No me quiero ni imaginar el número de veces que se ha escrito una historia sobre el origen de Superman, o sobre los primeros años de vida de Clark Kent, ya sea en medios como en el cine, en donde suele ocupar la primera parte de la película, en series de televisión, como la célebre Smallville, y por supuesto en el medio en el que nació, el cómic, bien en historias canónicas como en elseworlds. Es un tipo de historia muy versátil y a la vez también muy acotada, en el que puedes introducir conceptos nuevos o matices a las pautas clásicas que sigue la vida del personaje, pero tampoco te puedes desviar demasiado del camino, salvo que estemos hablando de una historia fuera de continuidad, si es que esto existe en realidad en un universo como el de DC.
No obstante, insisto, es una historia muy atractiva para leer y para escribir por parte de los guionistas. Eso mismo debió pensar
Dice el bueno de Marv en el prólogo de la obra que cree que esta es la mejor historia que ha escrito jamás sobre Superman. Puede ser, al menos si se refiere a una centrada en el hombre de acero, porque Wolfman es mucho Wolfman. Le daría la razón sin pensármelo dos veces si dijera que es una de las mejores historias de origen de Superman, aunque eso sería algo muy arrogante por su parte. Y es mucho decir, teniendo en cuenta la cantidad de historias y legendarios guionistas que han tratado el pasado de Superman. En concreto, Wolfman decide centrarse en su aterrizaje, y nunca mejor dicho, en Metrópolis, literalmente desde el primer instante, en el que el pobre Clark se ve anonadado por las luces y la grandeza de la ciudad, perdiéndose entre sus callejones más oscuros, hasta llegar a un piso que había alquilado y que no es lo que le prometían. Bienvenido a la ciudad, granjero, como diría Lois Lane.
Así pues, veremos desde el principio como al ilusionado Clark que quiere comerse el mundo trabajando en el Daily Planet y defendiendo la ciudad de las amenazas y las injusticias, le asaltan los problemas y las dudas sobre sí mismo desde el principio. Lo interesante es cómo poco a poco (bueno, técnicamente en cien páginas), Clark empieza a transformarse en el héroe que hoy conocemos, así como en el intrépido periodista que es, comenzando literalmente como un becario cuando quiere entrar a una empresa y tiene que subsistir mientras tanto con un empleo que no le satisface. Es interesante ver los primeros escarceos de su lucha contra el crimen, cuando aún no quería vestir su icónico traje, y se tapaba la cara con una especie de bolsa translúcida, intentando ocultarse entre las sombras, casi como si de un justiciero se tratase. Además, conocerá a algunas de las personas más importantes de su vida, como a su futuro jefe, Perry White, a Lois Lane, el amor de su vida, o a Lex Luthor, su mayor enemigo, en una trama que implica a unos misteriosos terroristas que están atacando la ciudad, y que pese a no ser el tema central de la obra, Wolfman consigue hacerlo interesante y coherente hasta el final, dando como resultado además una historia que se lee en un suspiro, a pesar de sus numerosos y bien escritos diálogos. Es el camino del héroe, del hombre y del periodista que hoy conocemos. La transición a la vida a adulta que todos hemos hecho o haremos en alguna ocasión. Y nunca ha sido mejor tratado como lo ha sido ahora gracias a Wolfman.
En el apartado artístico tenemos a
Guión - 9
Dibujo - 10
Interés - 8
9
Estupenda
La enésima historia de origen de Superman resulta ser una de las mejores que se han escrito sobre el personaje, en donde Wolfman sabe sacarle brillo a algo tan repetitivo y trillado como son los instantes previos al nacimiento de Superman como protector de Metropolis. Lástima que haya estado tanto tiempo encerrada en un cajón, pero ya sabéis lo que dicen, lo bueno se hace esperar.
Probablemente es el mejor comic que se ha escrito de Superman en los últimos 10 años. Del Superman humano, de ese que se empezó a perder justamente por 2009 y que se terminó de perder con el reboot de 2011, y el cual estamos recuperando un poco desde 2016.
Igual, ufff… sobresaliente. 9 de 10, es un poco mucho.
Debería ser preocupante que Superman no pueda ir más allá de su origen o su llegada a Metrópolis, o su primer encuentro con Luthor o con algún otro villano. Me siento en un loop infinito cada vez que leo algo así y me saca de la historia. Por más que valga muchísimo la pena, como esta. Pero es como el abuelo senil contándote una y otra vez lo mismo. Adoro al abuelo, adoro que me cuente eso tan bueno que me cuenta, y que lo cuente tan bien, pero no puedo evitar mirar la hora de vez en cuando mientras me lo cuenta la enésima vez.
Saludos!
En efecto, es de lo más interesante escrito sobre el personaje en los últimos años. Pero sí, no deja de ser preocupante el tener que ir a los orígenes de Superman para poder triunfar. De hecho de New-52 sus orígenes como tal también eran bastantes buenos, dejando pequeños arcos como «El niño que robó la capa de Superman». Pero también nos deja el mensaje de que Superman da más de si cuando el escritor no se olvida de que Clark Kent, su vida cotidiana como Clark Kent, también existe. Bendis en Action Comic lo tiene muy presente por ejemplo y pese a que la historia se siente como un preludio de todo lo que el escritor quiere hacer en la editorial consigue hacer brillar al personaje. Imaginad ahora centrándose 100% en Superman.
P.S. En general buena época para ser fan de Superman. Esta historia, Up in the Sky de Tom King, el momentazo de Justice League que nos dejó el personaje, etc.