Guión: Satoshi Kon
Dibujo: Satoshi Kon
Edición España: Planeta DeAgostini
Contiene: Yume no Kaseki Kon Satoshi Zen-Tanpen JAP
Formato: Libro cartoné de 424 páginas
Precio: 25,00 €
«Con un sentimiento de gratitud por todas las cosas buenas en este mundo», con estas palabras se despedía el famoso director de anime y mangaka Satoshi Kon en una carta póstuma publicada en su blog personal Kon’s Tone, un cáncer pancreático terminal se lo llevaría el 24 de Agosto de 2010 a la temprana edad de cuarenta y seis años; este autor de culto en cuyo currículum figuran títulos como Perfect Blue, Millennium Actress, Tokyo Godfathers, Paprika y la serie de televisión Paranoia Agent había demostrado su sobrado talento en la última década y entre sus seguidores y compañeros no se pudo más que lamentar que su prometedora e inspiradora carrera quedase quebrada para siempre. En el horizonte queda su obra inconclusa, The Dream Machine, un trabajo, como muchos de su filmografía, concebido y desarrollado para el estudio Madhouse y que gracias a los apuntes que se encargó de dejar sobre él Satoshi Kon podremos disfrutar en un futuro. Este inquieto visionario llamado Satoshi Kon era un autor detallista con un estilo muy personal y marcado en el que predominaba el tratamiento psicológico y realista de sus personajes e historias y su peculiar y ambigua predisposición hacía lo onírico y abstracto con la magia y la ciencia ficción siempre al acecho de nuestra realidad.
Esta faceta, la excelente labor de Satoshi Kon en el mundo del anime, es la que le ha llevado a ser verdaderamente reconocido haciendo, por otro lado, que su papel como mangaka haya quedado en un segundo plano, incluso por él mismo, aunque confiesa, como podemos leer en una entrevista exclusiva concedida en 2008 al portal Twitch y traducida en su día en Zona Fandom, que sus trabajos en el medio, como Opus y Regreso al Mar (Kaikisen), le sirvieron para aprender «a crear storylines, a desarrollar personajes o a diseñar fondos». En su obra, tanto en relación al anime como al manga, sus influencias van desde las películas de Terry Gilliam a la literatura de Philip K. Dick o Yasutaka Tsutsui pero también desde los primeros trabajos de su compatriota Hayao Miyazaki en el campo del anime a los últimos realizados por el mítico Katsuhiro Otomo, autor y compañero para el cuál Satoshi Kon trabajaría como asistente en producciones como ¡Qué horror de apartamento!, RoujinZ o Memories. En definitiva, Satoshi Kon ha dedicado toda su vida a hablarnos de la fantasía que encierra la realidad, y pese a su prematuro adiós su legado en el mundo del manga y sobre todo a nivel cinematográfico está destinado a perdurar y ser todo un referente para las futuras generaciones de soñadores.
Satoshi Kon y el anime
Como hemos comentado anteriormente, la faceta que más desarrolló el maestro Kon fue la de director de anime, convirtiéndose no sólo en un referente a nivel nipón sino siendo un director reconocido internacionalmente. Tanto fue así que podemos encontrar numerosos homenajes a sus obras en películas de imagen real como las aclamadísimas Cisne Negro (Black Swan, Darren Aronofsky) u Origen (Inception, Christopher Nolan). En los siguientes párrafos desglosaremos su breve pero intensa carrera como director de anime, a fin de sumergirnos en la peculiar realidad de este gran soñador.
Perfect Blue (1998)
En los primeros pasos de Satoshi Kon como director de anime, se podía observar perfectamente lo que acabaría siendo, si lo podemos llamar así, su estilo más característico. En esta película, basada en la novela homónima de Yoshikazu Takeuchi, Kon nos cuenta detalladamente la vida de Mima, una idol japonesa que decide dejar su carrera como cantante para dedicarse al mundo de la gran pantalla. Sin embargo, los papeles que recibe son completamente secundarios y hasta denigrantes, por lo que sus fans se sienten completamente ofendidos. Un hecho relacionado con esto último será la causa de una serie de acontecimientos alrededor de nuestra protagonista, causando fuertes paranoias provocando la aparición de su alter ego, dándole a la película un lado oscuro muy atractivo, que va in crescendo hasta desatar el potente clímax final. Perfect Blue, en conjunto, puede considerarse una obra maestra del cine de animación japonés.
