Hugo, retorno al Paraiso

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Igual que el aura de la Navidad nos provoca para encontrar buenos deseos a nuestro alrededor, el periodo pre Oscar convierte al espectador en sabueso que olfatea la pista de celuloide gourmet. Cansados de garnacha y de las argucias que permiten a más de un ídolo conservar la mansión de Malibú, a la mínima señal de un film con sustancia –esto es, que no nos tome por autómatas-, el vigía, llamémosle público o crítica, grita: “¡Por allí resopla!» Y tardamos en dejarnos seducir menos que un personaje de Dickens ante la visión de una familia feliz reunida en torno a la chimenea. Hollywood lo sabe, y aprovecha, según haya sido el año, para descorchar algunos de sus mejores aromas, aquellos que sin seguir fielmente los cánones del taquillazo como manda el financiador son capaces de congregar multitudes. De ahí surge el meteórico ascenso de obras como Hugo, que de ser estrenadas en otro momento quizás quedarían aplastadas entre un robot gigante y una montaña de Manolos con tacón de diamante. Su magia, su receta para el éxito, es otra.

Huérfanos de buen cine gran parte del año, el cebo que ha puesto el director Martin Scorsese para atraernos ha sido presentarnos a otro huerfanito. Llevado por la ilusión de sus hijas, su propio amor por el cine y quizás la ingesta accidental de los Blu-Ray de Amelie y Descubriendo Nunca Jamás, “Marty” ha dejado su registro habitual de mafiosos y otros personajes siniestros diversos para llevarnos al comienzo de todo. Empezó por convocar a un plantel de actores alejado de su camarilla habitual, y susurrarles al oído el plan maestro. Ellos sonríen, y comienzan a leer el guión con avidez, mientras el realizador discute con su equipo el enigma del 3D. Y nace Hugo, que no medra junto a un club de apuestas ni tiene como guardaespaldas a un par de tipos de dudosa moral –como cabría esperar del director y su obra- sino que vive entre relojes y mecanismos, tratando de reparar un vestigio del pasado para obtener un futuro.

El pretérito es, precisamente, el problema del otrora grandioso y hoy olvidado, amargo George Méliès, pionero de la cinematografía cuya desgracia es el mismo corazón del film. En realidad, casi cualquier personaje que aparece es un ser incompleto; la diferencia es con qué actitud enfrenta ese hueco, y qué hará para solucionarlo. Un hueco, parece decir “Marty”, similar al de muchos espectadores cuando miran descorazonados la cartelera. No, en realidad el cine no está hecho de decorados titánicos, estrellas más grandes que la vida u oropel. El cine no es sólo un espectáculo: el cine está hecho de sueños, de las historias de las personas. Una realidad difícil de aprehender en un momento donde su industria vive a regañadientes una transformación y el público observa con desconfianza el enésimo remake/secuela/subproducto que se estrena. Hugo viene a recordarnos lo que en última instancia nos une en torno al cine, llevándonos hasta los orígenes de la magia. A los pioneros que han quedado arrinconados en las enciclopedias, que seguro jamás imaginaron como la semilla que plantaron crecería hasta convertirse en una planta mayor que la del relato de las habichuelas mágicas.

Volver a comenzar

Construida a base de guiños a esos años de génesis -Hugo emula a Buster Keaton, y la llegada del tren a toda velocidad llega a aterrarnos como a los primeros espectadores de los Lumière, aunque por otra razón-, son casi dos horas que expresan la necesidad del séptimo arte de reconstruirse a sí mismo creatívamente, y de hacerlo con actitud positiva. Sin rencor, sin catástrofe, con ilusión. Igual que lo hacen los propios personajes de la película, solos o con ayuda. Desde el autómata a Méliès, al inspector de estación, al propio Hugo, los personajes, varados en algún lugar de sus propios océanos, consiguen reunir la voluntad para forjar otra visión de sí mismos y hacerla realidad. En esto no se diferencian tanto de otros personajes de Scorsese, que por muy bizarros o corruptos salen en busca de su identidad, sus anhelos o la pizca de redención que les facilitará retirarse tras ese “último trabajo”.

