Un año atrás decíamos que “el solo hecho de mantener el nivel para una sexta edición ya sería más que suficiente”. La Crack Bang Boom número 6 ocurrió y cumplió el objetivo de mantener su nivel acostumbrado y elevarlo más corrigiendo y mejorando detalles, incorporando novedades, creciendo en cantidad de público y acompañando el desarrollo reciente de la producción de historieta.
La edición 2015 de la Convención Internacional de Historietas de Rosario debió superar varias complicaciones para alcanzar estas metas, de las cuales la más evidente fue dada por el imponderable clima que trajo lluvias en las dos primeras jornadas del evento, y que en los días previos había provocado inundaciones en las rutas entre Buenos Aires y Rosario, un camino vital para el evento, para la llegada de algunos de los invitados oficiales, los autores que viajan por su cuenta, los editores con las publicaciones para ofrecer desde sus stands y, claro, también parte del público asistente.
Esto trajo aparejado un jueves y un viernes algo apagados, con algunos vacíos esperando ser llenados de libros y con menor afluencia de visitantes que, no obstante, tampoco fueron escasos. El sábado cuando por fin el sol volvió a brillar sobre la ciudad en todo su esplendor, la cantidad de público fue masiva y se pobló el parque que rodea los tres galpones donde ocurre la convención. Hasta Jill Thompson quiso disfrutar de sol y solicitó a la organización que le instalen una mesa para firmar y dibujar para sus fans al aire libre. Esta masividad se repitió el domingo, entre la celebración del Día del Niño, el paseo vespertino clásico de este día para muchas familias, y el llamativo desfile del concurso de Cosplay, que hicieron que tanto el camino entre galpones como sus mismos pasillos fueran casi intransitables.
Puede hacerse el análisis de que el público se dividió entre los más fieles seguidores del cómic y de la Crack en sí arribando desde el primer día de la convención (y seguramente durante los cuatro del evento) mientras que el sábado y domingo se produjo la afluencia de visitantes ocasionales o que solo podían permitirse viajar el fin de semana, curiosos, familias paseando por el parque… etcétera. En conjunto, un público que colmó los tres galpones y el espacio que los rodea para dar vida a la convención y para dar ventas a las editoriales y tiendas que dispusieron sus stands.
Esto dio un resultado en lo numérico de un crecimiento del 30% en el corte de entradas, según datos de boca del propio Eduardo Risso (cabeza visible de la organización) en el cierre del evento, lo cual implicaría unas 24 mil personas, a quienes si se les suma los que asistieron a los otros espacios sin pagar entrada la cifra escalaría a unas 36 mil.
Las atracciones que tuvo Crack Bang Boom para esta gran cantidad de público fueron variadas. Como es ya habitual se presentaron varias muestras de cómic, relativas a los invitados oficiales y de otras temáticas de interés. Entre las primeras se pudo apreciar precisamente una selección de varios trabajos de todos los autores seleccionados por la organización, así como una específica de Horacio Altuna (exhibiendo material original), una de Cazador por Jorge Lucas y una más de pin-ups inspirados en la obra del homenajeado Juan Giménez a cargo de todos los artistas que pasaron alguna vez por la convención que pudieran y quisieran participar (que fue un total de 33, recopilados en un hermoso catálogo para guardar).
Asimismo, cada uno de los invitados tuvo su momento especial en las mesas “A solas con” brindando la oportunidad de conocerlos en persona, escucharlos, preguntarles lo que deseen… En esta área Jill Thompson se llevó todos los aplausos, así como el escritor Leo Oyola atrajo a muchos deseosos de ver imágenes de la inminente adaptación al cine de su novela Kryptonita (que presentará un elseworld de la Liga de la Justicia del conurbano de Buenos Aires), y las de los veteranos autores Juan Giménez y Horacio Altuna estuvieron bien pobladas. Igualmente, todos los comensales supieron entretener a su público dando cuenta del ánimo de fiesta que supone Crack Bang Boom para todos los que participan.
Justamente, en la noche del sábado se organizó la fiesta oficial de la convención con la actuación de bandas relacionadas con el cómic como son Agente Feldon (donde es parte el autor Mauro Serafini) y Sephiroth (conjunto de J-Rock), en la cual se pudo compartir un momento más relajado entre todos los que hacen la convención, desde el público general (varios de ellos con disfraces) hasta los autores y editores.