Esta película influenció bastante en el estadounidense Darren Aronofsky, puesto que toma escenas en no sólo una, sino en dos de sus películas. Es bien sabido que tuvo que pagar la friolera de 59.000 dólares para poder utilizar esta escena en su película Réquiem por un Sueño (Requiem for a Dream), y las similitudes entre Perfect Blue y Cisne Negro (Black Swan) se cuentan por decenas.
Milenium Actress (2001)
Cuatro años después de Perfect Blue, Satoshi Kon sacaba a la luz su segundo trabajo, de corte menos psicológico pero no por ello más pobre en argumento. Esta vez nos narra la vida de una actriz retirada, usando como medio la entrevista que le realizan dos periodistas. Uno de ellos le entrega una llave, algo que le hace rememorar numerosos recuerdos de su vida profesional y personal. La genialidad de Kon hace que estos recuerdos no sean sólo eso, sino que van evolucionando gracias a la aparición de los entrevistadores en ellos, como si de personas de su pasado se tratase. Los recuerdos de la vida de Chiyoko se mezclan con sus películas, con sus sueños y sus deseos, pero también con hechos reales del pasado, haciéndonos casi imposible el distinguir si lo que estamos viendo ha ocurrido realmente o no. En mi humilde opinión, Millenium Actress es Satoshi Kon en estado puro. Un claro ejemplo de ello.
Tokyo Godfathers (2003)
Si tenemos en cuenta la dirección que había tomado Kon en sus dos últimos trabajos, podría decirse que estaba fraguando un estilo propio muy atractivo, siempre mezclando sueños y realidad haciéndolos casi indistinguibles. Tokyo Godfathers, lamentablemente, no hereda estas características, y nos sitúa en un cuento navideño donde tres vagabundos son los protagonistas de la historia. Gin, un borracho cincuentón, Hana, un travesti y Miyuki, una chica que ha huido de casa, encuentran a una recién nacida entre la basura. La trama se desarrolla en torno a estos cuatro personajes y sus aventuras para intentar encontrar la familia de la recién nacida. Un cuento navideño con todas las letras y que, además, tiene lugar el 24 de diciembre. Muy disfrutable.
Paranoia Agent (2004)
El salto de la gran a la pequeña pantalla del maestro Satoshi Kon fue algo que muy pocos esperaban. Sin embargo, su pequeña creación (de tan sólo 13 episodios) es todo un referente en el mundo del anime. Aquí volvemos a tener al Kon de Perfect Blue, ese que a tantas personas enamoró y que tanto tardamos en volver a ver. Paranoia Agent no nos cuenta la historia de una persona en concreto, sino de todas las personas involucradas en una serie de agresiones llevadas a cabo por el Chico del Bate. Nadie sabe qué o quién es. Simplemente aparece, te pega con un bate de béisbol en la cabeza y sale corriendo con sus flamantes patines dorados. Cada episodio nos muestra la histora de una agresión diferente y, a medida que avanza la serie, los distintos involucrados empiezan a relacionarse entre ellos para dar caza a este agresor. Todo ello rodeado de la atractiva oscuridad de la que Perfect Blue hacía gala (el nombre de la serie no es en vano).
Esta serie muestra una fuerte influencia del maestro Katsuhiro Otomo, algo que se empieza a notar más notablemente a medida que se acerca el final. Si habéis leído Akira, os daréis cuenta rápidamente de las similitudes entre Paranoia Agent y la obra magna de Otomo.
Paprika (2006)
En Paprika, Satoshi Kon exprime al máximo el mundo de los sueños y la realidad, cruzando a cada paso el límitie entre ellos. Aquí se nos narra cómo un grupo de científicos ha diseñado un aparato que permite introducirse en los sueños de las personas, y, a partir de ahí, usarlos como tratamiento. El nudo empieza cuando alguien roba esta máquina y la utiliza para meterse en los sueños de las personas, alterándolos sin que nuestros protagonistas sepan con qué fin. A partir de aquí se suceden una larga serie de viajes entre los sueños de los personajes y sus respectivas realidades, sin que se pueda distinguir qué estamos viendo, si un sueño o el mundo real. Paprika es una detective de sueños, por lo que será la encargada de intentar resolver este enorme problema.
