Indestructible Hulk Nº11

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Un muy buen comienzo para el coloso esmeralda

 

Contiene: Indestructible Hulk #02 y #03
Guión: Mark Waid
Dibujo: Leinil Francis Yu
Formato: Comic-book, 48 páginas
Precio: 3,50€

 

A la hora de escribir una historia de Hulk, la originalidad siempre es uno de los factores más importantes, al menos desde el punto de vista de quien escribe. Es un personaje de una idea sencilla pero con potencial, que lo ha conducido a través de direcciones tan diversas como los resultados que han cosechado. Con el relanzamiento, una de las colecciones que esperaba con más ganas era precisamente la del coloso esmeralda, no tanto por Yu –un buen autor, pero que por sí mismo no es capaz de empujar al lector a una colección nueva–, como por Waid, autor de probada experiencia a la hora de hacer cosas chulas cogiendo las viejas ideas y enfocándolas desde otro punto de vista o dándoles una nueva vuelta de tuerca, todo ello sin perder su esencia.

Es una fórmula que domina y que utiliza con muy buenos resultados en Indestructible Hulk. ¿Es la versión definitiva del personaje? No, ni mucho menos. ¿Ofrece una perspectiva completamente rompedora? Tampoco. Pero es una serie condenadamente entretenida, fresca, que invita a seguir leyendo. Waid no es un autor que se caracterice por echar abajo “viejas mansiones” como podría ser Hulk: les quita las telarañas, reemplaza muebles viejos por muebles clásicos y le da algo de cera al suelo. El resultado, por lo tanto, es muy positivo: la serie transmite la misma sensación de familiaridad pero al mismo tiempo, transmite un aspecto renovado que invita a quedarse. Indestructible Hulk ha tenido una salida muy notable, pero ¿por qué?

En primer lugar, hablemos de Banner. Durante las décadas hemos visto unas cuantas versiones de Banner, pero la mayoría giraban en torno a la misma idea: hombre atormentado y culposo, con pinta de becario empollón o de atractivo fugitivo con barba de tres días, pero con el siempre presente factor de penitencia, de flagelación constante. Llegaba a cansar. Mucho. A la hora de caracterizar a Banner, Waid ha tomado la solución más lógica: dotar al personaje de madurez. Es un genio con tanto CI como espartanos había en las Termópilas, más o menos, ¿y a la hora de enfrentar, tanto en lo pragmático como en lo personal, un problema como es Hulk, se comporta del modo que lo haría un adolescente?, ¿con mucha culpa y mucho sufrimiento que no llevan a ninguna parte? No tiene sentido. No tiene sentido que lloriquee cuando podría estar haciendo algo productivo. Así que… Eso es lo que está haciendo.

Este Banner asume la existencia de Hulk como la asume el lector: como algo constante, algo que no va a desaparecer jamás, y cuyo poder destructivo jamás va a mitigarse. De modo que opta por una nueva actitud que se refleja en su aspecto, en su forma de hablar, en su forma de hacer las cosas. Es un nuevo Banner: más entretenido, menos estereotipado, más maduro, más sereno. Waid aplica al científico las fases del duelo: durante demasiados años ha estado encasillado en la etapa de culpa, pero ahora ha llegado a una aceptación de lo más saludable que además tiene mucho potencial de cara a la colección. Es un personaje cuyas líneas de diálogo estás deseando leer, en vez de hacer una lectura diagonal porque no aguantas más sus diatribas auto-punitivas. Estoy deseando saber más sobre sus inventos y ver adónde lleva su relación con Tony Stark.

