Jimmy Olsen no ha estado especialmente presente en la vida de Superman en los últimos tiempos. Siempre secundario, según etapa, ha tenido más presencia en la serie del hombre de acero de la que tiene en la actualidad. El amigo de Superman es un personaje divertido que disfrutaba de una larga colección propia entre 1954 y 1974 con más de 160 números en su haber. Tanto el periodo de publicación de la serie, como el propio personaje se prestaban a las divertidas locuras que inundaban aquellos cómics. Cancelada en el #163 la serie sería renombrada como Superman Family donde Jimmy se repartiría el protagonismo con Supergirl, Lois Lane, Superboy o Kripto. Con Matt Fraction como guionista (Sex Criminals) y Steve Lieber (Whiteout) como dibujante, la serie es una continuación espiritual de la primigenia Superman’s Pal, Jimmy Olsen.
El cómic comienza con un antepasado Olsen perdiendo una propiedad que le pertenecía legítimamente ante un antepasado Luthor. En la actualidad Julian Olsen y Lex Luthor discuten sobre qué familia es más importante para Metrópolis. Esto apenas son tres páginas, enseguida la serie marca el tono. Jimmy se encuentra en el espacio, ¿por qué? Porque uno se sus seguidores le pidió que saltara desde el espacio exterior sin paracaídas. No solo eso, nuestro protagonista es voluntario en un experimento que implica inocularse células madre de Metamorfo mezcladas con pringue de dragón volador…ahí está Jimmy saltando al vacío al tiempo que se transforma en una tortuga ninja un monstruo enorme con caparazón, mientras todo es grabado por un avanzado dron digno de las T-Esferas de Mr. Terrific. De esta forma Fraction deja claro la serie que vas a leer, al tiempo que homenajea la premisa de la que parte, referenciar aquella clásica cabecera del despistado fotógrafo.
Perry está decidido a despedir al reportero gráfico. Su numerito del espacio ha sido la gota que colma el vaso. Sin embargo, al advertir que Jimmy es la gran fuente de ingresos del periódico cambia de opinión radicalmente y le anima a seguir realizando sus “proezas”. Todo sea por el bien del Daily Planet. Eso sí, lejos de Metrópolis, hay que contentar a la dueña y al alcalde. Para su desasosiego, Gotham se convierte en la nueva ciudad de Jimmy.
Los antepasados de Olsen y Luthor y sus continuas disputas en la extinta Oberstad, cimientos de la gran ciudad de Metrópolis, donde las familias continúan con su lucha de poder, la difícil relación entre los hermanos Olsen, laboratorios S.T..A.R., escenas con Superman, la vida e investigaciones de Jimmy en Gotham y diversas locuras se entremezclan en la trama. En un principio líneas argumentales poco cohesionadas, pero que con el transcurrir de páginas se entremezclan pudiendo advertir un conjunto uniforme; un misterio relacionado con el intrépido pelirrojo y su propia muerte.
El cómic está estructurado en historias cortas, todas con su característica entradilla, (que ayuda a la sensación de estar leyendo un tebeo de otra época) sin que estén necesariamente en el orden cronológico correcto. Una herramienta en la narración de Fraction que promueve la incertidumbre y el interés por la trama. Así el guionista escribe el tebeo que quiere escribir, uno con un tono distinto que resulta un soplo de aire fresco al cómic mainstream americano.
No todo son alabanzas. Lo inverosímil de la trama hace que no sea adecuada para todo el mundo. La estructura y el tono aunque esté tan alejado de lo que un lector de DC posiblemente esté acostumbrado a leer, puede sentirse repetitivo, llegando a la grapa número tres sin un gancho claro que ancle a la historia, ni un verdadero interés por los acontecimientos que puedan suceder como para calificarla con un sobresaliente. Si todas las virtudes del cómic no te cansan y disfrutas con Jimmy, sin duda es una serie muy destacable por tener identidad propia y ser divertida, algo muy valorable.