Los que hayáis visto la película Origen (Inception), de Christopher Nolan, seguramente ya habréis observado la enorme similitud entre estas dos obras. Si decíamos que Black Swan tenía decenas de similitudes con Perfect Blue, podemos afirmar que Origen toma exactamente la misma idea en la que se basa Paprika y, a partir de ahí, desarrolla una historia diferente en la que siguen existiendo muchos aspectos parecidos.
Satoshi Kon y el manga
Los primeros pasos profesionales de Satoshi Kon fueron relacionados con mundo del manga aunque no es un medio en el que posteriormente este autor se mostrase especialmente prolífico y pronto se decantaría por el cine de animación como medio de expresión artístico como ya hemos visto y comentado; pero, no obstante, su trabajo como mangaka es interesante pues en él se adivinan ya trazos de su estilo visual y de sus virtudes más características así como también suponen un atisbo a temáticas, ideas y conceptos que Satoshi Kon ha desarrollado y tratado con mayor profundidad en sus fábulas y cuentos animados. El bagaje de su legado propiamente ligado al manga se limita a un buen puñado de historias cortas, la mayoría publicadas durante los años ochenta en la revista Young Magazine de la editorial japonesa Kôdansha y recuperados en gran medida en la presente Historias Cortas de Satoshi Kon, fuera de ello podríamos destacar algunas obras más perfiladas y completas como Regreso al Mar (Karikisen en el original), ¡Qué Horror de Apartamento! (World Apartment Horror), en colaboración con Katsuhiro Otomo, y Seraphim: 266,613,336 Wings.
De esta manera, el debut de Satoshi Kon como mangaka se produciría con la historia titulada Toriko (Cautivos) en la distópica fecha de 1984, incluida también dentro del presente recopilatorio de Historias Cortas de Satoshi Kon de Planeta DeAgostini, y no sería hasta después de su graduación en 1987 como estudiante de diseño gráfico en la Universidad de Arte Musahino, ya habiendo entrado a trabajar como asistente de Katsuhiro Otomo, cuando publicaría en 1990 su primera pequeña gran obra en forma de one-shot: la mencionada Regreso al Mar. Esta se centra en las vivencias de Yôsuke, hijo de un sacerdote de un santuario sintoísta en un pequeño pueblo costero y encargado de cuidar de la reliquia del templo, una joya llamada «el huevo de la sirena» que la leyenda afirma está protegida por un misterioso ser marino que también vela por la seguridad del lugar. En base a este argumento Satoshi Kon nos habla del conflicto entre la tradición y el progreso en un manga que resulta ser una de las dos únicas obras del autor publicadas en los años noventa en nuestro país, aunque hoy totalmente descatalogadas ambas, siendo la citada ¡Qué horror de apartamento! la segunda de ellas.
Esta se trata de una historia guionizada por Katsuhiro Otomo en la que Satoshi Kon se limitó a poner a su servicio su arte aunque posteriormente se encargaría del script para la adaptación del relato a una película live-action que dirigiría el mismo creador de Akira. En este caso ¡Qué horror de apartamento! es una historia mezcla de terror, comedia y crítica social sobre un yakuza que intenta desalojar a un grupo de inmigrantes ilegales de un edificio para utilizarlo con sus propios fines aunque la tarea se demostrará algo más difícil de lo esperado. Ya en 1995 Satoshi Kon empezaría a trabajar y desarrollar otro manga, Seraphim: 266,613,336 Wings, cuya historia original había sido concebida por el afamado Mamoru Oshii, director de Ghost in the Shell, The Sky Crawlers y Patlabor, siendo una obra que quedaría incompleta después de dieciséis capítulos serializados en la revista Animage de Tokuma Shoten. La historia se sitúa en un mundo devastado por un virus conocido como tenshi-byō (enfermedad de ángel) sobre el cual una chica llamada Sera intenta descubrir su misterioso origen en el corazón de Asia Central y mientras se enfrenta a multitud de peligros y enemigos dispuestos a impedir el éxito de su empresa.
