Izad la bandera: vuelve el Escuadrón de Ostrander

12
598

Como volver a casa. Así debió sentirse John Ostrander cuando más de 20 años después volvió a ponerse a las riendas del grupo de villanos de futuro menos halagüeño del Universo DC: el Escuadrón Suicida. La miniserie de ocho números Suicide Squad: Raise the Flag (Escuadrón Suicida: Izad la bandera), de reciente publicación en EEUU, supone el retorno del guionista al grupo que creó. Vale, el concepto original no es suyo –habría que echar la vista atrás hasta 1959 para encontrar su origen– pero fue él quien, basándose en películas y series de su juventud, escribió y definió al Escuadrón Suicida tal y como es conocido por todos los aficionados. Un puñado de villanos dirigidos por la siempre férrea Amanda Waller fueron los protagonistas de una de las series de más alta calidad de DC de la época. ¿Qué hay de diferente dos décadas después en este peculiar grupo?

Primero, un poco de historia, para ubicarse. En el vigésimo quinto número de la primera The Brave and the Bold, publicada en Septiembre de 1959, se presentó la idea del Suicide Squadron original: un grupo de soldados bajo el inquebrantable liderazgo de Rick Flag, encargado de llevar a cabo misiones de tinte sobrenatural durante la Segunda Guerra Mundial. El Escuadrón sólo respondía ante una agencia secreta del Gobierno Truman llamada… * suspiro *… Fuerza de Choque X. Era 1959, dad gracias de que no saliese ningún gorila. Este particular cuarteto protagonizó dos arcos de tres números cada uno antes de caer en un profundo letargo que habría de durar casi treinta años. Fundido a negro.


Primera aparición del Escuadrón Suicida original,
con monstruo gigante incluído. Click para ampliar.

Estamos en 1986. John Ostrander, antiguo actor y católico devoto, lleva tres años escribiendo cómics, y menos aún escribiendo para DC. Ostrander repara en aquella viejas historias del 59 y recuerda series de su adolescencia como Mission: Impossible, “cómo molaba aquello”, debió pensar. Tanto, que decide actualizar esa idea en la miniserie Legends y no contento con eso, empieza una nueva serie del renovado Escuadrón Suicida en Mayo de 1987 incorporando a Rick Flag Jr., hijo del primero. El concepto no era para romperse la cabeza: un puñado de villanos del Universo DC serían tentados con suculentas ofertas del Gobierno a cambio de cumplir misiones de muy mal pronóstico. Ostrander hizo uso de todos los elementos que la jugosa premisa ponía a su disposición (acción, entresijos políticos, personalidades extremas, operaciones encubiertas, espionaje y desconfianza, villanos miserables, relaciones conflictivas) para crear historias intensas, complejas, divertidas e inteligentes hasta su conclusión en el número 66 – de los ni la mitad llegaron a ser publicados por Zinco en nuestro país – en el que grupo y serie desaparecían. Fue bonito mientras duró.

Los villanos favoritos del Gobierno, tras un par de cameos, fueron escritos en 2001 por Keith Giffen y liderados por el Sargento Rock en un segundo volumen cuya calidad no fue comparable a los números de Ostrander y que acabó cancelado a los 10 números. Unos años más tarde volvieron a asomar la nariz en la sobresaliente serie semanal de DC “52”, dirigidos de nuevo por la Sra. Waller con personajes como Atom Smasher y el hijo del Capitán Boomerang original – al que conocimos en la miniserie Crisis de Identidad, ¿os acordáis de él, verdad? – con la misión de tocarle las narices a Black Adam. ¿Lo veis? Mal pronóstico. Su intervención rescataba algunos de los elementos de la serie de los ochenta, incluyendo combates, villanos despreciables y las tripas de uno de ellos esparcidas por el terreno. Por último, se dejaron ver en los números #06 y #07 de la serie Jaque Mate, escrita por Greg Rucka. Todo aquello debió picar el gusanillo de Ostrander, pues en Noviembre de 2007 vio la luz el primer número de la nueva miniserie: Suicide Squad: Raise the Flag (Escuadrón Suicida: Izad la bandera).


Portadas de los primeros números de la serie mensual y la actual miniserie.

Los tres primeros números son los encargados de ir colocando los elementos que formarán la historia y llevan a cabo esta tarea de forma sobresaliente. En primer lugar nos devuelve a Amanda “el muro” Waller, la piedra angular (muro, piedra, ¿lo cogéis?… ugh) del grupo. Waller, creada por Ostrander, es un personaje excepcional: íntegra, dura de la cabeza a los pies, lleva 20 años en el Universo DC sin dejarse amilanar nunca por nadie. Firme como su apodo y rotunda como su fisonomía, su principal arma es su inteligencia, con la que es capaz de lidiar con militares, políticos, héroes, villanos y cualquiera que se interponga en su camino; nada con soltura en un mar lleno de tiburones y es capaz de manejar intereses y objetivos con tanta facilidad que asusta. En un par de páginas, Ostrander nos devuelve a esta gran mujer, que ya hemos visto recientemente en Jaquemate y brevemente en Batman: Silencio. Es fantástico tenerla de vuelta.

