Edición original:JoJo’s Bizarre Adventure: Part 1 – Phantom Blood (ファントムブラッド), Shueisha 1987.
Edición nacional/ España: Ivrea 2017.
Guión: Hirohiko Araki.
Dibujo: Hirohiko Araki.
Traducción: Pablo Tschopp.
Formato: Rústica B6 con sobrecubierta, 300 páginas.
Precio: 12€.
Después de dos meses desde su fulgurante puesta de largo en el mercado de la mano de Ivrea, los lectores españoles ya han podido disfrutar en su totalidad de Phantom Blood, el arco inaugural de JoJo’s Bizarre Adventure. Después de haber leído y disfrutado este tercer y último tomo de la gran obra de Hirohiko Araki, en Zona Negativa vamos a dar un pequeño repaso acerca de las impresiones y el sabor de boca que ha dejado el inicio de la historia de los Joestar y cómo deja preparado el terreno para la inminente llegada de su sucesora, Battle Tendency, a finales de este mes de septiembre.
El pasado 30 de junio Ivrea daba el pistoletazo de salida a la “JoJomanía” en nuestro país, con la publicación del primer tomo de uno de los mangas más carismáticos que han salido de esa factoría de pelotazos gráficos como es la Weekly Shônen Jump de Shueisha. También conocida por el nombre de JoJo’s Bizarre Adventure Part 1 Jonathan Joestar: His Youth, Phantom Blood es la saga inicial de las 8 que a día de hoy conforman la obra. Esta primera parte comenzó a publicarse originalmente en el año 1987 durante un total de 44 capítulos recopilados en 5 tomos tankôbon, aunque en la edición de Ivrea (al igual que en la versión anglosajona, Jojonium) quedan reducidos a 3, con un mayor número de páginas por volumen. Phantom Blood pone la primera piedra de la historia de superación de Jonathan Joestar y nos enseña el germen de su enfrentamiento con Dio Brando, su hermanastro y archienemigo. Con un estilo manga tremendamente ochentero y una historia que mezcla de manera arriesgada terror, aventura, acción y tragedia, con un toque sobrenatural e histórico, pero que supone un acierto rotundo gracias al mundo y los personajes que nacen de la mente y la imaginación de Araki.
ARGUMENTO
Aviso de Spoilers: La siguiente sección contiene detalles y spoilers de la trama de toda esta saga de JoJo. Si no habéis comenzado su lectura o no la habéis finalizado, en vuestras manos está continuar o pasar directamente al análisis inmediatamente posterior, ya libre de destripes.
Phantom Blood arranca en la ciudad inglesa de Liverpool, en 1880, donde se sitúa la mansión de los Joestar, una poderosa familia aristócrata liderada por el patriarca, George Joestar, que vive con su hijo y heredero Jonathan. Todo transcurre con normalidad en la vida de la sociedad inglesa de alta cuna en plena época victoriana, cuando George Joestar toma la decisión de adoptar a Dio Brando. El joven ha quedado huérfano recientemente, y el líder de los Joestar se siente obligado a acogerle ya que su difunto padre salvó supuestamente la vida de su hijo y de él mismo en el fatal accidente que le costó la vida a su esposa. Desde un primer momento Jonathan, un muchacho noble como ninguno, trata de hacerse amigo de Dio, pero a cambio no recibe más que su desprecio y abusos, ya que su nuevo hermanastro demuestra ser un hombre despótico, arrogante y mezquino. Dio oculta su verdadero rostro ante los demás, pero internamente tiene el plan de desacreditar a Jonathan Joestar (más conocido como JoJo) y ganarse los favores de su padre para poder acceder a la herencia de la fortuna familiar. El acoso de Dio no se limita al ambiente doméstico, y con malas artes consigue aislar y anular a JoJo, dejándole sin amigos, sin mascota y hasta sin el primer beso de la chica que ama.
