Edición original: La guerre des 7 fontaines (Spirou nº1094-1139, 1959/60) y L’anneau des Castellac (Spirou nº1167-1201, 1960/61).
Edición nacional/ España: Johan y Pirluit vol4: La guerra de las siete fuentes – El anillo de los Castellac (Dolmen, 2013).
Guión: Y. Delporte, Peyo.
Dibujo: Peyo.
Color: Sin acreditar.
Formato: Tomo 144 págs. en tapa dura.
Precio: 30€.
Ante la consabida injusticia del día a día, de las mediocridades que dominan las listas de venta o de las modas frugales que pisotean a las obras de valía nos decimos consoladoramente: el tiempo pondrá a cada uno en su lugar. Pasa que luego tras treinta largos años nos vemos más o menos en la misma tesitura, por desgracia. Y pasa que no me da la gana de esperar otros treinta largos años a ver si esta vez, por fin, el tiempo espabila y pone a Johan y Pirluit en el podio que merecen.
El belga Pierre Culliford (1928-1992), más conocido como Peyo, vivió en sus carnes eso de “Ten cuidado con lo que deseas… ”. Gracias a Los Pitufos obtuvo fama y notoriedad al alcance de muy pocos. Nacieron modestamente en el álbum La flauta de seis agujeros (rebautizada La flauta de seis pitufos en ediciones posteriores), apadrinados por los mismos Johan y Pirluit que, con su empuje, condenaron al ostracismo. Crecieron, sobre todo, gracias a la serie de tv de Hanna-Barbera, que los convirtió en ídolos mundiales que igual facturan discos makineros que películas de sobremesa. Un pelotazo de los de uno entre un millón. Pero para conseguirlo Peyo hubo de sacrificar sus personajes más queridos, enterrar su mejor obra ante el éxito avasallador de los duendecillos azules. Así, el sin par dúo de aventureros medievales vio como sus entregas se espaciaban ante la negativa del autor de ceder a terceras manos sus criaturas. Peyo sólo dejó, a su muerte, trece álbumes y una decena de historias cortas. En España, aparte de un par de álbumes donde comparten protagonismo con sus pequeños rivales (y, sin embargo, amigos), como el citado La flauta de seis pitufos, llevan sin ser publicados desde la década de los 80 del pasado siglo (exceptuando, claro, la reciente edición de Editorial Base en catalán).
El mes pasado Dolmen inició la imprescindible recuperación de esta genuina obra maestra. El cuarto volumen (de seis) de lo que promete ser la recopilación definitiva de estos personajes, siguiendo los integrales franceses (pero no sólo) incluye los álbumes La guerra de las siete fuentes (1959-60) y El anillo de los Castellac (1960-61), dos obras de madurez y clásicos del cómic con todas las letras juntas y en mayúsculas. O sea: uno de esos irrenunciables en cualquier biblioteca que se precie.
La guerra de las siete fuentes
Conocida también como La guerra de los Tomoylomo en su pretérita edición por parte de Bruguera, la décima entrega de la serie toma su nombre de un lugar real situado a las afueras de Bruselas, según recuerda Nine Culliford, la viuda del autor. La guerra de las siete fuentes es considerada por los expertos uno de los mejores álbumes firmados por Peyo, acaso su obra maestra. Méritos no le faltan: fantasmas, maldiciones, conspiraciones, herencias, batallas… un hábil cóctel aderezado con un (¿inevitable?) cameo de los Pitufos, que habían sido presentados en la entrega anterior, a la que aquí se hace un simpático guiño. La aventura comienza con los dos amigos extraviados y buscando refugio en un castillo abandonado. Al llegar la noche, el espíritu del fallecido monarca se les aparece y les narra cómo, por su imprudencia, la desgracia se apoderó de su reino, de suerte que ni después de muerto puede descansar hasta que la situación se enderece. La tarea no será fácil. De una parte, Johan y Pirluit deben encontrar la manera de recuperar los siete ríos de la comarca, secos por un antiguo sortilegio; de otra, el fantasma del rey no hallará la paz hasta que el estandarte de su legítimo heredero vuelva a ondear en las almenas.
