Nunca deberían dejar a la persona más joven ocuparse de la sección de Clásicos DC, porque va a hablar de otras cosas. En vez de retrotraerme por tiempos editoriales mejores, o al menos más accesibles para nuestro bolsillo, vamos a hablar de un cómic inédito en España, de hace solo más de un año, pero que no está por los planes de la editorial traerlo de forma inmediata.
En los últimos años, hemos tenido muchas iniciativas para aumentar la inclusividad en estos cómics, con antologías de historias cortas que celebraban la diversidad coincidiendo con fiestas del orgullo, ya sea LGBT o de legado AAPI (que son las siglas de Asian American and Pacific Islander). Es en este último, donde la editora Jess Chen, nos sorprendió con una iniciativa denominada “We Are Legends”. En ella se presentarían tres cabeceras, miniseries, con nuevos personajes del colectivo con equipos creativos comprometidos. Estas son: The Virgil, por Ram V y Lalit Kumar Sharma; City Boy por Greg Pak y Minkyu Jung; y Spirit World por Alyssa Wong y Haining. Esto es una manera de no dejar en saco roto tu compromiso con esta lucha, pues al igual que estas series ya tuvimos Monkey Prince de Gene Luen Yang o ahora la recién anunciada Batgirl centrada en Cassandra Cain.
En el mundo editorial que vivimos, las reivindicaciones sociales son importantes para aquellas personas oprimidas en su día a día, es importante ofrecer historias donde el respeto y la empatía están acordes a la realidad social de cada uno, donde cualquiera pueda sentirse identificado y aceptado. Todo artista tiende a expresar una parte de su mundo, de su realidad. El noveno arte nos ofrece una forma de inmersión especial, donde a través de las palabras, las acciones, los diseños y las expresiones se puede comunicar y trasladar personajes de forma única. Es, por tanto, normal que cada nueva creación que ha salido de estas nuevas líneas haya conseguido tener una identidad visual tan marcada y tan característica, pues refleja esas realidades sociales únicas y tan personales.
La historia nos lleva a las consecuencias de Planeta Lázaro, en específico al número de Dark Fate que nos llegó aquí a través del segundo tomo de Planeta Lázaro, que fue escrito por Alyssa Wong y dibujado por Haining. Es aquí donde nos presentaron por primera vez a Xanthe quien, durante este one-shot, cruzó su destino con el de Cassandra Cain y John Constantine. Todo acabando con un cliffhanger donde Batgirl es trasladada al mundo de los espíritus, mientras que Xanthe quedaba atrapada en el mundo de los vivos. De ahí ya pasaríamos al primer número de Spirit World.
La identidad de las personas es algo que traspasa las fronteras de la vida y la muerte, pues son las percepciones y la memoria de estas las que definen esa realidad volátil que llamamos existencia. Es así, como le protagonista toma sus poderes de convertir el papel de joss en representaciones físicas como su espada. El poder nace del propio velo entre la vida y la muerte, de la mitología y tradiciones de las familias chinas al quemar ese dinero o papel fantasmal en las plegarias.
Hay mucho más en esta realidad onírica que nos quiere contar con el pasar de los números. Para muchas personas no binarias o trans, el deadname es un punto de ruptura para la definición conceptual de las propias personas en algunos casos. La forma de respetar dentro del cómic esto es muy inteligente, pues cuando se reencuentra con su familia, el nombre por el que se refieren aparece tachado totalmente y cuando intentan frenar al trío protagonista con los talismanes en el segundo número, estos no funcionan pues no se refieren a Xanthe por el mismo nombre que acabo de usar, si no por un tachón indescifrable que representa ese deadname.
El poder de las palabras es otro tema principal durante toda la historia, pues en ellos también existe más poder, el de ser nombrado y ser recordado. Esto se aleja de conceptos mágicos como los de los libros de Patrick Rothfuss, no es el nombre de las personas o los conceptos detrás de las palabras, si no los recuerdos y los sentimientos impregnados en ellas. Pues como ya mencionábamos, es el recuerdo de la gente quien moldea la realidad, ya estén en el mundo de los vivos o el de los espíritus, es lo que hace que tu sigas existiendo donde sea. Siempre existirán aquellas personas que sigan en la mente de alguien.
La elección de los personajes de Batgirl y Hellblazer no es baladí. Cassandra es una persona sin familia, que fue asesinada por la obsesión de su madre y resucitada para cumplir de nuevo sus órdenes, que ha consagrado su vida a la paz, siendo entrenada para un propósito contrario y despejada de obtener cualquier lazo sentimental con nadie. Todas las personas que la quieren, la respetan y la aman ha sido en base a su esfuerzo al empezar de cero. Constantine es todo lo contrario, alguien que amó y que decidió alejarse de cada persona, además de ser un experto exorcista conocedor de todo el misticismo mágico.
Para poder transmitir todas estas ideas hay un desafío que va más allá de las buenas concepciones de Wong, necesitamos que exista una narrativa visual a la altura. La cantidad de conceptos complicados y de espacios oníricos requerían de una conceptualización artística muy bien desarrollada. El mundo de los espíritus, el velo y todos los seres, ya sean del colectivo o demonios, eran complicados. Haining ha sabido dotar a cada sección de un aura especial, la forma de trasladar la mitología y los conceptos de Alyssa durante estos seis números ha sido sobresaliente, ha creado una atmosfera única y reconocible. La bestia de cien ojos o ese mundo espiritual lleno de demonios, cada uno de los diseños tiene detalles bien ejecutados, complejos y muy identificables como con el traje nuevo de Cass. El color de Sebastian Cheng hace diferenciar el trabajo de Haining en cómics como Hiedra Venenosa y se nota que ha puesto todo su corazón en crear una atmósfera única para esta cabecera.
Estamos ante una obra autocontenida, no muy larga, con una resolución rápida y eficaz. Es una pena que hasta el momento y por lo que parece, no vamos a tener esta magnífica obra publicada en nuestro idioma. Que haya pasado desapercibida es una pena con todas las virtudes que tiene, sorprende que no haya generado más conversación. El personaje de Xanthe ya se ha dejado ver en obras como el DC Pride o Birds of prey.
