Regreso al condado
Este mes hemos hablado mucho de Cullen Bunn, incluso con él en esta entrevista, enfatizando en algunas de sus obras para el mercado independiente, pero hoy toca volver con el autor al condado de Harrow, es decir, a una de sus mejores series, si no la mejor. Y es que Norma Editorial publica hoy un nuevo tomo. ¿Cómo?, ¿no había acabado la serie?, pues sí, pero los autores se han lanzado a realizar un spin-off en forma de miniseries destinadas a contar relatos sobre algunos de los personajes de la serie madre, siendo el primero este tomo titulado El coro de la muerte, que vio la luz en Estados Unidos en diciembre de 2019, y con el segundo, Fair Folk, a punto de salir al otro lado del Atlántico, concretamente a finales de julio.
Para saber más sobre la serie principal de Harrow County basta remitirnos a este artículo, donde se analiza por completo y sin spoilers, así como la figura de sus dos creadores, Cullen Bunn y Tyler Crook. Aunque para la ocasión tenemos un pequeño cambio, Cullen Bunn sigue a los guiones, pero Tyler Crook solo realiza la rotulación y las portadas alternativas, el trabajo de dibujo recae sobre Naomi Franquiz, así como el diseño de los personajes y el color, siendo una buena sustituta a Crook al ser ella su propia colorista y mantener un estilo muy similar al del dibujante original.
La artista de Misfit City y dibujante de series como La Imbatible Chica Ardilla o uno de los especiales de Bitch Planet consigue aquí mimetizarse con el característico dibujo de Tyler Crook hasta el punto de mantener una paleta de colores similar, de hecho mantiene los mismos colores y la misma manera de destacar la magia. Aunque no llega a su grandeza, porque lo que hizo Crook en la serie principal está a un nivel altísimo, consigue un cómic muy sólido y tratado con el cariño que se merece, es más, sigue con algo que hacía Crook en la serie original, presentar cada capítulo dibujando el título de la obra, mediante nubes, ramas u otros elementos de la naturaleza, en medio de un paisaje. Los diseños de los personajes también son una buena muestra de ello, siguiendo la línea original pero adaptándolos a la época en la que se desarrollan los nuevos hechos. Porque sí, con esta miniserie nos movemos unos años después del final de la anterior pero con dos viejas conocidas, una crecida Bernice y nuestra querida Priscila.
Ya han pasado más de diez años, estamos en la Segunda Guerra Mundial pero lejos del frente, aunque el contexto será importante, y Bernice nunca ha salido de Harrow. Se ha alzado como la protectora del lugar y sigue ligada a la magia, como veíamos en los últimos números de Harrow County, siendo ella la que se ocupa de las criaturas que allí siguen viviendo y con esa compañera especial que es Priscila. Es decir, tiene todos los elementos necesarios para seguir el estilo de Harrow County, en especial el marcado en los primeros tomos, concretamente en el tercero, donde se veía una historia de Bernice y cómo se acercaba por primera vez a la magia, solo que ahora lo hacen desde una perspectiva menos inocente que la que marcaban las protagonistas en aquellas primeras historias. Aunque, eso sí, mantiene ese halo juvenil mezclado con sangre y situaciones desagradables.
Es una historia sencilla que realmente gana porque esa simpleza hace que nos fijemos más en las protagonistas y su entorno, este moderno Condado de Harrow que en realidad no ha cambiado tanto. Por ello los autores meten temas que apenas habían tocado en la otra serie como la homosexualidad o la guerra, mientras siguen dando esas pequeñas pinceladas al racismo y la segregación con sutiles detalles en una u otra conversación, pequeñas escenas y cambiando los paisajes, nada explícito pero siempre presente y muy bien contextualizado. La pérdida también será un tema importante en la historia.
Puede que la principal diferencia venga dada por la falta de Emmy. La sensación de que la historia nos lleva a algún sitio, que hay algo más grande que contar, desaparece en favor del caso de turno, pero es solo momentáneo, hasta que nos damos cuenta que esta es la historia de Bernice. Y es que, viendo el tiempo que dedican a la vida de Bernice, la manera en que acaba y lo que se esfuerzan en contextualizar la obra, aunque esté estructurado como miniseries, sí que parece haber un plan más allá de los cuatro números. Así que al final pasa como en Harrow County, las pequeñas historias son una disculpa para, poco a poco ir a lo más grande. Básicamente podría decir que, sin ser tan impresionante como Harrow County, gustará a quien haya seguido la anterior serie.
Para finalizar este tomo contiene una serie de historias cortas, algunas de las cuáles fueron publicadas gratis por Dark Horse en formato digital, que solo fueron recopiladas dentro de las ediciones en gran formato que se publicaron en Estados Unidos. Son pequeñas historias de terror de una o dos páginas, ambientadas en Harrow County o vinculadas a sus tramas. Las tres primeras están escritas por Cullen Bunn y con dibujo de Owen Gieni, mientras que el resto (y son unas cuantas) tienen guion de Tyler Crook, algunas dibujadas también por él y otras por artistas variados como Simon Roy, Kate Leth o David Rubín. Solo hay una que ocupa cuatro páginas, destacando sobre el resto al tratar del mayordomo de Kammi y tener como dibujantes a Brian Hurtt y Matt Kindt. Todas estas historias son muy interesantes y se alzan como un complemento de lujo. Es curioso ver la diferencia entre los dos creadores de la serie a la hora de escribir estas historias cortas, mientras los relatos de Bunn se encaminan más a dejarnos mal cuerpo el trabajo de Crook nos lleva hacia el humor negro, dando un pequeño giro en la última viñeta de cada página.
Lo mejor
• Bernice y Priscila son dos grandes personajes, muy bien trabajadas e insertadas en un contexto muy interesante.
• Aún con los cambios de época y dibujante, la esencia de Harrow County está en cada página.
Lo peor
• La trama general es demasiado lineal. No es tan buena como la serie principal.
Guión - 7.6
Dibujo - 7.8
Interés - 7.8
7.7
B&P
El nuevo acercamiento a Harrow County sigue con ese aire especial de la serie original. Personajes como Priscila y Bernice son lo suficientemente interesantes como para mantenernos en la historia.