Una obra fantástica donde las «máscaras» personales juegan un papel crucial
«No quiero que mis amigos vean esta parte de mí»
Cerca del año 2012, HAGIWARA Daisuke optó por participar en un gran proyecto llamado Horimiya junto con el maestro HERO, quien en 2008 había realizado Hori-san to Miyamura-kun publicado en la revista Gangan Online de Square-Enix y finalizado con diez volúmenes tankoubon – ¡y además animado en diez OVAs! -. Por su parte, Horimiya comenzó realizándose como un spin-off de la obra original de HERO – quien también ha realizado Asao-san to Kurata-kun y Amamizu Linda – y serializado en la Gekkan GFantasy de Square Enix. A día de hoy, el manga ha sido licenciado por Norma Editorial, con un total de trece tomos y un tomo 10.5 y se está emitiendo en estos momentos una adaptación animada bajo el estudio CloverWorks. Por desgracia, la serie animada no puede verse a través de Crunchyroll, por lo que tendremos que esperar a que sea licenciada. Como mención destacada honorífica, también debemos hablar de Ookami to Watashi no Kazoku Jijou, un oneshot encantador y emotivo de HAGIWARA Daisuke y Nen Nen No Ne, un manga de TOTONO Shizuku e ilustrado también por HAGIWARA Daisuke, licenciado por Norma Editorial y muy recomendable desde Zona Negativa por su frescura.
Refiriéndonos ya plenamente al primer tomo de Horimiya y a su contenido, objetivamente, es un gran gusto y un placer leer un tipo de obra tan profunda y divertida que toca temas tan abstractos casi sin darnos cuenta en el género Slice of Life. Si nos ponemos a reflexionar, todos llevamos una máscara con nosotros para proteger un aspecto de nuestra vida que no queremos que nadie vea, ya sea por vergüenza o por miedo. Algunas personas son escritoras y se han puesto un pseudónimo, otras son mujeres futbolistas y esconden esa faceta para que no las señalen como una pérdida de feminidad, algunos hombres pueden disfrutar del ballet y no lo quieren decir para que no nieguen su hombría… De todo esto trata Horimiya, de dos personas que ocultan facetas de sus vidas por temor a ser juzgados. Kyouko Hori teme ser vista como ama de casa por sus compañeras de clase al tener que cuidar de su hermano y ser rechazada por los demás, e Izumi Miyamura oculta su faceta más “fuera de lo normal” con tatuajes y piercing por miedo a ser rechazado por los demás, por lo que lo oculta en clase e intenta no llamar la atención en ningún momento, pareciendo incluso un estudiante modelo y algo antisocial.
No obstante, el destino es caprichoso y, como siempre ocurrirá algo en nuestras vidas que nos empuje a seguir adelante y que nos haga decidir si queremos seguir ese camino o no, Hori y Miyamura acaban conociendo esa faceta del otro que no quieren que nadie conozca, por lo que acaban compartiendo un secreto y momentos especiales que nos harán reír e incluso llevarnos las manos a la cabeza por lo inocente que puede ser Miyamura en algunas ocasiones. Mientras estas situaciones siguen adelante y los dos personajes van conectando entre ellos y el pequeño Souta –hermano pequeño de Kyouko Hori-, también se irán añadiendo una pequeña gala de personajes secundarios que nos harán disfrutar de momentos icónicos como Toru Ishikawa –el eterno enamorado de Hori, que acaba amistándose de Miyamura-, y Yuki Yoshikawa –la amiga de Hori que se enamora de la versión “fuera de la normal” de Miyamura y cree que es otra persona-. Todo esto en seis episodios y un omake que encandilará a toda persona que le dé una oportunidad a este manga que enamora más allá de su portada, que esconde una gran profundidad dentro de ella y que tiene mucho por contar.
Sobre el ritmo, HERO nos adentra dentro de la más pura fórmula Slice of Life con unos tiempos relajados para profundizar dentro de los personajes y sus más puros sentimientos, aunque no tiene miedo en activar un poco el ritmo cuando lo ve necesario y los personajes comienzan con sus pequeñas travesuras, erizándonos la piel y, dándonos a veces, un pequeño vuelco al corazón por cómo comienzan a conectar ya con nosotros los lectores y lectoras.
Respecto a la edición, en Japón está siendo editado en formato tankoubon y lleva un total de quince volúmenes, mientras que en España está realizado en formato rústica con sobrecubierta en tamaño 13×18,2 cm a blanco y negro con 2 a color a un precio de 8 €.
A nivel artístico, HAGIWARA Daisuke nos aporta un dibujo muy tierno y divertido con una gran gala de expresiones faciales que muestran de una manera cómica todos sus sentimientos, tanto los buenos como los que intentan disimular ante los demás. Por último, la rotulación está muy bien trabajada hasta el punto de que se compenetra armónicamente con el dibujo, poniendo la guinda al dibujo de HAGIWARA Daisuke.
En definitiva, considero que este primer tomo de Horimiya es una obra magnífica, divertida, profunda dentro de su entretenimiento y sumamente positiva que encandilará a todas las personas que den una oportunidad a esta colaboración de HERO y HAGIWARA Daisuke. Porque, las máscaras que llevamos algún día se rompen, al igual que ocurrirá con Hori y Miyamura, por lo que será divertido ver cómo avanza la historia de esta intrépida pareja que se apoya la una a la otra.
Lo mejor
• La profundización que realiza HERO en los personajes.
• El arte de HAGIWARA, Daisuke.
• La dinámica de los personajes.
Lo peor
• El ritmo puede no ser del gusto de algunos lectores, al ser Slice of Life.
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
¡De lo mejor!
Una historia fantástica que engancha por sus personajes y su psicología.