Después de la muerte de Satoshi Kon Seraphim: 266,613,336 Wings volvería a ser recopilada en parte por Animage de Tokuma Shoten en una nueva edición y Mamoru Oshii anunció recientemente que escribiría una novela en la que retomaría el proyecto original y que vería la luz en algún momento del presente año. Después de esto la aportación de Satoshi Kon al manga se limita a dos proyectos, Paprika: Dream Children y OPUS; el primero es una historia ambientada en el universo de la película Paprika, basada a su vez en la novela homónima de Yasutaka Tsutsui y que él mismo había dirigido y estrenado en 2006 con excelentes resultados; la segunda es una obra que quedaría incompleta en la que el autor cuenta la historia de un mangaka falto de inspiración y como una noche acaba despertando dentro de la propia historia viéndose atrapado en ella y obligado a explorar el mundo que él mismo había creado. Este argumento, muy propio del universo de Satoshi Kon, sería, por desgracia, su última incursión en el medio pero en su corto currículum este autor japonés dejó la misma huella y esencia de los sueños en cadauno de sus pasos y sirven para entender mejor su labor como director de anime.
Historias Cortas de Satoshi Kon: Sueños Fósiles
El pasado 30º Salón Internacional del Cómic de Barcelona fue el momento elegido por la editorial Planeta DeAgostini para presentar su tomo recopilatorio de Historias Cortas de Satoshi Kon a imagen y semejanza del publicado en Japón por la editorial Kōdansha bajo el título de Yume no Kaseki Kon Satoshi Zen-Tanpen, esto se podría traducir como Sueños fósiles. Colección Completa de Historias Cortas de Satoshi Kon y hace referencia a un fósil de amonites que Satoshi Kon guardaba entre sus recuerdos más preciados. Para el futuro queda la posibilidad abierta de que en función del éxito de la propuesta puedan llegar otras obras de este autor a nuestras manos, teniendo muchas papeletas para ello Regreso al Mar, pero mientras tanto podremos disfrutar de los primeros pasos de Satoshi Kon en el mundo del manga con esta antología de cuentos realmente variada a nivel temático y fechados en su mayoría en los años ochenta. En algunas historias se evidencia cierta inexperiencia y juventud, otras resultan realmente sorprendentes, algunas funcionan como simple anécdota y otras parten de ideas y conceptos que hubiesen sido interesantes de ver desarrollados en más profundidad y extensión, pero en cualquier caso en ellas es plenamente reconocible la autoría y estilo de su creador.
El tratamiento de personajes, la cotidianidad de sus diálogos y planteamientos, incluso cuando Satoshi Kon abraza géneros como la ciencia ficción o el terror, y esa sensación de contar historias que afectan nuestro sentido subliminal de la narrativa son características comunes en la mayoría de sus cuentos y fábulas. Por otro lado, el dibujo y el apartado gráfico practicado por Satoshi Kon en estos presenta un trazo limpio y seguro ya desde sus inicios, en algunos de ellos es más palpable cierto toque ochentero pero su evolución tiene mucho que ver con la influencia de autores y compañeros de profesión como Katsuhiro Otomo y Hayao Miyazaki, consiguendo una propuesta expresiva, sencilla y de gran fuerza narrativa. Esto favorece la adaptación a cualquier género y Satoshi Kon es capaz de abordar cualquiera de ellos, desde la ciencia ficción que podemos observar en Carve (Talla) o Cautivos, a las historias de samuráis como Waira, la comedia en la línea de Verano de Nervios o Secuestradores o incluso el relato de terror que resulta ser Los Visitantes. En total en estas Historias Cortas de Satoshi Kon encontremos quince relatos originales, de extensión, calidad e interés dispar que sirven como puerta de entrada al particular universo del tristemente ausente Satoshi Kon.
