In memoriam, Peter B. Gillis

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El pasado mes de julio llegó la noticia del fallecimiento del guionista neoyorquino Peter B. Gillis a los setenta y un años. La noticia me hizo recordar aquella primera época de Forum en la que su nombre aparecía aquí y allá en las ediciones que el sello de Planeta, en la forma de números especiales, números de relleno, algún que otro cierre de colección y algún que otro proyecto especial en la forma de serie limitada.

Mi primer recuerdo de su obra fueron los números de Los Nuevos Defensores que, a modo de denostado complemento de Los Nuevos Vengadores. El criterio de agrupación estaba un poco pillado por los pelos, dado que el cambio de título operado para la serie de los Vengadores Costa Oeste venía a asimilar a los vengatas californianos a la última época de una colección que ya en los Estados Unidos estaba cancelada, por mucho que ambas fueran grupales. Los Nuevos Defensores era una suerte de cajón desastre en la que se reunían miembros cuasi-fundadores -la Valquiria- con otros veteranos -la Gárgola- y rebotados de los Campeones -el Hombre de Hielo y el Ángel- o de los Vengadores -la Bestia y Dragón Lunar- más la misteriosa Nube. En la parte gráfica estaban Don Perlin y Kim DeMulder. Nada que llamara particularmente el interés y, de hecho, los correos de la época dan cumplido testimonio de que aquella reunión Vengadores-Defensores recibía más palos que una estera por el lado complementario. Gillis, que tenía fama de tener una vasta cultura, presentó unas historias en las que jugaba con el rico bagaje de los distintos personajes para jugar con diversos enigmas, dando como resultado relatos donde el misterio y el terror están bien presentes. Así, la primera aparición del asesino telépata Carnicero es digna de figurar en un filme de cuchilladas -Slasher, que le dicen los pitingloparlantes-. La forma en la que la Gárgola relata a Nube la historia de Dragón Lunar es digna de una velada de las de contar historias de miedo. El clímax de la historia en el centésimo cuadragésimo primer número de la colección no tiene nada que envidiarle a La Cosa. A Gillis se le daba bien trabajar con ciertos conceptos de corte principalmente místico.

Después de la cancelación de la colección neo-defensiva en Secret Wars II, Gillis recaló en la serie del Doctor Extraño. El hecho de sustituir a Roger Stern tras una fructífera etapa no ayudó, ciertamente, aunque pudo continuar contando las historias del maestro de las artes místicas en Strange Tales -donde recuperaría a una parte de los Defensores- y en una miniserie posterior. Un encargo similar le tocaría en suerte cuando hubo de sustituir a Doug Moench en la serie de Shang Chi. El personaje, que había mantenido su colección cuando la fiebre setentera de las artes marciales había pasado hacía tiempo, acabó viendo como aquélla quedaba cancelada y él dedicado al arte de la pesca. En esos años también llevarían su firma como guionista una maxiserie protagonizada por los Eternos y una interesante serie limitada protagonizada por Pantera Negra en la que T’Challa de Wakanda ha de pechar con un régimen vecino con reminiscencias de la Unión Sudafricana del apartheid.

Entre tanto misticismo, Gillis tuvo ocasión de hacer sus pinitos en el ámbito de la ciencia-ficción, creando junto al dibujante Brent Anderson la serie Strikeforce: Morituri. También picó en el campo del humor con aportaciones para la colección paródica What The?! Fuera de Marvel hizo también trabajos en DC, First y, más recientemente, en IDW Comics.

Su fallecimiento cierra otra historia dentro de la gran historia de los tebeos, la de uno de tantos currantes del sector que se apuntaba a un bombardeo para seguir trabajando.

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hammanu
hammanu
Lector
10 septiembre, 2024 14:32

Se agradece este breve pero necesario articulo para recordar a este injustamente olvidado guionista ¡Bien hecho!