Oh, por supuesto, Tony Stark. Waid caracteriza a Iron Man con tres pinceladas, pero que son más que suficientes para crear un personaje entretenido que sirve de contrapunto a Banner sin llegar a ser su opuesto. Sus intervenciones tienen una acertadísima mezcla de respeto hacia su colega, reserva y unas gotas de sana paranoia desarrollada durante décadas resolviendo los desaguisados de Hulk. En ningún momento llega a pasarse de controlador –nada más nocivo para la caracterización de un personaje que convertirlo en un histriónico a la primera oportunidad– y es fácil empatizar con él, comprender su punto de vista. Del mismo modo que Banner ha madurado, Iron Man vendría a ser el reemplazo maduro, analítico, sereno, precavido, inteligente y profesional del general Ross. ¿Qué os decía? Waid se ha quitado de encima los muebles viejos comidos por la carcoma y ha puesto unos nuevos mucho mejores. El resultado es que el personaje funciona a muchos niveles: como el ya mencionado contrapunto de Banner, como su igual en el plano científico, como compañero de aventuras, como director de operaciones, como ojo eternamente vigilante sobre el monstruo. Todo un acierto. María Hill, por otra parte, también tiene un buen papel como personaje secundario para guiar al lector por la historia y complementar a Stark. Nadie resulta superfluo en estas páginas.

El dibujo de Yu es bueno en general, aunque abusa de las rayas –en varias ocasiones restan en vez de sumar–, sus rostros a veces pecan de inexpresivos y, si bien es muy bueno a la hora de dibujar escenas de acción con explosiones asombrosas y planos muy vistosos, las peleas tradicionales a puñetazos resultan flojas y faltas de intensidad.

La historia, sin ser brillante, es muy entretenida y tiene el potencial de convertirse en una todavía mejor. Inicialmente se utiliza para caracterizar a los personajes y definir la relación que existe entre ellos, para luego avanzar por nuevos y prometedores derroteros salpicados de muy inteligentes detalles. IMA también es otro de los elementos propios de la mitología de Hulk que salen beneficiados del lavado de cara llevado a cabo por Waid, el cual hasta consigue hacer que la aparición de un robot gigante para que Hulk lo machaque resulte sorprendente y el combate resultante, entretenido y con un final potente. Waid, en definitiva, ha hecho aquello que ya es un experto en hacer: dejar la fórmula de un personaje prácticamente intacta, pero potenciar los distintos aspectos que componen la colección con una mezcla de inteligencia y creatividad, cohesionado todo ello con diálogos entretenidos y una historia que avanza a buen ritmo, desvelando paulatinamente sus cartas. Un prometedor comienzo, un relanzamiento notable y una colección a la que merece la pena subir.

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Spirit
Spirit
Lector
6 abril, 2013 13:26

Yo sólo me he leído el primer número, comprado más por Waid que por otra motivación, y he de reconocer que me ha encantado. Me encanta este nuevo Banner, que efectivamente ya empezaba a ser cansino con tanto lloro y tanta angustia existencial, me encanta esta nueva dirección (alejada de Hulks rojos y cosas raras) y me encanta el buen hacer de Waid, que es capaz de contar en 20 páginas muchas cosas y hacerlo bien. A la espera de ver más relanzamientos del marvel now ese, de momento éste me ha ganado durante una buena temporada, a la espera de ver cómo evoluciona la serie (que no sería el primer caso de unos primeros números estupendos y luego una deriva un tanto mediocre, aunque mantengo intacta mi fe en Waid).

Reverend Dust
Lector
6 abril, 2013 14:11

Yo de paso vengo a des-quejarme de que Simonson sea el segundo dibujante de la serie. Impresionante su labor en el número que lleva publicado.

Por otra parte, está claro que Waid sigue un modus operandi prefijado que se detalla en esta reseña y que se constata con tu comentario, Spirit: lo de «ya empezaba a ser cansino con tanto lloro y tanta angustia existencial» creo que podría sacarse tal cual de alguno de los primeros comentarios a su Daredevil. Y yo que me alegro.

Una serie tan grande como culo de lemúrida (si Ocioso lee el #5 de este Hulk va a saber que Scarlett Johansson tiene futuro en la franquicia Marvel).

FJR
FJR
Lector
6 abril, 2013 14:22

Yo la veo mas «culo Kim Kardashian»

Ocioso
Ocioso
Lector
6 abril, 2013 14:41

Vaaaargame! A su lado Jennifer Lopez tiene culo carpeta.

