Edición original: Bone Machine: Hunter of Books (BookMaker Comics).
Edición nacional Argentina: Bone Machine: Hunter of Books Volumen 1 (Llanto de Mudo Ediciones).
Guión: Diego Cortés.
Dibujo: Nicolás Brondo.
Entintado: Nicolás Brondo.
Color: Nicolás Brondo.
Formato: Rústica, 100 páginas.
lo que más odian es aburrirse”
Nos situamos en un mundo post apocalíptico en el cual lo más valioso es el agua y la comida, obviamente, y los libros. Extraño, ¿no? Quizás una expresión de deseo de los autores, Diego Cortés y Nicolás Brondo, amantes de la literatura y los libros en su formato físico de siempre (no en vano ellos también son editores de libros, de este propio y de muchos otros de géneros diversos), o quizás un futuro posible ante la falta de otros medios de entretenimiento tecnológicos e incluso de actuaciones en vivo.
En efecto, tal como refleja la cita inicial (de este texto y también en las páginas iniciales del cómic) los hombres poderosos de este mundo que ya tienen sus necesidades básicas resueltas se preocupan por no aburrirse y los libros, como todos sabemos, son un gran medio de entretenimiento.
En ningún momento, al menos en este primer volumen, se especifica cómo se ha llegado a esta situación, cual ha sido el causante del “apocalipsis” que generó esta nueva sociedad de personas vagando por el desierto buscando agua y comida para sobrevivir. Cortés y Brondo directamente nos introducen a este mundo y nos presentan al protagonista que da título a esta historia: Bone Machine, cazador de libros. Y no cualquier cazador de libros sino el mejor de todos ellos, rótulo que ha conseguido valiéndose de un ritual místico que le permite hablar con los muertos y así hallar los tesoros perdidos que en este mundo son los libros.
Por ser el mejor es también el preferido de uno de los hombres poderosos de la distópica sociedad que conocemos en estas páginas, quien lo tiene a su servicio para proveerlo de libros que eviten su aburrimiento, a cambio de lo que él quiera y necesite. Pero le pedirá más, y es aquí donde comienza la trama del cómic: los libros eventualmente se agotarán, por lo que necesita un escritor que idee nuevas historias por tiempo indefinido.
La tarea asignada a Bone Machine parece simple y apenas diferente de lo que ya realiza (cazar una persona en lugar de libros), pero se topará con el conflicto de la narración. En este mundo post apocalíptico existe una sociedad secreta que decide qué libros pueden existir y cuáles deben ser destruidos y olvidados, así como también los escritores que pueden contar sus historias y los que deben ser eliminados. Ellos son los críticos.
Desde allí en adelante, las interesantes y atractivas ideas (con varias metareferencias incluidas) de Diego Cortés se desenvuelven en una narrativa simple, directa y tradicional, con dos grupos de personajes persiguiendo lo mismo y enfrentándose por ello. En esta segunda mitad el libro es más sostenido por el trabajo de Nicolás Brondo con sus dibujos provocativos, llamativos, con montones de seres fuera de este mundo notablemente diseñados y una dinámica en su narración secuencial que mantiene la acción y la atención. En esta parte el guionista destaca más que nada por los diálogos, pero en verdad ya ha hecho lo más importante en la presentación del mundo, de los personajes y de la premisa de esta historia, logrando captar la curiosidad del lector. Si bien uno destaca más que el otro en diferentes momentos del libro, en pocas palabras se trata de una muy buena colaboración entre ambos, en la cual se complementan de gran manera.
Mencionábamos antes “seres imposibles” que circulan por este cómic y entre ellos cabe destacar la peculiar compañera del protagonista: una mujer con dos cabezas, o mejor dicho dos mujeres en un mismo cuerpo. Este/os quizás sea/n el/los perosnaje/s más interesante/s de todo Bone Machine, utilizado/s para guiar la narración desde su tercera persona, desde una perspectiva externa al principal, al tiempo que evita caer en el lugar común de la mujer que sigue al cazador solitario y, en efecto, no se trata de cualquier mujer. Sirva esto de ejemplo de la clase de creaciones de los autores que atraviesan estas páginas, sorprendiendo, tendiendo hacia lo experimental.
Con esa misma palabra puede definirse el trabajo de Brondo, quien no se aferra a un mismo estilo de dibujo a lo largo de todo el libro sino que se permite jugar con trazos más estilizados o más crudos, coloreados en tonalidades y paletas diferentes, predominando cierto aspecto deliberadamente sucio, desprolijo, oscuro, que resulta apropiado para la historia que se cuenta.
En cuanto a la edición, se trata de un buen trabajo de Llanto de Mudo en el cuidado de los detalles gráficos y calidad del libro, a la que sólo puede achacársele algunas (pocas) imperfecciones en bocadillos de texto y fallas de impresión, corregibles para futuras ediciones. Es de destacar que se trata de un trabajo publicado originalmente en capítulos de manera digital por una editorial italiana (BookMaker Comics), la cual también ha editado un libro impreso.
En este aspecto cabe señalar también que estamos ante un “volumen 1”, con lo cual se espera una continuación en el corto plazo. Si bien se ofrece un cierre a la narración de este primer tomo, el desenlace igualmente es abierto y la última escena no es lo habitual como para terminar una historia, que aunque esté a tono con lo poco usual del contenido en general de Bone Machine, hace necesario un segundo volumen.
Dado el trabajo de Diego Cortés y Nicolás Brondo, con puntos a mejorar pero con un saldo claramente positivo, seguramente ese tomo 2 de Bone Machine será bien recibido por muchos lectores que querrán ver más de este extraño mundo en el cual la literatura es lo más valioso que existe.