El mal parece siempre seducir de alguna manera oscura. En la literatura, el cine, el teatro, hay ejemplos de villanos que han trascendido más allá de los héroes de las obras en las que fueron creados. Drácula, Vader, Lecter, Moriarty, Luthor… son algunos ejemplos de ello.
Dicen que el poder corrompe, y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Sin embargo, en el caso de todos estos villanos es más acertado hablar de la búsqueda del poder como catalizador de su corrupción interna y tal vez sea por eso por lo que hablar de Joker sea algo tan complicado, pues en su mente, insoldable, no hay ansia alguna de poder, ni lo busca, ni lo quiere, ni lo posee en realidad, diferenciándose de muchos otros villanos.
Y tal vez eso explique que en medio de los especiales dedicados a celebrar los 80 años de personajes tan importantes como Superman, Batman, Flash (en breve Wonder Woman), Green Lantern, haya uno dedicado en exclusiva a este villano tan particular. ¿Celebrar el aniversario de un villano? ¿En qué cabeza cabe algo así? Tal vez sea posible si ese villano es el mencionado Joker, cuya creación en 1940 rompió con los cánones establecidos hasta ese momento, asentando la idea de un enemigo de tal talla, que fuera capaz de definir al héroe al que se enfrentaba.
Este tomo se añade a los publicados de Action Comics, Detective Comics y Flash, con una estructura idéntica, en el que de forma cronológica se recuperan algunas de las historias más relevantes del personaje, a fin de poder tener una foto fija de su evolución en el tiempo y su importancia editorial. Y es que el mal seduce, el mal atrapa y de alguna forma, por comparación, nos hace vernos mejores de lo que somos.
Empezaremos por los peros a la selección para dar paso a un repaso de las obras que se recopilan en este tomo.
El primer pero responde a la falta de algún número de la serie de Joker de 1975 (que solo duró nueve entregas) que bien merecía un recuerdo por ser una rara avis dentro de la historia del personaje. Si bien es cierto que DC ha anunciado una nueva serie en solitario del príncipe del mal, la de los años 70 tiene el encanto de intentar hacer pasar al Joker por el héroe de la colección, lo que sin duda es algo digno de leerse.
Y el segundo pero es la inclusión de varias historias que quedan descontextualizadas al formar parte de una saga mayor, siendo un ejemplo de ello, la de Batman #614, Batman #17 (Nuevos 52), Batman #429 y Gotham Central #15 (en menor medida). Siendo justos la que más desentona por lo expuesto es la de Snyder, pues se trata del capítulo final de La muerte de la familia y si algún lector llega a este tomo sin saber nada de los Nuevos 52 y lee esta historia, la verdad es que acabara desconcertado cuanto menos. Eso sin hablar de como ya ha perdido la oportunidad de poder leer la saga entera y en orden pues el capítulo final ya lo conoce. Una pena.
Las otras dos (Gotham Central #15 y Batman #614), resisten mejor la lectura dentro de sus arcos, pues funcionan casi como números unitarios, aunque no lo sean, pero también pueden resultar dañinos para lectores que no conozcan las obras.
La otra que genera conflicto es sin duda el último capítulo de la conocida saga Una muerte en la familia, que expone el desenlace y enfrentamiento final entre el Joker y Batman tras los trágicos sucesos narrados en el anterior número. Pensar que algo así es conocido por todos es mucho pensar.
Y hasta aquí las objeciones.
Por supuesto está abierto el debate sobre si están todas las que deberían estar o faltan otras muy importantes, pero sobre gustos ya se sabe.
En las primeras historias impera el sentido común pues tenemos la primera aparición de Joker en los cómics del lejano 1940. Un trabajo por parte de Finger y Kane presentando al personaje en sociedad con su desquiciada sonrisa, su imprevisible locura y su desprecio por la vida en general, para convertirse en el gran archienemigo de Batman. Se habían acabado los matones, traficantes, rateros, ladrones de bancos, asesinos a sueldo… Finger lo cambia todo con la inclusión de Joker como un enemigo con un retorcido esquema mental que plantea nuevos retos al cruzado de la capa. Una obra con el característico estilo narrativo de los años cuarenta, pero que posee todo el ADN del personaje en cada viñeta.