Peyo maneja con habilidad las complejas hebras del relato, que bascula entre el fantástico del castillo encantado, las alquimias de los hechiceros legendarios tipo Merlín y las traiciones familiares por el poder, sin olvidar los inimitables toques de humor marca de la casa. La narración es tan limpia e impecable que cuando el fantasma relata su caída en desgracia no es necesario truco alguno para distinguir el tiempo presente del pasado, salvo el color amarillo de los cuadros de texto. El álbum goza de las virtudes habituales del autor, a medio camino entre los maestros Franquin y Hergé: expresividad de los personajes (con Pirluit a la cabeza), diálogos coloquiales, facilidad para el gag (normalmente construido sobre viñetas de herencia cinematográfica, pero sin olvidar las acciones simultáneas que permite la profundidad de campo), efectivo timing sobre una cuadrícula 3×4, etc. Pero si por algo destaca esta entrega es por la composición de multitudes, particularmente admirable durante el asedio (pág.59), pero magistral también en la viñeta panorámica de la página 34 o en el celebrado gag con que concluye la historia.
Dado que el relato empieza con la pareja vagabundeando se prescinde de los secundarios asociados a la corte donde habitualmente residen. Johan y Pirluit recurren a la hechicera Raquel, presentada en el álbum El usurpador de Bellobosque, para que les ayude a solventar la sequía de la región. La visita acaba sirviendo como base de un par de chistes y de puente para la decisiva intervención del Gran Pitufo y su varilla de zahorí. La presencia de la magia es constante en la serie y varios de los secundarios, como Raquel, Homnibus o los propios pitufos están ligados a ella.
El anillo de los Castellac
En esta entrega Peyo quiso demostrar que Johan y Pirluit no necesitaban a los Pitufos para seguir adelante. La buena noticia es que El anillo de los Castellac es uno de los mejores episodios, sin duda; la mala es que las ventas se resintieron y los Pitufos regresarían en los dos últimos capítulos firmados por Peyo, por lo demás excelentes también.
En una posada, Johan y Pirluit tropiezan con el Duque de Castellac, recién fugado de una celda enemiga luego de tres años preso. Extenuado y sin dinero, el noble decide pasar la noche en el lugar, mientras los dos amigos le buscan un caballo con que poder acercarse a palacio. En prenda, el Duque les ofrece la sortija con el emblema de su casa. Pero hete aquí que al volver al día siguiente con la montura, Johan y Pirluit descubren que el huésped ha sido raptado por un individuo a quien el posadero oyó que llamaba “traidor”. Las cosas pronto se complican. Inopinadamente, el Duque se presenta ante su pueblo, que lo recibe con los brazos abiertos. Es él, aunque parece que ha perdido la memoria y la salud. ¿Qué ha pasado en realidad?
Esta aventura guarda algunas similitudes argumentales con un álbum anterior, El Señor de Pikodoro, al tiempo que recupera el protagonismo para la faceta musical de Pirluit, que tan inolvidables momentos nos hizo pasar en La flauta de seis pitufos. Pirluit, que era el personaje favorito de Peyo, no compartía, sin embargo, la habilidad musical de su creador (buen cantante, al parecer), lo que no le impedía lisonjearse, como el famoso bardo de Asterix y Obelix a quien precedió. A despecho de Johan, Pirluit conseguirá aquí el único admirador sincero que tendrá su arte: un bruto señor feudal que comparará las estridencias de su voz con el fragor del campo de batalla. Los enredos más divertidos nacerán de esta situación insospechada.
El anillo de los Castellac es más sobrio, menos exuberante que su predecesor, sin criaturas fantásticas y una presencia casi testimonial de la magia; por momentos se sitúa en las coordenadas del relato policíaco, aunque las fisonomías de los personajes no dejen lugar a dudas sobre la honestidad (o no) de sus acciones y el suspense no se construya sobre un misterio sino -como en la aventura clásica- sobre la resolución de un conflicto entre el bien y el mal.
