La calle del terror de Geoff Johns y sus amigos
«Escaparé de Hyde Street.
Incluso si ello significa condenar a otros diez mil para hacerlo. «
Ghost Machine, el universo de conceptos y personajes que se referencia en Geoff Johns pero está creado por un gran conjunto de autores (muchos de ellos, habituales colaboradores del ex directivo y creativo de DC Comics), sigue adelante con su buena marcha de publicación. La primera semana de octubre es testigo del estreno de una nueva serie que inaugura a su vez uno de los cuatro espacios dentro de este universo de universos: Hyde Street. (Para más info sobre Ghost Machine, los dirijo al artículo de Edu Sesé).
Este cómic se para en un universo conceptual (que puede crecer a un universo compartido con otras series y personajes) en el género de terror, y dentro de este en el subgénero de las antologías con breves relatos guiados por un hilo conductor. Así como Tales from the Crypt o The Twilight Zone por referir a algunos de los emblemas máximos de este estilo, en Hyde Street también hay anfitriones y un escenario por el que circularán las historias que narrarán Geoff Johns e Ivan Reis.
“Hay una calle, a la vuelta de la esquina, familiar y desconocida a la vez. Una calle que sale de todas las plazas de los pueblos pequeños y atraviesa todas las avenidas de las grandes ciudades. Es un lugar al que los malvados y crueles se ven arrastrados, a la encrucijada de la moralidad y la locura, con el inevitable destino no sólo de la muerte… sino de algo mucho peor. Esta es la calle de los hombres y los monstruos. Es un lugar que llamamos… Hyde Street.”
En el one-shot con el que se presentó Ghost Machine en enero leíamos una historia breve con un niño explorador siniestro que conducía a una truculenta muerte a un incauto que doblaba mal en su camino y se veía fatalmente atrapado en la calle Hyde. En el número inicial de la serie de Hyde Street, somos reintroducidos a este pequeño personaje atemorizante cometiendo un acto similar pero en este caso su desenlace nos lleva a conocer que este escenario tiene un anfitrión: el Scorekeeper.
Jugando con esa idea, Johns y Reis nos conducen a presentar a otro de los personajes que residen en esta calle (y a quien también habíamos visto en dicho one-shot inicial, aunque solo por un cameo) y de él se trata la historia principal de este #1. Él es Frederic Xavier Ray, Mr. X Ray, caracterizado por unas gafas de aparentes rayos X (de ahí el juego de palabras) sobre quién se narra una especie de origen, narrando su trasfondo y cómo llegó a la infame calle. Por supuesto que se trata de una historia oscura, dramática, tensa, que le da cierta explicación a este personaje siniestro. Es destacable en este relato el hecho de que contiene varias subtramas en una narración breve, aunque es cierto a la vez que no desarrolla del todo ninguna de ellas; genera el interés y deja al lector queriendo saber más. Nos enteraremos en próximos números si es para elaborar en el futuro o si es un juego al misterio para no ser develado nunca.
El cierre del #1 de esta serie se lo queda nuevamente el niño explorador en conjunto con Xavier Ray, pero dando lugar a anticipar los muchos residentes que transitan esta calle a quienes seguramente conoceremos en las próximas entregas, con más detalles de su universo tanto en lo conceptual como en su funcionamiento. Cabe notar, además, que a fines de octubre se publicará un número único perteneciente a esta colección titulado Devour (más precisamente, It Happened On Hyde Street: Devour) que puede brindar más datos, para luego continuar con el #2 de Hyde Street en el mes de noviembre.
En cuanto a la realización del equipo autoral, se los nota sólidos y cómodos para trabajar y mantienen las vibras que ya les hemos conocido en series como Blackest Night: entre el horror y lo espectacular, con viñetas cargadas de detalles, otras páginas completas apostando al golpe de efecto, recursos narrativos en la diagramación y el coloreado tan utilizados como cumplidores, que redondean en una lectura entretenida y bien lograda en todos sus costados. Puede acusarse un tanto de abuso de los lugares comunes y poca búsqueda de la originalidad, pero se compensa con la calidad final del trabajo artístico.
Lo mejor
• Leer a los autores saliendo de su lugar de confort del género superheroico.
Lo peor
• No obstante, apelan demasiado a la fórmula segura de los tópicos.