Spirit
Spirit
Lector
6 abril, 2013 14:53

Los culos y las burras, cuanto más grandes mejor. Venía un dibujo hoy en el país de Gitney Patrow (o como se escriba) diciendo que tenía debajo de la mesa a un tipo que comía por ella con el que me he reído un rato.

A mí es que esa etapa grim and gilty o como se escriba está bien…durante eso, una etapa. Pero es que lo que hicieron con DAREDEVIL era un manual de la depresión; leídas del tirón las etapas smith/bendis/brubaker (120 números o por ahí) la sensación es de hastío al final. Joder, parece un culebrón venezolano donde sólo pasan desgracias, sólo faltaba una pobre ciega que cae enferma y…ostres, si incluso eso hay.

El Hulk que más me ha gustado siempre es el de Peter David en sus mejores momentos (que para mí fue con Gary Frank de dibujante), donde aunque las pasaba putas en según qué cosas también tenía sus momentos luminosos y divertidos. En todo caso, siempre irradiaba positividad, incluso cuando se le mueren los amigos de sida.

En fin; que por mucho que me mole Dark Night, Whatchmen e incluso los culebrones de llorar, está bien que los héroes sean positivos, divertidos y luminosos. Para desgracias ya tenemos la realidad.

 

Ocioso
Ocioso
Lector
6 abril, 2013 15:10

Spirit ha comentado: Venía un dibujo hoy en el país de Gitney Patrow (o como se escriba) diciendo que tenía debajo de la mesa a un tipo que comía por ella con el que me he reído un rato.

Me metía debajo la mesa pa comerle el tigre.

JauriJauriJauri
JauriJauriJauri
Lector
6 abril, 2013 15:38

Lo único malo de Waid es «The Traveller». Un bodrio de cuidado. Todo lo demás de Waid me encanta. Y este Hulk apunta bastante bien

Caeolos
Caeolos
Lector
6 abril, 2013 16:49

 Primera vez que he tocado algo de Hulk, me metí en esto cuando Loeb estaba así que siempre ha dado cómo «cosica» acercarse a Hulk aún sabiendo que el de Peter David es un clasicazo pero tanto número siempre intimida a la hora de ponerse.

Y la verdad es que se resume en divertida, no será nada trascendental o complicado pero siempre se agradece tener alguno de estos tebeos de pasar un buen rato en la pila de lectura.

Alejandro Ugartondo
Autor
6 abril, 2013 17:45

 Lo que no acabo de entender es la política de Panini de no renumerar las series de Marvel NOW! A mi parecer es un error, ya que podían haber aprovechado para empezar por el número uno un buen montón de series e intentar atraer nuevos lectores. En el caso de Hulk más aun para romper con la etapa de Aaron que fué tan mal recibida.

Khonshu
Khonshu
Lector
7 abril, 2013 1:56

  Lo que no acabo de entender es la política de Panini de no renumerar
las series de Marvel NOW! A mi parecer es un error, ya que podían haber
aprovechado para empezar por el número uno un buen montón de series e
intentar atraer nuevos lectores. En el caso de Hulk más aun para romper
con la etapa de Aaron que fué tan mal recibida.

No lo entiendes ni tú ni nadie, sólo ellos. Esta serie y la del Capi son dos clarísimos ejemplos de que un buen nº 1 debería separar las etapas.

El Hulk que más me ha gustado siempre es el de Peter David en sus
mejores momentos (que para mí fue con Gary Frank de dibujante), donde
aunque las pasaba putas en según qué cosas también tenía sus momentos
luminosos y divertidos. En todo caso, siempre irradiaba positividad,
incluso cuando se le mueren los amigos de sida.

Joder Spirit, entiendo lo que quieres decir en líneas generales y lo comparto, pero es que has puesto un ejemplo… ese número era hiperdeprimente y no invitaba precisamente a la positividad y al optimismo.

