Heroes Comic Con Madrid 2018 – Entrevista a Pere Perez

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El sábado, en medio de la bulliciosa actividad de la Héroes Comic Con, pudimos entrevistas a Pere Perez, que nos acompañó por un rápido recorrido por su carrera, desde sus inicios hasta sus trabajos más recientes. Su jovialidad, cercanía y buen humor fueron la tónica de toda la conversación. Os dejamos con sus palabras.

Un superhéroe en potencia.

Entrevista a Pere Perez

ZONA NEGATIVA: ¿Cómo se despierta en ti el querer dibujar?

PERE PEREZ: Es difícil encontrar el momento exacto, pero en mi caso es Star Wars. Cuando la vi de pequeño me pegó tal hostión mental que pensé que me molaría mucho dedicarme a mí también a hacerle eso a otras personas (risas). No fue un cómic directamente. Luego cuando fui creciendo me empecé a aficionar a los comics y vi que ahí también había un filón de un montón de cosas que me reventaban la cabeza. Como decía ayer en la charla de como trabajar para Marvel, para mi fue un hecho decisivo el conocer el trabajo de Carlos Pacheco y la primera hornada de dibujantes que estaban trabajando para Estados Unidos y ver que esto era una posibilidad real de trabajo.

ZN: Empezaste entintando…

PP: Sí, así es, primero a Nacho Fernandez, Vicente Cifuentes, en trabajos pequeños para España y tras una temporada en la que me pegué unas palizas importantes trabajando para Nacho tuve una lesión en la mano, agravada de tanto trabajar, que acabó en operación. Estuve como un año y pico sin poder dibujar. Yo era de entintar con plumilla, que necesita cierto grado de presión y cuando terminé el proceso de curación intenté volver al dibujo donde usar el lápiz me permitía no tener que ejercer tanta presión. Seguí con eso y ya me quedé y no me arrepiento para nada. Con los años la parte del dibujo, los acabados, es la que me parece más aburrida y monótona y con lo que de verdad disfruto es con la parte de la narrativa, los bocetos previos, la planificación de la página.

ZN: A colación de lo que dices, crees que un guion muy bueno, acompañado por un mal dibujo… ¿lo compensa? Y si es al revés, ¿un dibujo muy bueno puede compensar a un mal guion?

PP: Te respondo como lector. Yo cuando compro comics si tiene un dibujo muy bonito y un guion malo que no me interesa, lo ojeo una vez, lo dejo en la estantería y no lo vuelvo a mirar. No hay nada que me haga tener una conexión emocional, es un dibujo vacío, son solo ilustraciones. Pero si el guion me conmueve de alguna manera o me interesa de alguna forma, soy capaz de perdonar un mal dibujo. Como lector no sigo a demasiados dibujantes, solo a aquellos que me interesan mucho, pero lo que de verdad sigo es a guionistas.

ZN: ¿Has trabajado alguna vez con un guion mediocre?

PP: Sí. Y es de los que al final el resultado gráfico es de los que estoy más contento, porque intentas sobre compensar las áreas en las que tu ves una carencia de guion, como intentando brillar más. Si el guion es bueno, normalmente yo intento ponerme en un segundo plano para que en las partes en las que el guion ha de brillar,brille, así que rebajo un poco el dibujo, para no llamar mucho la atención, y espero el momento para soltarme. Pero cuando el guion no es bueno intentas sobresalir todo el rato para levantarlo de alguna manera.

ZN: ¿Cómo fue tu etapa dedicado al dibujo erótico, en el que destacabas por tu humor descarado?

PP: En España teníamos la suerte relativa de tener las revistas eróticas, o porno directamente, que daban oportunidades a jóvenes talentos y no había revistas de ningún otro tipo. Si hubiera tenido elección de trabajar en otras de ciencia ficción, seguramente hubiera ido a por eso. Pero las únicas revistas de cómic que se publicaban en España, que funcionaran, eran las porno. Yo lo enfoqué al principio como dar tus primeros pasos en el cómic y como unas clases de anatomía pagadas porque estás aprendiendo como funciona un cuerpo y en el porno es todo el rato cuerpos desnudos. En el cómic de superhéroes son cuerpos contorsionándose en mallas, lo que viene a ser un registro muy parecido.

