Uruguay es un país pequeño, en cuanto a superficie y cantidad de habitantes, pero es grande en otros aspectos. Uno de esos aspectos es la producción cultural en muchas de las artes. En esa cultura uruguaya la historieta siempre ha tenido un lugar, aunque en muchos períodos históricos el espacio no haya sido grande. Y al igual que en diversos puntos de Latinoamérica, como ya hemos señalado, en los últimos 5 a 10 años el mundo de la historieta ha estado creciendo sostenidamente hasta niveles históricos.
Para hablar de esto habíamos acudido ya, en ocasión del evento Comicópolis, al dibujante Matías Bergara, y obtuvimos ahora también la palabra de otras figuras importantes para el cómic uruguayo como lo son el guionista y editor de Grupo Belerofonte, Rodolfo Santullo, el responsable del evento Montevideo Comics (y también guionista y periodista), Matías Castro, y otro autor y editor en este caso de GAS Comics, Martín Pérez más conocido como MaGnUs.
En el día a día, semana a semana (o quincena) de esta sección, lo que más nos interesa es la actualidad. Pero hay todo un camino recorrido hasta llegar a este presente, que en la historieta de Uruguay se conforma por la propia tradición histórica de varias décadas, que tiende en mayor medida hacia el humor gráfico y la tira breve. En esa historia, la persona destacada de manera unánime es Julio E. Suárez, conocido por el nombre Peloduro en referencia a su más importante obra. Tan relevante es Peloduro, que desde 2011 se celebra en Uruguay el Día de la Historieta el 16 de septiembre en honor a su nacimiento, por iniciativa de la Asociación Uruguaya de Creadores de Historieta (AUCH por sus siglas, de la cual ya hablaremos).
Pero desde luego, en tanto tiempo hay mucho más por señalar en cuanto a autores relevantes de la historia del relato gráfico de Uruguay. Los entrevistados coinciden en listar a William Gezzio, José Rivera y Carlos María Federici entre los nombres destacados, todos ellos trabajando en estilos que se diversificaban más allá del humor. MaGnUs se dio el gusto de explayarse un poco más y nos menciona los siguientes, además de los ya nombrados: “Geoffrey Foladori (FOLA, creador de Pelopincho & Cachirula), Enrique Ardito (creador de la tira de periódico más longeva de Uruguay, Viviana y Yamandú, que se publicó en el diario La República entre 1991 y 2012, y venía de otras dos tiras, Yamandú Collazo, del 89, y Viviana Clic, del 90)”. A su vez, Santullo nos indica agregando, “de los 80s para acá, el trabajo de Tunda y Ombú. Más cerca en el tiempo Renzo Vayra sin dudas”. Para profundizar, pueden consultar la sección de Enlaces de interés más abajo.
Por último, y de manera concluyente, Bergara nos contaba lo siguiente: “Hace poco hicimos una muestra retrospectiva de los últimos 40 años de historieta en Uruguay, donde más o menos cubrimos todos los autores importantes desde el año 1972 hasta este año, autores significativos por calidad de obra, por cantidad de obra, y la mayoría de los historietistas en sí que tenemos en Uruguay están más tirados hacia el humor gráfico, o hacia un estilo de historieta chiquito, de tira, y no de lo que hoy se conoce como novela gráfica. Realmente el formato de novela gráfica como el formato de grandes relatos ilustrados lo estamos inaugurando nosotros, nuestra generación, los que arrancamos desde el 2000, 2005, 2006, 2007. Somos gente que ya crecimos con eso, con el formato de novela gráfica, leyendo grandes colecciones de historietas, cuando antiguamente lo más común de los dibujantes es que en Uruguay, por lo menos, estuvieran más bien ligados a la función editorial, a los diarios, a las revistas, a las publicaciones. En Uruguay nunca hubo una [revista] Columbapor decirte un ejemplo. Por lo tanto, esa especie de cosa episódica y narrativa nunca hubo. La mayoría de los dibujantes eran a mitad historietistas, mitad humoristas graficos, más que nada”.
Por lo tanto, para formar toda a esa mencionada generación de historietistas actuales, autores de novelas gráficas y de los más variados estilos y géneros, con esta historia propia, aunque bastante rica, no habría bastado. Aquí es donde resultan determinantes influencias exteriores, desde Europa, y desde Estados Unidos y de su vecino país Argentina, lugares estos últimos dos en donde también trabajaron y con gran éxito nacional e internacional autores uruguayos como, por mencionar un nombres indiscutible, Eduardo Barreto.
