Edición original: I am a Hero Nº 5 JAP
Edición nacional/ España: Norma Editorial
Guión: Kengo Hanazawa
Dibujo: Kengo Hanazawa
Formato: Tomo manga rústica de 208 páginas
Precio:8,5€
Después de saber que la situación en todo el mundo es apocalíptica a causa de un virus; nuestros protagonistas deciden pasar olímpicamente de las recomendaciones institucionales de refugiarse. Como iremos viendo, este es un tomo dónde la inteligencia brilla por su ausencia. Con este vacío de razonamiento, deciden dirigirse a la Quinta Estación del Fuji pasando por el Santuario Asada. Esto se debe a un rumor, según el cuál en los lugares más altos, cómo la presión atmosférica es menor y hace más frío, la efectividad del virus desciende. ¿Nadie les ha dicho que no hay que fiarse de los rumores?¿En serio? Hideo convence a Hiromi para embarcarse en esta muerte segura con dos razones. La primera es que toda la gente que se dirige al santuario parece estar sana. La segunda que cómo hay mucha gente, podrán protegerse de los infectados entre todos… ¡Olé él! Y sí, la situación puede volverse aún más irracional. Según Hiromi si el rumor fuera verdad, los medios de comunicación lo habrían dicho para proteger a la población… Por tanto, en un alarde de sentido común deciden irse aún sabiendo el gran peligro que corren… ¡Olé ellos! Desde luego estos dos se dejaron la inteligencia en el tomo anterior.
La primera vez que leí este número, me resulto divertido por la cantidad de escenas absurdas que contiene, como la que hemos visto ahora. La segunda, me enfadaba y me llenaba de ira por ver como los protagonistas iban cayendo en cada una de las trampas que Hanazawa les tendía. Y, ahora que tengo que analizarla, entiendo al autor. Qué divertido resulta, por una banda, jugar con la vida y la muerte de los protagonistas, y, por otra, con las expectativas y el suspense de los lectores. La calidad artística necesaria para poder generar distintas sensaciones con una misma narración, no está al alcance de todos los mangakas. Y menos en un mercado maltratado por historias simples que se sustentan en el carisma del protagonista, olvidando la calidad de la historia.
Ya sabíamos que Kengo Hanazawa tienen la capacidad de dejarnos un mal sabor de boca con muchas de sus escenas gore. La manera de retorcer las articulaciones en ángulos imposibles, las venas hinchadas y las miradas perdidas. Si lo que habíamos visto hasta ahora nos dejaba con la boca abierta, en este tomo los pelos se nos pondrán como escarpias. Mientras que Hiromi y Hideo llegan al Santuario Asada, un caos lento y silencioso se desata en el parque infantil. A causa de ello aparecen unos pequeños monstruos a los que llamaremos “Mal rollito”.
Como era de esperar la situación en el Santuario acabará mal. Mientras un iluminado se encarama a una tarima para animar a los presentes a formar un grupo de resistencia contra la infección; el descontrol irá extendiéndose como una mancha de aceite. Las promesas de supervivencia sazonadas con violencia verbal e indiferencia hacia los infectados caen en saco roto: nadie se apunta a la locura asesina. Pero el aceite está extendido… Las prisas por salir de la aglomeración invaden a nuestros protagonistas casi al mismo tiempo que los Mal rollito. La situación es cada vez más desesperada. Pero, cuando parecía que ya no había salida, aparece Araki para ayudarles a escapar.
Araki será un secundario interesante por la cantidad de información que nos aportará. Si en el cuarto tomo habíamos recabado información institucional, en este conseguiremos la información de la calle. En este mismo tomo sale una referencia al profeta de Youtube, pero no es la primera vez. Cuando Hideo huía de la ciudad en los primeros tomos, su compañero de trabajo también le habló de él. Finalmente, será Araki quien hile los cabos sueltos y nos muestre un vídeo donde aparece un enigmático joven llamado Kurusu. Este, desaliñado y medio desnudo, batea la cabeza de la que dice es su madre. Una vez tras otra, el cuerpo magullado siempre se levanta para recibir el siguiente golpe.
En los últimos tres capítulos nos trasladamos a otras ciudades para ver como el caos se propaga por Japón. Acompañando las imágenes de vísceras y sangre, aparece por primera vez el chat Héroes Sinnombre y la palabra ZQN para referirse a los infectados.
Hasta ahora, este es el mejor tomo de I am a Hero por tres razones. En primer lugar, por los momentos absurdos pero profundamente humanos que aparecen en la primera mitad. A continuación, por la evolución de la trama hacía un horizonte que se avecina emocionante. Y finalmente, por los espeluznantes elementos visuales desarrollados gracias a nuestros queridos Mal rollito.
Buena reseña Mónica, es increíble lo que me llama la atención esta serie (creo que ya lo comenté en otro post) y aun no me he pillado ningún tomo. La verdad que entre tantas series que voy siguiendo y la poca pasta que tengo, lo poco que pillo lo gasto en otros mangas. Pero desde ya esta serie tiene prioridad si o si ;). Saludos