Una lucha eterna
«El poder de Tenebroso seguirá imperecedero hasta que todo vuelva a la nada. Mientras el hombre sea hombre»
A pesar de tener ya una dilatada carrera profesional de más de veinte años de experiencia, la producción artística de ASANO Inio es muy accesible, gracias a que sus obras se agrupan en tres categorías, lo que permite acercarnos a su trabajo desde cada una de estas perspectivas. Al margen de sus dos series largas, una constante en la carrera de este autor ha sido la de presentar sus trabajos en el formato de tomo único, los cuales abarcan dos planteamientos diferentes. El primero de ellos es el de antología de relatos cortos, en los que plantea ideas que desarrolla en varias decenas de páginas y que en ocasiones le han servido como base para desarrollar trabajos más ambiciosos, como hemos podido comprobar en los tomos titulados Un mundo maravilloso, El barrio de la luz, El fin del mundo y antes del amanecer y Antología de Inio Asano. La otra vertiente que encontramos en sus obras de un único tomo es la de historias que comienzan y finalizan en el mismo volumen, como es el caso de Nijigahara Holograph, Solanin o Reiraku. Precisamente en este grupo se encuadra la última obra de Asano en llegar a nuestras librerías, gracias a Norma Editorial.
Héroes tiene un planteamiento argumental nada convencional y muy propio de este autor, que arranca desde las mismas sobrecubiertas de la obra, en la que vemos al grupo protagonista de la misma, la cual será un elemento recurrente que irá sufriendo ligeras modificaciones durante el devenir de la historia. Los protagonistas de este relato son un variopinto grupo de héroes, entre los que se encuentran Soñadora, Yamamoto y Fumi-Haru, tres humanos, acompañados por diversos seres más o menos antropomórficos, como la Princesa Cardonia, Sr. Vinagres, Sir Latas, Señor de las moscas, Chungui, Pandakini o Gatovni (sí, estos últimos son un panda en bikini y un gato que se transporta montado en un ovni), además del adorable Cocoblando. Su misión consiste en acabar con Tenebroso, un malvado enemigo que supone un peligro para la paz.
El primer capítulo comienza precisamente con la derrota y destrucción de Tenebroso y el fallecimiento de Cerdino, uno de los héroes que se enfrentaron a este poderoso enemigo, sacrificado en el fragor de la batalla. Tras ello, los protagonistas se disponen a regresar a sus hogares, aunque no parecen tener claro cuál es en concreto el lugar al que llaman de esta manera, y surgen acaloradas disputas entre ellos. El capítulo finaliza cuando Señor de las moscas, tras deambular por el bosque, aparece ante la tumba de su compañero caído y extrae la pala clavada sobre ella, siendo absorbido por el fulgor de una deflagración. Volvemos a ver la ilustración inicial de todo el grupo, pero en ella ya no está este personaje, y para nuestra sorpresa, la historia se repite desde el comienzo, con la diferencia de que el personaje caído en la batalla es ahora Señor de las moscas, y a medida que avanzamos en la lectura del nuevo capítulo, podemos observar diferencias en los diálogos, los acontecimientos y la composición del grupo, pero el final se repite con otro de los personajes, reseteando de nuevo la historia y permaneciendo en un bucle hasta la completa desintegración del grupo de héroes, aunque este no es el final de la historia.
Este desconcertante planteamiento adquiere sentido a medida que avanza la historia y se produce un nuevo giro en los acontecimientos, con el que Asano muestra abiertamente sus cartas y nos enseña que en realidad estamos ante una clásica lucha entre el bien y el mal, con el objetivo de reflexionar sobre sus causas, sobre aquellas acciones que originan la existencia de esta dicotomía y nos llevan a oponernos los unos a los otros. Como este autor acostumbra, nos deja un discurso pesimista sobre nuestra propia naturaleza, planteando que los seres humanos siempre necesitamos a alguien a quien odiar y tratando de demostrar que el hombre es lobo para el hombre, que somos nuestros propios enemigos.
Como consecuencia de los hechos vividos y la reflexión sobre el origen del bien y el mal, surge un debate en torno a la existencia de la verdadera justicia. Para el autor, nuestros actos, por nobles y puros que sean, por mucho que nuestra intención no sea la de dañar a nadie, siempre pueden producir víctimas y daños colaterales. De esta manera, se genera un ciclo infinito de perjuicios, que generan opresión y resentimiento en nuevas víctimas, entroncando con la estructura narrativa de la obra y dotándola de pleno sentido.