Antes de pasar a este presente, Rodolfo Santullo hace referencia a un libro que funcionó como una especie de transición: “Me parece importante destacar una publicación: el libro Historietas.Uy, editado en el año 2000, que adaptaba cinco relatos de autores nacionales (Benedetti, Estrázulas, Onetti, Acevedo Díaz, Quiroga) a historieta de la mano de cinco de los mejores exponentes del lenguaje en el país (Tunda, Ombú, Daniel González, Eduardo Barreto y Renzo Vayra). Al margen del resultado artístico de este libro -que fue buenísimo- estuvo también el resultado editorial: un libro presentable, alejado por completo del formato revista, digno expositor en cualquier librería. Ese libro fue un modelo para muchos de nosotros hoy día”.
Nos quedamos con la palabra de este escritor y editor, y tomando el mencionado 2000 como referencia, aunque no sea un dato histórico preciso, menciona: “lo cierto es que nunca antes, hasta el año 2000 aproximadamente y de ahí para acá, se había logrado una estabilidad y frecuencia de publicaciones. Se estaba condenado a un eterno recomenzar”.
En ese mismo sentido escribía Federico de los Santos hace casi dos años atrás, en un artículo para el blog Cuadritos: “históricamente, el cómic uruguayo padeció de ciclotimia, con pequeños auges de no más de cinco años, truncos por períodos de sequía tras los cuales había que comenzar todo de nuevo. El aislamiento entre los creadores fue agravante en las épocas duras, especialmente durante la crisis de principio de siglo, años en que los argentinos se agrupaban en colectivos para resistir el vendaval. Hoy, el cómic uruguayo está frente a uno de los mejores panoramas de su historia, tanto hacia adentro -por la calidad y proliferación de obras- y hacia afuera -por la visibilidad y el interés en la historieta por parte de varios actores relevantes, Estado incluido”.
Esto coincide, una vez más, con lo que nos cuenta Santullo: “Actualmente se vive en Uruguay una verdadera ´primavera´ de la historieta. En parte por los apoyos estatales (los tan mentados Fondos Concursables) y en parte por la labor continuada de un grupo de artistas (y la conformación hace dos años ya de AUCH) hoy en día hay entre 15 y 20 nuevos títulos anuales, algo que nunca antes se había visto en el mercado local”. Una pequeña mención y explicación merecen los mencionados Fondos Concursables. Creados por ley hacia el año 2006, se trata de un programa del Ministerio de Educación y Cultura que, dicho simplemente, financia emprendimientos culturales seleccionados por jurados. Este programa cuenta con una categoría llamada Relato Gráfico que posibilitó económicamente a decenas de historietas uruguayas en los últimos años.
Y, para cerrar con esta visión general del presente, también está de acuerdo Matías Castro, quien señala que “es un gran momento para la historieta en Uruguay, tal vez el mejor en las últimas cuatro décadas. Hay varias librerías, los lectores pueden acceder también a los materiales a través de internet (de forma legal o ilegal) y cosa no menor: las historietas uruguayas se publican en ediciones competitivas que tienen distribución normal en librerías y Ferias del Libro”.
Cabe destacar que la gran mayoría de esas ediciones no provienen de grandes editoriales, sino de sellos creados en los últimos años por autores que devinieron editores forzados un poco por el contexto. Recordamos la palabra de Bergara: “el mercado editorial en Uruguay en cuanto a cómics es puramente independiente, en el sentido de que ninguna compañía grande editora tiene una división de cómics. Hay editoriales nacionales y transnacionales (…) pero las editoriales grandes no se juegan por la historieta, y menos si son de autores locales”. La competencia que se menciona, entonces, se da por la calidad de las ediciones logradas, así como por las tiradas suficientemente grandes que permiten abastecer al público lector en Uruguay, y también llegar con la distribución a lectores en Argentina.
Respecto a cómo se dio ese devenir de autor a editor, cuenta Santullo que “cuando muchos de los que estamos hoy día activos arrancamos no existía industria editorial. ¿Cómo publicar entonces si no te transformás también en editor? Pero con el paso del tiempo -y una estabilidad en el mercado editorial, sobre todo en Argentina- han surgido distintas alternativas. Yo no he dejado- ni lo haré- de publicar con mi propio sello Belerofonte, pero este año que termina publiqué en Fierro, con Pictus, con Puro Comic de Rosario, con OvniPress«.