Historias Cortas de Satoshi Kon: Contenido y Datos de Interés
A continuación aportaremos más detalles, datos y valoraciones sobre los relatos que conforman este recopilatorio de Historias Cortas de Satoshi Kon pero sin desvelar aspectos de la trama de estos más allá de sus correspondientes sinopsis argumentales.
Carve (Talla). Título original: Kaabu. Publicado en Young Magazine Nº 3 (1985)
Este relato de ciencia ficción cyberpunk sirvió a Satoshi Kon para ganar un accésit en el 11º Premio Tetsuya Chiba en uno de sus primeros coqueteos directos con la ciencia ficción, con reminiscencias del Akira de Katsuhiro Otomo, aunque esto sea una excusa para plantear una historia de personajes que se podría haber beneficiado de un mayor desarrollo y extensión.
Follonazo. Título original: Baka Sawagi. Publicado en Young Magazine Nº 3 (1986)
Este es un relato prototípico del modelo de comedia de enredo llevada a cabo por Satoshi Kon, un humor marcado por el entorno y los acontecimientos, no tanto por los personajes, en el cual un hecho o situación aparentemente anecdótica acaba desembocando en una epopeya en la que los acontecimientos se van sucediendo hasta llegar a un auténtico absurdo. El autor ganaría un reconocimiento como Mejor Autor Novel en el 13º Premio Tetsuya Chiba con esta historia simple, sencilla y divertida.
El Pequeño Beisbolista. Título original: Kozô Yakyû. Publicado en Young Magazine Nº 12 (1986)
Esta historia también trata el tema del béisbol pero funciona simplemente como curiosidad o anécdota no siendo un relato especialmente destacado en esta antología de Satoshi Kon aunque sea interesante por el sútil y realista acercamiento psicológico de su personaje protagonista.
Verano de Nervios. Título original: Kinchô no Natsu. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1986)
Entretenido relato cómico con vuelta de tuerca final protagonizado por personajes típicos y tópicos de este tipo de historias planteadas por Satoshi Kon. En estas habitualmente sus personajes masculinos se caracterizan por su simpleza, impulsividad, juventud y tendencia a la infidelidad mientras sus personajes femeninos suelen ser, o bien totalmente castas e inocentes, o todo lo contrario, astutas y coquetas. Realmente poco que ver con los ricos, profundos e interesantes personajes femeninos muchas veces protagonistas de sus películas de animación.
Enfoque. Título original: Focus. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1986)
Este es una pequeña historia de misterio con varios giros argumentales, si bien no predecibles, si algo asépticos puesto que el relato no tiene el espacio suficiente para hacer que el punto de partida y sus personajes sean realmente de nuestro interés.
Es la hora de los adioses. Título original: Akete zo kesa ha. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1987)
Esta es otra muestra del tipo de comedia made in Satoshi Kon, centrada algo más en sus personajes protagonistas, pero no es la mejor muestra ni historia de este género que podremos encontrar en la presente antología del autor japonés.
Secuestradores. Título original: Kidnappers. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1987)
En este caso Satoshi Kon logra ofrecernos una comedia divertida y simpática en la que tienen el mismo peso el argumento y los personajes con un punto de partida bastante simple pero bien aprovechado y añadiendo grandes dosis de acción al conjunto.
Los Visitantes. Título original: Okyakusama. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1987)
El esta historia Satoshi Kon mezcla las historias clásicas de fantasmas japonesas con su particular humor para ofrecernos un relato interesante, entretenido e incluso con ciertos pasajes marcados por el terror que pueden llegar a conseguir estremecernos; esto y la actitud de los personajes protagonistas hacen de Los Visitantes un cuento hasta cierto punto original, mucho más identificativo del estilo de su autor que otros precedentes, y es también una de las mejores propuestas de este tomo recopilatorio.
Waira. Título original: Waira. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1988)
Waira es uno de los mejores relatos de Satoshi Kon en sus primeros años como mangaka aunque los relatos de samuráis no sean su especialidad; en Waira su autor demuestra como al disponer de mayor espacio es capaz de desarrollar historias con un gran ritmo y caracterización de personajes. En este caso tenemos una historia con grandes dosis de acción, atípico como relato de samuráis, pero el autor sale bien librado con una propuesta casi redonda.
