie fueron cayendo, Pak y Van Lente se las ingeniarían para contar su historia y, de postre, lanzar una nueva serie protagonizada por Hércules con un enfoque completamente diferente. Tras acceder a la omnipotencia a causa de los acontecimientos de Asalto al Nuevo Olimpo
, sacrificaría su divinidad para salvar la realidad de la aniquilación definitiva viéndose una vez más relegado al de simple mortal. No renunciando a su vena heroica, tras hacerse con un arsenal de armas mitológicas de la fragua del Olimpo, volvería a lanzarse a las calles reencontrándose con sus orígenes como bravo guerrero en el urbanita barrio de Brooklyn. Asentadas las bases de esta nueva andadura (con el mejor uniforme que haya tenido en toda su historia) y superado el cruce con Fear Itself, ahora nos llegan noticias desde Marvel de que la serie será cancelada en Noviembre con el número 10 de la colección, donde unirá fuerzas con Elektra para enfrentarse con la facción de La Mano liderada por Kingpin con la recuperación de la versión Marvelita de Baba Yaga.

Antes todavía podremos disfrutar del cruce de la colección con el evento arácnido Spider-Island y al regreso triunfal de Zeus antes de poner fin a una asociación de casi cuatro años de vida. Pese al éxito de la colección original, esta nueva reinvención del personaje no ha cuajado entre los lectores a pesar del potencial que tenía. Quizás fuera no tener a Cho, la perdida del espíritu viajero y el ritmo trepidante que caracterizaba aquella o símplemente que hay personajes que no están hechos para sostener una colección durante demasiado tiempo y el público se ha cansado ya del león del Olimpo. Para el recuerdo nos queda ese complejo retrato del héroe mitológico de nos ofrecieron Pak y Van Lente congeniando su lado más heróico y tenaz con su faceta más ridícula y truhana. Sin saber cual será el destino del bueno de Herc tras la finalización de su colección, siempre nos queda disfrutar de sus grandes éxitos como Invasión Sagrada (posiblemente lo mejor que nos dió la Invasión Secreta) y esa atípica joya que fue El Thor Sustituto. Hasta siempre Hércules, nunca habrá cerveza y bacanales suficientes con las que honrar tu nombre.

Fuente: Newsarama.