El tomo salta al segundo encuentro con Batman, también en 1940, para ir a 1951 con la que puede ser considerada la historia del origen de Joker, para llegar hasta 1963 en la que se ve las caras con Clayface.
Se tratan de aventuras todas escritas por Finger, en las que Joker se va mostrando cada vez más letal, mientras evoluciona su principal peculiaridad, su tendencia a un aparente caos en todo lo que hace. Sin embargo, hay momentos en los que se presenta como lo que era al principio, en 1940, un egocéntrico ladrón de joyas, que no soporta perder la atención de Batman. Son historias que contienen el germen del villano y cuya lectura resulta agradable, aunque en algunos momentos los recursos narrativos pueden resultar redundantes a un lector de hoy.
Con la llegada de los años 70 el Joker muta en Batman #251 y de la mano de O´Neil y Adams le llega el turno a la Quíntuple venganza del Joker. Un trabajo que recupera al Joker vengativo que busca eliminar a los miembros de su banda de manera sistemática. El mayor logro de esta historia es el salto que representa en lo gráfico, algo indudablemente obvio si tenemos a Adams implicado, pero también en lo narrativo, con el abandono de lo reiterativo. Joker es despiadado, y en manos de estos autores sufre una transformación visual sin precedentes que marcaría el camino a seguir hasta la llegada de Marshall Rogers.
Y es con la entrada de Englehart en Batman y con Rogers a los lápices el universo del murciégalo evoluciona drásticamente, más allá de lo meramente narrativo, elevando lo estético a niveles nunca vistos. No en vano se habla de la versión definitiva de Batman y por extrapolación de Joker.
La historia muestra a un Joker irracional en su crimen, que se desvela al lector con la elegancia que solo Marshall era capaz de imprimir al villano. Su aspecto resulta tan influyente que, en 1989, cuando se estrena Batman en las grandes salas de cine, se puede observar un homenaje directo al Joker de estos cómics en la piel de Jack Nicholson.
Abandonamos los años 70 para entrar en la década prodigiosa, en los años 80, de la mano de Len Wein y Walter Simonson, que se hacen cargo del Batman #321, en el que Joker celebra un macabro cumpleaños a costa de secuestrar a Robin, Alfred y Gordon. Una historia que es relevante por mostrar a un Joker que mezcla la broma con el sadismo, sin parpadear, con su famosa escena de la pistola y el banderín.
Saltamos 8 años y aparece un extracto de la Broma Asesina, la obra que es aclamada por los aficionados y repudiada por su guionista, de la que apenas se encartan las primeras páginas de este origen con el que Alan Moore fascinó a toda una generación de lectores. Un trabajo que mira al pasado, que pone frente a frente a Batman y Joker para demostrar que la locura es algo que los une más que los separa.
Y le llega el turno al mencionado Batman #429 (1989), capítulo final de la Una muerte en la familia, con el desenlace de esta saga que ha pasado a la historia por sus consecuencias para Robin y como se tomó la decisión final del destino de Jason Todd.
Y llegamos a los años noventa, concretamente 1994, para sumergirnos en el especial Amor Loco, de la mano de Paul Dini y Bruce Timm, los dos artífices de una de las mejores series de animación del hombre murciélago. Un especial en el que profundizaban en la psique de Harley Quinn, presentada en la serie de televisión, y cuya popularidad no dejaba de ir en aumento. Un relato sobre la tóxica relación entre Joker y Harley. Una agónica trama en el que el amor más vitriólico se muestra de forma descarnada en la trágica existencia de la Dra. Quinzel.
