El jueves santo nos ha traído, a través de las agencias de información y de las ediciones digitales de algunos medios de comunicación, el fallecimiento del historietista y animador Manuel García Ferré. Quizá el nombre suene de poco a la gran mayoría, exceptuando a los argentinos (y, seguramente, también muchos sudamericanos) que reconocerán su nombre al instante. Para aquellos que no les suene, si se añade que fue el creador de un pingüino llamado Petete un par de generaciones de hispanohablantes harán asociación de ideas y recordarán cierto libro gordo que acompañó las meriendas infantiles de los setenta y los ochenta.
Manuel García Ferré nació en Almería en 1929 y con diecisiete años marchó a Argentina, donde desarrolló su carrera como artista gráfico, historietista y animador, brindando al cómic argentino algunas de sus creaciones más memorables desde su empresa García Ferré Producciones. Testigo de los horrores de la Guerra Civil Española y emigrante que encontró en el país del cono sur el que habría de ser su hogar, su historia evoca la de otras muchas personas que entonces (y ahora) hubieron de marchar de un país hundido para poder labrarse un porvenir. Como recuerda en su obituario el diario La Nación, sus vivencias reflejaron la filosofía de sus creaciones: «mis personajes tienen un fin didáctico o moralizador porque expresan ternura, sabiduría en lugar de violencia o expresiones de mal gusto. Creo que haber sufrido la Guerra Civil Española hizo surgir en mí la idea de buscar personajes que fueran símbolos de comprensión y de paz».
Sus creaciones son testimonios de esa intención, y mediante ese objetivo logró empatizar con generaciones de niños, alimentando el entretenimiento infantil a través de la clásica revista de historietas Anteojito (que sólo la pudo detener la gran crisis económica argentina del 2001 tras varias décadas de publicación), los dibujos animados televisivos, principalmente Las aventuras de Hijitus (que al día de hoy siguen emitiéndose en eternas repeticiones) y el programa educativo El Libro gordo de Petete, o su decena de películas animadas.
Fragmento de Las Aventuras de Hijitus
Entre las páginas de historieta y las animaciones surgieron personajes inolvidables e inmortales, desde su primera creación, Pi-Pío, pasando por Petete con su Libro Gordo y el inteligente Calculín (también protagonista de otra serie de microespacios divulgativos), hasta llegar a la ciudad de Trulalá que alberga al niño superhéroe Súper Hijitus (y su consiguiente alter ego, Hijitus) con sus amigos Anteojito, Larguirucho y Oaky, y su pequeño perro Pichichus, enfrentando a carismáticos villanos como el Profesor Neurus y Pucho, entre muchos otros. Todos los adultos y jóvenes argentinos que crecieron entre la década del 1960 y el 1990 (y todavía hasta la actualidad), en mayor o menor medida fueron criados un poco por las creaciones en los distintos medios de García Ferré, y es normal para ellos citar frases o personajes suyos en situaciones cotidianas.
Además de su relación con los niños, estas producciones hicieron que algunos lo llamaran «el Walt Disney latinoamericano», como se comenta en la nota publicada en el diario Página/12, debido a las grandes inversiones que realizaba para lograr una calidad que no deba envidiar a las producciones norteamericanas, lo que puede apreciarse en Manuelita o Ico, el caballito valiente.
Fragmentos de Manuelita (1999)
Se va una persona activa y creativa aún en su avanzada edad, y nos deja un gran legado tanto en sus producciones materiales como en remembranzas de la infacia. Desde aquí nuestro recuerdo y homenaje.
El libro gordo enseña, el libro gordo entretiene, y yo te digo contento: ¡hasta la semana que viene!
Entre este comentario y el que hice en el otro lado sobre Willy Fogg y los Mosqueperros, va a notarse mucho lo viejo que soy
Una gran perdida, en Argentina todos crecimos viendo y leyendo sus creaciones…
Pues yo soy español y lo bastante viejo como para haberme gozado a Petete y sus amigos, que aquí también tuvieron su época de triunfo con El libro Gordo de Petete y una revista semanal que duró mogollón de números. Este hombre era considerado el Walt Disney argentino y creo un mundo de lo más entrañable.
Hijitus siempre fué un plasta pero a cambio nos dejó personajes inolvidables como el gran Larguirucho, Oaky, Pucho, Neurus, el Boxitracio, Cachavacha, etc.
Hasta siempre García Ferré, tus creaciones vivirán en nuestra memoria!
Khonshu ha comentado: como para haberme gozado a Petete y sus amigos
Estoy seguro de que en algunas comunidades esta expresión significa otra cosa.
Khonshu ha comentado: como para haberme gozado a Petete y sus amigos
Estoy seguro de que en algunas comunidades esta expresión significa otra cosa.
Te lo voy a poner aún más fácil:
Es que yo me parto el culo con el larguirucho.
Es que yo me parto el culo con el larguirucho
Hablá más fuerte que no te escucho
Gracias Garcia Ferre por unos personajes entrañables