Tras un fuerte enfrentamiento juvenil, y pese a todos los palos recibidos, el tiempo pasa para ambos, y en su época universitaria tanto JoJo como Dio son dos alumnos brillantes en sus respectivos campos (arqueología y derecho, respectivamente), e incluso muestran cierta actitud de respeto y cordialidad familiar entre ambos. Todo cambia cuando George Joestar cae misteriosamente enfermo y JoJo comienza a sospechar que Dio jamás olvidó su malvado plan para conseguir apoderarse de la herencia Joestar, y tras descubrir una reveladora carte de Dario Brando, decide viajar a Londres para recolectar pruebas que permitan desenmascarar a su enemigo. Ciertos barrios de Londres a finales del siglo XIX eran extremadamente peligrosos para un inocente y noble joven, pero pese a ser atacado por una de las muchas bandas callejeras que pueblan Withechapel y alrededores, JoJo es capaz de derrotarlos y ganarse el respeto de su líder, Robert Speedwagon, que se convertirá en uno de sus más fieles y recurrentes aliados. Una vez reunidas las pruebas y tras contactar con la policía, JoJo y Speedwagon vuelven a la residencia Joestar con la intención de acabar con la treta de Dio, pero haciendo gala de su sagacidad este ya está previo aviso, y ha urdido su propio plan: utilizar la misteriosa máscara precolombina que posee como reliquia la familia Joestar, que según sus investigaciones alberga un poderoso poder.
La máscara convierte a Dio en un vampiro capaz de succionar la sangre de sus víctimas para conseguir mayor poder, y con una capacidad de regeneración que le vuelve prácticamente inmortal. Tras asesinar a su padre y provocar un incendio en la mansión, JoJo se ve forzado a pelear a muerte con su hermanastro, ahora convertido en monstruo, hasta que finalmente lo derrota, cayendo en una especie de coma. JoJo consigue salir adelante gracias a los cuidados de Erina, su amada, y el apoyo de su amigo Speedwagon, pero el alivio se torna en preocupación cuando descubre que entre los restos de la malograda residencia de Liverpool no se han encontrado los restos de Dio ni de la máscara. Poco después JoJo recibe la visita de William Zeppeli, un curioso y extravagante personaje que le confirma que Dio sigue con vida y le explica que anda detrás de la destrucción de la máscara, para lo cual ha desarrollado un poderoso arte marcial, denominado Hamon, que canaliza la respiración en forma de energía solar a través del cuerpo y que sirve tanto para poder sanar a las personas como para terminar con la horrible nueva condición de Dio. Tras someterse a un durísimo entrenamiento y conseguir dominar los principios del Hamon gracias a sus increíbles condiciones innatas para la lucha y su capacidad de superación, JoJo se embarca en un viaje junto a Zeppeli y Speedwagon hacia el pueblo en el que Dio se ha atrincherado.
Dio no ha perdido el tiempo desde su supuesta derrota con JoJo, y ha conseguido crear un ejército de zombies a su servicio, entre los que destacan la figura del despiadado asesino Jack el Destripador, y Bruford y Tarkus, los dos guerreros más poderosos que tuvo a su servicio la dinastía Tudor en el siglo XVI. JoJo y compañía se ven obligados a pelear con estos formidables enemigos y el resto de muertos revividos por Dio, y pese a que consiguen deshacerse con esfuerzo de la mayoría de ellos, el poder de JoJo resulta insuficiente para hacer frente al descomunal poder de Tarkus. Por ello, y haciendo caso de una antigua profecía, Zeppeli sacrifica su vida para traspasarle su fuerza vital a JoJo, y de esta manera consigue salvar la situación. Pero por desgracia, Dio continúa siendo el enemigo principal y, pese a contar con la ayuda de Tonpetty, antiguo maestro de Zeppeli, y Dire y Straizo, dos practicantes del Hamon, la pelea se vuelve durísima para JoJo, ya que su rival posee técnicas tan poderosas como ser capaz de congelar su cuerpo y sangre, impedir que el flujo del Hamon fluya y llegue a dañarle o su ya mencionado factor curativo. Pese a todo JoJo tiene un don especial, que va más allá del poder: su bondad, su capacidad de superación y de esfuerzo y su apego a la vida. Después de una espectacular pelea, JoJo logra conectar un puñetazo cargado de energía solar que destruye su cuerpo, a excepción de su cabeza.
Transcurre un año desde la épica victoria de JoJo y la destrucción de Dio y la máscara, y ahora forma un feliz matrimonio con Erina y planea trasladarse a América a vivir una nueva vida. Todo es miel sobre hojuelas en el transatlántico que lleva a la feliz pareja a tierras estadounidenses hasta que aparece uno de los esclavos de Dio con la cabeza de este dentro de una urna, con la intención de asesinar a JoJo y robarle su cuerpo para poder seguir con su sueño de convertirse en el emperador del mundo. JoJo pelea con valentía, pero se da cuenta que su única salida es destruir el barco con Dio y él dentro y así dar la oportunidad a Erina de huir por mar en el ataúd que transportaba a su malvado enemigo. Así termina Phantom Blood, con Erina en una macabra embarcación surcando las aguas, con un bebe que logró salvar de la explosión… y otro Joestar gestándose en su propio vientre.
