Amores imposibles
«Todo el mundo ve a su enemigo como un villano, chaval.»
Dentro del mundillo en el que el noveno arte se desenvuelve existe una parte del fandom compleja, difícil y estática. A veces encasillarnos en frases de fan boy que se recitan cual letanía o mantra puede ser, por un lado, una linterna ante la oscuridad de la ignorancia, o un bochornoso espectáculo ante los que sí saben de lo que se habla.
Hablar de La Patrulla-X siempre nos lleva a la irremediable asociación con El Patriarca Mutante. Es innegable que Chris Claremont cimentó una mansión que se ha tambaleado y casi derruido, pero sigue ahí y existen joyitas en la historia mutante que podríamos decir que están al nivel de una época de gloria. Por eso, afirmar categóricamente que sólo los mutantes de Chris Claremont son los auténticos, es como decir que sólo vale el Daredevil de Frank Miller, o Los Vengadores de Roger Stern.
Y llegamos donde quiero llegar. X-Force de Rick Remender está ahí, en ese podio de lo mejorcito de los mutantes. Que su denominación nos lleve a ese grupo noventero creado para el despiporre de Rob Liefeld no debe ser un aviso de peligro. Más lejos de la verdad. Esta versión es, por antonomasia, La Patrulla-X de los 2.000. Quiero que me perdonen los amantes de Josh Whedom, pero este tomo, digno heredero de New X-Men de Grant Morrison, es eso, el legado de un comienzo de milenio brutal para nuestros mutantes. El título de la colección es intencionado: “uncanny”; la intención del guionista es muy clara con esa clara alusión.
Y, ¿de qué va esta colección? Aunque no os lo creáis no es solo sangre y violencia impartida por un grupo de intervención secreta mutante. Si os digo que el núcleo de esta treintena de números es el amor, probablemente penséis que estaba de fiesta con Fantomex cuando escribía estas líneas. Rick Remender es uno de los mejores guionistas del medio, y no podemos obviarlo. Igual que hizo con Clase Letal, en un entorno de violencia, la historia que nos quiere contar es un drama, una telenovela, como en los mejores momentos de Chris Claremont, donde el amor y la redención son los dos pilares que sostienen esta maravillosa etapa.
Empezando por un camino que se traza con Némesis como heredero de Apocalipsis, y de Warren como su sucesor, tenemos un debate muy claro puesto sobre la mesa; el destino y esa irremediable y necesaria reflexión sobre si somos libres o no, si nuestro sino está ya marcado. Betsy Braddock también juega ese inevitable papel en el que cataliza un triangulo donde ella se ve reflejada en Arcángel y en su yo futuro. ¿Somos libres, o en definitiva nuestras elecciones están ya prefijadas?
Realmente, esta inolvidable etapa tiene un potente mensaje: todos merecemos una segunda oportunidad, y es el amor (de la naturaleza que sea) el que puede marcar ese camino de redención. Otra idea importante que no deja de repetirse es si el fin justifica los medios; ¿debemos ser capaces de sacrificar nuestra humanidad en pro de un fin?
Por otro lado, debo señalar que el trabajo de Rick Remender en X-Force fue un collage maravilloso de ideas recicladas, nuevas y tomadas de la etapa de Patriarca Mutante. La calidad del guionista puso en la mesa una serie de conceptos que fusionaron todo aquello que hizo grande a La Patrulla-X con los nuevos aires del nuevo milenio. Viajes en el futuro, viajes a otras realidades, amor, desamor, humor, ciencia ficción, Otromundo, Arma-X, Apocalipsis, Fénix…En definitiva Uncanny X-Force fue una inmensa luz en la franquicia en unos años que a los fans irredentos de los mutantes se les abrió el camino a la verdadera evolución narrativa.
Lo cierto es que estos X-Force, que lo son por tratarse de La Patrulla-X con ese aire de violencia y cierta predisposición a estar en en límite de esa línea roja que define al héroe o villano, son nuestros mutantes de toda la vida. Rick Remender trabaja conceptos de los ochenta y noventa y los hace suyos de tal manera que consigue que el lector disfrute, por ejemplo, de esa vuelta a La Era de Apocalipsis. Cada una de las sagas, más o menos 5, son magníficas, siguiendo un patrón común. Tanto el destino de Warren como de Evan serán ese patrón común, o hilo conductor, que además será continuado en años venideros, lo cual no es baladí. Fantomex se convierte en ese héroe del nuevo milenio que lamentablemente quedó en el olvidó pero que el guionista de esta etapa consiguió explotarlo y dotarlo de una verdadera personalidad.
Respecto a la parte gráfica, existe un baile de dibujantes que no se puede obviar. Sin embrago y por fortuna cada equipo pivota entorno a una saga en concreto, lo cual, dentro de la inconsistencia da cierta coherencia con lo que en cada momento se nos está narrando.
Entre manos podemos disfrutar de un dibujo de calidad, una caracterización poderosa de cada uno de los protagonistas; elementos clave que hacen de Los Imposibles X-Force un cómic muy sólido. Sin embargo, la verdadera magia está en el ritmo impecable que Remender emplea a lo largo de toda la serie. Desde la lucha contra los Jinetes del Apocalipsis hasta el dolor de Lobezno por fracasar como padre, o Betsy acurrucada en un rincón con su psique fragmentada. Rick Remender pasa de la acción y la violencia, a ese rinconcito de cada personaje que los hace humanos, y ello debido al apoyo de unos artistas de muchísima calidad.
La edición, como es normal en este tipo de publicaciones, es inmejorable en lo que a calidad se refiere. El “pero” es el peso y lo inmanejable que es el tomo. Desde luego es una pega ciertamente insustancial desde el momento que ya sabemos lo que vamos a adquirir, pero me siento en la necesidad de advertirlo.
En definitiva, os recomiendo X-Force de Rick Remender porque es una delicia, es La Patrulla-X en estado puro, es ciencia ficción, aventura, amor, redención y diversión a raudales.
Lo mejor
• La consistencia de una historia trabajada en tres años.
• El triángulo entre Warren, Betsy y Fantomex.
• La idea de Apocalipsis joven y su posible redención.
• Ese futuro distópico donde el fascismo es retratado en base a la idea de lo fácil que es caer en ese camino y la deriva autoritaria.
Lo peor
• El peso de este volumen.
Imposibles
Guión - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 9
8.5
Los mutantes del milenio
Totalísimamente de acuerdo. Una serie que me marcó.