Castro juzga que sucede esto “porque no hay tradición editorial (que no es lo mismo que tradición artística), por lo que hasta hace una década no había costumbre en librerías de exhibir y vender historieta uruguaya (aparte la que había no podía competir en librerías). Igualmente hasta hoy hay que enfrentar prejuicios y razonamientos idiotas de libreros que dicen ´no pongo historietas porque no venden´, como si cada uno de los miles de libros en las librerías fuera un bestseller. Es más bien un prejuicio generacional que se ha ido pasando. Esto se debe a las buenas ediciones, a la demanda y también a que los autores han aprendido a hacer que sus libros suenen fuerte en la prensa. Pero si los propios autores no salen a armar sus libros (y han tenido que aprender cómo hacerlo), normalmente las editoriales establecidas no lo van a hacer. La excepción es Estuario, que rompió esquemas y publicó comic, ahora es parte de [el colectivo editorial que hemos mencionado] Mojito. Para las cifras de venta en Uruguay, no da que una editorial invierta en contratar un guionista y dibujante para que les hagan una novela gráfica. Por eso los autores se cansaron de esperar y se convirtieron en editores”.
Una visión similar, pero con sus propios aportes, es la que nos brinda MaGnUs: “Definitivamente la cantidad de comics sería infinitamente menor si no hiciéramos esto. La época de historietas uruguayas en prensa ya pasó, salvo honrosas excepciones (y ni hablar de suplementos enteramente dedicados a comics); y las editoriales ´tradicionales´ no parecen estar, como regla general, interesadas en el comic. En este último caso ha habido excepciones, también, pero se limitan a historietas educativas o históricas, o a ejemplos puntuales surgidos de guionistas que también tienen una carrera fuera del comic y una relación con la editorial ´de libros´. No digo que nadie haría historieta, pero la cantidad seria, como dije, ínfima, comparada con la producción actual. Te juntas con otra gente para crear, o para editar, y buscas darle un nombre, una impronta visual. (…) Hasta los que pueden escribir y dibujar sus propios comics, hacer todo el trabajo sin ayuda externa (más allá de que luego colaboren con otros), buscan la idea del ´sello editorial´, para dar una imagen comercial/profesional al producto… a la mayoría de la gente le suena mejor algo como Epopeya Comics (que ejemplo feo que elegí…) que Carlitos González Comics, ¿no?”.
Para hacer frente a la competencia, además, las editoriales en Uruguay suelen colaborar entre sí (y con otras de Argentina) para afrontar gastos o gestiones que se harían difíciles para una sola, lo cual derivó recientemente en el mencionado Mojito, generando un interesante y loable trabajo conjunto para llevar adelante y mantener el gran momento de la historieta en Uruguay. Santullo cuenta como sucedió para su editorial, Grupo Belerofonte: “En nuestro caso, se dio el camino más lógico. Si somos amigos con Marcos Vergara y Alejandro Farias [de Loco Rabia Editora] y todos editamos historietas ¿por qué no trabajar juntos? Y el resultado del trabajo en coedición -menos costo individual, más libros, etc.- fue tan bueno, que se transformó en una experiencia que luego se empezó a realizar constantemente (con Dragoncomics, con Estuario Editoria)”.
AUCH, la Asociación Uruguaya de Creadores de Historieta
En este contexto, no es menor la aparición de la AUCH que denota en cierto punto el crecimiento y el trabajo en la historieta del país, y por otra parte viene a colaborar con este. Fundada el 14 de mayo de 2011, “nuclea a guionistas, dibujantes y otras personas involucradas en la producción de historietas” y “se presenta como plataforma de divulgación, apoyo y emancipación del sector de la historieta dentro del mercado y conjuntamente permite un contacto fluido con el resto del sector editorial a través de la participación en el Conglomerado Editorial”, tal como reza en su sitio web.
En poco más de dos años y medio, caben destacar algunos de los logros más visibles al público: la publicación de la antología Verano, que pronto será seguida por Otoño (y ya está en preparación, Invierno), reuniendo historietas seleccionadas por concurso de diferentes autores socios de la asociación, con cada estación como tema; la mencionada muestra que se tituló UY! Cuatro Décadas de Cómic Uruguayo, con su respectivo catálogo; la creación de un catálogo de publicaciones, que a su vez tiene presencia en diversos eventos de importancia, sean específicos de cómics o Ferias del Libro. Esto demuestra que más allá de crear un grupo de contención para historietistas, han trabajado de una manera que resulta relevante para el cómic uruguayo.
