Imperium: Tormenta

 

Edición original: Imperium 13-16.
Edición nacional/ España: Medusa Cómics.
Guión: Joshua Dysart.
Dibujo: Khari Evans.
Tinta: Victor Olazaba.
Color: Ulises Arreola.
Formato: Libro rústica, 112 páginas.
Precio: 12,95 €.

 

Siempre es triste despedirse de una serie buena y hoy toca hacer lo propio con Imperium, tras dieciséis números en su país de origen, recopilados aquí por Medusa Cómics en cuatro tomos, decimos adiós a la historia del extraño grupo de Toyo Harada, pero también decimos adiós a las historias de Joshua Dysart para el universo Harbinger, un adiós temporal ya que el autor volverá este año para contar la vida de Harada en una serie limitada, pero sí que fue importante porque marcaba un punto y aparte en el universo de los psiots, Dysart fue el que lanzó la serie Harbinger cuando la editorial resurgió en Valiant Entertainment, se le podría considerar el “patriarca psiot”, y su trabajo tuvo un nivel de calidad bastante alto en Harbinger, Harbinger Omegas, las primeras Harbinger Wars y este Imperium, publicado en 2016, todo ello mucho mejor que lo que vino después, que no estaba mal, de hecho había números muy buenos, pero ni Fred Van Lente en Generation Zero ni Rafer Roberts en Harbinger Renegade estuvieron a su altura, puede que lo más cercano sea Jody Houser en Faith, con un tono muy alejado eso sí, y nos queda por ver lo que hacen Matt Kindt y compañía en las Harbinger Wars 2 que se están publicando en su país de origen actualmente. Pero centrémonos en Dysart.

El autor tomó una decisión, basada en los cómics de la antigua Valiant, que resulta muy acertada, en Harbinger no contaba la historia de un héroe o de un grupo de héroes, sino que narraba un mundo, el de los psiots, con dos grandes bandos enfrentados, uno liderado por Toyo Harada y el otro por Peter Stanchek, pero mucha riqueza de personajes en ambos grupos y con otros actores dando guerra como Generation Zero, Bloodshot o el P.E.R. (Proyecto Espíritu Renacido), todo sintetizado en una sola colección. Lo mismo ocurre con Imperium, esta serie es la heredera de las anteriores en todos sus sentidos, no solo continúa los hechos de Harbinger Omegas sino que sigue con la misma narrativa. En el primer tomo hay un poco de engaño, parece que Harada va a ser el protagonista junto a un grupo de seres extraños que forma una fuerza de ataque, cada uno con su trama, pero no es así, Dysart sigue hablando del mundo de los psiots, esta vez con Toyo Harada como centro sobre el cual todo gira pero sin darle más protagonismo. Si echamos la vista atrás observaremos que en el primer tomo había tantos protagonistas como números, en el segundo teníamos mucho Toyo pero también mucho P.E.R. y algo de Divinity, el tercero mostraba una guerra contra La Vid en desde varias perspectivas, así que no debe extrañarnos que este último esté protagonizado de forma casi absoluta por uno de los psiots más interesantes de Valiant: Livewire.

Tendemos a comparar a los psiots con los mutantes, pero cuanto más avanza Valiant más se diferencian ambos conceptos, quizás no en su esencia pero sí en su desarrollo, es decir, hablamos de Harada como una especie de Magneto (mezclado con otros villanos) pero su gran enemigo no es como Xavier, de hecho está aun por ver si Peter Stancheck es realmente su némesis intelectual ya que de momento ese lugar lo ocupa otra, y es que hay una tercera figura que va y vuelve de este mundo, una figura totalmente integrada en el universo Valiant y que cada vez tiene más peso, la antes mencionada Livewire, y que este tomo lo protagonice ella es casi una deuda.

Livewire fue la mejor alumna de Harada y parte importante de su fundación, aunque moralmente se han ido separando cada vez más, con ella formó Unity, grupo del que se le expulsó y supuso su separación definitiva. Se puede decir que Livewire forma un tercer bando, lejos de la Fundación y de los Renegados, algo más institucional, de hecho no es raro que aquí esté con el P.E.R. y se ve que Dysart lo tiene todo totalmente pensado, los gobiernos son los últimos de la serie en atacar a Harada y lo hacen por medio de Livewire y los Hard Corps.

Dysart se aleja un poco del tono de los anteriores tomos para ir directo a la acción, un tipo de acción que tiene mucho de estrategia pero que no deja de ser una guerra encubierta con Livewire tratando de incapacitar al Harada el tiempo justo para exponer sus planes ocultos al mundo y que la opinión pública deje de estar de su lado.

No es de extrañar que, siendo Dysart quien lo escribe, la historia sea totalmente coherente con el pasado de los psiots, el guión sigue siendo tan bueno como en los anteriores tomos solo que en vez de tirar por una historia original nunca contada nos da fan service del bueno enfrentando a dos personajes con mucha unión en el pasado, con un Harada duro que lo último que desea es matar a Livewire y con una Livewire que sabe que no puede vencer por la fuerza a Harada.

Solo hay dos cosas que se pueden achacar a este tomo y ni siquiera son del todo malas, por un lado está el dibujo, no es precisamente el mejor de la serie aunque Khari Evans cumple y está mejor que en las otras ocasiones que ha trabajado para Valiant. Por otro lado está esa sensación de continuará que nos queda al final, un final en el que nadie gana ni pierde, en el que Harada sigue con sus planes con algo de prestigio perdido por el camino y poco más. Quizás la serie sea tan buena que nos parecería mal cualquier final pero lo cierto es que Imperium ha servido para reubicar a Toyo Harada en el universo Valiant, ¿con qué intención?, a saber, lo cierto es que la serie acabó hace cerca de dos años y Harada no ha vuelto a asomar, seguro que desde Valiant preparan algo grande y habrá que estar atentos.