ZN: En tu trabajo hay una circunstancia que te caracteriza, la de incluir referencias, saludos y guiños al lector español. ¿De dónde nace esta forma de proceder?

PP: A veces del aburrimiento de la página. Estás tu solo en el estudio, dibujando una página monótona y piensas en darle un toque para que lector que se fije un poco más tenga un extra visual. Y también para ti mismo porque te hace gracia a ti. He dibujado a amigos, a mí mismo, a Chiquito de la Calzada, cosa que he dejado de hacer porque desde que murió me parece que ya está bien la broma. En Pícara y Gambito hace su última aparición oficial en uno de mis comics.

ZN: ¿Qué nos puedes contar del Colectivo Bull Damn?

PP: ¡Uff! Tantas cosas. Son mis mejores amigos, son autores que conocí en las Jornadas del Cómic de Avilés hace casi veinte años, y desde entonces hemos ido forjando la amistad a base de vernos en el Salón hasta el punto que hablo con ellos a diario por WhatsApp. Yo creo que la gracia que tenía Buldamm como cómic, si es que tenía alguna, es que todos teníamos un estilo muy distinto y ese contraste al hacer una historia similar enfocada desde diferentes perspectivas era lo que la hacía especial. Muchas de las historias las veo ahora y me dan mucha vergüenza, porque eran nuestros desvaríos de salir de marcha en Avilés convertidos en historia, que no tenían demasiado interés, pero sí que mola el concepto de seis estilos de dibujos que no tienen nada que ver, o seis tipos de humor diferentes, metidos en un solo tomo.

ZN: ¿Cómo una escuela de seis profesores?

PP: Sí, hemos ido aprendiendo los unos de los otros, casi te diría que yo soy el que más he aprendido, ya que en aquellos días todos los demás ya publicaban o estaban más rodados que yo. A mí me sirvió para aprender mucho de mis amigos.

ZN: Has trabajado mucho para el mercado español, Ragnarok, Guerreros urbanos, Sangre del Valkiria y has trabajado mucho en USA, en Marvel, DC, Valiant. ¿Qué diferencias puedes contarnos entre el trabajo aquí y en USA?

PP: Para mi trabajar para España siempre ha sido un hobby. Tengo la necesidad de contar mis propias historias, o algo en lo que yo haya estado muy involucrado en la creación, y en Estados Unidos solo me han salido oportunidades como mercenario. Las veces que he intentado colar algo como guionista no ha fructificado. Entonces mientras trabaja en USA, en mis ratos libres, me dedicada a este tipo de historias. También es cierto que conforme la vida te va teniendo más ocupado dispones de menos tiempo para estos trabajos cuando no hay una compensación económica que lo respalde. Sí que me gustaría poder contar mis propias historias, pero la realidad es que es algo muy poco sostenible.

ZN: Tienes un trabajo como autor completo con Aleta, Shaolin Mutant.

PP:
Sí, lo fui haciendo a ratos libres en una temporada en la que tuve más tiempo entre proyecto y proyecto y me volqué intentado hacer el cómic que a mí me gustaría leer. Es una de las obras de las que más orgulloso me siento. Pero la verdad es que lo que acabas cobrando por seis o siete meses de trabajo, si lo hubiera hecho todo seguido, es ridículo, no porque la editorial sea una mal intencionada y te pague poco, sino porque luego las ventas no acompañan.

ZN: Cuando un dibujante se guioniza suele condicionar al guion a que muestre lo que quiere y le gusta dibujar. ¿Cómo controlas al dibujante cuando encaras un trabajo como autor completo?