Volver a leer Johan y Pirluit es una gozada. La estupenda edición de Dolmen destaca por muchos factores: desde el tamaño álbum al gramaje del papel, pasando por la recia encuadernación y los extras finales con bocetos y curiosidades varias. La reproducción es, en general, buena, aunque peca del mal que también aqueja a tomos parecidos (como los del material clásico de Marvel): los negros no siempre están suficientemente contrastados. Se cuela también un desliz en el bocadillo de la séptima viñeta de la página 73, donde debiera decir “Viene del exterior” en vez de “¡Qué raro! ¡No hay nadie!” Aunque no es, en sí mismo, un defecto, los nombres de personas y lugares se mantienen en su idioma original (el francés), por ejemplo Biquette, la mascota de Pirluit, en vez de castellanizarse para hacerlos más cercanos, como en traducciones anteriores. En todo caso, nada que deba desanimar de probar con la que es la mejor edición hasta la fecha de este material portentoso, muy por encima de las añejas publicaciones de Bruguera. Y esto es lo fundamental, porque es inadmisible que la obra maestra de Peyo no haya sido publicada jamás coherentemente y en su totalidad en castellano.
A título personal, añadiré que este es como el primer plazo de un sueño hecho realidad, como ya he dicho alguna que otra vez (por ejemplo, aquí). Hasta ahora Johan y Pirluit ha sido una delicatessen para unos pocos afortunados. Ya va siendo hora de que eso cambie definitivamente.
Llevo muchos años esperando esto, hasta el punto de que cada vez que he conocido a un editor patrio (dos o tres, tampoco mas) le he dado el coñazo para que lo publique asegurándole que esto puede ser un pequeño pelotazo. No son los Pitufos, pero a poco que se beneficie de su fama es un éxito seguro.
Si los integrales que está sacando Ponent funcionan ¿como no va a funcionar Johan y Pirluit?
Eso sí, decepción por los colores, en la primera parte por defecto y en la segunda por exceso. ¿Pero esta gente no mira las pruebas de imprenta o qué? Tampoco puede ser tan dificil.
En todo caso, un obrón maestrón absolutamente imprescindible.
Recuerdo haber leído de crío La Flauta de los Pitufos (así es como yo revuerdo el título); y poco más recuerdo excepto lo bien que lo había pasado y que, desde entonces y sin saber muy bien porqué, me caen mejor Johan y Pirluit que los Pitufos.
En cuanto a este tomo… caerá, caerá, que ya le tengo echado el ojo.
Avasallado por tanta novedad de la comic con esa, me alegra encontrar este oasis de paz donde se reseñan estas OBRAS, con mayúsculas, intemporales y magníficas.
Me alegra de que por fin haya una edición digna de JOHAN Y PIRLUIT, obra que en suconjunto es mucho mejor que LOS PITUFOS.
Yo tengo LA GUERRA DE LAS SIETE FUENTES en su primera edición serializada en la revista STRONG, en el año de la nana, y recuerdo con cariño esos HORRIBLES E INCOMPETENTES OLES! de Bruguera que no respetaban nada, pero al ser un ñajo no te enterabas y los disfrutabas igual.
El único pero que le veo a esta edición es, como siempre, el precio. No digo que no lo valga, pero son 30 euros de golpe en estos tiempos convulsos. Personalmente, hubiera preferido una edición como la que va a hacer NORMA de LOS PITUFOS, a 11 euros el ejemplar y también digna (a la espera de verla, claro está).
No es que me haya perdido tres tomos, es que se publicaba de forma rara, ¿verdad?
Exacto, publican del 4 al 6 y luego del 1 al 3.
Yo ya lo tengo y con ganas de que salga el siguiente.
¡¿Quién no le teme ni a la muerte ni a la mortajaaa?! ¡Pues Hércules de Fosabajaaaaa!
¡¿Quién no retrocede jamás ante la lucha?! ¡Pues Hércules el de la espada duchaaaaa!
Gracias, Javier, por comentar este clásico. Yo también he sido más fan de Johan y Pirluit que de los totufos. Mis aventuras favoritas son «El juramento vikingo» y «El sortilegio de Malasombra» (guau guau).
De los pitufos me quedo con esto: http://youtu.be/6t37cnPL1j8
Luego está la versión alternativa: http://youtu.be/yvN4r76HdtY
Oyes, tampoco nos pongamos ahora a hacer de menos a los Pitufos. Los primeros números son cojonudos.