Cambiamos de siglo y en 2003 se publicó el Batman #614, con Jim Lee a los lápices y Jeph Loeb en los guiones de un arco argumental que para muchos es poco más que un muestrario de los villanos de Batman para goce y disfrute de Lee. Un número sin apenas materia a la que poder asirse, un festival visual de violencia y escorzos imposibles, que quiere ser más de lo que puede ser.
En cambio, la siguiente historia, Gotham Central #15, aun estando descontextualizada, funciona mejor, gracias al enorme trabajo de Rucka con la propuesta que hace alrededor de la figura de Joker. Su perspectiva desde los servicios de seguridad de Gotham le da la vuelta al eterno conflicto con Batman de tal forma que se retrata a un Joker más funcional, sin perder sus raíces como villano. La manera en la que afecta emocionalmente a los policías su detención y como esta se refleja en la atmósfera de la comisaria es algo que solo Rucka es capaz de plasmar con la elegancia que le caracteriza.
Y de nuevo le llega el turno a Dini… en Detective Comics #826, que borda en una historia en la que Joker es protagonista absoluto, en una orgia de maldad, sadismo y puro caos. Dini demuestra entender muy bien la mente de Joker, con un relato que condensa en un coche todo cuanto caracteriza a este villano. Un relato angustioso que se lee y recuerda en el tiempo.
Y llegamos al final, a los años 2011 y 2013, en plenos Nuevos 52, con el primer número de Detective Comics con Tony Daniel al mando del Detective Comics #01, para poner en marcha los acontecimientos que serán tratados en la serie de Batman a cargo de Snyder, diecisiete meses más tarde. Un final de tomo que muestra a un Joker bastante distorsionado, mostrando una faceta sadomasoquista nueva, con un enfoque muy demencial y desquiciado, que se ve debilitado por la inclusión del capítulo final de la saga La muerte de la familia, en la que el clímax final resulta especialmente desconcertante. Un Joker muy apartado de su iconicidad, que despierta sentimientos de asco, no por sus acciones, sino por el grotesco aspecto con el que tuvo que lidiar durante los Nuevos 52.
El trabajo de Snyder en Batman fue de lo mejor en esta etapa y así se siente en este último número del tomo. Es una pena que se quede tan descolocado porque no le hace ningún bien de cara al lector.
Como es habitual el recopilatorio está cuajado de textos de distintos autores relacionados con Joker, siendo textos especialmente reveladores todos ellos. Firman gente como Mark Hammill, Jeph Loeb, Paul Dini, Steve Englehart, Scott Snyder… Visiones y reflexiones que permiten sumergirse en la forma de ver e interpretar a Joker como uno de los villanos más terroríficos y atractivos de toda la galería de Batman y del cómic en general.
Un recopilatorio que apenas contiene material inédito, pero que a grandes rasgos permite conocer la figura de Joker desde sus inicios hasta la actualidad. Un justo homenaje al principie del crimen.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 8
7.7
Malvado.
Un recopilatorio que permite ver la evolución del villano en el tiempo, desde sus orígenes, hasta alguna de sus más radicales interpretaciones.
Deja que desear esta recopilación de ECC. La mayoría de su contenido es de sobra conocido y repetido en muchas otras ediciones. ¿Un número descolgado de Death in the Family, en serio?
Este tomo es la edición directa del editado en USA. ECC no ha seleccionado el material que en el aparece. Por tanto nada se le puede achacar a ECC en esta ocasión. MIl gracias por vuestros comentarios y Feliz Navidad.
THE JOKER: 80 YEARS OF THE CLOWN PRINCE OF CRIME THE DELUXE EDITION | DC (dccomics.com)
El problema es de percepción. Hay taaaanto material inédito, que el adquirir un extenso volumen con toooodo el material ya publicado, es molesto. Si se editara un ‘Lo más mejor de Marvel’, es normal que eso suceda. En este caso es jodido. Tenéis muchísimo sin editar, pero picoteáis siempre sobre lo mismo. Ese es el motivo que impide recibir este tipo de tomos sin cierto escepticismo. Si hubierais sacado la colección del Joker, de la que Novaro editó algún número, pero que en edición patria permanece inédita, nada de esto hubiera sucedido.
