Espía como puedas
El concepto de Jaque Mate no es nuevo en el Universo DC. Debemos remontarnos a finales de los años 80 para localizar su origen, de la mano de Paul Kupperberg y Steve Erwin, que crearon al grupo de operaciones encubiertas en Action Comics #598 (1988), y cuyo germen hay que ir a buscarlo en Vigilante #36 (1986) en la que aparece la Agencia, cuya reestructuración llevaría a la aparición de Jaque Mate en el Universo DC.
La organización de Jaque Mate se constituye mediante iconografía y cargos relacionados con el ajedrez, siendo el Rey y la Reina los lideres, con agentes denominados Torres y Caballos, Alfiles y Peones, cuyos diseños resultaban especialmente atractivos para la época. Trajes negros y con partes de armaduras amarillas, conferían a los agentes un elegante aspecto que fascinó a los lectores del momento. Sus acciones como grupo encubierto acabaron por granjear al grupo un importante conjunto de seguidores, lo que impulsó a DC a lanzar una serie regular escrita por el propio Paul Kupperberg. La serie duró 33 números y se relacionó con el Escuadrón Suicida, en el arco titulado “La Directiva Janus”.
Su cancelación no hizo que el grupo desapareciera, sino que simplemente se usaba cuando era conveniente en otras colecciones. Y fue así hasta que se publicó Crisis Infinita, donde la organización se reorganizó de nuevo y se lanzó el volumen dos de la serie regular, escrita por Greg Rucka, con los lápices en sus primeras entregas de Jesús Saiz. La recta final de esta nueva encarnación de Jaque Mate fue escrita por Bruce Jones, cerrando en el número 31 (2008).
Pero este tipo de organizaciones o, mejor, este tipo de grupos encubiertos, son demasiado interesantes como para acabar perdidos en el baúl de los viejos recuerdos y no es de extrañar que Brian Michael Bendis, haya hecho uso de Jaque Mate para su uso personal en su saga de espionaje y traición, conocida como el Incidente Leviatán. Y es que cuesta mucho resistirse a una buena historia de espías.
Este mes acaba de publicarse el último número de la miniserie en nuestro país y motivados por ello le dedicamos una reseña para ver que se puede esperar del trabajo realizado por Brian Michael Bendis y Alex Maalev.
Llegamos a esta miniserie desde el especial el Amanecer de Levitan, que no es sino el puente de unión entre la obra que nos atañe y el Incidente Leviatán, la primera miniserie en la que Bendis da comienzo a su saga de espías y para aterrizar en Jaque Mate, cuyo planteamiento, nudo y desenlace, así como protagonistas, solo comparten nombre con la organización de los años ochenta.
La lectura de este trabajo resulta ambigua. Por un lado, la narrativa que usa Bendis acaba siendo una zancadilla para el lector que se mueve con torpeza en la trama. Una trama que apenas nos cuenta nada relevante, pues se dedica a exponer el conflicto abierto entre Jaque Mate y la organización Leviatán, que persigue el hacerse con el control de la red heroica de la Liga de la Justicia. Por otro lado, están los diálogos que Bendis diseña de tal forma que se mantiene la atención en la historia en todo momento. Es una de cal y otra de arena. Uno lee, pero no siente que este pasando algo que resulte medianamente épico. La sensación de peligro no se transmite al lector y solo se disfruta de las interacciones entre sus protagonistas que exhiben afilados diálogos. Una verdadera lástima. Cuando se adentra uno en la historia no puede dejar de sentir en la nuca el picor incesante de que está leyendo algo que suena interesante, pero no se siente interesante.
Bendis es fiel a si mismo y no engaña a nadie al usar seis números para contar algo que podría haberse condensado en tres o cuatro entregas. Es Bendis, es su juego, y hay que saber lidiar con ello. No es una mala característica, pero para ciertos paladares puede resultar irritante tener que ir pasando por una serie de peajes que lo apuestan todo al gran final. Sin duda algún, una recopilación de todos los trabajos alrededor de Leviatán, mejorarían enormemente la experiencia de lectura, pero el mes a mes, le acaba pasando factura.
El desarrollo que realiza Bendis de la historia no acaba de funcionar, pues acude con frecuencia a los clichés más manidos del género, usándolos de la manera más anodina, sin sorpresa, sin pasión, como si todo fuera un procedimental de algo pactado con la editorial y que lo obliga a cerrar este capítulo de manera más o menos satisfactoria para el Universo DC.