Y que no se me olvide: dentro de un año, cuando se haya constatado el megaexitazo de ventas de Johan y Pirluit, será el momento de empezar a exigir la publicación de Benito Sansón, o Valentín Acero, o Benoit nosequé.
Me uno a esa sensación de ver por fin cumplido el sueño de una edición completa de Johan y Pirluit. Por eso se me cayó el alma al suelo cuando vi lo de los negros. ¡Qué rabia! ¿Por qué no usan otro papel si este no va bien?
Yo espero que tanto esta colección como la de los pitufos (que, efectivamente, tiene bastantes álbunes buenos…aunque para mí gusto no al nivel de la fluidez, fantasía, crítica, etc…de estos), decía, que espero que ambas sean superventas para ver si alguien se anima a recuperar parte de ese inmenso fondo de cómic franco-belga que en España ha sido publicado de forma dispersa, escasa y nunca en condiciones.
No sólo estoy hablando de obras más o menos conocidas como tomás el gafe, sino obras como BOBO, LALOLAY, GENIAL OLIVER, LOS FRAILOCOS, TINIEBLO LALOSA, MR.LEBUCK, SU VECINO Y EL FORT T, SOFIA, LEONARDO, CASACAS AZULES, ETC..(Muchos nombres son los castellanizados…).Obras todas ellas estupendas del cómic infantil-juvenil (pero con varias lecturas y no exentas de interés para adultos) que no estaría de más recuperar…
Pues, tras una inmejorable reseña, apuntado queda. Merci!!!
Pd: Si alguien se anima con la edición francesa se puede sacar los integrales de entre 160 y 200 pag. aprox por diez euros menos (gastos de envio aparte).
Estoy recordando la edición de la revista «¡Fuera borda!», donde aparecieron muchos de los que menciona Spirit. Recuerdo la conversión de un agente secreto holandés modelo Maxwell Smart a un españolísimo «Enrique Panférreo».
Los tengo tan repartidos en ediciones antiguas que no me atrevo a comprármelos, pero es una gozada ver que se va a publicar (y bien, no como hicieron «esos» con Spirou) íntegramente las aventuras de estos dos.
Ah! Y AQUILES TALÓN, BILL Y BOLITA, NATASHA…
Estos no, pero efectivamente muchos de los mencionados anteriormente fueron publicados en la revista fuera borda, que duró 50 números y 6 supers, aparte de algún que otro álbum en tapa blanda.
Algunos otros fueron publicados en la revista STRONG, creo que a finales de los 60, principios de los 70.
Y es verdad que la revista GUAI! también serializó algunas de estas series, incluida la de CASACAS AZULES, a las que es verdad que le han dedicado algún álbum…
Pero no es suficiente!!!!
siempre me molaron mazo las historias de «Jan i Trencapins», la película de «La flauta dels sis barrufets» fue de las primeras sino la primera película de la que tengo recuerdos en imágenes… y Ocioso me ha recordado al gran «Benet Tallaferro», y a la gran revista «Cavall Fort» que muchos tuvimos la suerte de leer de pequeños en Cataluña (suerte o desgracia, que luego hemos acabado enyoncados al medio XD)…
Pero sí, PEYO, estás entre los más grandes…(a pesar de que me parece que eras un poco nazi, pero bueno eso ya son otros líos…)
Joder, Johan y Pirluit me interesan mucho pero no parece una edición muy buena, no? Estamos hablando de negros que parecen grises y de un color horrible, por lo que he leído. ¿Es que siempre vamos a tener que sufrir ediciones defectuosas de los grandes clásicos? Primero la horrible rotulación de Steve Canyon por parte de Kraken, y ahora esto por parte de Dolmen.
Joder, Los Frailocos y Superagente 327, qué recuerdos Fueraborderos!!!
Y Johan y Pirluit cae sí o sí.
Es falso que no se reproduzcan bien los negros: en la segunda historia los marrones salen en un negro perfecto.
De todas formas no os priveis de comprar el tocho por este motivo. Creo que hay que dar caña para obligar a que tengan mas cuidado en los próximos tomos, pero tampoco es algo que impida disfrutar de las historias.
Y oye, este hilo viene estupendo para sacar la edad de la peña. Yo les conocí en el Strong allá por el 69-70, pero Castanya ya los leía en Cavall Fort tres o cuatro años antes.