PICNIC. Título original: PICNIC. Publicado en el libro Akira World de la editorial Hot Dog Press (1988)
Esta es una historia ambientada en el mundo del Akira de Katsuhiro Otomo y se publicó coincidiendo con el estreno de la película en 1988; funciona como curiosidad y homenaje pero no profundiza ni aporta nada de interés al mundo ideado por el creador de Akira. Este breve relato estaba originalmente acompañado por un artículo a pie de página sobre el verdadero futuro que nos esperaba hacía 2019. Este texto no se incluye en la presente edición pero si se ha respetado el color original en el que se editó por primera vez la historia.
Más allá del sol. Título original: Taiyô no Kanata. Publicado en Young Magazine Kaizoku-ban Zôkan (1988)
De nuevo una comedia de enredo, posiblemente la más absurda y divertida del recopilatorio, recordando de alguna manera una película clásica del género como es El mundo está loco, loco, loco de Stanley Kramer.
JOYFULL BELL. Título original: JOYFULL BELL. Publicado en Young Magazine Nº 1 (1989)
Esta es una historia navideña con sello propio de Satoshi Kon en lo que respecta a la relación de sus personajes y al concepto mágico dentro de la realidad que se evidencia aún más en el final de la historia.
Delfines del desierto. Título original: Sabaku no Iruka. Publicado en Kakioroshi! Shin Wild 7 número extra de la revista Comic Banban de Tokuma Shoten nº 1 (1989)
En este caso Satoshi Kon plantea una historia bélica y cómica de corta extensión y escaso interés en su currículum y en el presente recopilatorio. Los originales de esta historia no fueron posibles de localizar pero se ha obtenido una copia de la revista en la que Delfines del Desierto fue publicada originalmente, con la respectiva perdida de calidad que eso supone.
Las aventura del viejo Bashô. Título original: Bashô-Ô no Bôken. Publicado en Yoi ko no kayôkyoku Fashion Nation nº 44 (1989)
Este es un relato de tan sólo dos páginas que funciona como gag cómico y curiosidad pero sin mayores repercusiones en la obra de Satoshi Kon . Prescindible.
Cautivos. Título original: Toriko. Historia inédita (1984)
Posiblemente esta sea la mejor historia del presente recopilatorio, un relato dividido en dos partes que significa también el debut como mangaka de Satoshi Kon en el medio y gracias al cual sería reconocido con la condecoración al Mejor Autor Novel del 14º Premio Tetsuya Chiba. En esta propuesta encontramos una fábula de ciencia ficción distópica muy en la línea de la literatura de Philip K. Dick, con grandes dosis de acción y crítica social implícita, y supone toda una declaración de intenciones respecto a trabajos posteriores de Satoshi Kon tanto en lo visual como respecto al género. Al igual que pasaba con Delfines del desierto los originales de esta historia no fueron posibles de localizar y se ha tenido que recurrir a una copia de la revista en la que fue publicada originalmente.
Tributo a Satoshi Kon
y crece velozmente hasta convertirse en un joven árbol.
Sin menoscabar la gallarda figura del árbol adulto,
de raíces fuertemente aferradas al suelo para
hacer frente a las inclemencias del tiempo,
no hay nada más fascinante que esa primera época,
colmada con el vigor y el brillo de la vida.
La pluma fluye cada vez más veloz y las líneas
se vuelven más precisas. Las obras que publicaba
de vez en cuando llamaban siempre la atención.
Y así es como las iba creando el Satoshi Kon mangaka.
Una vez sobrepasan la cerca, las ramas van
dando grandes frutos una y otra vez.
Pero, lamentablemente, este árbol dejó de darlos.
Sin poder florecer de nuevo aquí…
Descanse en paz.
Pero que articulo mas maravilloso que os habéis marcado los dos, a la altura del genial Satoshi mis mas sinceras enhorabuenas.
Genial artículo, en cuanto pueda me lo compraré.
PD:Paranoia Agent es una fucking maravilla.
¡Bravo!
Un gran tributo a un artista enorme.