No es el único personaje que vuelve a la palestra: Deadshot, uno de los personajes más queridos por los lectores del Escuadrón original y autor de algunas de las mejores frases y momentos de aquel cómic vuelve con la misma actitud, la misma porte y las mismas ganas de disparar a gente en la cara. Vuelven Nightshade, y Tigre de Bronce, y el despreciable Capitán Boomerang, y los Héroes del Pueblo como villanos. La historia, ambientada en el pasado, sigue el modelo clásico de misión sencilla en la forma pero más compleja en el fondo y mantiene todos los valores que antaño la adornaban: grandes líneas de diálogo, buenas peleas, protagonistas que acaban cayéndote bien pese a ser unos desalmados. Sabe un poco a “retorno al pasado”, pero hace bien su trabajo de poner al lector en situación, de emocionarle con el retorno de aquellos personajes e historias a la vez que va pavimentando el meollo de la historia principal.


A la izquierda, Amanda Waller, a la que no le tose ni Dios. A la derecha,
Deadshot matando a sangre fría a su enemiga. ¿Qué esperabas?

Los números de introducción restantes cambian un poco de tercio y nos llevan de aventuras con Rick Flag y otro conocido personaje del pasado. En un entorno no tan exótico, Ostrander aprovecha a los implicados y su historia – tanto común como propia – para hablar de la muerte, la guerra, los intereses y el hecho de ser un soldado, todo tintado con un sano color gris que aleja, por indeseados, conceptos como “bueno” o “malo”. Recuerda un poco a las historias de guerra de Ennis, sólo que con menos compañerismo y sin palabras mal sonantes ni británicos borrachos. Todo, por supuesto, sin dejar de avanzar paso a paso en la historia hasta llegar a la última viñeta, en la que se anuncia la triunfal llegada del nuevo Escuadrón Suicida.

Y el resto de la miniserie es una misión con todo lo que le puedes pedir. ¿Acción intensa con uso inteligente de los poderes de los implicados? Hecho. ¿Revelaciones impactantes? Hecho. ¿Traición, desconfianza y venganza? Hecho también. ¿Compañerismo ante la adversidad y reacciones rápidas en los momentos difíciles? No podía faltar. ¿Tensión hasta el último minuto con un final sorprendente? También. Obviamente, dada la falta de espacio – seis números – algunos aspectos se desarrollan más que otros y algunos villanos sufren de falta de personalidad o presencia, pero Ostrander mantiene bien el ritmo y distribuye bien sus esfuerzos. Es una historia trepidante y divertida, sorprendente.

No es, eso sí, demasiado original. Se puede argumentar que tampoco lo necesita. El concepto funciona tan bien y ofrece tantas posibilidades que no es necesario introducir cambios sustanciosos. Aún así, hay algunas ideas nuevas interesante, como el funcionamiento del nuevo Chemo, que tendréis que ver por vosotros mismos. Un aspecto mejorable es la caracterización de los objetivos, que son presentados como directamente malos. En un par de líneas se intenta – tímidamente –darles algo de ambigüedad, pero no funciona y se opta por pintarles como malos, y punto. También se echan en faltan los tejemanejes políticos, desaparecidos quizá por la ya mencionada falta de espacio, o por querer centrarse en la misión en sí.

Por dar un resumen, el que llegue a esta miniserie tiene que tener claro qué va a encontrar. No va a encontrar un nuevo enfoque o cambios sustanciales, sino una historia muy bien escrita con todos los complementos posible. No cae, y esto es importante advertirlo, en la nostalgia fácil y el calco, sino que recupera la vieja idea y todo lo que la hizo grande en su día, comprimiendo en ocho números lo que cualquier aficionado a la serie original le puede pedir. Los personajes, las situaciones, las intrigas… todo con un perfecto aire cinematográfico, funcionando como un reloj mientras se van sucediendo las sorpresas. Una gozada.

El dibujo es tarea del español Javier Pina y el resultado, satisfactorio. Se maneja con soltura en toda clase de escenas y planos con un estilo sobrio y sin excentricidades, algunos escenarios son muy buenos y recrea bien los tan importantes combates. A destacar algunas escenas en las que juega muy bien con la iluminación y el fuego. Sin embargo, su narrativa es mejorable en algunos puntos. Su diseño de personajes se ajusta bien a la serie, siendo el caso más representativo el de el General (la mente del General Eiling en el cuerpo del villano Shaggy Man), cuya representación es más humana, marcial y taimada que la bestia imparable que retrató Howard Porter en la JLA de Morrison (sigue siendo impresionante, de todas formas). También es bueno dibujando explosiones, y eso es un punto a favor tratándose del Escuadrón Suicida.


