Invasiones secretas, públicas y esperpénticas (y II)

Continuamos con más invasiones acontecidas en cómics, videojuegos, novelas, cine y anuncios de televisión. Bueno, en anuncios no, pero sí en todo lo demás, y es que la idea de que nos visiten personajillos extraños y patiformes siempre nos ha parecido interesante, si bien no tanto como que esos seres tuvieran intenciones belicosas. ¡La sangre vende!

Así pues, dicho lo dicho, y continuando el top 50 que nos ofreciera Wizarduniverse.com, pasamos con este amplio repaso, si no exhaustivo. Más de un nombre habrá acudido a vuestras cabezas, pero ¿cuál será el número uno? Aún más, ¿cuál es la mejor historia de invasiones para vosotros? Yo lo tengo bastante claro.

¡Qué empiece la fiesta!

Una de esas series que, por desgracia, me perdí en su día. Humanos esclavizados, bichejos depravados que se liaban a masacrar y protagonistas que morían al año a cambio de sus poderes, por lo que caían como moscas. ¿Sería un buen momento para recuperarla?

Reconozco que Star Trek es una serie tan popular como desconocida para mí. Yo es que siempre fui más fan de Star Wars (de la trilogía buena, no de esa otra que dicen que existe, pero que no es sino una leyenda urbana), así que aquí tenemos otro de esos bichos feos que le dio varios disgustos al capitán Picard preXavier.

Los que hayan leído esa magnífica obra de Marvel, los Ultimates, reconocerán a estos aliens infiltrados entre nosotros que querían adueñarse de la Tierra (¿Dónde he oído esto antes?). La versión ultimizada de los skrulls se enfrentarían a las mismas versiones de Ojo de Halcón y la Viuda Negra, así como, entre otros, un gigantesco y malcarado Hulk que se despachó a gusto con todo el que se le acercaba.

¿Recordáis a los aliens feos y dentudos de Invasión!? Pues ahora, y en hechos mucho más recientes, los mismos aliens piensan que les quieren atacar por culpa de un pequeño error de Booster Gold en sus viajes en el tiempo. Y, ya se sabe, la mejor defensa es un buen… ¡ataque!

Otra serie que no vi. El malvado Maestro (que es distinto al malvado futuro de Hulk visto en su miniserie de Peter David y George Perez) quiere matar al Doctor Who. Supongo que por eso de pasar el rato, pero para lograr sus planes (malvados) se dispuso a conquistar la Tierra usando satélites psíquicos, cabezas voladoras y hacer de Primer Ministro. ¡Toma ya!

Creo que todos sabemos quién es. O quien fue. O quien es de nuevo, porque ahora mismo le tenemos en los kioscos y librerías de comics. Este engendro era casi una fuerza del universo de puro mal ante el que lucharon todos los superhéroes del mundo (DC), pasados, presentes y futuros de muchas Tierras, cayendo por el camino más de una docena o dos. Una saga inolvidable y vibrante.

Mis disculpas si mi traducción no es precisa pero, como ya dije, esta serie y/o películas las tengo pendientes de ver. Pero, según leo, hay una raza de aliens cambiantes, de piel dorada que atacaron San Francisco. ¿Y no se dirigen a New York? ¡Pero si todo debe suceder allí!

A todos nos gustan los bichos grandes. Y si son enormes, aún mejor. Y si destroza una ciudad superpoblada mientras el ejército no puede hacer nada para derrotarlo, y la bestia derriba edificios a su paso, mejor que mejor. Pero es que en Japón es puro delirio, así que, ¿podemos creernos que son las guerras finales contra Godzilla? Pues… como que no.

¿Cuántos años tendrá la serie de Rom? Pues en dicha serie, de la que pocos se acordarán, los Dire Wraiths tenían la habilidad de cambiar de forma (otros más), talento empleado para infiltrarse entre sus enemigos y de este modo causar estragos.

Llegados de un mundo formado por una realidad paralela, los aliens y humanos se han aliado para formar un Imperio Británico cuyo afán expansionista les hizo llegar a “nuestra” realidad, pero Jenny Sparks y compañía serían los encargados de pararles los pies.

Tuvieron su serie de televisión, sus juguetes, sus comics y, al final, su espectacular película, donde robots de otro mundo se daban galletas que daba gusto. Procedentes de un mundo completamente robotizado, llegaron al nuestro convertidos en vehículos transformables en figuras humanoides equipados con todo tipo de armamento letal. Si los Autobots, con Optimus Prime, se nombraron nuestros defensores, los Decepticons dirigidos por Megatron tenían planes completamente opuestos.

La película empezaba con una escena que hería la sensibilidad de todo espectador: un helicóptero, cuyos ocupantes estaban armados con rifles, perseguía incansablemente un chucho con el fin de darle caza. ¿Se podía ser más cruel? Pero la historia apenas había empezado y la Antártida escondía algunos secretos que ojalá nunca se hubiesen desvelados. Una clásica película de terror de John Carpenter que hay que verla.

El añorado Christopher Reeve se encontraría en su segunda película con una disyuntiva acerca de renunciar a sus poderes para quedarse con la persona amada justo en el momento en el que tres kriptonianos vestidos de cuero negro lograban salir de su prisión eterna y aterrizar en el mismo planeta que su antecesor.

