Jim Cutlass. Volumen 1

 

Edición original: Una aventure de Jim Cutlass: Mississipi River, L’homme de la Nouvelle-Orleans, L’alligator blanc y Tonerre au sud (Casterman).
Edición nacional/ España: Enero 2015 (Yermo Ediciones).
Guión: Jean-Michael Charlier, Jean Giraud.
Dibujo: Jean Giraud, Christian Rossi.
Color: Isabelle Beaumery-Joannet, Christian Rossi.
Formato: Cartoné. 264págs.
Precio: 45,00€.

 

Yermo Ediciones ha iniciado la recuperación de Jim Cutlass, un western atípico creado por uno de los equipos artísticos más notables de la bande dessinee, el guionista Jean-Michel Charlier y el dibujante Jean Giraud (también conocido como Moebius) responsables de la creación de Las aventuras del teniente Bluuberry. Una serie marcada por el mismo infortunio que parece perseguir a su protagonista, un abolicionista enfrentado a la sociedad sureña después de la Guerra Civil americana, que por fin es publicada en nuestro país como se merece.

Con esta serie nos encontramos con un caso curioso dentro de la historia del cómic. La serie fue creada en 1976 por Charlier y Giraud como un intento de repetir el éxito que habían cosechado ambos con la serie protagonizada por el teniente Blueberry, creada trece años antes y que había supuesto una revolución del genero del western y del cómic francés en general. Contando con la experiencia conseguida tras diecisiete álbumes protagonizados por Blueberry y su pasión por el western, guionista y dibujante pusieron en Jim Cutlass todos los ingredientes para crear un nuevo personaje de culto y una nueva obra maestra del noveno arte que vió publicado su primer álbum en 1979. A pesar de que el resultado fue bueno, la sombra de Blueberry era demasiado alargada y ambos autores prefirieron volcar sus inquietudes e ideas sobre el género del western en dicha serie, dejando aparcado a Jim Cutlass durante una década antes de decidir volver a contar una historia de este antihéroe sureño. La mala fortuna hizo que Charlier falleciera mientras estaba trabajando en el guión del segundo álbum. De acuerdo con los herederos de Charlier, Giraud decidió seguir adelante con el proyecto asumiendo el mismo las labores de guionista y cediendo el testigo del dibujo a Christian Rossi. Finalmente el segundo álbum de Jim Cutlass vio la luz en 1991 y fue seguido de cinco álbumes más hasta completar un total de siete tomos, el último de los cuales apareció en 1999.

La serie nos presenta a Jim Cutlass, un sudista abolicionista que luchó con los unionistas durante la Guerra Civil americana que regresa a Lusiana para hacerse cargo de una plantación de algodón que ha recibido en herencia y que para él supone la oportunidad para dejar el ejército y prosperar en los negocios. Pero el panorama que se encuentra al volver a su tierra natal es poco halagüeño: la plantación heredada está asolada por los estragos de la guerra y debe compartirla con una prima a la que no conocía y que le odia por haber luchado con los nordistas, hostilidad, además, que comparten los sureños que no aceptan la derrota y que ven en él un enemigo con el que acabar. Pero Cutlass es un tipo duro y luchará para conseguir lo que es suyo aunque para ello se meta en un sinfín de líos y tenga que enfrentarse a tahúres, especuladores, traidores y al mismísimo Ku Kux Klan.

En esta serie los autores pusieron todos los ingredientes necesarios para construir un buen western: un protagonista duro y resolutivo defensor de la justicia, una heroína de armas tomar, villanos sin escrúpulos, tiroteos, duelos, traiciones y un escenario atractivo, alejado de los grandes espacios abiertos del oeste americano y situado en las bulliciosas calles de Nueva Orleans y los pantanos de Luisiana. Autor consagrado y de talento incuestionable, Charlier construye en Cutlass un personaje sólido, polifacético y con carisma que le permite explorar una época y un espacio convulsos de los Estados Unidos donde la nación tenía que cerrar las heridas abiertas por una cruenta Guerra Civil y adaptarse a una nueva realidad social en la que los negros había pasado de ser esclavos a ser ciudadanos de derecho en busca de nuevas oportunidades. Un entorno atractivo que Charlier retrata con esmero a través de un nutrido grupo de personajes que formarán el entorno de Cutlass. Todo esto, más un argumento plagado de peligros que debe afrontar el protagonista, convierten el primer álbum de la serie en una lectura absorbente que engancha de principio a fin. Si a esto le sumamos el dibujo de Jean Giraud, en un momento artístico excelente, nos encontramos ante un cómic que merece el calificativo de clásico imprescindible del genero.

La muerte de Charlier nos impidió saber cómo podría haber continuado la serie de seguir él como responsable del guión, pero el segundo álbum, escrito por Giraud a partir del material preparado por Charlier, supera al primero en mucho aspectos añadiendo a todo lo anterior una trama marcada por un ritmo excelente que eleva el listón de la acción y el entretenimiento a la par que sigue presentando un plantel de personajes carismáticos y muy bien construidos. La incorporación de Chritian Rossi al equipo no supone una pérdida de calidad en el dibujo y el artista sabe estar a la altura ofreciendo un acabado que poco tiene que envidiar al del maestro Giraud.

Los otros dos álbumes incluidos en este volumen integral forman un arco argumental y suponen un punto de inflexión en la serie. En esta ocasión Giraud es el único responsable del guión y eso se nota en la introducción de ciertos temas del agrado del artista como son los paisajes oníricos y los elementos sobrenaturales. Los pantanos de Luisiana, con sus misterios y sus leyendas, parecen el entorno adecuado para ello pese a que la introducción de estos elementos fantásticos contrasta con el tono realista de los primeros álbumes y para muchos supone el principio del declive de la calidad de la serie. A pesar de esto, estas historias siguen siendo excelentes y entretenidos relatos de aventuras protagonizados por un héroe carismático que harán las delicias de los aficionados al género. Además, en estos dos álbumes Rossi se desprende de la necesidad de emular el estilo de Giraud y ofrece un trabajo más personal, más rico en detalles y con momentos brillantes como la persecución y lucha bajo la lluvia que culmina el cuarto álbum.

Estamos ante una serie realizada por un equipo artístico de verdadero lujo y que cuyo nombre ya debería llamar la atención de los lectores que quieran conocer una obra poco conocida pero que merece ser recuperada y reivindicada. Sin duda la edición integral de Yermo le hace justicia y eso se nota en el excelente trabajo que han hecho digitalizando y restaurando los álbumes originales ante la falta de los materiales originales de las páginas.