I am a Hero 12

 

Edición original: I am a Hero Nº 12 JAP
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Kengo Hanazawa
Dibujo: Kengo Hanazawa
Formato: Tomo manga rústica de 224 páginas
Precio: 8,5€

 

Este tomo empieza fuerte. De nuevo, estamos ante un buen volumen que combina acción y un dibujo exquisito con nueva información sobre los ZQN. De hecho, descubriremos más detalles sobre quién y qué es Kurusu: el gran misterio que hemos arrastrado des de los primeros tomos.

La historia empieza con Kowayashi enseñando a Haruki y Ezaki los principios básicos de la lucha contra los ZQN. El más importante de ellos es conocer los movimientos básicos de cualquier infectado: agarrar, tirar y morder. La estrategia consiste en usar un escudo que permita mantener unas distancias óptimas. De ese modo, cuando el enemigo lo muerda, puede aprovecharse la distancia para golpear la cabeza del ZQN. Pero antes de desarrollar estas pequeñas indicaciones hay que hacer algo mucho más complicado: desaprender. Olvidar todo lo preconcebido del mundo. Derrumbar la torre de naipes del conocimiento adquirido. Reiniciar el saber para poder mirar un ZQN y ver al monstruo, en lugar del ser humano. Cuando esto se ha conseguido, si es que se puede conseguir, sólo queda recordar una regla. Si no se puede huir, como mínimo hay que acabar con uno de ellos. De este modo el balance entre zombis y humanos se mantendrá intacto.

Mientras tanto, en la casa principal, la chica misteriosa es atacada por una ZQN que se cuela por la ventana del baño. Como consecuencia, tiene que realizar las pruebas de infección: ducharse mientras es vigilada por alguien que revisa que no tenga mordiscos y esperar maniatada unas horas. Aunque en principio no la han mordido, durante su encierro empieza a mostrar los primeros síntomas. De este modo se afianza una de las características que distinguen los tipos de infectado en las narraciones de este tipo: la infección no requiere mordisco. Con el contacto entre la sangre de un infectado y las mucosas de un humano es suficiente para que suceda la conversión. Cuando la infección la está envolviendo descubrimos que la chica tiene la capacidad de comunicarse de manera coherente con otra ZQN, en concreto con la que los chicos habían usado para entrenar. Aunque en otras ocasiones ya habíamos visto recién infectados que podían explicar qué sentían, hasta ahora no sabíamos que pudiera comunicarse entre ellos con tal nivel de precisión.

Tras la conversión, la nueva ZQN rompe una cristalera del escondite para salir huyendo. Con este acto pone en peligro a todos sus excompañeros. Éstos, ante el inminente ataque a causa del gran escándalo formado, deciden armarse e iniciar una contraofensiva que les permita abrir una vía de escape. Ezaki es el primero en salir. Su misión es alejar a los infectados de la caseta dónde están los hermanos Hanyu y Fukiko con las ballestas. Al hacerlo, se ve rodeado por una jauría de ZQN.

Atrapado y acorralado intenta seguir el canal de Kasai con la esperanza de encontrar una barca con la que salvarse. Esta fantasía proviene del tomo anterior, cuando, al conocer a los hermanos vigía, hablaron de escapar por ese río hacia Tokio. Pero para ello, necesitaban un medio de transporte. Ezaki recordaba que había un pequeño bote que los vecinos usaban para cuidar los alrededores del canal. Pero la memoria de Ezaki estaba contaminada por años de encierro en su habitación. La barca ya no estaba. Al ser consciente de la realidad, Ezaki reflexiona y dice: llevaba tanto tiempo encerrado… Las cosas cambian, des de luego. Dado que Ezaki era un Hikikomori, ¿cuántas cosas se habrá perdido?, ¿Qué comparten con él ese tanto por ciento oculto de jóvenes nipones que se recluyen entre cuatro paredes durante años?

Aunque el heroico gesto de Ezaki, ofrece una chispa de esperanza al grupo de Kurusu; estos no tienen otra alternativa que mantener el plan de reconocimiento de la escuela. Una vez allí, Kizuki, Haruki, Tía y Kowayashi intentan encontrar a la madre de la chica. Pero el lugar está infestado de ZQN que se comportan de forma atípica. Apenas se mueven ni realizan ningún amago de ataque. Nuestros protagonistas definen el lugar como una madriguera. Pero, del mismo modo que no son los únicos humanos en el reciento; tampoco son los únicos que han ido a la escuela esa tarde…

Nuestro Ezaki, infectado pero con consciencia propia se acerca confuso hacia la zona. Dolido por no haber muerto. Enfadado por haber renacido en algo sombrío cuya naturaleza está entre la humanidad y la monstruosidad. Tomabechi nos explicará, pocas páginas más adelante, que a este estado le llaman de revelación. Kurusu está en este estado; igual que el líder del grupo rival del cual se esconden. La explicación de Tomabechi prosigue y así descubrimos que, en un principio, sólo había un grupo superviviente. Pero la rivalidad entre los dos rebelados hizo que se dividieran. Kowayashi, Kurusu y Tomabechi se marcharon y escondieron en el pueblo. Los demás acabaron con el nuevo líder en la escuela…

Cuando Ezaki llega a las cercanías, le viene a recibir el Kurusu del grupo enemistado. Entonces empieza una pelea a muerte a la cual se úne nuestro Kurusu. De esta pelea sólo puede salir un justo vencedor, el verdadero iluminado por la rebelación, el rey de los ZQN. Ezaki Takashi, el nuevo Kurusu.