Inhumanos #21 – #23

 

Edición original: Contiene FCBD All-New All Different Avengers (Uncanny Inhumans), Uncanny Inhumans #1 – #4 USA
Guión: Charles Soule
Dibujo: Steve McNiven
Color: Sunny Gho
Formato: Comic-book, 48 – 72 páginas.
Precio: 3,50€ – 4,50€

La realidad alrededor de reseñar los arcos argumentales de las diferentes series protagonizadas por los inhumanos en nuestro país es que va a ser una tarea, al menos, engorrosa. No porque sean unos números complicados o farragosos, más bien porque en nuestro país Panini ha vuelto a hacer lo que una vez hizo con Iron Man: Director de S.H.I.E.L.D. y Máquina de Guerra: unir dos cabeceras cuyos guiones, estilos gráficos y protagonistas son bien diferentes, aunque relacionados entre sí, para que te hagas con ellas. Una oferta estilo Carrefour que, sin embargo, acaba por cabrear al lector habitual, obligado a hacerse con historias que quizás no quiera o tenga que alterar su estilo de lectura ante tal vicisitud, teniendo en cuenta además que los arcos argumentales de ambas series ni siquiera empiezan o acaban al mismo tiempo. En nuestro caso, aunque veréis en los títulos de las reseñas de las diferentes series incluidas en Inhumanos, prestad atención al subtítulo, donde incluiremos siempre la numeración de la colección original estadounidense, ya sea por un lado Imposibles Inhumanos (Uncanny Inhumans) o Nuevos Inhumanos (All-New Inhumans). En este caso, la historia que ya vimos empezar antes de Secret Wars en un especial número cero es la que resuelven Charles Soule y Steve McNiven: Rayo Negro, Medusa y el resto del equipo rescatará al príncipe Ahura de las garras de Kang el Conquistador. Pero, ¿y si ya es demasiado tarde?

Las historias que se tejen alrededor de Kang el Conquistador implica tener la vasta continuidad del espacio-tiempo en manos de guionista y dibujante, un placer y un quebradero de cabeza a partes iguales que puede ser resuelto de manera original y significativa o convirtiéndose en un horror indescriptible para que pueda ser comprendido. Charles Soule simplifica al máximo todo conflicto entre el equipo de Rayo Negro y las fuerzas de Kang el Conquistador, con el típico dilema del salto temporal a diferentes períodos del tiempo, lo que puede significar el alterar la historia de un personaje de una manera u otra, incluyendo la posibilidad de que el personaje en cuestión tenga una edad determinada o incluso una mentalidad radicalmente diferente a cuando le vimos por última vez. Por supuesto, jugar con Kang el Conquistador también significa tratar con Rama-Tut, el Centurión Escarlata, Immortus, Iron Lad, Kid Immortus o el señor Gryphon, diversas identidades a lo largo de las épocas de diferentes versiones del propio Nathaniel Richards, algo que normalmente ocurre cuando trasteas demasiado con los viajes temporales. De nuevo, la simplicidad es la norma, y aquí no tiene ninguna explicación la presencia de Kang: está ahí y punto, no hay más vuelta de hoja. Lo mismo da que sea Immortus, que Iron Lad, que el Kang que asesinó el mismo Joven Vengador en el primer volumen de la serie de Allan Heinberg y Jim Cheung antes de que todo eso llegase jamás a ocurrir. Sin explicaciones de qué Kang es, nos ahorramos el tener que pensar demasiado en una historia en la que actúa de secundario, algo que muchos agradecerán.

El dibujo de Steve McNiven vuelve a ser aquel tan detallista que ya nos enamorase en Marvel Knights: 4, Civil War o La Muerte de Lobezno. Hablar a estas alturas del dibujo del canadiense es hablar del trazo y el arte de un dibujante consagrado en Marvel que de vez en cuando inaugura alguna colección o se encarga de un arco argumental concreto que necesita de su arte para alcanzar una grandeza absoluta. Y sí, también sirve de reclamo de ventas como Marc Silvestri, aunque en este caso sí que llega a finalizar los arcos argumentales al completo, aunque nos gustaría verlo en alguna colección regular durante más tiempo. Los diseños, paisajes, incluso los soldados a las órdenes de Kang el Conquistador, todo tiene un aspecto único y a la vez conocido, un recurso que nos atrae aún más a la historia de búsqueda que encabeza Rayo Negro con la Reina Medusa y el nuevo equipo protagonista de la colección.

El grupo en cuestión es, como poco, variopinto, aunque en realidad la presencia de algunos puede levantar auténticas ampollas: por supuesto la tríada de Rayo Negro, Medusa y Tritón debería ser de sobra conocida, dado que han aparecido durante toda la historia de la raza inhumana en las colecciones Marvel; junto a ellos tenemos un nuevo inhumano, Lector, creado por Charles Soule en Inhumano y que ha adquirido una gran popularidad; y las dos ultimas incorporaciones, que son la Antorcha Humana y la Bestia, el primero como representante humano en Nuevo Attilan y amante de la Reina Medusa, el segundo como representante mutante y curioso científico en busca de la solución para que la Nube Terrígena que recorre la Tierra deje de perjudicar, esterilizar y matar a los mutantes, una raza en peligro de extinción… Otra vez.

El primer arco argumental de Imposibles Inhumanos se encuentra recopilado en los números 21, 22 y 23 de la colección española Inhumanos. Sin embargo, ¿justifica esta plausible y disfrutable historia de viajes en el tiempo y problemas familiares la compra de una colección compartida con Nuevos Inhumanos? Quizás debamos analizar el primer arco de esa serie para salir de dudas.