En estas horas estará comenzando la Copa Mundial de Fútbol, un evento deportivo que en absoluto pasa desapercibido en Latinoamérica. La revista de historietas argentina, Fierro, tampoco quedó ajena a este acontecimiento y su número de junio lo dedica especialmente a cómics sobre fútbol a cargo de autores sobresalientes.
Por otra parte, como un anticipo del artículo sobre Perú en el que se está trabajando para esta sección, comentamos el primer número de una publicación reciente originaria de ese país: Panóptica.
Fierro #92, de varios autores; Juan Sasturain (Director) y Lautaro Ortiz (Jefe de Redacción). Editorial La Página (Argentina); grapa. 74 páginas.
Como decíamos en la introducción, la Fierro de junio a tono con la masividad popular del Mundial de Fútbol preprando un especial dedicado a las historietas de fútbol, con una verdadera Selección de autores. No hacía falta decirlo, ya que la misma portada de El Tomi lo evidencia poniendo a patear una pelota a una bailarina de carnaval brasilero. Asimismo, por la coyuntura especial, en este mes la revista llegó una semana antes: acostumbrada a salir los segundos sábados de mes, visto que el Mundial ya estaría en marcha para entonces se anticiparon para estar en los días previos al comienzo de este evento.
Según explica Juan Sasturain en la editorial de este ejemplar, utilizaron partes del reglamento de fútbol como disparadores para los autores: “tiempo de descuento”, “cargar al adversario”, “vestimenta deportiva”, “tarjeta roja”, “fuera de juego”, etcétera. Estos pudieron ser seguidos de manera literal o con un pensamiento más lateral, y en las muchas historias breves (de entre 2 y 8 páginas) que componen este número hay de todo.
Entre los primeros, y satisfaciendo a quienes quieren ver fútbol en todas partes estos días, está el trabajo de Agrimbau y Saborido titulado Chamuyo muy bien definido por Sasturain como reminiscente del trabajo del escritor e historietista humorístico rosarino Roberto Fontanarrosa, quien supo crear incontables historias de fútbol y muchas veces con tintes míticos, que combina esto con la Copa Mundial. Con un tono similar, aunque místico y no mítico, encontramos la de Alejandro García y Nicolás Brondo, metiéndose de lleno también con el Campeonato del Mundo; curiosamente (como comentario para el lector futbolero) ambas postulan una final Brasil-Argentina empatada en 1 que se define sobre el final en favor de Argentina por medios sobrenaturales.
Con una veta de comedia pero también netamente futbolística se presenta Ángel Mosquito, aunque su historieta no tenga que ver con el Mundial sino con características del fútbol regional argentino.
Gustavo Sala, como probablemente no pueda ser de otra manera, tuvo a su cargo el concepto de “cánticos ofensivos”, con el cual se divierte a gusto por dos páginas con su estilo ya conocido.
Señalábamos también que estaban quienes no tomaron la consigna de historietas y fútbol de manera literal sino que utilizaron el brindado punto de partida conceptual para hacer lo que hacen siempre. Tal es el caso de Maicas y Spósito que cuentan la historia de un árbitro de fútbol con su humor negro que raya el absurdo y siempre tiene algún ribete de crítica social. O el de Lucas Nine que recupera su Té de Nuez que está atravesada por el fútbol pero a la vez se aleja largamente del tema. O el de Parés y Podetti, con sus Cinco Locos del Plumín que referencian a los trabajadores de cómics argentinos y una historia que tiene una pelota de casualidad y deriva libremente del concepto de Tiempo de descuento con el que se titula, con el humor que caracteriza a ambos autores. O lo de Farías y Jok que no tiene absolutamente nada que ver con fútbol y es una breve y buena historia de policial negro propio del contexto urbano argentino. En la misma sintonía, aunque con un tono más clásico, encontramos Tarjeta Roja de Saccomanno y Mandrafina, que trata de una expulsión pero no en el contexto deportivo.
De todos estos trabajos, el más extenso de ellos es El Otro Messi que nos trae la destacada novedad de la incorporación de Emilio Utrera a la Fierro. A Utrera lo conocimos por Barras, su cómic autopublicado, el cual comentamos destacando varias cualidades interesantes de este autor. Evidentemente también interesaron estas a los editores de la importante publicación argentina y lo encontramos en este número especial, y esperemos sea un fichaje regular. Porque no sólo exhibe una vez más esas características, sino que también de muestra que ha mejorado y su estilo personal está más trabajado, pulido y por ende con mayor nivel. En cuanto al cómic, sigue en la misma tónica de fútbol y barrabravas pero en esta oportunidad se ve más de lo primero, aunque el tema que se impone sigue siendo lo que rodea al juego.
