De punkys y fantasmas
Ha pasado un año desde que Moztros se presentó en el mercado editorial español, y desde luego no se puede decir que su camino hasta este primer cumpleaños haya sido discreto. La editorial argentina entró como un trueno dando la sorpresa con esos inesperados Power Rangers, y desde entonces ha mantenido un ritmo firme de novedades con el que ha logrado hacerse un hueco respetable dentro de las editoriales que publican cómic USA en nuestro país. Y no solo a base de franquicias, como esos Rangers o cosas como Street Fighter, sino también con pequeñas obras yanquis que habían pasado desapercibidas y a las que confiaban en encontrar un lugar dentro de nuestro superpoblado mercado de novedades. Gracias a ellos hemos disfrutado de cosas como Money Shot, Sweet Paprika o la joya de la corona, la brillante Ice Cream Man, pero no es osado adelantar que 2023 apunta más alto, a la vista de lo que ya se sabe. La ristra de novedades para el arranque de año es muy ilusionante, y la primera piedra es la obra de la que vamos a hablar hoy.
Home Sick Pilots se estrenó en diciembre de 2020, y es una de esas series que podrían haber quedado sepultadas por el incesante alud de novedades comiqueras. La obra venía firmada por Dan Watters y Caspar Wijngaard, una pareja de autores que ya realizó la miniserie Limbo también en Image Comics pero que no gozaba de demasiada popularidad, sobre todo en nuestro país. A Wijngaard pudimos verlo en Doctora Aphra o en la inédita Angelic junto a Simon Spurrier, mientras que de Watters hemos comenzado a oír más su nombre gracias a algunos proyectos interesantes dentro de DC Comics, tales como Arkham City: The Order of the World. Pero esta serie es todo lo que, bajo mi punta de vista, necesita un equipo creativo para garantizar que, como mínimo, no volvamos a pasar por alto cualquier trabajo nuevo de ambos.
La serie nos lleva hasta 1994, en pleno verano californiano. Ami es una adolescente huérfana solitaria, cuya vida se sostiene gracias al grupo punk que tiene con sus dos mejores amigos, los Home Sick Pilots. En busca de un golpe de efecto con el que darle un empujón a la banda, Ami se cuela en la casa embrujada del pueblo en busca de comprobar si pueden dar allí un bolo legendario. Lo que no se podía esperar es que la casa está, efectivamente… embrujada. Y que ha encontrado en ella a la compañera perfecta para resolver sus asuntos pendientes. Así, Ami queda sumergida en una sangrienta espiral sobrenatural que absorberá también a sus amigos y quizás, a todo el pueblo.
La gran baza de una serie como Home Sick Pilots es que no es lo que parece en ningún momento. Lo que se presenta como una sencilla historia prototípica de casas embrujadas comienza a discurrir por unos derroteros inesperados y a convertir la historia en un chocante pero estimulante amalgama de conceptos y de géneros que da como resultado algo fresco y original. Lo que Dan Watters construye aquí es un guion que quiere tocar muchos palos y que, al menos en este primer tomo de introducción, lo consigue sobradamente. Home Sick Pilots coge a la adolescencia desestructurada, la viste de terror, le pone un rímel de acción superheroica y remata con un peinado de ciencia-ficción.
Aquí obviamente puede jugar muy en contra nuestra flexibilidad como lectores, porque hablamos de una obra que da unos volantazos en el género y el tono que probablemente no sean del agrado de todo el mundo. Quien busque una lectura con un género definido y claro se puede encontrar desubicado sin terminar de conectar con sus páginas, pero personalmente creo que sería obviar su mayor virtud. Ante la inmensidad de obras genéricas que salen cada mes, Home Sick Pilots puede presumir de ser especial y salirse de la fórmula habitual. Por supuesto, no deja de ser una fábula con la inadaptación juvenil como trasfondo y base principal, una historia sobre lo difícil que es encontrar tu lugar en el mundo cuando partes de una infancia con carencias y traumas. Pero si por el camino te cruzas con fantasmas asesinos y un inesperado mecha rudimentario, el viaje es mucho más divertido.
Tampoco podemos obviar la poderosa personalidad gráfica que tiene la obra gracias al trabajazo de Caspar Wijngaard. El artista británico despliega un estilo juvenil, de trazo grueso silueteado y facciones suavizadas que bien podrían hacernos creer que estamos viendo una obra young adult, pero que contrasta con la violencia de la serie. Como punto negativo, es cierto que es ese mismo estilo el que parece favorecer que haya viñetas en las que los rostros fallan un poco en la expresividad y los movimientos queden algo estáticos, pero queda completamente eclipsado por el magnífico diseño de personajes sobrenaturales y, sobre todo, por el color. Como suele hacer en sus trabajos, Wijngaard se encarga de la labor integral del arte, y su manera de colorear es pura dinamita. El artista siente una predilección total por los tonos rosas y azul eléctrico, otorgándole a sus páginas un aspecto de neón que vibra escandalosamente y que conecta con el enfoque punk de la obra. Como le sucede a Francesco Francavilla con sus tonos naranjas, el arte de Wijngaard no se puede entender al completo sin ese coloreado especial diseñado por él mismo y que define la personalidad de su estilo.
No podemos terminar sin mencionar la ambiciosa edición que Moztros ha lanzado para la obra. Más allá del elevado precio, que es una guerra que está claro que tenemos perdida los lectores con casi todas las editoriales, la verdad es que se nota que Moztros ha apostado fuerte por esta obra. Además de una cuidada edición con brillo en la portada, la editorial ha decidido sacar esta primera edición con un pack de regalos que incluye un set de pegatinas, una púa de guitarra y un parche textil. Claramente, la editorial tiene expectativas con esta licencia, y teniendo en cuenta que cuenta solo con tres volúmenes (finalizados en Estados Unidos), es una muy buena serie a la que subirse.
En definitiva, Home Sick Pilots es una pequeña joyita del mercado USA con la que Moztros logra dar en el clavo. El sorprendente guion de Dan Watters y el vibrante estilo de Caspar Wijngaard son motivo suficiente para continuar leyendo la sobrenatural aventura de Ami y estar atentos a los próximos proyectos de estos dos autores.
Lo mejor
• Dan Watters coge el tropos de la casa encantada y lo convierte en un amalgama trepidante.
• El inconfundible estilo neón de Wijngaard
Lo peor
• El que busque terror puro se quedará decepcionado.
• Algunas viñetas adolecen de cierto estatismo.
Guion - 8.6
Dibujo - 8.4
Interés - 8.5
8.5
Punk!
Home Sick Pilots se nos presenta con un cóctel de géneros tremendamente divertidoque mezcla el terror, la acción y la introspección adolescente.
