INVENCIBLE: EL PRIMERO DE LA CLASE, de Robert Kirkman y Ryan Ottley

Edición U.S.A.: Invincible
#14-19; Image Comics.
Edición España: Aleta Ediciones (enero de 2007).
Guión: Robert Kirkman.
Dibujos y entintado: Ryan Ottley.
Color: Bill Crabtree.
Formato: tomo recopilatorio de 168 págs.
Precio: 15 €.

Ni más ni menos que quince meses. Éste fue el periodo durante el cual los incondicionales de la colección que hoy centra nuestra atención nos vimos privados de la posibilidad de disfrutar de nuevas aventuras de Mark Grayson, alias Invencible. Pero por fortuna, en enero de este mismo año llegó a las estanterías de las librerías especializadas nacionales El Primero de la Clase, tomo recopilatorio donde Robert Kirkman continua impartiendo clases magistrales de cómo abordar el género superheróico desde una perspectiva en la que confluyen el respeto a los grandes clásicos, el sentido del humor, y el talento y la inspiración de dos jóvenes autores destinados a firmar brillantes páginas en el inmediato futuro de la más digna y reivindicable vertiente del cómic norteamericano.

En la contraportada de la edición española se puede leer la siguiente…

SINOPSIS: “Después de los traumáticos acontecimientos del tomo Invencible: Auténticos desconocidos, Mark Grayson (alias Invencible) intenta continuar con su vida. Su madre está traumatizada, sus amigos no entienden nada y los supervillanos del mundo quieren su pellejo. Además, las fechas para su graduación se acercan rápidamente.”

Como se comenta en las líneas precedentes, Auténticos Desconocidos cambió por completo el rumbo de la serie. La revelación de que fue ni más ni menos

quien asesinó sin miramientos a Los Guardianes de La Tierra, propició cierta alteración en el tono de la historia narrada, puesta de manifiesto en el Primero de la Clase. De este modo, pese a que la colección mantiene su tan característico trasfondo humorístico, Kirkman no desaprovecha la oportunidad de explorar las consecuencias de tan dramático suceso, centrándose en las alteraciones provocadas en la vida personal, familiar y académica de nuestro protagonista. Al mismo tiempo, en este tomo observamos cómo se desarrollan diversas subtramas que a buen seguro tendrán un ulterior desarrollo en la colección: la remodelación de los Guardianes del Universo, los altibajos en la relación de Mark y Amber (propiciados en buena medida por el errático comportamiento del primero), las dificultades de la madre de nuestro protagonista por asumir lo sucedido,… Pequeños pero constantes pasos en la evolución de los personajes, llevada a buen término sin necesidad de que la misma venga propiciada por imposiciones editoriales en forma de los macroeventos o crossovers que de forma periódica, insistente, y en la mayoría de las ocasiones falaz, anuncian y prometen revolucionarios cambios que sacudirán el ánimo del lector. En Invencible, estos cambios tienen su razón de ser en un procedimiento lógico y razonable que, con independencia del tono empleado en su narración, termina por dotar a la serie de una inusitada verosimilitud.

Por otra parte, Kirkman se toma su tiempo para iniciar una significativa expansión de este pequeño rincón del universo Image, potenciando la galleria de villanos de Invencible por medio de la creación de curiosos personajes cuya aparición deriva de situaciones tan tópicas y recurrentes en el género como como perfectamente hilvanadas en el desarrollo de las tramas: invasiones alienígenas, visitas a mundos subacuáticos, o confabulaciones de señores del crimen dispuestos a hacerse con el control de los más cuestionables negocios… situaciones que sonarán familiares a cualquier aficionado, pero en manos de este habilidoso escritor suenan arrolladoramente frescas y divertidas.

En las páginas de este cómic nos encontramos con aquellos asuntos, conflictos y situaciones que –salvando las distancias- todo hijo de vecino se puede encontrar en su día a día: las relaciones familiares y sentimentales, las amistades, los estudios, las primeras experiencias laborales, el fin de la adolescencia y la asunción de las responsabilidades inherentes a las primeras etapas de la edad adulta…. Siempre desde una óptica amable y divertida, libre de cinismo, y sarcasmo. No hay poses estúpidas y pretenciosas de personajes pagados de sí mismos, sino un sano, divertido y por momentos brillante sentido del humor que logra desde un primer momento que el lector empatice con esta rica y variada galería de personajes.

Mientras las grandes editoriales continúan apostando por un supuesto tono adulto, plasmado en historias de corte épico y dramático, el jovencísimo guionista oriundo de Kentucky apuesta por recuperar la esencia de los clásicos del género. Y qué duda cabe que la suya ha terminado siendo una apuesta ganadora. Pero no nos llevemos a engaño: no falta épica y dramatismo en las páginas de Invencible, sino que, a diferencia del resto de sus contemporáneos, el también guionista de Los Muertos Vivientes, Superpatriot o Marvel Zombies opta por un enfoque más vital, colorista y optimista. En definitiva, la recuperación del entretenimiento-y no las ególatras pretensiones de trascendencia- como único fin, lo cual irónicamente puede llevar a que su obra sirva como futuro punto de referencia para futuras generaciones interesadas en los cómics “pijameros”.Y es que no deja de resultar paradójico que una propuesta que bebe directamente de algunas de las más brillantes etapas de los grandes iconos del comic USA (la fascinación de Kirkman por Spiderman resulta evidente, no olvidemos que su hijo se llama Peter Parker Kirkman) resulta casi revolucionaria en el panorama contemporáneo.

El apartado gráfico está a la altura del resto de la obra: Ryan Ottley ha abandonado el cartel de sustituto de Cory Walker para sorprender y deleitar con su personalísimo estilo, caracterizado por su economía de trazo, linealidad, versatilidad, expresividad y contundencia. Una derroche de energía y talento engrandecida por Bill Crabtree colorista que desempeña un papel decisivo en la construcción y plasmación del agradable aspecto visual y la construcción cromática del mundo en el que Mark Grayson y compañía viven sus aventuras.

Para finalizar, comentar que la edición española, por cuenta de Aleta Ediciones, aporta como valor añadido abundante material adicional, además de volver a presentarse en forma de tomo recopilatorio de Acertada decisión de pasar al formato de tomo recopilatorio de seis números de la edición americana.

En resumidas cuentas, una colección que se encuentra un peldaño por encima del resto de cómics de superhéroes norteamericanos, con permiso, eso sí, de la brillante etapa de Geoff Johns al frente de The Flash…pero ésa es otra historia que debe ser contada en otro momento… Mientras tanto, os recomiendo enérgicamente darle una oportunidad a una colección que precisamente con motivo de la 25ª edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona ha visto reeditadas sus primeras entregas, publicadas inicialmente en forma de sendas miniseries (la homónima Invencible, y Con Ocho Basta) por Aleta Ediciones. Dadle una oportunidad. No lo lamentaréis.

Un saludo y hasta pronto! (eso espero)

Reseña anteriormente publicada en Zona Negativa:

– Invencible (Invencible, Con Ocho Basta y Auténticos Desconocidos).