Nos alaga que comentes indicando que somos los responsables de la edición de ECC, pero ZN no tiene nada que ver al respecto 🙂 y por lo tanto la selección del material hay que achacársela a DC Comics directamente. ECC no ha tenido nada que ver tampoco.
Gustavo Martinez es el editor de ECC y en mi caso soy un humilde redactor de esta casa. 🙂 Compartimos nombre, pero no puesto profesional.
Y estoy de acuerdo con lo expuesto, falta material interesante en este tomo, como el mencionado de la serie regular de Joker de los años 70, tal y como comento en la reseña. A lo que hay que añadir que tenga números sueltos de finales de sagas muy importantes fuera de contexto.
TODO el contenido de este volumen ha contado con otras ediciones en nuestro país. Y en el caso del material clásico, mejor editado por Ediciones Zinco en el volumen de ‘Las mejores historial de El Joker jamás contadas’. Y es que los cómics de los 40/50 luce mejor en papel poroso que en satinado.
Lo que si hubiera sido un detallazo es que hubiesen editado los 10 números de la serie clásica de ‘The Joker’. O el tochal ‘The Joker: the Bronze Age Omnibus’. Pero ya es pedir mucho teniendo en cuenta la trayectoria de la editorial.
Yo creo que al analizar un tomo asi se trata de analizarlo por si mismo, por lo que ofrece, mas alla de nuestras expectativas de publicacion de material clasico.
Mi primera critica, previa al tomo, es que no se corresponde con la ficha de anuncio de ECC. El tomo anunciado incluia mas numeros pre-Crisis: la primera aparicion del Jokermovil y denas accesorios, el Joker cinturon, el jurado del Joker… Y no estan. Quizas esten las portadas, pero hasta ahora nunca se han reseñado como material correspondiente al numero, sino como seleccion de portadas.
Del tomo en si, una cisa que me llamo la atencion es: a que publico objetivo va dirigido? Al fan del Joker no. Todo el material ya ha sido publicado excepto la historia con Clayface II. Al que busque un intetes historico? Dificil de defender. Faltan numeros capitales como los reseñados o la primera aparicion de Gaggy (su primer sidekick) manteniendo historias como la de Clayface. Ademas los textos de apoyo son muy pobres (nada que ver con los del tomo de Batman, con informacion incluso mas interesante que los comics en si). La otra opcion que se me ocurre es para el lector ocasional (posiblemente porque se lo regalan) y que no piensa volver a conprar un comic. Y no es de extañar. Vera que los comics no es una afucion barata. Se encontrara con un material muy heterogeneo y en ocasiones confuso o contradictorio. Y mal estructural de la industria: cuanto mas moderna sea la historia, vera que no lee una historia,sino un fragmento de eesta, y si quiere conocerla tendra que comprarsela aparte.
En definitiva, un tomo extraño. Si hubiera incluido mas material pre-Crisis (como en la ficha por ejemplo) y hubiera tenido textos trabajados de estuduosos del medio y no el del guionista que te cuebta que le mola el Joker de pequeño o el director de cine que te dice que en imagen real si que da miedo… Pues me lo habria planteado. Puede que no sepa muy bien a quien va dirigido este tomo. Lo que si se es que a mi desde luego no.
Saludos!
No es cosa del papel, es del material a reproducir. A los cómics de los 30/60 les sienta como una patada en la entrepierna. Y a una parte de los 70/80, también. No creo que nadie lo reclame para Death Metal o el Capi de Brubaker. Todo es cosa de utilizar el sistema de reproducción más adecuado en cada caso. Ahí está la habilidad del editor.