La excepción a todo esto es la recuperación de un capítulo de una historieta que Francisco Solano López publicara en la revista Valiant de la agencia inglesa Fleetway entre las décadas de 1960 y 1970, Raven on the Wing, con guiones del británico prolífico Tom Tully. Esta historieta es protagonizada por un pintoresco jugador gitano que practica el deporte descalzo, llamado Raven, en la cual su cultura y sus creencias se combinan con el fútbol. En particular la historia que aquí se reimprime está fuertemente atravesada por los elementos místicos gitanos, en medio de un partido por el Mundial de Clubes entre un club peruano y uno inglés (en donde juega Raven) que se rápidamente se identifica con la vieja Copa Intercontinental que resultaba difícil para los europeos por lo inhóspito y la “picardía” de los sudamericanos. Una divertida historieta clásica de fútbol como han hecho tantas en Inglaterra, y en particular el maestro Solano López, de las que poco o nada se ha podido ver por acá. Bienvenida sea esta decisión.
Con la alternancia de las historietas propias de la Fierro y las especiales por el Mundial, con el interesante añadido de recuperar a un poco visto Solano López, se redondea (valga el doble sentido) un excelente número que, cabe recordar, llega justo en un momento de transición de la revista al despedir varios títulos importantes el pasado mes. Se sortea esa dificultad con una buena entrega, dando un mes más para resolver ese problema.
Panóptica: Los últimos días del futuro, de César Santivañez y Hugo Espinoza; y Francisco Lagos. Dogma Editorial (Perú). 25 páginas.
Esta publicación es la que marca el comienzo del sello peruano Dogma Editorial. Se trata de una revista que presentará bimestralmente historietas de ciencia ficción y comenzó el pasado noviembre con este #1.
La historieta principal, y que da título a la publicación, es un trabajo de César Santivañez y Hugo Espinoza. En esta que es su primera entrega se nos introduce a un interesante mundo post apocalíptico, en el cual el futuro depara una Tierra difícil de habitar. Con unas pocas páginas se nos exhiben varias cualidades de este contexto, y se cuenta una breve e impactante historia cómo es la vida en este mundo.
Para anclar esta narración y ofrecer mayor trasfondo y contextualización, esto se complementa con dos páginas de texto en formato de diario en donde se explica cómo se llegó a esto (luego del “clonocausto”) y se dan indicios de lo que se desarrollará en las próximas entregas. Si bien es preferible siempre que se explique cuanto más sea posible en formato de cómic, no se disponía de espacio como para hacer caber tanta información y a la vez contar una historia (aún siendo breve) y presentar algunos personajes; por ende, la combinación elegida es adecuada y funciona bien, cumpliendo su objetivo de conseguir interesar en qué le deparará a este mundo.
En cuanto a los recursos narrativos el dibujo es interesante, pero su trazo y el fuerte contraste de negro y blanco no es del todo claro y no colabora mucho a la legibilidad. Prefiriendo destacar lo positivo, la creatividad narrativa puesta en práctica sí es atractiva para seguir la lectura.
Acompañando a Panóptica se incluye una segunda historieta por Francisco Lagos, originario de México, dado que un objetivo de la editorial es «servir de vitrina para exhibir el talento de jóvenes autores contemporáneos». Su trabajo se titula V-Tower y se trata de un cómic mudo con tendencia surrealista. Sin ser un virtuoso dibujante, es notable lo que logra sin texto, valiéndose únicamente de la narrativa gráfica “jugando con las posibilidades del medio” como suele decirse, pero de una manera no muy vista comúnmente. Desde la curiosidad y la sorpresa que genera en estas páginas, se presenta como un autor interesante.
Esta revista tiene ya un segundo número, y se hablaba de un tercero. Procuraremos seguir atentos a esta publicación.
Muy interesante el repaso a la Fierro. Nuevamente una reseña tuya me lleva a querer comprarla tras varios abandonos. Y eso que, aun sin tener tele, el mundial ya me está cansando y este año estoy dudando si ver siquiera los partidos de Argentina.
Jaja, como digo, hay cómics que no son de fútbol. Y la de Solano vale verla, aunque más no sea por la curiosidad.
Saludos