UNA HISTORIA SOBRE LA VIDA
Esta primera saga de JoJo’s Bizarre Adventure es una auténtica lección acerca de cómo se deben sentar las bases de un mundo, unos personajes y un imaginario sobre el que quieres tener una continuidad posterior, sobre todo teniendo en cuenta la importancia que va a tener en la obra de Araki la herencia y la continuidad de la vida entre diferentes generaciones. Una de las cosas que más me gusta de Phantom Blood, a la hora de acercarse a ella por primera vez, es el hecho de que por mucho que te hayan hablado de JoJo nunca sabes bien que vas a encontrar. Generalmente cuando alguien te recomienda JoJo suele pintarla desde su punto de vista más cómico, o por su vertiente de acción, incluso por el uso de poderes y extravagantes técnicas de combate que tienen sus protagonistas. Pero creo que poca gente te prepara para el absoluto y extremo espectáculo al que asistes la primera vez que te sumerges en estos 3 tomos, en lo que todo está polarizado, exagerado y define a la perfección el término grandilocuente. La pomposidad y la polarización tan extrema que hace Araki de todos los elementos de la obra es uno de sus mayores aciertos, ya que le confiere al manga una personalidad único, un ritmo especial que sabes que es muy difícil de encontrar en otras series.
En realidad JoJo’s no inventa nada, ni en su trama, ni en su desarrollo ni en la manera de presentar y usar a sus personajes. Sus valores son los del shônen más clásico que te puedas llevar a los ojos, con unos buenos muy buenos y unos malos muy malos que escenifican la eterna lucha de poder entre el bien y el mal, entre la búsqueda de la salvación del mundo y la destrucción o posesión de este. Así JoJo es bondadoso, casi inocente, perseverante, capaz de sacrificarse por los demás… Y Dio por su parte es el perfecto ejemplo de un villano: manipulador, malicioso, egoísta, capaz de traicionar hasta a sus propios sirvientes… No solo la trama y personajes son tradicionales y simples, también lo es su desarrollo, con las estructuras de peleas más clásicas que podáis imaginar, basados en un entrenamiento para adquirir técnicas, se va formando un grupo de héroes y deciden enfrentarse a la amenaza de tal modo que les lleva a ir venciendo a los rivales uno a uno, del más débil al más fuerte, hasta que llega un momento en apariencia insalvable que se salva con el power up del protagonista y vuelta a empezar. En este sentido es una obra hija de su tiempo, algo que se ve incluso en detalles como el papel femenino y la abrumadora presencia de personajes masculinos o la utilización de frases lapidarias de héroe de acción. Es decir una serie de peleas y aventuras típica de finales de los 80.
Entonces, si todo es simple y típico, ¿qué hace a JoJo’s tan buen manga? La respuesta es bien sencilla: su autor. Hirohiko Araki es un excepcional narrador y un magnífico creador de mundos. Tiene muy claro en todo momento qué quiere hacer y cómo quiere hacerlo, y el estilo que utiliza, tanto a nivel gráfico como a nivel de guión y diálogos es perfecto. Araki concibió el manga como un canto a la vida, una manera de examinar dos maneras diferentes de vivir a través el enfrentamiento de los dos personajes principales. En sus propias palabras, JoJo’s es “un cantar del himno de la batalla entre lo humano y lo no-humano”. Con sentencias como esta, Araki ya deja entrever su carácter grandilocuente y poético que se ve totalmente reflejado en cada una de las situaciones y diálogos que podéis leer en Phantom Blood. Gracias a esa manera de narrar, de crear, consigue formar un conjunto perfecto y carismático de personajes y su mundo, no como entorno físico, sino como el conjunto de reglas y normas que rigen su actuar, su fluir por la obra. Eso provoca que los elementos de los que dispone para enganchar al lector tengan una doble vertiente y le sirvan para un doble propósito: mantener la coherencia de la obra y divertir y entretener por la exageración. Es algo que vemos ejemplificado en la principal técnica de pelea de la saga, el Hamon, un arte marcial totalmente creíble, complejo y completo si lo analizamos desde los preceptos del mundo de los Joestar, pero una absoluta locura imaginativa y divertida vista desde nuestro mundo. Araki se las apaña a la perfección para lograr la suspensión de la credulidad del lector y a la vez no hacerlo, lo que le genera ese potente magnetismo y esa cualidad única al que todos acabamos entregándonos cuando abrimos uno de sus mangas.