Es destacable, para finalizar con la AUCH, que cualquiera que haya participado en la publicación de una historieta en papel o digital puede asociarse, dejando entonces las puertas abiertas a prácticamente todos los historietistas del país.
Pueden leer más de esta también a partir de los enlaces más abajo.
Montevideo Comics
Hablando de eventos, debemos detenernos en este aspecto de mundo del cómic de Uruguay por un momento. Conversando con Bergara nos comentaba lo siguiente respecto a esto: “eventos grandes había 2, que son Montevideo Comics (el más tradicional), y otro que se llamaba Continuará que se hizo durante 6 años y en 2013 ya no se hizo, y capaz vuelve el próximo año. Estos son eventos grandes, para varios miles de personas… alguna muestra, algún premio oficial, la publicación de alguna obra inédita, cosplay, lo que suele haber en los festivales, invitados internacionales y todo. Y no una cosa chiquita. Cuando es Montevideo Comics, por ejemplo, sale en todos los medios, absolutamente todos, es cubierto, es una cita anual fija”.
Le solicitamos entonces a Matías Castro que nos contara la historia de esta cita del cómic uruguayo. “Montevideo Comics surgió en 2002, como el fruto del trabajo de unos amigos aficionados a las historietas, que estaban cansados de cruzar a Buenos Aires para ir a festivales de comics. Con los nulos conocimientos que teníamos sobre organización y con el mundillo under de los cómics de aquél entonces, hicimos el primer festival en un boliche subterráneo. Esperábamos unas 200 personas como mucho y fueron casi 600. (…) Ha crecido de forma sostenida, incluso más allá de nuestras expectativas. Creo que esto se debe a que si bien desde la organización nos rompemos el culo tratando de hacer crecer la Convención, los que participan de ella (autores, editores, escuelas, talleres, fans, locales comerciales) también se matan por crecer. Es un movimiento colectivo que no ha parado en estos años. (…) Tomamos ideas de muchos lados y de ninguno en particular, debido a que teníamos que adaptar nuestro proyecto a la realidad uruguaya, con recursos uruguayos. Debido a que arrancamos muy de abajo, durante los primeros seis años no tuvimos un solo apoyo de instituciones públicas y dependimos de la venta de entradas y unos pocos auspiciantes. De a poco eso cambió y ahora tenemos auspicios del Estado, pero también seguimos dependiendo de la venta de entradas. Es un formato mixto que no depende solo de la subvención estatal pero que no está totalmente librado a la venta de entradas. Por otra parte no podemos decir que no tiene fines de lucro, porque el objetivo es que rinda el suficiente dinero para mantener nuestra estructura de trabajo”.
Y destaca, para concluir: “una iniciativa que he visto solo en la Semana Negra de Gijón (creo, tal vez me equivoque) es que producimos un libro y lo regalamos con la entrada. El último año y el próximo el libro contiene la obra de un autor clásico, restaurada y presentada al público”.
En el caso de 2013, se trató de Federici, Detective Intergaláctico, presentando las historietas de Carlos María Federici.
Editoriales y publicaciones
Para cerrar este artículo, realicemos un repaso resumido de las editoriales y publicaciones que hacen hoy en día a la historieta en Uruguay.
Grupo Belerofonte: es la editorial de vanguardia de la nueva época de la historieta en el Uruguay. Surge en 2005, a partir de la experiencia en la revista Quimera que salía con el diario local La República. Cuando el diario resuelve dejar la revista, del equipo que la conformaban quedaron tres (Ignacio Calero, Gabriel Ciccariello y Rodolfo Santullo) con ganas de seguir adelante y así fue que editaron Crímenes ese mismo año. Posteriormente, tanto Calero como Ciccariello se desvincularon (aunque siempre están ahí cerca) de la editorial. Esta editora ha marcado tendencia en la edición de historietas y se ha consagrado entre los principales sellos de la región, publicando una gran cantidad de autores uruguayos y extranjeros entre los que se incluyen Diego Agrimbau, Max Aguirre, Enrique Alcatena, Frank Arbelo, Matías Bergara, Diego Cortés, Lisandro Estherren, Dante Ginevra, Nicolás Peruzzo, Federico Reggiani y Luciano Saracino.