Los de Bruguera, Fuera Borda y demás, unos chiquilines.
Obra maestra. Dolmen ha acertado comenzando la publicación no por el principio, sino por el momento culminante de la serie. Aunque ya en la segunda historia el talento de Delporte como guionista se hace evidente, el estilo gráfico de Peyo aún tiene que desarrollarse mucho. En las dos primeras historias ni siquiera sale Pirluit. Comenzar con ellas sería casi un suicidio editorial, y así lo fue para Junior.
La edición está bastante bien, y aunque cara, se amolda a los precios de otras editoriales. En la tradición han respetado nombres clásicos como los de los protagonistas o el del Gran Pitufo. El resto se han mantenido en francés, y eso permite evitar el caos de la edición Bruguera entre los Tomoylomo, los Morrofort y los Baufort. Por desgracia, también se pierden nombres que encederán nuestra nostalgia, como Zicutín (Acelino) o Hércules de Fossa Baja, de quien también perdemos los versos recordados más arriba.
Lo único realmente criticable es lo del negro, agrisado y devorado por otros colores. Y no es culpa del papel, que las ediciones francesas tienen uno similar y se ven perfectas. Espero que sean más cuidadosos en ese aspecto en los próximos tomos.
En fin, imprescindible.
Hombre Ocioso, pero las cosas no son así. Si en la primera historia los negros están bien pero en la primera no, la edición es defectuosa. Y si los colores, como comentan más arriba, tampoco están muy bien que digamos, pues más de lo mismo. En fin.
Quería decir si en la segunda historia los negros están bien y en la primera no, evidentemente.
A ver, Eduardo, que sí, que la edición no es perfecta y tiene además un defecto claro. Pero no es ni terrible ni espantosa. Todo depende de lo que prefieras ahora tú: hundir la edición boicoteándola y escribiendo exagerados comentarios incendiarios en la web o dar caña para que mejoren sin por ello desdeñar lo que la edición tiene de bueno.
Yo este tomo lo voy a comprar. Soy fan de Johan y Pirluit, y estoy seguro de que es mucho mejor de como se ha publicado nunca en España. O sea, que si, la compraré, y recomiendo a todo el mundo que la compre, es una obra maestra. Ahora bien, es una edición cara, que se supone que ha de ser la edición definitiva de estos albumes, y aunque no sea un desastre, si tiene defectos hemos de comentarlos y hacerlos públicos, a ver si se ponen las pilas en los siguientes tomos, que no son tebeos de 5 euros precisamente.
Hombre, yo también pienso que si hay algunas cosas «menores» que no impiden disfrutar de la edición no hay que ser tan tiquismiquis…las historias valen mucho la pena y no se pueden dejar pasar por algo menor. Otra cosa, claro, es que puestos a pagar 30 euros estemos en nuestro derecho de dar caña…
CAVALL FORT aún se sigue publicando, pero creo que limitada a subcriptores y viviendo de subvenciones. El último ejemplar que cayó en mis manos, en la consulta del médico el año pasado, creo que tan sólo tenía 4-5 páginas de historietas. Pero sirva este hilo para reivindicar a Ot el bruixot, de Picanyol, serie blanca y muda de tiras cómicas que es una delicia.
CAVALL FORT fue también el primer tebeo en España que publicó los PITUFOS, con el nombre de ELS BARRUFETS. Creo que más o menos casi al mismo tiempo, también lo hacía TBO con el nombre LOS TEBEITOS o algo así.
Venga, a ver si se animan con AQUILES TALÓN, de GREG, que también merece una recuperación!
Por cierto; yo, que tengo 39 tacos, conozco STRONG de los rastros de viejo y similares…
Y oye, este hilo viene estupendo para sacar la edad de la peña. Yo les conocí en el Strong allá por el 69-70, pero Castanya ya los leía en Cavall Fort tres o cuatro años antes.
Los de Bruguera, Fuera Borda y demás, unos chiquilines.
Hombre, tanto como unos chiqulines…que el que más o el que menos está más cerca ya de los 40 que de otra cosa. Que yo me estuve acordando el otro día de los Sobre-Sorpresa de soldados de plástico por cinco duros que nos comprábamos, joder: el Call of Puty ese se quedaba mamando!!!
