Los Invasores. Hablar de ellos es hablar de un grupo de superhéroes que evoca directamente a la Segunda Guerra Mundial. Al conflicto en el que los estados Aliados se enfrentaron al III Reich con todo lo que tenían, buscando frenar la gran amenaza que comandaba Hitler. En el plano literario, en el cine, en los videojuegos y, por supuesto, en el cómic, dicho conflicto armado es el ganador a la hora de tener que buscar un enfrentamiento, más o menos histórico, que ambiente una historia de ficción. Como no podía ser de otra manera, en Marvel, también se ha utilizado en incontables ocasiones a la Segunda Guerra Mundial para ambientar historias, ya desde la era Timely, en la que directamente los cómics tenían un tono bélico, al ser aquella guerra algo que estaba ocurriendo en aquel momento, y no un hecho histórico como sí lo es hoy día.
Comenzando por el Capitán América, Steve Rogers. Este superhéroe surge en 1941 de la mano de Jack Kirby y Joe Simon, en cuyo primer cómic (al menos en su portada, no así en las páginas interiores) lo ponían frente a frente contra Hitler, pegándole un mamporro en su portada. Años más tarde, en la era Marvel de los Cómics, inaugurada con el número 1 de Los Cuatro Fantásticos de Stan Lee y el ya mencionado Jack Kirby, el Capitán América sería, como todos sabemos, rescatado del hielo por Namor (otro personaje perteneciente a esa pretérita era Timely que marcó el inicio de una Marvel Comics por aquel entonces inexistente) y que pronto pasaba a liderar Los Vengadores.
De este modo, se recuperaba un icono de los cómics de la década de los cuarenta, se actualizaba para el resurgir del cómic superheroico y, lo más importante, se recreaba al personaje, al estar éste en una época que no era la suya, desplazado en el tiempo, con una mentalidad y una forma de ser muy distinta a la que marcaban los tiempos, brecha que los distintos autores que han tratado a Rogers han ido incrementando, al ser cada vez más tardía el tiempo Marvel la fecha en la que el Capi es rescatado del hielo.
Pues bien, siendo como se ha explicado la Segunda Guerra Mundial un conflicto de tantísima importancia para la historia Estadounidense y, para Marvel Comics, que ha reflejado ésta desde su ficcional punto de vista a la perfección, es lógico que, existiendo diversos personajes “empijamados” que luchaban contra las fuerzas del Eje, no se tardara en crearse un grupo que aunara a los mismos, que fueran algo así como Los Vengadores de los cuarenta, o lo que es lo mismo, la Sociedad de la Justicia de América de DC pero en su versión Marvel.
Este grupo no es otro que Los Invasores, cuya primera aparición como tal tuvo lugar en Giant-Size Invaders #1, con fecha de portada de 10 de Junio de 1975, con guión de Roy Thomas y dibujo de Frank Robbins. Thomas ya había sentado precedentes en The Avengers #71, de Diciembre de 1969, dibujado por Sal Buscema, en el que los personajes aparecían como rivales de los Vengadores actuales, aunque no recibían la denominación de Invasores. La denominación se acuña a partir del Giant-Size antes mencionado. En cuanto al nombre del grupo en sí, éste no era si no una idea que Stan Lee tuvo para unir a Hulk y a Namor en un mismo grupo, concepto que se quedó en el tintero y que, volvió como posible nombre del grupo de superhéroes de la II Guerra Mundial que Roy Thomas estaba ideando, sugiriéndose esa denominación por El Hombre, la cual sin embargo y como se ha dicho, no fue utilizada en ese número de Vengadores, si no ya unos años más tarde en el citado Giant-Size.
En aquel número, y mediante un inteligente ejercicio de continuidad retroactiva, Thomas nos contaba que Los Vengadores no habían sido el primer grupo de héroes que luchaba contra las amenazas que aterrorizaban la Tierra, y que ya en los años cuarenta, el Capitán América había luchado codo con codo junto con otros conocidos personajes de la editorial como Namor, la Antorcha Humana Original o, por supuesto, Bucky, en lo que sería el grupo precursor de los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
A aquel mítico debut en Giant-Size Invaders #1 le seguiría ya la primera serie regular del grupo, que vería la luz en la década de los setenta, y que duraría dos volúmenes,el primero de cuarenta y un números y un anual, durando el segundo cuatro entregas, orquestada la primera de ellas por Roy Thomas y Frank Robbins.
No obstante lo anterior, para más información sobre la serie clásica de Los Invasores, os recomiendo este magnífico artículo de mi compañero Arturo Porras, el cual me ha ayudado en la confección de este texto.
Si bien, con las distintas historias que se han escrito sobre el grupo, otros personajes como la Primera Visón, el Usagente, Union Jack o Spitfire entre otros, han llegado a formar parte de Los Invasores, la alineación más recordada de dicho grupo es por supuesto la que forman los ya mencionados Capitán América (Steve Rogers), Bucky, La Antorcha Humana Original (John Hammond), Namor y Toro (Thomas Raymond, hijo del asistente de Phineas Horton, creador de la mencionada Antorcha Humana, y primer mutante de la historia ficcional de Marvel junto con Namor, al manifestarse sus poderes flamígeros al entrar en contacto con el mencionado androide).
