Héroes olvidados.
«Ese Hurricane y yo somos los últimos supervivientes de una historia que prácticamente nadie conoce…, de un secreto de aquella época en la que había días en los que parecía que el mundo entero ardiera.»
Hace unas pocas semanas hemos reseñado El chico sodado, el primer volumen de la serie La guerra de Charley, un clásico de la historieta bélica británica que tiene muchas cosas en común con Johnny Red, otra de las grandes series del cómic británico. Entre esas coincidencias habría que señalar que ambas aparecieron en las páginas de la revista Battle Picture Weekly, ambas estaban dibujadas por Joe Colquhoun, ambas tenían un planteamiento y un protagonista muy distinto de lo que se solía esperar en una serie bélica en aquellos años. Esa visión tan diferente del género bélico impactó en muchos lectores de la época entre los que estaba el joven Garth Ennis, una influencia que se dejó ver años después cuando se convirtió en uno de los guionistas más destacados del medio. A lo largo de su carrera el norirlandés ha realizado multitud de series bélicas, algunas de ellas recuperando a personajes clásicos del cómic británico y estadounidense, entre las que podríamos destacar Las aventuras de la brigada de fusileros, War Stories, Sara, El As Enemigo o El primer vuelo del Águila Fantasma, en las que se puede ver la impronta que esas lecturas juveniles le dejaron. Una trayectoria que posibilito que cuando Titan se hizo con los derechos de las series de Battle Picture Weekly pensaran en él para crear un cómic que sirviera como homenaje a los personajes. El resultado fue Battle Action, una antología editada en España por Dolmen, en la que se daban cita esos personajes en unas historias guionizadas por Ennis y dibujadas por algunos de los mejores dibujantes británicos. Entre esos personajes no podía faltar Johnny Red con una historia dibujada con su colaborador en War Stories y The Boys Keith Burns. Ambos también fueron los encargados de crear en 2015 The Hurricane, una serie limitada del personaje de ocho números que varios años después Rebellion recopiló en este volumen que acaba de editar Cartem en España. Una colaboración que continuo en Out of the blue (Planeta Cómic).
En El Hurricane nos encontramos con Tony Iverson, un millonario estadounidense apasionado de la aviación que ha comprado los restos de un viejo Hawker Hurricane de la segunda Guerra Mundial para restaurarlo. Al tratar de descubrir la manera en la que un avión de RAF acabo estrellado en la parte más oriental de Alemania mucho antes de que los aliados llegasen allí acaba descubriendo la historia del Escuadrón Halcón, un grupo de pilotos rusos que se encargaron de proteger de los ataques de la aviación nazi los intentos de hacer llegar ayuda a los supervivientes de Stalingrado. Un grupo peculiar que está liderado por Johnny Redburn, un piloto inglés que ha permanecido en el olvido conocido como el diablo rojo o simplemente Johnny Red. Juntos emprenden una misión rodeada de secretismo que puede cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial y la historia.
Si en La guerra Charley los lectores británicos se encontraron con una serie como nunca antes habían visto que les mostraba los horrores de la guerra sin ningún ápice de heroísmo, en Johnny Red, el guionista Tom Tully y el dibujante Joe Colquhoun crearon a partir del número 100 de la revista aparecido en 1977 a un protagonista que vivía sus aventuras en territorio bélico muy poco habitual como era el frente ruso. Una distancia con los habitual que aumentaba al tratarse de una obra que convertía a los soldados rusos en los buenos de la función, un rol muy poco usual en una publicación aparecida en plena Guerra Fría y que se convirtió en la serie más longeva de la publicación.
Estamos ante una historia que funciona como un largo flashback que desde el presente nos hace viajar hasta el frente ruso de la Segunda Guerra Mundial para narrarnos una misión nunca contada del Escuadrón Halcón que conserva todo el encanto de la serie original, pero con el toque del Ennis más contenido que no duda en dejar patente en cada momento el amor que siente por los personajes empleando a los más reconocidos. Un trabajo que nos nuestra al Ennis más serio y contenido alejado del humor negro y el gore que vemos en otros de sus trabajos, pero sin perder esa visión crítica y mordaz que le caracteriza y que vemos en obras como The Boys, donde hay una crítica mucho más compleja al mundo empresarial que la de la serie de TV.