En el apartado gráfico tenemos al habitual en la saga de Leviatán, Alex Maleev, que logra transmitir más que Bendis, aun con las limitaciones del guion, creando un entorno a medio camino del cómic de superhéroes y el de espionaje, explotando todas sus fortalezas y regalándose a si mismo y a los lectores pequeños detalles artísticos que merece la pena descubrir. Sin embargo, su acabado final se siente algo precipitado, rígido incluso (más de lo normal), con un dibujo poco detallado, algo en lo que tampoco es que sobresalga, pero está por debajo incluso de anteriores trabajos.
En definitiva, Jaque Mate, apenas es capaz de cumplir con las expectativas planteadas, con un desarrollo anodino, torpe en su desarrollo, confuso incluso, que viene a poner sobre la mesa el desgaste de Bendis como guionista en general. Bendis no se divierte, funciona en piloto automático, reciclando ideas, tirando de oficio, con poca innovación, para cumplir con el expediente y poco más. ¿Asistimos ya a la fase crepuscular de este guionista? La respuesta solo hay que buscarla dentro de cada uno.
Lo mejor
• Los diálogos de los protagonistas.
Lo peor
• El tono general de la historia que no impacta..
• La narrativa resulta confusa.
Guion - 5
Dibujo - 7
Interés - 5
5.7
Anodina.
Llegados a este punto, si antes has leído las dos anteriores interacciones de esta macro historia, debes acabar este periplo. Sin embargo, estamos frente a un trabajo sin sustancia, carente de alma, con un Bendis muy alejado emocionalmente de lo que desea contar.
Miro en mi interior y veo un «si» en mayusculas, negrita y subrayado.
No habia caido y si, es verdad que hay un desacople entre el trabajo de Bendis y Maleev, como que te fuercen a ver algo que no te interesa. Que no parece que interese a Maleev,que no entrega precisamente uno de sus mejores trabajos. Ni a Bendis, con dialogos repetitivos e inanes, sin la chispa de otras ocasiones.
Visto en perspectiva es curioso que Bendis por una vez que se pone a atar cabos sueltos es evidente que se (nos) lo podria haber ahorrado.
Yo lo compre porque lei «Evento Leviatan», que parece una cima de la historia del comic en comparacion con esto. Para este viaje no hacia falta alforjas.
Lo unico que quedara para el recuerdo es el lore. De igual manera que en «Cry for justice» Green Arrow aplaudiera la maña de Hal Jordan para conseguir un trio con Cazadora y Lady Blackhawk («bien jugado,Hal»), Bendis nos ha descubierto otra dimension de la personalidad de Ollie: su amor por el Satelite de la JLA. Bien jugado, Brian.
Recomendacion: dejadlo en la estanteria.
Desde hace rato, digo, aunque no me lo pregunten. Desde antes que entrara a DC. Pero claro, ni él estaba en su mejor momento, ni entró en DC en el mejor momento.
Yo no soy un asiduo lector de Marvel, así que no andaba quemado de Bendis a su llegada a DC, y sus trabajos iniciales me gustaron. Evento Leviatan es un buen mini-evento. Obviamente, tratándose de Jaque Mate, esto prometía muchísimo, más si cabe porque esta es más su especialidad y no cosas como LoSH, la cual no criticaré porque como no he sido jamás un lector fiel de la parcela del Siglo XXXI, de por si no he tenido problemas con que actualizaran a los chavales.
Tremenda decepción que ha resultado ser esta obra, sin sentido ni personalidad. Al ver que ya no podía seguir jugando con sus juguetes, un Bendis desganado ha hecho lo que le ha salido en gana, con la necesidad/obligación de dejarlo «ordenado» para que todo volviera lo más similar de antes de su llegada, para que alguien más capaz y mejor colocado en la editorial pueda trabajar mejor los conceptos recuperados/introducidos/planteados.
¿Y te parece que los dejó ordenados? ¡Que va! Si ni siquiera cuando pudo finiquitar la historia en su etapa en la Liga de La Justicia (mejor llamarla Naomi 1.5, donde se hunde más todavía), Bendis ni se toma la molestia de cerrar bien la historia y como siempre lo mas interesante ocurre fuera de pantalla, donde el escritor nos dice lo «asombroso que fue».
De no ser por sus giros de guion la etapa de Bendis en DC se puede considerar olvidable.