En cuanto al dibujo, encontramos a un Asano algo diferente de lo que nos tiene acostumbrados. Lo primero que llama la atención al abrir el tomo de Héroes es su coloreado bitono, en un tono rojizo y negro, que al estar presente durante toda la historia contribuye a experimentar esa sensación de repetición de lo vivido. Los diseños de personajes, tanto humanos como fantásticos, están en la línea de los de su última serie larga, Dead Dead Demons Dededede Destruction, pero el escenario principal es un bosque, alejado de sus detallados paisajes urbanos, con el que dota a la historia de un aroma a viejo cuento europeo.
Una vez más, Norma Editorial es la casa responsable de publicar este nuevo título de Asano. Como viene siendo habitual últimamente, se trata de un robusto volumen de tamaño A5 (14,8×21 cm), que sigue la estela de sus últimos trabajos publicados. El tomo cuenta con una encuadernación rústica, con unas sobrecubiertas de cuidado diseño, con una ilustración que será clave en el devenir de la obra al ser la base del punto de partida de cada capítulo, y sus páginas están impresas en su totalidad en un coloreado bitono. Con estas características, sus 176 páginas a un precio de 9,95 euros, la calidad de la obra y la posibilidad de seguir ampliando nuestra biblioteca de este imprescindible mangaka, este título se antoja como una de las mejores novedades manga de los últimos meses.
Lo mejor
• La sutileza con la que Asano lleva a cabo la reflexión, especialmente en los primeros capítulos.
• La importancia del lenguaje no verbal y la narrativa gráfica.
• El alejamiento de las habituales inquietudes del autor.
Lo peor
• El esquema narrativo puede resultar repetitivo.
• A pesar del experimento del coloreado, se echa en falta la profundidad y el detalle de sus escenarios urbanos.
Guión - 8.8
Dibujo - 8.2
Interés - 8
8.3
Aunque en un principio pueda resultar un trabajo atípico y de menor relevancia en comparación con el resto de la producción del autor, a medida que avanza la historia encontramos puntos de conexión con otros de sus trabajos. Se trata de una obra con entidad propia, con un interesante planteamiento y una brillante resolución.
Considerar Solanin una serie de tomo único es trampa, que en Japón se publicó en dos tomos 😛
Muchas ganas de echarle el guante a este Héroes, a ver con qué nos sorprende Asano esta vez.
Jaja tengo que reconocer que lo escribí esperando este comentario. Al final es la forma en la que nos ha llegado aquí, por eso lo incluí.
¡Espero que te guste Héroes y dejes un comentario por aquí cuando la leas!
Leído hace un par de días. Te comento:
Entré en el cómic sin saber nada de él y he de decir que me parece de lo mejor que le leí hasta ahora a Asano. La obra empieza suave, con lo que bajas la guardia, pero enseguida acelera y va directa al grano, sin rodeos y sin contemplaciones.
Para mí el formato de iteracciones le da un plus, ya que te permite jugar a las diferencias y te deja expectante, deseoso de saber qué va a venir ahora. En ese aspecto me sorprendió el momento feminista de uno de los capítulos finales, sabiendo cómo es la sociedad japonesa.
El dibujo, más «redondeado» que en Oyasumi Pun Pun (que es su obra que tengo más reciente ahora mismo), choca un poco, pero sigue siendo estupendo. El bitono le da un toque curioso al manga, y dado lo peculiar tanto del argumento como de la ambientación, le va como anillo al dedo.
Inio Asano me parece que funciona mejor en estas historias de menor extensión. No le da tiempo a irse tanto por las ramas jaja.
Hola, Raku. ¡Gracias por pasarte a comentar! Estoy bastante de acuerdo en lo que comentas de este manga. Encontrar los cambios que se van produciendo en cada reseteo es muy divertido y ese alegato feminista hacia el final queda muy bien.
Eso sí, yo prefiero las series largas de Asano, que soy fan hardcore y disfruto de sus excesos jaja. En las historias de corto recorrido, como es este caso, se maneja muy bien, como indicas, pero en el relato corto para mí no había conseguido brillar hasta que se publicó su última antología, en la que me conquistó por fin en ese terreno.
Un saludo.