Cuando “Timmy” llega al cómic, nuestro protagonista agria el carácter, pierde compasión y realiza actos deplorables en pos de visitas para su blog. Fraction critica así tanto a los influencers que buscan destacar con malas prácticas, como a sus seguidores deseosos de morbo. El autor reflexiona sobre el paradójico ser humano, cuanto más conectados nos sentimos gracias a las nuevas tecnologías, aún a miles de kilómetros de distancia, más separados estamos debido a la ausencia de empatía, usada a menudo para enmascarar las verdaderas intenciones, nunca guiadas por ayudar a los demás, ni desinteresadas, tan solo destinadas a captar la atención del espectador.
El amigo de mi amigo es mi enemigo. Jimmy imparable en su cruzada “youtuber” se las verá con otro “amigo” de Superman, Batman. Y es que el pelirrojo es capaz de enfadar a cualquiera. El enfrentamiento está a la altura de la serie, acorde al tono de la misma, pues este Batman es “hilarante”, sin embargo, terminará por salvarlo de una paliza de la que ya le había salvado ¿Dex-Starr? La serie no tiene desperdicio, Fraction abraza la escasa motivación por explicar nada que se ha autoimpuesto, y el imperante tono absurdo para ejecutar todo lo que se le ocurre sin, a menudo, concesiones a la coherencia del universo DC. El capítulo seis nos deja a Jimmy junto a un nuevo miembro del clan Olsen, su desarraigada hermana Janie, emprendiendo un nuevo camino hacia no se sabe dónde, pero lejos de Gotham.
Steve Lieber ha trabajado en DC con Hawkman en el primer lustro de los 90 o algún número de Detective Comics o Gotham Central como entintador. Su arte le viene como anillo al dedo al guion de Fraction, de líneas claras, buenas representaciones faciales (muy pertinentes en un cómic como este) y corte clásico, el dibujo ayuda de forma contundente a la falsa percepción de estar leyendo un cómic de otra época. Con el color de Nathan Fairbairn destinado a provocar la misma sensación, la serie es un compendio perfecto entre guion, dibujo y color.
Jimmy Olsen es divertida, diferente y homenajea orgullosa la anterior serie clásica del pelirrojo. Retrotrae a ella el tono, la estructura de historias cortas, con una curiosa entrada a cada una de ellas o el dibujo de Lieber y el color de Fairbairn. Un cómic distinto de los actuales, sobre todo dentro del mainstream, que aúna locura, diversión, misterio y que “olseniza” personajes como Superman, Lois Lane, Lex Luthor o Batman en pos de mostrar como interactúan con el protagonista, un Jimmy Olsen más desatado que nunca.
Guion - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8
Divertida
Divertida, loca, diferente. Escrita y dibujada con muy buen gusto por sus autores, Jimmy Olsen hará las delicias de todos aquellos que simpatizen con el personaje y quieran una serie distinta dentro del mainstream. Con curiosidades como la creación de Metrópolis o poder observar el universo DC desde una perspectiva “olseniana”
En los primeros tres numeros estuvo oscilando entre genialidad, el desconcierto y la indiferencia. La grapa 4 rs muy buena y ademas revaloriza lo anterior. Nacio ya como obra de culto. Y ojo: tiene un prologo publicado en la revista ECC.
Gracias por la reseña!
Efectivamente la percepción de la serie en los primeros capítulos es como comentas, después se asienta la trama, pero por mi parte sigue estando presente, aunque en menor medida, esa indefinición a la hora de valorarla. Es una obra que puede gustar mucho o no atraer en absoluto, afortunadamente al estar publicada en grapa es fácil picar para ver qué tal.
Gracias a ti por el interesante aporte!
Mi próximo pendiente junto con Luisa Lane. Al final lo mejor de Bendis…es que trajo a Rucka y Fraction como cola.
Bueno….ya lo devoré entero esta semana, comentaré más cuando vuelvan a reseñar pero voy diciendo que: todo bien con King, Taylor y Morrison pero este es EL cómic del año. Lejos.