¡Mirad con cuanto ímpetu quiere abrazar
el General a Amanda! Eso es cariño. Click para ampliar.

Por último, cabe apuntar que el pillo de Ostrander no acaba de cuajo con la idea del Escuadrón al terminar la miniserie, sino que lanza ideas y personajes nuevos. ¿Continuará él la serie en formato regular, o deja la puerta abierta para otros guionistas? Desde luego, si la calidad va a ser la misma, votaría a favor de que siguiese escribiendo más historias, aunque sea en miniseries. Es agradable ver como tantos años después sigue consiguiendo cautivar al lector no con encanto o con refritos, sino con saber hacer, con cabeza y con estupendos personajes. ¡Larga vida al Escuadrón Suicida! Por irónico que suene.

Subscribe
Notifícame
12 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Anteo Janus
Anteo Janus
23 mayo, 2008 12:28

Siiiii, siiii, siiii… Clásicos DC, o Showcase, o Absolute, o lo que sea del Escuadron Suicida… ¡YA!
Nunca olvidaré el Especial contra los Rocket Reds y la Contra nicaragüense, con Ronald Reagan metido en faena… una joya para todas las edades.
Y aunque no venga al caso… Recopilatorio del Escuadron Supremo de Gruendwald ¡YA!

Daniel Santos
Lector
23 mayo, 2008 14:45

Supongo que sacaran juntos la nueva miniserie y el Clasicos DC/Universo DC

Lord Deu
Lord Deu
23 mayo, 2008 15:14

Amanda Waller es el unico personaje que se puede plantar frente a Batman y decirle unas cauntas verdades en la cara (aunque no sean verdades) pos si sola lleva al grupo al hombro, me imagino que para montar el nuevo Escuadron la sacaron de Checkmate, donde era el alma de la organizacion…
Un personaje como pocos.

elbichoemboscado
elbichoemboscado
23 mayo, 2008 15:28

Si a que te pongan de patitas en la calle algunas de las personas más poderosas e inteligentes de este planeta despues de haber descubierto que eres una grandísima hij…..

Aviso de Spoiler

que está traicionando a la organización para la que trabajas pasando información privilegiada al gobierno USA y expulsando villanos de esta galaxia sin juicio previo,

se le puede llamar «…la sacaron de Checkmate,…», entonces sí, la sacaron de Checkmate.
«The Fall of the Wall», lectura obligatoria en las escuelas.

Lord Deu
Lord Deu
23 mayo, 2008 16:14

jajaja a eso mismo me referia, si vas a sacar a un personaje, que sea con estilo, despues de «Fall of the Wall» Checkmate ha caido mucho.

Adam Strange
23 mayo, 2008 16:44

Notable el episodio de la Liga en que el escuadron suicida sabotea el satelite de los chicos buenos, impagable en verdad.

Talphin
Lector
23 mayo, 2008 17:28

Esta nueva está muy bien, pero yo ardo en deseos de que llegue el primer trimestre de 2009 para ver editado la anterior serie del Escuadron con Ostrander. Ojalá y les de por editarlo en tochos y nos aseguremos de la publicación íntegra de todos los números, y no los 20 que publicó Zinco. La nueva está muy bien, pero yo echo en falta el punto del Capitán Boomerang original intentando escaquearse todo el tiempo.

mr bones
mr bones
23 mayo, 2008 22:18

a mi la mini nueva me gusto bastante y me hizo releer los numeros que publico zinco hace años (los tengo todos!!),por lejos uno de mis grupos favoritos ,lo otro la serie de giffen la cerraron por que justo ocurrieron los ataques a las torres gemelasen USA y tener una serie que se llamaba escuadron suicida ,pues eso ,todos sabemos como son los americanos

exile
exile
24 mayo, 2008 0:32

Muchos ya lo sabreis pero por si acaso lo digo, se ha confirmado recientemente que se hará una pelicula de Runaways de Marvl estudios, guionizada por el propio Brian K. Vaughan!!!!
Saludos.

Sergio Robla
Admin
24 mayo, 2008 1:10

Sí, de hecho ya fue comentado justo aquí:

https://www.zonanegativa.com/?p=5658

megan
megan
Lector
24 mayo, 2008 18:45

EY, yo descubrí al escuadrón suicida hace años en paquete de tres números en una tienda de mi barrio, y me encantó.
y esta nueva serie también está muy bien. de hecho…¿por qué no una serie abierta en lugar de una miniserie? ahora solo podremos disfrutar del escuadrón suciida en serie de checkmate me temo…¿no?

Bleyer
24 mayo, 2008 19:39

>Amanda Waller es el unico personaje que se puede plantar frente a Batman

Sí, y todo el mundo lo sabe. En la serie de animación de la Liga de la Justicia hay un episodio (uno de los mejores: The Doomsday Sanction) donde homenajean ese encuentro. Impagable.