¿Y SI HULK DEBE PROTEGERNOS DE BANNER?
Extraño número que nos ofrece el tan alabado guionista Donny Cates. Tras la etapa de Al Ewing que ha sido aclamada por el fandom la verdad es que el siguiente escritor que tomase el relevo tenía ante sí un difícil encargo.
Tenemos delante un nuevo número 1, que luego será sumado a la numeración clásica siendo el 768 ni más ni menos. Varias preguntas nos vienen a la cabeza. ¿Merece la pena?, ¿es necesaria la lectura de The Inmortal Hulk?
Respecto a la segunda cuestión debo decir que no necesariamente. El que suscribe es un pecador y no la ha leído. Bueno, no es cierto del todo, hice una aproximación, a los diez primeros números, y me quedé dormido en más de una ocasión. Herejías a parte, estoy acumulando los tomos en formato Marvel Premiere para una lectura de tirón que igual es más fructífera.
Los grandes titanes de esta casa hicieron un gran podcast sobre The Inmortal Hulk que os invito a escuchar aquí.
Dicho lo anterior vamos al lio y contesto a la primera pregunta. En primer lugar, la premisa que se plantea, al margen de parecer un capítulo de los Power Ranger o de Mazinguer Z, nos pone en la mesa al Doctor Bruce Banner pilotando una suerte de Hulk mecanizado la mar de horrible en su diseño. Os paso este enlace a modo de presentación de la etapa.
Lo que se deduce de esta situación es que tenemos tres entidades diferenciadas. Por un lado, el “capitán” que dirige la nave espacial “Hulk”. Por otro lado Hulk que es el motor y que es incentivado por Banner para darle caña a la tercera entidad, que es el monstruo en sí mismo.
La metáfora de la «nave estelar» que Cates usa para explicar la nueva relación de Banner con su monstruoso subconsciente es curiosa, pero a mí me ha parecido un poquito ridícula. Ver a Jean Luc Picard al mando de Hulk pues hombre me ha sonado a una mezcla de Pacific Rim y Star Trek.
Un planteamiento curioso que permitirá, eso sí, llevarnos a situaciones que posiblemente no hayamos disfrutado con el coloso esmeralda. La verdad es que siempre he dicho que Hulk es muy difícil de gestionar. No es nada fácil despertar el interés del fandom con un personaje que al mínimo descuido se lía a golpetazos con la frase típica de “Hulk aplasta”.
Entonces Juanjo, déjate de marearnos, ¿merece la pena leerlo? De momento sí, solo por la intriga de qué pretende hacer Donny Cates. Esa inquietud nos la trae de boca del Dr. Extraño y de los héroes que le acompañan, toda vez que tras lo acontecido al final de la etapa de Ewing están recelosos. ¿Qué busca Banner, y adónde le conduce su camino? Será algo para el siguiente número y desde luego para un arco que será editado en el debido tomito.
Malas sensaciones en este número a nivel de argumento, pero vamos a darle una oportunidad.
En lo que respecta a la parte gráfica. Os aseguro que, si este número no lo dibuja Ryan Ottley no lo lee ni Blas. Tal cual. El dibujante se le ve de momento cómodo pero aprecio que sus viñetas son pobres en fondos y detalles. Ottley dibuja a Hulk muy bien, y está en su salsa con él. Distinto es el horrendo diseño de un personaje fantástico.
Desde mi humilde punto de vista este diseño no hace un gran favor al personaje. Espero que sea algo puntual porque puede ser algo doloroso de ver. Ottley hace una gran aportación y existen magníficas viñetas que transmiten esa fuerza que el imparable gigante esmeralda irradia por los cuatro costados.
Y ahora os vais a preguntar, ¿y esto es todo? Pues sí, ésto es todo, porque realmente el número no nos cuenta mucho más. No soy muy amigo del gigante esmeralda, pero estaba ilusionado con esta etapa y me he llevado un gran «zasca».
También debo deciros que para mí Donny Cates es un buen guionista pero os aseguro que se ha metido en un buen lío. Me explico a continuación. Hasta ahora con Veneno había hecho maravillas (para un amplio sector) pero tenía carta blanca y era fácil superar lo anteriormente escrito. Ahora tiene delante un verdadero gigante verde y no precisamente el de los guisantes. Hulk ha tenido muy buenas etapas y recientemente la de Al Ewing. Superar ésto y encima hacerse con un personaje complejo puede ser más de lo que puede digerir. Si lo supera con dignidad entonces sí que habrá demostrado que debe estar entre los grandes, dejando de lado esa vena «palomitera» que tiene.
En definitiva, la premisa me llamó la atención. ¿Qué pasa si Hulk existe para protegernos de Banner? Este nuevo enfoque se viene abajo de sopetón en este primer número. Igual debemos darle más tiempo, y tenemos ante nosotros una etapa memorable, pero mal hemos empezado.
Lo mejor
• El dibujo de Ryan Ottley.
• La esperanza nunca se pierde.
• Una etapa menos «sesuda»…..
Lo peor
• ….aunque peca de poca sustancia.
• El diseño de Hulk, es horrible.
• Banner al modo Picard.
Bienvenidos a Pacific Rim
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 6
6.3
Un comienzo que no debe asustarnos pese a sus deficiencias. Tendremos que tener paciencia y leer por lo menos la media docena de números. Lamentablemente esta primera entrega ha sido un poco decepcionante, pese a su originalidad.
Todavía no sé si darle una oportunidad o darlo por zanjado con el final de inmortal Hulk.
A mí sí me ha parecido un buen desengrasante. El diseño es pésimo y la idea de un Nave Espacial Hulk es aterradora pero Banner sostiene la premisa y Hulk abrazando la fantaciencia más loca va de la mano. Prueba de fuego para Cates.
Y, sin saber nada de Hulk, disfrute mucho toda la etapa Ewing (DONDE esta el informe final de ZN??? Me la lei x uds que la inflaron x años) y creo que aprendi casi todo lo que habia que saber de casi 60 años de historia, y con un final muy…final. me lei este nro y creo que aca me quedo. Todo bien, pero me suena a más típico.