Entre las sorpresas del reparto, la joven Chloë Moretz –hilarante y violenta Hit-Girl en Kick Ass-, el cómico Sacha Baron Cohen –más contenido que en Borat– y Michael Stulhbarg, el aterciopelado pero letal gangster neoyorquino de Boardwalk Empire (escondido tras una barba y una mirada tierna a lo Robin Williams, pero delatado por su fantástica voz). Poco hay que alabar a Ben Kingsley y a Christopher Lee que no se haya alabado ya; dos veteranísimos que son puro cine e inyectan en vena a la película la plata de sus mejores tiempos. En cuanto a Hugo, basta apenas una mirada a esos ojos azules de perrillo desamparado que se resiste a desaparecer, para quedar atrapado a la luz fantástica de ese bosque mítico en el que se convierte la estación donde todo sucede, y que se desparrama hasta llenar el paisaje.

No deja de ser curioso que las dos máximas ganadoras de la noche sean dos filmes que retornan a la era previa a las pseudostarlettes borrachas en los tabloides, cienciólogos musculosos en misión a lo imposible y la crisis de ideas. Ni tampoco irónico que su llamamiento a recobrar la inocencia tenga lugar en pleno corazón del Hollywood de los mercaderes, ante un patio de butacas ocupado por los Poderes del Reino. Muchos de ellos, al ver Hugo, debieron pensar “Are you talkin’ to me, Marty?”

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Reverend Dust
Lector
27 febrero, 2012 5:51

Gran crítica y hasta me hace ilusión no haber sido el único que ha reconocido a Arnold Rothstein en el filme. Una grande y una pena de Óscar perdido, pero THE ARTIST me encantó así que no lloraré por las esquinas.

P.D. Sigo augurando un futuro asaltacunesco proyectado hacia Chloe Möretz (y lo que nos queda hasta su mayoría de edad…).

José Torralba
27 febrero, 2012 5:55

Aquí otro que reconoció a Rothstein a la primera… y que a la segunda reconoció a Jimmy Darmody (Michael Pitt) haciendo del proyeccionista que está en el circo cuando Melies se enamora del cine. ¡Gran crítica!

El Asombroso Espaiderman
El Asombroso Espaiderman
Lector
27 febrero, 2012 14:48

 Me la recomendais? Tiene buena pinta, y, para que mentirnos, me parece la típica peli que resulta ser un rollo (para mí) y que la hacen más llamativa en el anuncio. Pero un amigo la vioy me ha dicho que es buena. Me la recomendais?

Esfingo
Esfingo
Lector
27 febrero, 2012 16:12

Un bonito homenaje a los pioneros al cine, aunque parezca una película infantil

El Asombroso Espaiderman
El Asombroso Espaiderman
Lector
27 febrero, 2012 18:09

 A mi me da igual de que tipo sea, lo único que pido es entretenimiento y un poco de originalidad, y parece que esta peli lo tiene.

Reverend Dust
Lector
27 febrero, 2012 18:20

Para los interesados en ver HUGO, antes es necesario que disfrutéis de estos 10 minutitos mágicos: http://www.youtube.com/watch?v=7JDaOOw0MEE

jorgenexo
jorgenexo
27 febrero, 2012 18:42

¿0 explosiones?

apache77
apache77
27 febrero, 2012 21:37

Es un peliculón. Hay una escena con un click de una protesis de rodilla,que es capaz de reflejar la soledad de una persona mejor que cien mil peliculas

Alex Cruz
Lector
28 febrero, 2012 3:52

Haaaay, cuanta ñoñes, por dos minutos me volvi a sentir un crio soñador y pajero… Jajaja, esa cria en unos años va a ser un Johanson o una Portman y va a ganar un Oscar de la Academia de cine por liarse con un rucazo de 50 años en Japon o por tener un romance lesbico y pajearse la concha enfrente de millones de cinefilos… Aaahh, lo que hay que hacer para ganarse un chaparrito dorado.

Shinomune
Lector
28 febrero, 2012 8:08

Un respeto a tu Dios Bill Murray hereje hijo de la chingada!