La narración de Araki no solo se nutre de el cómo concibe y usa su obra, sino también de cómo la desarrolla. El autor demuestra una gran maestría a la hora de imponer el ritmo de la obra, siempre ligero y con un buen equilibrio entre la cantidad abrumadora de texto en algunos tramos y la narrativa visual en otros. Una de las cosas que más me gusta del guión de Araki, y una de las, a mi modo de ver, señas de identidad de JoJo’s, es la manera de expresarse que tienen los personajes, pomposa, exagerada, rozando el absurdo en ocasiones, anunciando absolutamente cualquier cosa que ya estamos viendo que está ocurriendo. En cualquier otra obra me quejaría de que un personaje este haciendo algo y haya un bocadillo lleno de texto diciendo exactamente lo mismo que estoy viendo. Pero en el caso de JoJo’s considero esto una parte fundamental de la manera de ser de sus personajes, y sé que si no fuese así ya no sería lo mismo. Me resulta divertido y a la vez imprescindible. Lo mismo ocurre en los combates, con esas técnicas extravagantes e irreales, esas poses y movimientos que desafían varios principios de la física, las onomatopeyas (mención especial al detalle de Ivrea de haber conseguido poder mantener las originales, con esos “Muda, muda, muda” de Dio) y los extravagantes nombres que continuamente gritan a los 4 vientos los luchadores para lanzar un ataque (Sunlight Yellow Overdrive, Underwater Turquoise Blue Overdrive…)… Todo es tan extremo, tan frénetico y alucinante que resulta divertido y atrayente al mismo momento, no puedes dejar de sacar una sonrisa viendo la locura del combate y a la vez disfrutar como un chiquillo del espectáculo y añadir esos términos a tu imaginario de lector de manga.
El frenetismo es otro de los pilares de la narración de Araki, tanto en los momentos de acción como en la estructura. En las peleas, debido a las perspectivas y a la velocidad visual que le aporta el trazo de Araki, la confusión se apodera de cada página, pero la imaginación y creatividad del autor para construir las escenas hace que el resultado sea muy satisfactorio. Es algo que, como digo, se transmite a nivel de estructura de guión, ya que, como el propio Speedwagon dice en uno de los capítulos, los protagonistas están saliendo de una situación y ya se han metido en otra aun más grande que la anterior. Esto se ve acentuado por el hecho de que este arco este compuesto solo por 3 tomos, haciendo que algunos momentos queden algo precipitados, como el sentimentalismo precipitado hacia Zeppeli, que es un personaje que acabamos de conocer pocas páginas atrás. Sin embargo en general Araki sabe sacar provecho de ese ritmo acelerado de narración, dando lugar a situaciones muy vistosas y espectaculares, momentos épicos y escenas dignas de recuerdo, con su toque de dramatismo final, como siempre exagerado y rozando el culebrón. El tempo del arco argumental también está muy bien medido, conteniendo algunas de las mejores inclusiones de saltos temporales a modo de flashback que he tenido el gusto de leer.
Otro aspecto que me gustaría destacar un poco más son los personajes y su ambientación. Teniendo en cuenta lo alocada que es la personalidad de la obra, parece arriesgado usar un marco histórico real para dar contexto a la historia. Araki coge ese riesgo y lo transforma en un punto a favor, con una magnífica representación, no solo de la Inglaterra victoriana, sino los añadidos de las reminiscencias al mundo precolombino y el entremezclado de personajes históricos y legendarios reales, consiguiendo un ambiente bastante único y atrayente. Por otro lado, hay que mirar más allá de JoJo y Dio, que como ya he dicho son dos personajes arquetípicos pero dotados de un aura especial que les hace únicos e irrepetibles. Pero aunque indudablemente este par es el que sostiene la mayor parte del peso de la obra, no hay que dejar de remarcas la buena mano de Araki a la hora de crear personajes secundarios. Puede que su peso no sea muy elevado, pero Speedwagon, Zeppeli, Erina, Bruford o Tarkus son creaciones sólidas, con personalidad y carisma propios más allá de su relación con el protagonista, con una intrahistoria interesante y que aporta al contexto general de la obra, imaginativos en el diseño… Personajes totalmente inolvidables perfectamente definidos por el autor y que ayudan a convertir el mundo de JoJo’s Bizarre Adventure en uno de los más ricos.