De nuevo, Star Trek en marcha, aunque era de esperar al tratarse de una serie que narra las aventuras de una tripulación (o varias, según se mire) que surca el espacio exterior y viaja a planetas como quien coge el bus. ¿Cómo no encontrarse con nuevas amenazas para la Tierra?

No sé cómo traducirían a los malos de esta peli de John Carpenter, ni siquiera si la película llegaría a nuestras pantallas o videoclubs, pero aquí la tenemos en el puesto número 10.

Fue una parodia a las clásicas películas de terror, donde los marcianos, feos, cabezones y que hablaban como patos, reducían sin piedad y sin dudar a todo humano que se les acercase. Basado en una colección de cartas ultraviolentas, Tim Burton se rodeó de un puñado largo de caras famosas para hacer su exitosa película.

Procedentes del planeta Skaro, estas minipimer tamaño maxi han acosado al buen Doctor Who con un único objetivo: Exterminar.

La película empezó bien. Espectacularmente bien. Incluso los carteles promocionales me gustaron en su momento y despertaban la curiosidad. ¡Y qué decir de las impactantes escenas con esa nave surgiendo de la nube y cubriendo el Sol en distintas partes del mundo hasta que… ¡Pum! Pero es que ese final tan… bueno, eso.

¡Ésta sí! De las mejores series que han visto la luz las televisiones. Fantástico inicio y fantásticos episodios siguientes, al menos en lo que se corresponde con la serie original, hasta que se estiraron los argumentos y degeneró la colección. Nos saludaron como nuestros aliados, pero pronto un periodista metomentodo descubrió algunos de sus secretos, a lo que se añadiría que había humanos en todo el mundo que empezaban a desaparecer. Desde su primer episodio hasta que lanzan a la atmósfera el polvo rojo, es de esas series que enganchan y con las que se disfruta, pese a que, hoy en día, sus efectos especiales despierten más de una sonrisa. ¿Habrá remake? Pues más de una vez he leído que sí, pero, por ahora, ni idea.

Recuerdo muy bien la primera serie, varias décadas atrás. Y es que el tiempo pasa que es una barbaridad, tanto para nosotros como para los Cylons que, de ser unos androides algo torpones, se convertirían en un enemigo letal con rostro de modelo y capacidad de metamorfosearse en uno de nosotros.

Otra vez un videojuego, y ahora entre los primeros puestos. Una especie con ideas fanáticas y el deseo de acabar con el Jefe Maestro y sus Espartanos. Esta invasión no es para leerla o verla. ¡Es para vivirla! No en vano, es un videojuego y, en Alemania, los videojuegos son cultura.

Tal vez el pistoletazo de salida fuera H. G. Wells con su Guerra de los Mundos, novela que todo el mundo debería leer y, seguramente, una de las más brillantes de este autor y de las de ciencia–fición. De esta novela tuvimos una clásica película, una mucho más reciente, la parodia de Tim Burton y la versión/adaptación que hiciera Alan Moore para enfrentarlos a su propia Liga. La miniserie, magnífica, por cierto.

Lo dicho: Wells inspiraría a incontables autores de todo género. También el Universo DC cuenta a sus propios marcianos, si bien el único que queda vivo es un tipo verde enorme, aunque hay otros no tan verdes ni tan bien intencionados como el carismático miembro de la JLA. Grant Morrison nos traería al papel sus marcianos blancos, metamórficos (¿cuántos metamorfos hemos contado ya?) y disfrazados de superhéroes bienhechores que… no, no lo eran. Por cierto, ¿cuántos creéis que fue capaz de derrotar Batman él solo?

Una vez más, hay que mencionar a Wells. Y no porque fuera el creador de esta historia, sino porque la suya fue impactante, puesto que la Humanidad sobrevivió a la invasión, pero no gracias a ellos, y eso dejaba una sensación de indefensión profunda, amén de un final memorable. Pero, ¿qué tal una historia mucho más terrible? Una historia donde empiezas a descubrir que los que crees tus conocidos, no son ya tales. Y la invasión aumenta más y más. En su primera versión, esta película recogía el miedo anticomunista propagado por el senador Carter, pero su segunda versión, con un final sobrecogedor, era una película de terror psicológico realmente impactante. Buscadla y miradla. Y que no os cuenten el final

Pues aquí tenemos el listado al completo, si bien muchas otras invasiones han quedado fuera. Para mí, la más importante ha sido la original, la de Wells, pero quisiera hacer una mención especial:

No es ni con mucho la mejor historia de invasiones, pero forma parte de una extensa saga de novelas creadas por George H. White en los años 50 donde contaba un conjunto de aventuras que le pasaba a su protagonista, Miguel Angel Aznar, y a su hijo, y al hijo de su hijo… Y es que el autor, realmente, resultaría ser nada menos que un español, Pascual Enguídanos, que escribía en una época de limitaciones de libertad y recursos, humilde como pocos y que supo crear toda una colección de novelitas llenas de aventuras con planetas convertidos en salvajes selvas prehistóricas y que, aún hoy se recuerdan y se reeditan porque distraen y entretienen, tanto así que incluso salieron dos colecciones de comics adaptando esta saga. Los más entrados en años quizás les suene todo esto. Los demás, pueden descubrirlos. Y para todos, leer toda su saga publicada por la editorial Silente reescrita por el propio autor que recientemente falleció.

Invasiones secretas, públicas y esperpénticas