Kon me parece un autor a la altura de Miyazaki (creo que es difícil hacerle un mayor elogio 😉
No sé cuantas veces he visto Paprika o Millenium Actress. Probablemente, más de cinco veces y menos de las que se merecen.
Personalmente, después de oir todo tipo de alabanzas de este tebeo, me quedé francamente decepcionado. No es malo, pero no tampoco es especialmente bueno, con alguna historia simpática. Lo más fastidioso es que, aprovechando la fama de autor, te encasqueten un tomazo de tapa dura por 25 eurazos, cuando podría haberse realizado una edición más discreta.
PS: Si, Paranoia Agent es un desparrame.
Gran artículo, sí señor. Yo tuve mucha suerte de encontrarlo en una librería de segunda mano a mitad de precio, porque ni de coña lo hubiese comprado a 25 euros; ahí Planeta se pasó tres pueblos…
Kon era de los autores mas originales que a salido de Japon,sus ideas eran maravillosas y le aprobaban los proyectos,Percfect Blue me parece una obra maestra,una lastima que falleciese cuando aun podia haber dejado un legado mucho mayor,sera dificil ver a alguien como Kon,o al menos que a otra persona en Japon le dejen este tipo de proyectos alejados de chicas MOE y cosas por el estilo.
Pues chicos, a mí Perfect Blue me pareció previsible y evidente. La tendré que revisionar, porque siempre me he encontrado de lo más solitario en esta opinión… 😛
Bueno Sergio a mi el principio se me hizo muy lenta,y la prota no es que fuese estupida no,era lo siguiente,pero es que es llegar realmente a la intriga y sobre todo a los multiples finales y me quede impresionado,joer con el final senti miedo y todo.
Satoshi, Amo y Señor!!! te fuiste muy temprano…
Este tio fué muy grande,lástima de habernos dejado tan pronto porque desde luego tenía un universo muy particular y único y quien sabe que más joyas nos podría haber dejado.
Lo dicho una lástima,los buenos mueren jóvenes.
Grande, Satoshi Kon.
Perfect blue es, quizá, mi anime favorito.
Yo soy más de Paranoia Agent 😀
Esa sí tengo ganas de volverla a ver.
Bajo mi opinion, el tomo aqui reseñado tendria que tener un hueco en la estanteria de cualquier buen aficionado al comic. Creo que, de todas las historias editadas en el, destacan las historias intimistas y humoristicas, siendo las dedicadas a la ciencia ficcion las que flojean un poco, ya que estas piden un desarrollo mas prolongado. Las considero como «posibles argumentos» de alguna probable serializacion, aunque la calidad de todas ellas esta fuera de toda duda.
Desgraciadamente, ya no podemos disfrutar de un genio que se movia igual de bien tanto en historias intimas y costumbristas como en surrealistas y fantasticas. Un autor todoterreno y genial. Descanse en paz.
Salu2
Satoshi kon fue un genio. Con solo cuatro pelis y una serie consiguió un universo propio pese a que eran historias de personajes diferentes.
La primera que vi fue Perfect Blue y no me hizo muchi tilín. También es verdad que era muy joven y no estaba acostumbfrado a películas tan densas.
La segunda fue Tokio Godfathers y me encantó. Me di cuenta que el cine de animación puede ser mucho más que acción y fantasía.
Con Millenium Actress supe que vería cualquier película que hiciera este hombre. Hacer una película con esa humanidad que destila cada segundo, ver que tiene un montón de capas cada secuencia, la música que te transporta a su universo… Para mí fue su primera obra maestra.
Paranoia Agent no llegué a verla. Compré la serie en espera de tener tiempo para gozarla pero en mudanzas la perdí.
Paprika no es tan madura como M. A. pero es el Kon psicológico de Perfect Blue. Pero la música de Susumu Hirasawa (el mismo de M A) te vuelve a llevar a su mundo. Gozé como un enano.
La pena es que se murió demasiado pronto porque si en cuatro pelis consiguió obras casi perfectas, qué hubiera conseguido con una carrera más larga. Geniales o mediocres, seguro que serían geniales. Serían Kon.
Pd: el manga no lo he comprado. A la que pueda le echo el lazo.