Relacionado con la ambientación se encuentra el enorme vínculo que Araki realiza en la obra con el mundo vampírico, siendo el Drácula de Bram Stoker una de sus principales fuentes de inspiración (como vemos en muchas de las viñetas de Dio en su mansión en el tercer tomo, todo un vampiro romántico). Una de las cosas que más llamaba la atención al autor sobre los vampiros literarios era su gran estilo, su nobleza y oscuridad y, sobre todo, la estética intelectual que les proporcionaba el ser unos seres capaces de vivir bajo una serie de normas. Araki relacionó esto con su forma de hacer manga, con unas normas preestablecidas y que se repiten, y es algo que se nota en toda la estructura de la obra, que ayuda a conseguir un perfecto equilibrio en la presentación, nudo y desenlace y que define también a muchos de los personajes en los que esa capacidad para llevar una vida ordenada y que respeta una serie de pasos a seguir para llegar es valorada positivamente, en detrimento de aquellos que buscan la salida fácil.
En cuanto a la parte de arte, el manga es de nuevo hijo de su tiempo, y diseños y estilo siguen la línea marcada por, entre otros, Tetsuo Hara y Buronson en El Puño de la Estrella del Norte. Es un dibujo artesanal con un profuso uso de la tinta, también exagerado en ocasiones, y muy sobrecargado de elementos para encajar en el espíritu de la obra. Tenemos personajes grandes, angulosos, con las facciones muy marcadas y diseños extravagantes pero atrayentes, que desbordan creatividad e imaginación. De nuevo todo tiende a lo grandilocuente, también en el dibujo, en cuanto a tamaño, anatomía, construcción de viñetas… Es un dibujo tradicional y muy detallado, muy recargado con un gran uso de la tinta a través de distintas técnicas de sombreado y de búsqueda de efectos y volúmenes. Quizá donde más falla el trazo sea en la recreación de los momentos más gore, que quedan en ocasiones algo falsos, pero en otros momentos están muy bien ejecutados y forman parte de las escenas más espectaculares, así que no lo calificaría como negativo. Evidentemente, donde Araki brilla más es en las escenas de acción, perfectas, con un uso espectacular de planos, poses, mucho dinamismo y frenetismo, en ocasiones algo confuso y sucio, pero muy visual y fácil de seguir. El dibujo de JoJo’s, en general, es una prolongación más de la obra, y en este sentido tiene todos los elementos característicos de esta (exageración, frenetismo, excesiva carga, irrealidades y ruptura con la lógica…), llevados al terreno gráfico. Es un dibujo único, y realmente brillante en algunas de sus escenas, aunque a primera vista pueda costar que entre por los ojos al poder parecer demasiado arcaico.
Quizá una de las cosas que más atraiga de esta primera saga de JoJo’s Bizarre Adventure sea su corta duración en número de tomos y el hecho de que, pese a sus vínculos posteriores con el resto de la obra, es perfectamente independiente. El hecho de que la obra tenga tantos tomos y capítulos por leer es algo que asusta a muchos lectores que se asoman por primera vez a esta, así que otro de los aciertos de Araki está en esa concepción que ha hecho de este manga. Gracias a esto el autor es capaz de romper uno de los mayores lastres que tienen las series, shônen en su mayoría, de larga duración: el alargarse hasta la extenuación con unos personajes y un mundo que poco más nos pueden contar o hacer para sorprender hasta llegar al desenlace final. Con su estructura por sagas JoJo’s consigue rejuvenecerse cada cierto tiempo y, al igual que los vampiros de Phantom Blood, ser en cierto modo inmortal, adaptarse a los nuevos tiempos y retroalimentarse de su propia historia, al mismo tiempo que da la facilidad a su autor de hacer borrón y cuenta nueva y tomar rumbos distintos sin afectar a la continuidad de la trama. Por otro lado es algo que también facilita la decisión al lector, pudiendo hacerse solo con las sagas que le atraigan y poder subirse o abandonar el barco a conveniencia. Todo un acierto y un punto muy positivo para todos esta estructuración.
