El Hombre Hormiga a través del tiempo
Como suele ser ya usual desde hace unos cuantos años, cuando el Universo Cinematográfico Marvel se dispone a estrenar una nueva película basada en uno de los muchos personajes que pueblan la Casa de las Ideas, es natural que, por un lado se reedite material antiguo del personaje e cuestión y que, por otro lado, se publiquen nuevos cómics e historias sobre el mismo.
En este caso, toca hablar del Hombre Hormiga, y es que, la tercera película protagonizada por este personaje que tanta importancia tiene ahora mismo dentro del MCU, se estrena este mismo mes de Febrero, por lo que Panini Cómics se ha apresurado a editar la nueva serie limitada del personaje con guion del inigualable Al Ewing (Defenders, Ultimates) y dibujo del genial Tom Reilly (The Thing).
Sin embargo, en este caso no estamos ante un cómic que narre una nueva historia del Hombre Hormiga que de inicio a una nueva etapa editorial del personaje (lo más común cuando se trata de aprovechar las sinergias entre cine y cómic) o ante una obra pensada para que los lectores menos duchos en Marvel conozcan al personaje.
No, estamos ante algo muy diferente, lo cual tampoco nos sorprende mucho teniendo en cuenta que Al Ewing es uno de esos autores capaces de innovar muchísimo pero siempre tomando como base el extenso legado de los personajes en los que trabaja.
Si en el Inmortal Hulk Al Ewing utilizaba no solo todas las facetas (y colores) del Coloso Esmeralda, ahondado la raíz de su historia en los primeros números de su colección, ideados por Stan Lee y Jack Kirby, con El Hombre Hormiga hace más o menos lo mismo, pero cambiando la ambientación de terror cósmico y lovecraftiano por narrativa Pulp pura y dura.
Y ello no debe de extrañarnos, teniendo en cuenta que El Hombre Hormiga como tal, no es si no un personaje de lo más Pulp, y no solo porque el cómic superheroico de la década de los sesenta beba directamente del Pulp, si no porque no hay nada más fantasbuloso, estupendástico y maravitupendo que un hombre capaz de cambiar de tamaño a voluntad.
Así nos lo han demostrad grandes hitos de la historia del cine como El Increíble Hombre Menguante, película dirigida por Jack Arnold que en 1957 influenció sobremanera al futuro Hombre Hormiga, nacido en Tales to the Astonish #27 (de Stan Lee, Larry Lieber y Jack Kirby), publicado en Enero de 1962, tan solo cinco años después.
Y ello por supuesto sin olvidar la importancia que la Distinguida Competencia jugó en la génesis del Hombre Hormiga, al ser éste un personaje similar al popular Atom, alter ego de Ray Palmer que debutó en 1940.
Tomando esta herencia Pulp como referencia, Ewing nos muestra una historia que sí, comienza en los orígenes de Hank Pym como Hombre Hormiga, pero en lugar de revisitar los mismos para actualizarlos, se limita a mostrarlos como una suerte de homenaje al cómic de la época, en el que el trazo de Tom Reilly, que imita al maestro Kirby en la forma de mostrar esas historias, consigue meternos de lleno en la historia.
De este modo, Hank Pym es solo el comienzo de la historia, que a lo largo de sus cinco números, pasa por la figura de Scott Lang, e incluso de Eric O’Grady, aquel tercer hombre hormiga creado por Robert Kirkman que nunca terminó de calar entre el público.
Quien por supuesto tiene un papel muy importante en esta historia es Janet Van Dyne, como esposa del primer Hombre Hormiga, mujer maltratada (aquel Avengers #213 de James Shooter y Bob Hall villanizó a Pym más allá de toda redención posible) y la persona que mejor entiende a este personaje tan complejo para los estándares habituales de Marvel Comics.
Por otro lado, Ewing juega no solo con el pasado, imitando Reilly cada estilo de dibujo en función de la época, si no que además introduce a un nuevo Hombre Hormiga de creación propia, el cual data de un tiempo futuro que veremos si se queda en una simple anécdota o si arraiga dentro del Universo Marvel.
Sea como fuere, Al Ewing y Tom Reilly construyen una obra que en tan solo cinco números realiza un repaso perfecto a la figura del Hombre Hormiga alrededor del legado del personaje, en una narración que está a caballo entre sus Defensores y sus Ultimates, en el sentido de innovar y llevar al personaje a rincones nunca explorados por el mismo pero sin olvidar de dónde viene y hacia dónde va.
Una obra distinta que demuestra que hay Marvel más allá del continuo refrito y de las constantes referencias nostálgicas que salvedad de algunos cómics, como el presente, caracteriza la era Cebulski.
Lo mejor
• El dibujo de Tom Reilly, adaptado para cada época.
• El viaje temporal que realiza Al Ewing abarcando pasado, presente y futuro del personaje.
Lo peor
• Que no existan más obras similares a esta en la Marvel actual.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.5
Imprescindible
Al Ewing y Tom Reilly nos traen un entretenido cómic que bucea en la historia de todos aquellos que han portado el manto del Hombre Hormiga.