Algunas horas antes de la Crack Bang Boom Party, la convención vivió otro momento de celebración: la primera entrega de los Premios Carlos Trillo destacando la labor de la producción de cómics en Argentina durante todo el 2014, en ocho categorías diferentes. Los orgullosos ganadores fueron:
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Mejor Obra Público Adulto: Altavista de Fernando Calvi editado por Hotel de las Ideas
Mejor Obra Público Infantil: Escuela De Monstruos 5 de El Bruno (Mauro Serafini) editado por Editorial Pictus
Mejor Obra Humor Gráfico: Hijitos De Puta de Gustavo Sala editado por Llanto de Mudo
Mejor Antología: Liga Del Mal 2 de Tony Ganem, Diego Simone, Gerardo Baró, Pablo Tambuscio, Patricio Plaza e Industrias Lamonicana editado por Llanto de Mudo
Mejor Guionista: Rodolfo Santullo por Malandras editado por Historieteca
Mejor Dibujante: Quique Alcatena por La Estirpe Maralha editado por Napoleones sin Batallas
Mejor Autor Integral: Salvador Sanz por Angela della Morte 2 editado por Ovni Press
Mejor Portada: Fierro #95, de Alejandro Burdisio, y Liga del Mal 2, de Julián Totino Tedesco.
Además, se otorgó un premio especial a la trayectoria a Horacio Altuna quien fue invitado a la Crack Bang Boom para celebrar sus 50 años de trabajo con el cómic.
El denominador común de los discursos de los ganadores estuvo en destacar el placer de recibir un premio por hacer lo que aman y elegido por los colegas (votaron los invitados de las ediciones anteriores de la convención). Asimismo, se repitieron las palabras en recuerdo y homenaje a quien da nombre al premio, el gran escritor Carlos Trillo, tanto como al recientemente fallecido autor y editor Diego Cortés. (Quien lo desee puede ver un video completo de la entrega en este enlace).
Sumando atractivos de Crack Bang Boom, uno repetido ya en los últimos años es la presentación de una enorme cantidad de libros nuevos de diferentes sellos editoriales, autores, géneros, estilos, etcétera. Es en este plano donde se aprecia mejor el crecimiento que ha tenido la producción de cómics en el país y la región entre los últimos 5 y 10 años, a lo cual la convención ha aportado y acompañado en gran medida. Varios son los editores que eligen este evento para presentar su nuevo material, contándose más de 50 títulos nuevos introducidos al público en estos cuatro días (y de ellos iremos dando cuenta en esta sección).
Otra buena costumbre de la Crack, en este mismo sentido, es la posibilidad de conocer autores de otros países de la zona que también tienen un espacio para presentar su trabajo. En esta oportunidad llegaron los grupos Falcatrua de Brasil, Zobako Comics y La Tregua de Chile, y la también ya acostumbrada comitiva de la Asociación Uruguaya de Creadores de Historietas. (Sus trabajos también circularán por esta sección).
Un último atractivo para el público, ya con un perfil más profesional o intenciones de serlo, estuvo en la organización de talleres y clínicas de guión, ilustración, realización de fanzines, diseño de personajes y más, a cargo de varios de los invitados (Leo Oyola, Luciano Saracino, etcétera), así como en la recepción de carpetas por parte del editor de DC Comics Eddie Berganza con el plus de que Jill Thompson también hizo devoluciones a aspirantes a dibujantes.
Párrafo aparte merece el esfuerzo que hace la organización del Equipo CBB (el propio Risso, Juan Ángel Szama, Eduardo Santillán Marcus, Germán Peralta y David Alabarcez), junto con la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, para corregir aspectos que se marcan al final de cada edición. En este caso, una mejora destacable fue la distribución de los espacios que en concreto se evidenció en la disposición del Callejón de los Artistas (dedicado a los invitados de esta y las anteriores convenciones firmen, vendan su material y conversen con sus fans) en el galpón denominado Centro de la Juventud, donde se ofrecía también la producción de fanzines.
Esto permitió por un lado que los asistentes no estuvieran obligados a pagar la entrada para conocer a los autores, dado que ese espacio era de entrada gratuita, lo cual por otro lado redundó en mayor cantidad de público abocada en este espacio que pudo encontrarse sin buscarlo intencionadamente con otras publicaciones autogestivas e independientes.
Este resumen de lo que fue la Crack Bang Boom 6 nos deja la conclusión de que es un éxito consolidado en todos sus aspectos, disfrutado una vez más por los que pasan por ella sin importar cuál sea su rol: editor, autor, público, prensa…
Como no podía ser de otra manera, Eduardo Risso en la ceremonia de cierre de la convención afirmó que habrá una séptima edición, confesando que en la previa dudaba de ello por el agobio que genera el esfuerzo que merece su organización. Con las baterías recargadas de las buenas energías del éxito nos reencontraremos todos en Rosario en un año, entonces, para volver a disfrutar de la Crack Bang Boom.
Un evento que crece año a año y se supera increíblemente! Esta edición fue alucinante!