Phantom Blood sorprende como saga iniciática, y si en la reseña del primer tomo hablaba de que era una mera introducción que sentaba los cimientos de la historia de los Joestar, ahora reconozco que me equivocaba, porque Phantom Blood es mucho más. Es un arco argumental que merece ser leído por contar con unos personajes redondos y memorables, un ritmo narrativo envidiable, un carisma y una personalidad arrolladoras y, sobre todo, por ser a la vez la primera piedra de la monumental obra que es JoJo’s Bizarre Adventure y, a la vez, un monumento en sí misma. Una obra que abraza la incoherencia y el irrealismo y los lleva al extremo para ser única, y vaya si lo consigue. Es una miniserie de 3 tomos que recomiendo encarecidamente leer aunque solo sea por probar el mundo de Araki y confirmar de primera mano si merece la fama que tiene. Creo que es una obra que puede generar sentimientos polarizados, o la amas o la odias, porque el estilo desde esta primera parte es bastante peculiar. Pero creo que pese a ello, todo lector debe darle una ojeada a estos primeros volumenes. Esta saga cuenta además con varias adaptaciones a diversos medios, con una película animada del año 2007 y la archifamosa serie de anime, que comenzó a retransmitirse en 2004 y cuyos 9 primeros capítulos abarcan este primer enfrentamiendo entre JoJo y Dio. Por otro lado, Phantom Blood también ha probado suerte en el mundo de los videojuegos, con una adaptación de la saga para PlayStation 2 en el año 2006, y la presencia de Jonathan, Zeppeli y Dio como personajes controlabres en JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star Battle (PlayStation 3, 2013), con la mansión de este último como uno de los escenarios de combate.
Para terminar, quiero hacer una mención especial al fantástico trabajo de Ivrea en la edición de este primer arco argumental. El esfuerzo que han realizado para poder traer la obra a este país ha sido encomiable, ya que muchos de nosotros lo veíamos como una de las grandes, si no la más grande, utopías editoriales que había en el mundo del manga. La edición es realmente espectacular, con un gran acabado tanto visual como en calidad de materiales y con un precio realmente ajustado. Podéis encontrar algún detalle más acerca de la edición y del trabajo de Araki en la reseña inicial de esta primera parte de JoJo’s publicada a finales de junio. El trabajo ha tenido su recompensa y JoJo’s Bizarre Adventure: Phantom Blood ha tenido un éxito arrollador que tiene pinta de continuar a partir de finales de septiembre con el estreno de Battle Tendency, la segunda de las sagas que introduce al personaje de Joseph Joestar. Contamos los días para embarcarnos en otro viaje repleto de épica y exageración de la mano de Hirohiko Araki.
Edición original:JoJo’s Bizarre Adventure: Part 1 – Phantom Blood (ファントムブラッド), Shueisha 1987. Edición nacional/ España: Ivrea 2017. Guión: Hirohiko Araki. Dibujo: Hirohiko Araki. Traducción: Pablo Tschopp. Formato: Rústica B6 con sobrecubierta, 300 páginas. Precio: 12€. Después de dos meses desde su fulgurante puesta de largo en el mercado…
JoJo’s Bizarre Adventure Parte I: Phantom Blood (Saga completa)
JoJo’s Bizarre Adventure Parte I: Phantom Blood (Saga completa)
2017-09-11
Rubén Merino
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9.5
88
8.8
Genial primera parte de JoJo's Bizarre Adventure, una gran oportunidad para acercarse a una obra extravagante e intensa que forma parte de la historia viva del manga, y con una gran edición por parte de Ivrea.
Vosotros puntuáis: 8.68 ( 7 votos)
Una pena que aún no me haya terminado este arco, a ver cuando tengo ocasión y me leeré el artículo entonces. Por ahora solo me he leído el primer tomo y aunque la primera mitad no me resultaba tan magnífica, es la última mitad cuando ya me conquistó.
Lo mejor de todo para mí es que aún nos quedan un montón de tomos que disfrutar.
Un saludo!
A mi me pasó un poco igual, me costó un poco entrar en el primer tomo, pero poco a poco te va ganando. El tercer tomo ya es un espectáculo total que hace que te rindas del todo a JoJo 🙂 Y lo mejor es lo que dices, tan solo es el primer arco y es el más corto de todos, esto va in crescendo y falta mucho de lo que ha hecho famosa a la obra!! Espero que disfrutes mucho la saga y el artículo, cuando lo leas ^.^
Un saludo!!