Por cierto, el tema de los negros se da en las dos historias (puedo dar ejemplos) pero al predominar tonos de color más suaves, no se nota tanto.
Lo explico por si alguien que no lo haya leído se está haciendo un lío.
Los colores de la primera historia están poco saturados, flojitos, y los de la segunda un pelín saturados. Creo que pueden ser mas fieles al original los de la segunda, pero es cuestión de gustos.
El color negro, en ambas historias, es un gris oscuro. Igual que en los Omnibuses de Panini. Eso hace que al dibujo le falte «pegada»
En la segunda historia muchos objetos son completamente negros. Tócate los pies que ahí sí que les ha salido un color negro perfecto. La mayor parte de estos objetos son de madera, por ejemplo el arpa de Pirluit, y jode que chismes complejos con sus aristas y sus detallitos se queden reducidos a una silueta. Una pena.
Por lo poco que sé del proceso industrial de hacer tebeos, lo normal es que la imprenta te de unas páginas impresas de prueba para que des el visto bueno.
A lo mejor te engaña la luz, o estás de resaca, o llevas las gafas empañadas, o cualquier otro factor que pueda nublar tu buen juicio. La solución es poner encima de la mesa la edición francesa original y al lado las páginas de prueba de la imprenta. Te fijas. Te vuelves a fijar. ¿Están iguales? Pues le dices al impresor que empiece a tirar copias. ¿No son iguales? Le dices al impresor que siga haciendo pruebas.
¡No es tan dificil! ¡No es una BD pintada con riquísimos matices de color! ¡Es un puto tebeo con colores planos que tiene medio siglo! ¡No tiene mas dificultad que un puto Mortadelo!
Dicho esto: compradlo, malditos. Pero ya.
Ocioso: «¡No es tan dificil! ¡No es una BD pintada con riquísimos matices de color! ¡Es un puto tebeo con colores planos que tiene medio siglo! ¡No tiene mas dificultad que un puto Mortadelo!»
Al hilo de lo que comentas, y con el permiso del compañero Ignacio (que a veces vemos también por aquí), adjunto estas dos viñetas:
El coloreado de la izquierda es el que se curró Ignacio en su casa tirando de materiales en blaco y negro; el de la derecha es el que salió publicado en el Marvel Heroes de Spiderman de Stern y Romita Jr.
Dejo claro que yo tengo un pulso de pajero mañanero y que probablemente el coloreado que yo podría realizar sería una mierda como un piano de grande, pero o Ignacio es un colorista legendario en potencia, o se dio por bueno en la imprenta un comic que podría haber tenido mejor resultado.
Al final se resume en lo que has dicho, en comparar y hacer pruebas hasta que el resultado fuese lo más óptimo posible, pero el ejemplo venía de perlas. Creo.
Pikodoro ha comentado:Obra maestra. Dolmen ha acertado comenzando la publicación no por el principio, sino por el momento culminante de la serie.
¿Y que pasa con el volumen 1? Lo digo porque con el calentón me he pedido el primer integral de Dupuis. Joder que manía tengo con empezar por el principio!!!
Uhm, visto así, es verdad que no tenía mucha relación una cosa con otra, no 😀
Los comentarios de internet sirven para hacernos los listos. Lo de que vengan a cuento es solo un plus.
Oh, venga ya con lo del calentón por el orden de publicación. Ahora diréis que todos empezásteis a leer Tinin por Tonton en el Congo, o peor, por Tintin en el pais de los Soviets.
No si…a punto de cumplir los 32 y aún seré el yogurín del hilo xD
Por cierto, no me cuadra que se atribuya el problema de los negros al papel poroso, cuando estos cómics llevan cuarenta años publicándose en papel poroso. Sólo hay que mirar, no ya la versión francesa, sino la efición de La flauta de los Pitufos que hizo hace seis años Planeta.
Gracias a todos por comentar. ¡No me esperaba una acogida tan buena! Hay escondidos más seguidores de Johan y Pirluit (y Peyo) de los que pensaba.
