Edición original: Cándido (Rabdomantes Ediciones).
Guión: J. J. Rovella.
Dibujo: J. J. Rovella.
Entintado: J. J. Rovella.
Formato: Rústica, 80 páginas.
La creciente tarea editorial de la Argentina en los últimos años ha permitido tanto la publicación de material nuevo como la recuperación de trabajos realizados en otros momentos menos propicios para la edición, como ser la época dominada por los fanzines entre fines de los 90 y principios de los 2000. Tal es el caso de Cándido de J. J. Rovella, publicado originalmente entre los 1998 y 1999, a lo largo de tres números de la revista Catzole compartiendo espacio con Salvador Sanz, por citar un nombre prominente y conocido por todos.
Esta recuperación realizada por el sello Rabdomantes Ediciones (responsable también de la revista Quimera), permite introducir a muchos lectores a un Rovella completamente alejado del trabajo de humor gráfico e historieta para niños con el que se lo conoce en la actualidad, fruto de sus más famosas publicaciones (Dante Elefante, tal vez la más conocida). En las palabras que dedica a modo de prólogo el propio Sanz, testigo de la evolución del autor, cuenta que en aquellos años de Catzole desarrollaba simultáneamente ambos estilos: uno de línea clara con una veta más humorística, y otro lleno de tramas de plumín y tinta china orientado al drama, de tono realista. Con el tiempo prevaleció el primero, pero el otro sigue vivo pidiendo salir desde el pasado. A la vez que reconoce que le interesaría volver a trabajar con ese estilo, en este libro que reedita Cándido lo vemos volver un poco con tres páginas nuevas; dos de prólogo y una de epílogo.
Entre esos breves agregados, este libro recopila los tres capítulos publicados en Catzole, en los cuales construye un singular personaje (quien aporta su nombre al título) con una profundidad psicológica notable, teniendo en cuenta la corta extensión de las historias. Este hombre peculiar se inserta en un contexto de Salvaje Oeste, en un pueblo estereotípico con su cantina, su sheriff y su violencia física y armada, dentro del cual Cándido será uno de los pocos que no usa armas y que tampoco habla. Lo que conocemos del personaje inicialmente, lo sabremos por lo que otros dicen de él y por breves flashbacks, que a su vez guardan misterio.
Desde su silencio y su aparente pasividad, será testigo y partícipe de varios hechos que suceden en este poblado, siendo observado con desconfianza por unos y visto con cierta lástima por otros. Dichos sucesos son narrados en los dos primeros capítulos, comenzando con la muerte accidental de una maestra a manos de dos de sus alumnos manipulando imprudentemente un arma, y siguiendo con la desaparición de la ayudante del sacerdote del lugar. En ambas, Rovella se las ingenia para presentar narraciones con mucho contenido en poco espacio (hasta subtramas y personajes secundarios atravesando el nudo principal), así como para ofrecer desenlaces contundentes, utilizando el género del western como base sobre la cual circulan el thriller, el policial negro y el terror.
El tercer capítulo está centrado en la propia historia de Cándido, a partir de un hecho en el presente que lo lleva a volver sobre su pasado mediante una foto y un diario suyos, en la cual el autor profundiza en el drama de este personaje brindando mayor relevancia e interés a lo leído en las partes previas del libro.
En cuanto a la realización, en lo que respecta al guión se evidencia que se trata del trabajo de un autor en formación con pequeños fallos que por momentos llevan a la confusión, pero en principalmente son tres buenas historias bien logradas. Y en el apartado gráfico se nota el uso y abuso de las tramas con plumín y tinta china al cual refiere
Por lo tanto, con la lectura de Cándido se llega a la conclusión de que es un material que merecería ser rescatado del olvido (o desde el recuerdo de unos pocos) para hacerlo conocido al público actual. La tarea de recuperación que emprendió la editorial con este tomo es por ende loable, ya que seguramente fue motivada por el deseo de reponer un trabajo que lo ameritaba. Y lo es más aún porque Cándido es sólo sólo el primero de una colección denominada Reencuentro, que Rabdomantes continuará (muy pronto) con