Johnny Alpha
Johnny Alpha
28 febrero, 2012 8:26

San Ray Liotta que estás en los cielos…

jorgenexo
jorgenexo
28 febrero, 2012 9:00

A Alex Cruz habría que darle una paliza con un tubo hueco de alumino y enterrarlo vivo, sí o sí.
De todas formas… El hecho de que Hugo sólo se haya llevado Oscars técnicos me genera una desconfianza del copón: yo voy al cine a ver buenas historias, o al menos historias interesantes. Si las mismas se ven apoyadas por espectaculares despliegues técnicos, bien, perfecto. Pero si al final lo importante de la fiesta son los efectos digitales, el 3D y demás… Sé que voy a salir rayado de la sala.

Alex Cruz
Lector
28 febrero, 2012 11:54

Tu fuiste al cine a ver Transformers y comiste palomitas de lo lindo, no te hagas el cinefilo ofendido que sale rayado porque todo es dejarse lamparear con los efectos 3D.

DonaldBlake
DonaldBlake
Lector
28 febrero, 2012 12:41

Un montaje que destaca (cosa habitual en los films de scorsesse) y belleza viual. Nada mas hay en esta peli. Vamos que si lo que buscas es, como a dicho alguien por ahí arriba, un entretenimiento algo original, aquí lo tienes. Eso y un buen hacer técnico. Pero nada mas.

jorgenexo
jorgenexo
28 febrero, 2012 13:14

Pues pasando. Para chorradas de este pelo, ya piqué con Tintín.

JAVIÉ
JAVIÉ
Lector
28 febrero, 2012 15:52

 Aaahh, lo que hay que hacer para ganarse un chaparrito dorado
 
 
A partir de este glorioso momento,juro que nunca volveré a decir Oscar,ahora será !!!El chaparrito dorado!!!

JackHawksmoor
JackHawksmoor
Lector
28 febrero, 2012 19:46

Yo reconozco al judío de A serious man… y mira que me gusta Boardwalk Empire y el personaje de Rothstein, pero el papel de Stuhlbarg en A serious man es impresionante.

Reverend Dust
Lector
29 febrero, 2012 1:23

Con toda la gente que sabe mucho de cine que hay en esta web entre los redactores, vas y decides hacer caso a Álex Cruz y DonaldBlake. Que no es que tenga nada en su contra, pero es que mi opinión es directamente opuesta a la suya.

La película es una delicia visual y un homenaje a los orígenes del cine con momentos para lo cómico, lo tierno, lo admirativo… Un espectáculo completo, aunque pueda primar lo visual.

¿Si es que para qué hace ZN críticas? ¿Para que hagas caso al primer comentario negativo que se presente? xD

Alex Cruz
Lector
29 febrero, 2012 4:17

http://www.youtube.com/watch?v=mKc0Zr2Yf-U
http://www.youtube.com/watch?v=82y6IO9Z2w8

No es que ande de pedofilo, pero que bien se ven las niñas actrices cuando tienen esa gracia angelical con todo ese espectro dramatico y futuro por delante. Al menos a la Portman y la Johansson no les fue como al desastre llamado Linsay Lohan. Ojala Chloë Moretz siga el camino de acrices serias y profesionales como Natalie Portman y Scarlett Johansson. Tiene mucho talento y futuro en el cine.

jorgenexo
jorgenexo
29 febrero, 2012 9:16

Ok, R: la veo este finde. Pero sólo por ti (que mi compañera insista en verla y que a mí, quiera que no, me llame la hostia la atención, no tiene nada que ver).
Aunque reconozco que nada de lo que ha hecho Martin desde Casino para la gran pantalla me ha terminado de convencer (Shutter Island, de hecho, me pareció pesimísima, lamentable).

Armin Tamzarian
Autor
29 febrero, 2012 16:16

Yo la veré esta semana sin falta.

jorgenexo
jorgenexo
29 febrero, 2012 17:33

¿Habéis visto ya Shame, por cierto? Creo que RD iba este finde; yo la vi el domingo.