Sin embargo, y a pesar de ser muchos los cómics en los que a partir de aquella colección se mencionaría o se hablaría de Los Invasores, apareciendo los mismos en no pocas ocasiones, a mi juicio, existen dos grandes obras que los terminan de actualizar y definir de cara a la época actual:
La primera de éstas es un clásico nacido en 1994, la archiconocida Marvels, la Era de los Prodigios, de Kurt Busiek y Alex Ross, en la que aunque Los Invasores apenas si aparecen juntos como tal, y no se los menciona de este modo, sí que tienen muchísimas importancia como los máximos representantes de la era premarvel a la que parte de la obra rinde tributo, siendo histórica la recreación de la batalla entre La Antorcha Humana y Namor, poniéndose además el acento en la ya comentada alineación clásica y más popular del bélico grupo.
En segundo lugar, y ya como Los Invadores, y como los luchadores contra el Eje que formaran, la genial El Proyecto Marvels, de Ed Brubaker (guionista que a su vez había devuelto con gran talento a Bucky de entre los muertos, reconvertido en el Soldado de Invierno) y Steve Epting (gran dibujante que acompañaría a Brubaker durante la mayor parte de su genial etapa al frente del Capitán América), sería la obra que en 2008 realizaría un interesante ejercicio de continuidad retroactiva volviendo a la Segunda Guerra Mundial y narrándonos desde un punto de vista más actual como fue este conflicto en el Universo Marvel, como se relacionaban los futuros integrantes de Los Invsaores (que se denominaban como tal al final de la obra) y qué papel tenía el sempiterno Nick Furia en todo esto.
Ya entrando en el Siglo XXI, Los Invasores han tenido algunas colecciones, siendo las más destacadas las siguientes:
, serie de diez números que abarcó desde Agosto de 2004 a Junio de 2005, principalmente de Allan Jacobsen y C.P. Smith, colección que surgía raíz de los eventos desatados en Vengadores Volumen 3 #82 con guion de Chuck Austen. Actualmente, inedita en nuestro país.
, Serie de doce números de Jim Krueger y Alex Ross, cuyo primer número data de 2007, constituyendo un enorme crossover que traía a los Invasores originales al presente, de forma y manera que se pudiera jugar con todos ellos y no solo con El Capitán América, Bucky y Namor.
, Serie en la Alex Ross y Crhistos Gage narraban la primera gran aventura de Los Invasores en solitario en la época actual. Como en el caso de los Nuevos Invasores, serie inédita en nuestro país.
, en 2014, es la predecesora de la serie que analizamos en esta reseña, en la que el veterano James Robinson, dentro del resurgir de Marvel de 2014 tras las Guerras Secretas escribía a unos Invasores cuyo principal aliciente era que en ellos el nuevo Capitán América Sam Wilson, sustituía al anterior, por entonces envejecido y desprovisto de los efectos de la fórmula renacimiento.
Pues bien, en 2019, el presente año, y dentro de la era Marvel Fresh Start, Los Invasores cuentan con una nueva colección, cuyos primeros seis números se recogen en este tomo, y en la que
Lo curioso es que el villano contra el que Los Invasores luchan en esta ocasión, si bien es un viejo conocido de la guerra, no resulta ser ni el Barón Zemo, ni Armin Zola, ni el Hombre Supremo, ni los nazis redivivos, si no que ene este caso, será Namor quien se oponga a sus antiguos camaradas de armas.
En efecto, el Hombre Submarino vuelve a estar inexplicablemente del lado de los malos, estando más dispuesto que nunca, a llevar a cabo su plan de invadir la Tierra desde el mar como ya lo intentara décadas atrás. Sin duda, éste es el mayor atractivo de la serie, escrita con muchísimo oficio, al ser Zdarsky un autor que domina tanto la comedia, como la ficción histórica, como el género más urbano dentro del rico mundo de los superhéroes, y que ahora decide volver sobre un villano de Marvel que hacía años que ya no lo era, siendo parte del misterio el por qué de las motivaciones del Rey Atlante.
Zdarsky demuestra tener un profuso conocimiento del Universo Marvel, tanto respecto de los eventos más relevantes de los últimos años que han tenido lugar en este cosmos de ficción, como respecto del pasado del mismo, siendo las visitas que realiza al mismo muy poco chocantes para el lector que ya lo conoce, tratándose con mucho respeto las bases sentadas por otros autores vía continuidad retroactiva.
El dibujo de
Los Invasores no es una serie que tengas que leer para conocer a pies juntillas lo que está ocurriendo en Marvel, pero si es la serie que deberías comprar si eres un amante del pasado marvelita más bélico, y de esas obras que ya menciono en la larga introducción que precede a esta reseña y que nos recuerdan que la Segunda Guerra Mundial marcó un antes y un después para los personajes más longevos de la Casa de las Ideas.
Guión - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 6.5
7
Invasora
Chip Zarsky, Butch Guice y Carlos Magno, relanzan al grupo de superhéroes Marvel más famoso de la Segunda Guerra Mundial.
Muy buena reseña. Siempre os leo, pero no suelo comentar.
Tantos tomos en tapa dura de discutible calidad que saca Panini y éste sólo merece una tapa blanda?