Aviso de Spoiler

Por un lado tenías la historia de Jim Wilson que acababa con el pobre muriendo engañado creyendo que se iba a curar con la sangre de Hulk y por el otro la subtrama de Betty que no conseguía salvar a un seropositivo que se iba a suicidar. Muy happy ending no era precisamente. Eso sí, un gran cómic, como casi todo su Hulk

A mí el número de David que realmente me dejó mal cuerpo fue el de la pena de muerte, el de «Ocho Raro». Mira que era gracioso el jodío, pero cuando se ponía serio lograba hacer llegar su mensaje al lector como pocos.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
7 abril, 2013 19:59

Recientemente he leído del tirón la etapa de Aaron y… Bueno, me uno a los que la consideran más bien floja. Y además por un defecto que encuentro muy común en los guionistas actuales y que ya he comentado en alguna ocasión: una cierta intención de crear historias «trascendentes» o «impactantes» en la biografía de los personajes, como si contentarse con escribir buenas historias de acción y aventuras no fuera suficiente. Y al final la mayoría suelen resultar fallidas precisamente porque al final no dejan de tirar de constantes vistas mil veces: la relación hombre/máquina en Iron Man, el pasado de Lobezno, las desgracias personales en Daredevil, etc.

En el caso de Hulk, igual: Hulk se vuelve listo-Hulk vuelve a ser tonto; Hulk se separa de Banner-Hulk y Banner vuelven a ser uno; Hulk ahora es otro que no es Banner-Hulk vuelve a ser Banner; Banner controla a Hulk-Banner deja de controlar a Hulk… Todo esto lo hemos visto ya y además repetido muchas veces. Jason Aaron, por regla general me encantas como guionista, pero lo que hiciste en Hulk estaba ya muy visto.

Si algo me gustó de la primera etapa de Pak, la de «Planet Hulk» es que sin ser una historia que te pasas de original (no dejaba de ser una mezcla entre Conan-Kull y John Carter de Marte) al menos veías a Hulk aplastar (que en definitiva es lo que todos queremos) en un entorno diferente. Y contar una historia potable de aventuras, qué ya es bastante. Luego, cuando se trató de poner trascendente con lo de «crear una familia» y demás me pareció un coñazo. De hecho, la etapa final de Planet Hulk ya me pareció que flojeaba, pero bueno.

Si algo mola de Waid es precisamente eso: trata de hacer buenas historias de superhéroes sin más pretensiones. Y aunque no siempre lo consigue, al final mucho de su trabajo al final es más recordado que otros con mayores pretensiones. No tenía muchas esperanzas puestas en este Hulk, pero los primeros números me están gustando mucho. El tipo parece estar pasando por una segunda juventud. A ver si dura, que Hulk lo necesita.

anderson
anderson
Lector
8 abril, 2013 9:11

 De verdad os puede transmitir buenas sensaciones una serie leyendo solo un tebeo?…no tengo esa percepción extrasensorial que tenéis todos, hasta la presente(o hasta que  la serie no avance lo suficiente), el primer numero no me dice absolutamente nada, pasando solo de aburrido a veces a soporífero en su totalidad, de todas formas sigo teniendo mucha fe en Waid por el trabajo que esta haciendo en su DD, esperemos que recupere esta serie como Odín manda.

nascitturuss
nascitturuss
Lector
8 abril, 2013 13:41

Claramente Waid ha aplicado su formula de Daredevil en su Hulk. Olvidarse de tanta depresion e infortunio y dotar al.personaje del halo superheroico y positivo. Con Daredevil lo gozo porque Matt Murdock necesitaba ya un respiro y alejarse de la sombra fatal de Frank Miller desde su Born Again, y aunque sigue siendo de mis favoritas, nos encontramos en pleno sigloXXI. Que al pobre no han parado de darle cera durante casi treintaicinco años. Ya esta bien.

Con Hulk lo mismo. Aunque he de confesar que solo segui la etapa de Peter David. Ha sido un acierto del editor de estas series de colocar a Waid al frente. Obviamente, su buen hacer y el planteamiento con Daredevil ha tenido mucho que ver.