Me sumo a Ocioso, Pikodoro y, vamos, el sentir general de que esta edición es buena y debemos apoyarla. ¿Que no es perfecta? Si ese fuera nuestro rasero habitual, pocas cosas disfrutaríamos. Es necesaria. Y si resulta que al final es un éxito sin precedentes y blablabla lo mismo tenemos a la parejita hasta en formato pocket. Incluso el más largo camino empieza con un paso.
Otra cosa que me ha quedado clara es que los amigos catalanes son unos afortunados por esas golosas publicaciones que mencionan. ¡Envidiaaaa! (Por cierto, ¿qué tal está el material de Editorial Base? Sólo lo conozco de oídas.) Aquí Spirit me ha dejado avasallado con esa batería de «Personajes en busca de publicación», demostrándome lo mucho que aún me queda por aprender.
Y si en el hilo empiezan a escribir menores de 30 acabaré por pensar que aún queda esperanza para la humanidad. 😉
La edición de Base tiene una ventaja sobre la de DOLMEN: publica por tomos independientes, siguiendo el diseño francés original. Por cierto, comenzaron la publicación con los números posteriores a Peyo, y recientemente han publicado La flauta, El sortilegio de Malasombra y El País Maldito. Para mí, sin embargo, tiene dos problemas, y uno de ellos es precisamente el reverso luminoso del problema con Dolmen. Primero, a mí su rotulación me parece menos lograda que la de Dolmen, más difícil de leer, aun sin llegar a la que utilizó NORMA hace doce años. Segundo, han elegido un papel satinado similar al de la Grand Edition de Asterix que provoca dos cosas que a mí me molestan mucho pero que igual a otros no: por un lado, el papel tiende a ondularse (mi ejemplar de El Sortilegio… está así desde el primer día), y por otro, los colores son demasiado chillones, más cercanos a los colores de los cromos adhesivos que en su día vendía Panini sobre Astérix que a los de las ediciones originales. Justamente, una de las cosas que Dolmen pensaba evitar al elegir papel poroso era esa.
El tema de los negros es muy probablemente debido a que la separación de tintas no está bien realizada. Para que el negro tenga fuerza suficiente, debe imprimirse mancha de tinta tambien en la plancha amarilla, cyan y magenta, no solo en la negra. De lo contrario, el negro no tendrá apenas cuerpo. Un artefinalista competente les vendría bien a estos pollos…
Una grandísima obra y una gran noticia su reedición. Mi afición a los cómics se debe a esta pareja. En casa de unos amigos de mis padres estaa este cómic en la estantería y siempre que íbamos yo lo releía una y otra vez. A partir de ahí todo fue rodado y ya no pude parar de seguir leyendo cómics de todo tipo.
Le debo eso a este cómic y también el descubrimiento de la «magia», la magia existe y está entre las viñetas de los cómics, escondida pero de vez en cuando se deja ver, y este es uno de los cómics que la poseen.
¿Sabes cuando sale el segundo tomo? y otra cosa, no me gustó que tradujeron los nombres de algunos secundarios al español. Dolmen ha hecho un magnífico trabajo pero eso no me convenció, a ver si en el siguiente tomo mejoran esas cosillas.
Saludos Javier
El segundo tomo ya salió hace un mes. Viene sin errores y está editado de rechupete.
No lo sabía, gracias. Es que hace un mes que no me paso por una tienda de cómics.Entonces ¿ya no les cambian el nombre a los secundarios? Me alegro.
Aquí iban tres historias ¿no? las dos primeras no estaban dibujadas por Peyo y la del País Maldito, sí. Qué buena es esa historia, y Chamusquina muy grande 🙂
LynLacie, las historias del nuevo tomo son todas de Peyo, como ya sabrás a estas alturas, pero tienes que contarnos eso de las parodias de Johan y Pirluit que le hacían los amigos. 😉
Crecí leyendo la entrañable Edad Media de Peyo, en la que incluía también a los pitufos. En mi opinión el binomio funcionaba perfectamente hasta que los pequeños hombrecillos azules se vendieron, y claro, la comercialización lleva irremediablemente a la vanalización y a la falta de frescura. Viéndolo así, quizá sea una suerte que Johan y Pirluit sigan cabalgando en solitario por parajes sin demasiada gente. Los tengo en casa y los releeré siempre, me encantan y ami hijo pequeño también.