Dragoncomics: nació en 2003 creada como sello editor Dragon Comics de la serie Freedom Knights por Pablo «Roy» Leguisamo y Beatriz Leibner. Luego de varios años y distintos trabajos, en 2011 se transforma en Dragoncomics Editora con cambios que van más allá del nombre y tienen que ver con un proyecto editorial maduro. Es una joven editorial que se ha planteado ampliar las fronteras de la historieta en su país. Caracterizada por una línea editorial que explora un amplio espectro de historias, géneros, estilos, así como de públicos lectores. Algunos de los autores publicados por esta editorial son Lauri Fernández, Abel Alves, Gustavo Sala y Marcos Vergara.
Ninfa Comics: editorial encabezada por Nicolás Peruzzo que comenzó publicando su cómic Ciudad Fructuoxia. Desde allí creció como editorial, siendo un punto de inflexión la obra Ranitas: Catarsis & Rock n Roll (junto a Belerofonte) también de Peruzzo, editando recientemente Las andanzas de Vlad Tepes de Silvio Galizzi y Matías Bergara. En su sitio web aquí debajo pueden descargarse muchos de sus cómics.
Mojito: El Colectivo Editorial Mojito es la unión de las editoriales Grupo Belerofonte, Dragoncomics Editora, Loco Rabia Editora y Estuario Editora, con el fin de potenciar la producción, edición y distribución de historietas a nivel nacional y regional. El Colectivo tiene como plan editorial la edición de al menos 5 libros por año entre antologías, novelas gráficas y artbooks, así como la realización de un concurso anual de historietas y la publicación de la obra premiada. En su catálogo ya cuenta con la antología Novelas Ejemplares y la novela gráfica La Comunidad.
GAS Comics: es una editorial de comics, basada en Uruguay y dirigida por tres uruguayos, pero que trabaja con historietistas de todo el mundo. El colectivo creativo surge inicialmente en 2009 como un taller de historietas y luego se transformó en un sello editorial, modesto pero con continuidad. De las personas que lo iniciaron, las tres que permanecen son Federico Taibo (Taibox), Carlos Lemos, y Martín Pérez (MaGnUs). Desde el momento de su fundación publican historietas en formato digital, en la web. Además de muchos cómics digitales, llevan editados cuatro revistas en papel, y actualmente publican dos webcomics semanales (Mi Vida Sin Un Jetpack y Portento ). En este 2013 publicaron su primera novela gráfica, Grimorio Del Plata, y el próximo año publicarán su segundo libro, Crononautas.
Marche un cuadrito: sitio web de cómics publicados digitalmente, es una vidriera de lo que está haciéndose en la historieta de Uruguay; aunque cuente también con autores de otros países, la mayoría son uruguayos y sus coordinadores son Roy de Dragoncomics y Santullo de Belerofonte. Pueden leerse historietas completas, algunas ya también editadas en formato de libro impreso, y también varias historietas en curso, con actualización semanal, con un variado menú.
Enlaces de interés
Para profundizar en diversos puntos tocados en este artículo sobre la historieta uruguaya, pueden visitar los siguientes enlaces.
Sitio web de la AUCH, con varios catálogos de obras y de la muestra mencionada
Sitio web de Montevideo Comics
Tienda online de Dragoncomics, desde la cual pueden comprarse muchos de los cómics actuales
Entrevista a Renzo Vayra en el blog Cuadritos
Artículo sobre Carlos María Federici
Una ojeada a la historieta uruguaya de los sesenta
Entrevista a William Gezzio en La Duendes
Entrevista a Tunda Prada
Artículo sobre Uruguay de 2012, de Federico de los Santos para el blog Cuadritos
Excelente, completo y muy respetuoso relato de la historia más reciente (Peloduro en adelante)…solo mencionaría para agregar algo más al proceso histórico el éxito que fueron en su momento dos publicaciones mensuales El Dedo (con pocos números y la presión de los últimos años de la dictadura) y su continuación en la revista Guambia.
Si bien no eran especializadas en historietas o series, permitieron iniciar y darse a conocer a muchos de los grandes dibujantes y argumentistas de los últimos años. como Yorugua, muy agradecido de que aparezca algo en este excelente portal, el cual abro todos los días ávido de noticias de DC entre otros.
El gusto es mío 🙂
Desde ya que no es toda la historia del cómic en Uruguay, es un repaso por arriba, por ende quedan cosas sin nombrar. Gracias por tu aporte!
Saludos!