PP: Me planteo escribir lo que quiero dibujar. Me apetecía dibujar dinosaurios, trabajar con artes marciales y monté el guion alrededor de todo eso. También practico kung fu y las leyendas que me contaba mi maestro de antiguos maestros las iba anotando en una libreta para adaptarlas al universo de Shaolin Mutant. Hay muchas leyendas del kung fu dentro de la obra. Luego cuando estoy escribiendo intento pensar como guionista totalmente, sé que si escribo algo que luego me va a joder dibujar, lo tengo que escribir igualmente porque me gusta compartimentarlo. Cuando estoy escribiendo disfruto centrándome en los diálogos y cuando toca la parte gráfica intento olvidarme del guion y me concentro en como contar esa historia de la mejor manera gráfica posible.

ZN: Has trabajado mucho en DC y de repente te encuentras dibujando Action Comics. ¿Cómo fue todo aquello?

PP: Aquello fue muy repentino. Empecé con un especial de El Guardian de Metrópolis, luego el anual de Action Comics y a partir de ahí, Julián Lopez, que se encargaba de la serie regular, por circunstancias, no pudo seguir en la serie y me dijeron, ponte tu que necesitamos a alguien para mañana. Como el que no quiere la cosa de la noche a la mañana entré con la joya de la corona, no en ventas, pero sí la serie más histórica de DC. Fue toda una responsabilidad, aunque no estaba Superman, ya que en aquella época estaba protagonizada por Nightwing y Flamebird.

ZN: También has trabajado en Batwoman, Aquaman… ¿Qué nos puedes contar de este último ahora que va a estrenar película este año?

PP: La verdad es que solo hice cinco páginas sobre lo que le ocurría a un atlante, páginas con fondos marinos, un volcán y poco más, un trabajo impersonal. No llegué a dibujar a Aquaman. Algo muy breve porque quien fuera no llegaba a entregar ese mes.

ZN. Pasamos a Valiant y nos detenemos en Faith. Estás en la serie y te nominan al Eisner. ¿Añade presión este tipo de nominaciones?

PP: Bueno no, el trabajo estaba ya hecho con el arco completamente finalizado. Fue una gran sorpresa que no me esperaba para nada. Cuando enfoco el trabajo siempre pienso que la cadena de importancia es trabajar para mí, es decir hacer algo con lo que yo me sienta a gusto y que pueda ver con orgullo. Después para el editor, que es el que me paga y al final el lector, ya que si yo estoy disfrutando el lector lo notará. Entonces nunca tengo en cuenta los premios y nunca pienso que me van a nominar, no entra dentro de mis esquemas mentales. Cuando te sale una nominación de estas que no te esperas siempre hace gracia. Le doy una importancia relativa. Ver que alguien se ha fijado en tu trabajo y que lo valoran de manera positiva, siempre es interesante.

ZN: Faith no es una serie al uso, pues rompe los cánones establecidos y preconcebidos del género de superhéroes. ¿Te planteó un reto diferente encarar esta serie respecto a lo que habías estado haciendo antes?

PP: Cuando empezó a salir Faith en los medios por esos motivos nunca acabé de entender muy bien las razones de ello. Te lees el cómic y en ningún momento el tema del peso influye en el guion. Es una serie muy “light” para todos los públicos, buscando la diversión sin complejos. Me parecía curioso que la gente se centrara tanto en eso. Hay según que tipos de personajes, como los que no tienen poderes, la Batfamilia por ejemplo, que tienen que estar en forma para hacer lo que hacen y es normal que tengan cuerpos esculturales, pero los que tienen poderes no dependen de ello y el poder no tiene nada que ver con el tipo de cuerpo que tienen. En el caso de Faith que vuela y tiene telekinesis, no influye mucho. Yo, además, es que disfruto mucho dibujando gente gorda, si os fijáis en los fondos de mis cómics siempre intento meter gente con todo tipo de cuerpos y es algo con lo que disfruto. En los superhéroes siempre estás haciendo gente super musculada y el cambio de registro sienta bien de vez en cuando.

ZN: Se nos ha terminado el tiempo, muchísimas gracias, ha sido un placer haber podido charlar contigo y haberte podido conocer un poco mejor.

PP: Muchas gracias a vosotros.

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Linkin Boy
Linkin Boy
Lector
1 octubre, 2018 0:54

Pedazo de dibujante, me encanta su trabajo en Archer & Armstrong. No sabía de Shaolin Mutants, le echaré un vistazo.