Como es habitual Ennis nos regala un fantástico tratamiento de los personajes principales entre los que vemos una camaradería y un inquebrantable código de honor que refleja su visión de la amistad masculina, una de las constantes en sus todas historias. Ellos representan la idea del norirlandés del heroísmo y la amistad en medio de la violencia más desatada, unas características que también vemos en los pilotos alemanes y, sobre todo, en el escuadrón femenino Los ángeles de la muerte. En el lado contrario están los altos cargos del gobierno y ejercito comunista mucho más estereotipados en su rol de villanos marcados por la corrupción, la mezquindad y el desprecio por la vida de sus hombres.
Con todos estos ingredientes Ennis forma una historia sólida que nos nuestra con verosimilitud y rigor los horrores de la guerra, aunque sobre todo prima la acción y con unos diálogos punzantes que nos recuerdan a algunos de sus mejores trabajos, pero sin esa chispa de originalidad y atrevimiento que vemos en ellos. Quizás es debido al respeto excesivo que siente por el material original, aunque no estamos ante una historia sea solo un homenaje, sino que tiene entidad propia.
Keith Burns es miembro del Gremio de Dibujantes Aeronáuticos desde 2012 y ha expuesto su obra en dependencias de la Royal Air Force (RAF) británica, así que su capacidad para dibujar aviones y escenas de combate aéreas está más que probada realizando un trabajo brillante. Para esas escenas de combate emplea splash-pages en las que vemos auténticos duelos aéreos llenos del ruido de los motores y las ráfagas de balas. Sin embargo, no brilla de la misma manera a la hora de representar las figuras humanas, sobre todo las caras que muchas veces son difíciles de reconocer por estar algo deformadas, aunque en ellas se pueda ver la influencia del enorme Carlos Ezquerra. En el apartado gráfico también hay que destacar el magnífico color de Jason Wordie, sobre todo en las escenas nocturnas.
Como es habitual Cartem Cómics hace una edición impecable en la que además de la historia y las diferentes portadas nos encontramos con un texto introductorio del editor de serie original Dave Hunt, una entrevista que le hizo Ennis y diferentes bocetos e ilustraciones.
En Johnny Red: El Hurricane Garth Ennis tiene la ocasión de escribir una historia sobre uno de los personajes que leyó en su niñez y nos trae una historia bélica de aviación – de esas que tanto disfruta nuestro añorado Alejandro Ugartondo- como solo él sabe hacerlas, aunque sin el brillo de sus mejores trabajos, pero que sirve para que Burns nos demuestre su enorme pericia dibujando aviones y combates aéreos.
Lo mejor
• Una obra que transcurre por lugares poco habituales del género.
• La visión cínica de la guerra y los mandos made in Ennis que nos encontramos en toda la obra.
• Los majestuosos aviones y combates aéreos que dibuja Burns.
Lo peor
• Burns no brilla tanto a la hora de representar la figura humana como con los aviones.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Combates aereos
Ennis y Burns firman una solvente historia bélica con elementos realmente conseguidos y otros más flojos, que sirve para devolvernos a uno de los grandes personajes del cómic británico.
Gracias por la mención 😉
El trabajo de Ennis es excelente, aunque algo comedido. Le puede el respeto por el personaje. Le pasa lo mismo cuando trata a personajes históricos, como en Dreaming Eagles. En cambio en obras donde los personajes son de creación propia suele mostrarse más atinado, como en The Stringbags. Por poner ejemplos de obras de temática similar.
El trabajo de Burns luce de maravilla en las escenas aereas, aunando precisión en la representación de los aeroplanos y un dinamismo que te mete de lleno en la acción. Es una virtud de la que carecen algunos dibujantes de obras de este estilo donde sacrifican la fluidez y el dinamismo, en aras de una representación fiel de los aviones que acaba siendo demasiado estática y fría.
Y el color es una maravilla.
Totalmente de acuerdo con tus apreciaciones.
La verdad es que me ha gustado mucho, gracias por la reseña porque estaba dudando si pillarlo o no.
Ya como apunte de un friki de la aviación señalar que en casi todas las viñetas el Hurricane de Jonny va con la carlinga abierta y eso en aquella época podía significar 30-35kms/h menos de velocidad punta y si ya el Hurry era bastante lento en comparación con los BF109 pues era prácticamente un suicidio.
Ya digo, detalles pero que oye, porque no cuidarlos, aunque repito que el cómic me ha encantado.
Me alegro que los hayas disfrutado.
Muy curioso el detalle que comentas, lo desconocía por completo.